Los procesos abiertos a diversos gobernantes, entre ellos al ex primer ministro de Islandia por su responsabilidad en la crisis económica del país, debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de que la sociedad civil exija judicialmente responsabilidades a Rodríguez Zapatero por su manifiesta negligencia, dolo e imprudencia en la administración del gobierno de la Nación con el ánimo acabar con la tradicional impunidad que acompaña a los políticos en su gestión de la cosa pública.
Me atrevo a decir que es un clamor la exigencia de responsabilidades más allá de las políticas al gobernante más sectario de nuestra historia que, renunciando desde el primer momento a ser presidente de todos los españoles, ha asolado España durante ocho años.
Su hoja de servicios al Estado a escasos 50 años no es merecedora de un largo y cómodo retiro a costa del erario público, después de haber arruinado a la nación y desprestigiado las instituciones. Como la memoria de agravios es débil en las mentes cristianas, conviene recordar aquí alguna de las barbaridades que ha perpetrado al frente del gobierno, en una relación meramente enunciativa y, desde luego, no exhaustiva:
- La intencionada ocultación de la crisis económica como ardid para ganar las elecciones de 2008.
- La chapuza del Plan E, o cómo crear empleo precario y temporal en obras no productivas.
- La conversión de las ruedas de prensa post consejo de ministros en mítines del PSOE
- El derroche constante de dinero público para asegurarse el cariño de los sindicatos.
- La deliberada crispación social como resultado de la reapertura de las heridas de la guerra civil con la Ley de Memoria Histórica y el derroche de dinero público a favor de asociaciones creadas a instancias del Partido Socialista.
- La legalización de Bildu por el Tribunal Constitucional como pago por la tregua de ETA, como último intento de recomponer un “proceso de paz” que nos trajo episodios de traición tan evidentes como el caso Faisán, la calificación de Otegui como hombre de paz o la excarcelación de De Juana Chaos.
- La desvergonzada utilización sectaria de instituciones del Estado como la Fiscalía y el Tribunal constitucional.
- La voladura controlada de la unidad nacional como consecuencia de la aprobación del Estatuto de Cataluña.
- El desastre sin paliativos de la Ley de la Carrera Militar que está causando estragos en el Ejército.
- 20% de paro y 42% de paro juvenil.
- Déficit en la Seguridad social.
- El ataque a la libertad Religiosa con el cierre del Valle de los Caídos, privando además a las arcas públicas un millón de euros anuales procedente de la taquilla del Monumento.
- Los daños al patrimonio nacional derivados de la inconoclastia causada por la Ley de memoria histórica.
- El ataque a la familia con la ley de divorcio express y la ley del aborto.
- La conversión del aborto en un derecho con la inicua Ley de plazos.
Sé que me dejo muchos en el tintero y que muchas de las anunciadas jamás podrían ser objeto de enjuiciamiento, pero seguramente a alguno de vosotros tiene la gentileza de completar el pliego de cargos con el que los españoles deberíamos, cuando menos, negarnos a asistir impasibles a la plácida jubilación del peor gobernante que ha conocido la historia de España.
LFU