5 de marzo de 2012
Nada tiene y aún reparte
Recogido de la Sección La Goleta, firmada por el Profesor D. Federico Fernández de Buján -que me honra con su amistad- en La Voz de Galicia.
«Hace cuarenta años, siendo adolescente, me impactó una canción de compromiso cristiano que decía: «Cuando el pobre nada tiene y aún reparte». Me asombraba la paradoja y me parecía más ideal que real. La vida, más tarde, me hizo palpar cómo aquel imposible se hacía realidad en personas que la Providencia había puesto en mi camino. Y es que la naturaleza humana, capaz de los mayores horrores, también lo es -más de lo que se cree-, de la más sublime generosidad.
Aquella vieja canción vino a mi cabeza al leer la estremecedora situación de un indigente portugués en Ribadeo. No habla, evita el contacto, no pide limosna, pero cuando alguien se detiene ante él y le da una limosna o algún alimento, João Paulo se transforma y vuelve a ser persona. Así, no solo se dirige agradecido a su benefactor, se atreve a compartir lo que tiene. Su problema más grave no es la miseria material sino su infinita soledad. Su caso es uno más entre los miles que, en estos tiempos, sacuden nuestras conciencias. No obstante, tiene un sello particular. Un poco de atención al otro, provoca en este lo mejor del ser humano. Otro mundo es posible. Todos podemos, cada día, construirlo.»
Gracias Profesor, por este aldabonazo. La soledad es uno de los grandes fracasos de esta sociedad del consumo y bienestar que ya ni siquiera podemos pagarnos. Todos podemos tener ejemplos cerca y qué otro sería el mundo si cada uno prestase algo de atención a los que le rodean.
LFU
1 de marzo de 2012
El PSOE, los sindicatos y nuestro dinero
No es difícil de entender, ¿a que no?
LFU
29 de febrero de 2012
Las razones del voto particular del Magistrado Maza
“he de discrepar, no obstante, de la misma por considerar que efectivamente nos hallamos ante un delito de prevaricación judicial dolosa, del art. 446 3º CP, toda vez que el Magistrado acusado, con pleno conocimiento de la contradicción de sus Resoluciones con el ordenamiento jurídico español, que estaba obligado a aplicar y respetar, comenzó asumiendo competencia que no le correspondía para incoar un procedimiento penal inviable, instrumentalizándolo al servicio de sus propias intenciones subjetivas, contra personas ya fallecidas y por delitos que habían sido objeto de amnistía o que, en todo caso, se encontraban ya claramente prescritos, lo que en definitiva supuso un abuso de sus facultades jurisdiccionales, imponiendo su voluntad y la búsqueda de intenciones propias sobre el mandato explícito de la norma.”
“¿Es que a partir de ahora el Juez español puede desobedecer las leyes patrias, las dictadas por nuestro Parlamento soberano, porque encuentre criterios u opiniones ajenos a nuestro Derecho que coincidan con su particular modo de ver las cosas?”
27 de febrero de 2012
Garzón. La excusa para dejarle sin excusa
«Respecto a la contradicción entre el auto de 16 de diciembre de
1.998, por el que se rechaza de plano la querella presentada por los
sucesos acaecidos en Paracuellos del Jarama, y el contenido argumental
del auto de 16 de octubre de 2.008, sobre los que la acción popular ha
justificado el conocimiento de la prevaricación, destacamos que los diez
años transcurridos entre una y otra resolución ponen de manifiesto un
cambio de opinión jurídica sobre unos hechos, con independencia de sus
autores y puede ser debida a la distinta concepción del sustrato de
protección y de la fuerza expansiva de los derechos humanos en los
últimos tiempos. Los cambios de opinión, debidamente razonados, no son
presupuesto de la prevaricación. En todo caso, el contenido del auto de
16 de diciembre de 1.998 era correcto al afirmar en los hechos la vigencia
de la ley de amnistía y la prescripción de los hechos.»
26 de febrero de 2012
Un juez algo extravagante
22 de febrero de 2012
Asia Bibi. El poder de la fe
Mi querido Ashiq, mis queridos hijos:
(...) Desde que he vuelto a mi celda y sé que voy a morir, todos mis pensamientos se dirigen a ti, mi amado Ashiq, y a vosotros, mis adorados hijos. Nada siento más que dejaros solos en plena tormenta.
Tú, Imran, mi hijo mayor de dieciocho años, te deseo que encuentres una buena esposa, a la que tú harás feliz como tu padre me ha hecho a mí.
Tú, mi primogénita Nasima, de veintidós años, ya tienes tu marido, con una familia que tan bien te ha acogido; da a tu padre pequeños nietecitos que educarás en la caridad cristiana como te hemos educado nosotros a ti.
Tú, mi dulce Isha, tienes quince años, aunque seas medio loquilla. Tu papá y yo te hemos considerado siempre como un regalo de Dios, eres tan buena y generosa... No intentes entender por qué tu mamá ya no está a tu lado, pero estás tan presente en mi corazón, tienes en él un lugarcito reservado nada más que para ti.
Mi pequeña Isham, sólo tienes nueve años, y vas a perder ya a tu mamá. ¡Dios mío, qué injusta puede ser la vida! Pero como continuarás yendo a la escuela, quedarás bien armada para defenderte de la injusticia de los hombres.
Mis niños, no perdáis ni el valor ni la fe en Jesucristo. Os sonreirán días mejores y allá arriba, cuando esté en los brazos del Señor, continuaré velando por vosotros. Pero por favor, os pido a los cinco que seáis prudentes, os pido no hacer nada que pueda ofender a los musulmanes o las reglas de este país. Hijas mías, me gustaría que tuvierais la suerte de encontrar un marido como vuestro padre.
Ashiq, a ti te he amado desde el primer día, y los veintidós años que hemos pasado juntos lo prueban. No he dejado nunca de agradecer al cielo haberte encontrado, haber tenido la suerte de un matrimonio por amor y no concertado, como es costumbre en nuestra provincia. Teníamos los dos un carácter que encajaba, pero el destino está ahí, implacable… Individuos infames se han cruzado en nuestro camino. Hete ahí, solo con los frutos de nuestro amor: guarda el coraje y el orgullo de nuestra familia.
Hijos míos, (...) papá y yo hemos tenido siempre el deseo supremo de ser felices y de haceros felices, aun cuando la vida no es fácil todos los días. Somos cristianos y pobres, pero nuestra familia es un sol. Me habría gustado tanto veros crecer, seguir educándoos y hacer de vosotros personas honestas… ¡y lo seréis! (...) No sé todavía cuándo me cuelgan, pero estad tranquilos, amores míos, iré con la cabeza bien alta, sin miedo, porque estaré en compañía de Nuestro Señor y con la Virgen María, que me acogerán en sus brazos.
Mi buen marido, continúa educando a nuestros niños como yo habría deseado hacerlo contigo.
Ashiq, hijos míos amadísimos, os voy a dejar para siempre, pero os amaré por toda una eternidad.
Mamá.
FICHA TÉCNICA | COMPRA ONLINE | |||
Título: | ¡Sacadme de aquí! | TiendaLibres | ||
Autor: | Asia Bibi | |||
Editorial: | LibrosLibres | |||
Páginas: | 150 páginas | |||
Precio | 18 euros |
16 de febrero de 2012
In Memoriam. Pablo Dominguez
No creo en las casualidades.