"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

16 de junio de 2010

Me llamo Almudena Grandes y soy una miserable


Confieso que, al escuchar ayer a un periodista dar la referencia del artículo publicado en El País por Almudena Grandes a finales del año 2008, en el que hacía mofa y escarnio de las religiosas salvajemente violadas por milicianos en toda España durante el terror frente-populista, pensé que estaría exagerando.

No pensé, en mi infinita ingenuidad, que alguien medianamente formado fuera capaz, ni en broma, de trivializar y mucho menos de burlarse de hechos tan repugnantes y macabros. Por eso decidí verificar la información en Internet y aún no salgo de mi estupefacción:

«(…)"Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.»


No encuentro palabras para describir tamaña mezquindad. Quizás algún lector pueda ayudarme.

No me consta que Almudena Grandes haya pedido perdón por haber escrito esto, pero sé, en cambio, que sigue contumaz y ciega empeñada en reabrir heridas con recientes videos igualmente miserables.

No me consta que el Ministerio de Igualdad haya abierto una investigación por tan repugnante artículo, ni que el Fiscal General del Estado haya abierto diligencias por tal motivo. Tampoco me consta que El País haya pedido perdón públicamente por haber publicado semejante procacidad pese a que Muñoz Molina le dio oportuna réplica desde las mismas páginas del diario socialista.

Sólo espero contribuir, modestamente, a que alguien más conozca lo que yo acabo de descubrir y que algún día, esta mujer miserable –de la que prometo no leer nunca nada más- sienta en su corazón el dolor de la vergüenza y del escarnio público por haber ofendido la dignidad y la limpia memoria de tantas religiosas violadas y asesinadas durante la persecución religiosa de los años 1936 a 1939 por el mero hecho de vestir un hábito y dedicar su vida a los demás.

LFU

15 de junio de 2010

Reforma laboral y Memoria histórica

«Zapatero quiere devolver a los españoles lo que Franco les quitó: ¡las alpargatas

«En cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, Zapatero quiere acabar
con el último vestigio del franquismo: ¡la indemnización por despido de los trabajadores


(Juan Manuel de Prada en el curso de la tertulia de “Las Mañanas de la Cope”. 15 de junio de 2010)

Por cierto, mucho me temo que el abyecto y sectario video realizado por «los de la ceja» con dinero de todos los españoles, acabará volviéndose contra sus autores. La Razón ha empezado y están preparándose documentales muy interesantes.

Mientras tanto, aquí os dejo uno que no tiene desperdicio:




LFU

14 de junio de 2010

La Historia desustanciada. Por José Utrera Molina




Reproduzco a continuación el artículo publicado en «La Gaceta» el pasado sábado 12 de junio:


«La Historia, que es en ocasiones una señora vapuleada, extorsionada y vertebrada por la mentira, tiene algunos acentos interesantes que conviene recordar. Uno de ellos me viene a la memoria ahora que se pretende obviar la participación legionaria en los actos del Cristo de la Buena Muerte, que fue siempre estandarte, insignia y amor para todos los que pertenecieron a tan gloriosa Institución. Y lo hago precisamente ahora cuando recuerdo una información aparecida en el diario El Mundo en el cual se lucían temas de apoyo al señor Rubianes en la Diada, celebrada en Cataluña. Este señor, que ya ha fallecido –y por lo tanto no pretendo atacar su memoria–, fue secundado cuando mandaba a la mierda a España por la plana mayor de las juventudes del PSC.


Hay una foto muy expresiva en la que se advierte la presencia de la ministra de Defensa, Carmen Chacón. No me extrañan los furibundos ataques al sentido católico español que se están recibiendo por doquier. No hay iglesias incendiadas ni cenizas aventadas. Hay una crispación repleta de odio a todo lo que representan los valores de la religión católica, que ha sido en el decir de múltiples historiadores, plenamente categorizados, la clave de los mejores arcos de nuestra Historia.


Escribo este artículo después de haber contemplado atónito el comportamiento de las Fuerzas Armadas en la procesión del Corpus de Toledo. Resultaba un escarnio a la tradición militar y una ofensa innecesaria al no presentar armas a la custodia que contenía la Eucaristía. Afirmo que este comentario mío lo hago sin que pueda acercarme al odio que esta ministra profesa a las raíces espirituales de España. Y es también un simple recordatorio de las manos en que hoy se encuentra la Institución Militar. El señor que hoy es el jefe del Estado Mayor de la Defensa dice que las Fuerzas Armadas españolas están hoy mejor dotadas que nunca. A mí particularmente me gustaría que así fuera, aunque tengo la convicción de que la dotación espiritual que se suministra a esta Institución es bien escasa. Alguien podrá reprocharme el que escriba este artículo sin que yo pertenezca al Ejército. Esto es una crasa equivocación, porque los que hemos tenido el honor y el orgullo de pertenecer a su oficialidad en un tiempo bien lejano consideramos que estamos en activo a lo que se refiere a devoción, fidelidad y amor a esta Institución. Por tanto, nos duele todo aquello que pudiera rozar el honor y el prestigio de nuestras Fuerzas Armadas. Ciertamente, amarillean ya las tarjetas que nos vinculaban con nuestro documento de identidad a las filas del Ejército. Pero no hemos roto el compromiso moral que suscribimos un día jurando con emoción los colores de la bandera de España. De toda mi vida, ya demasiado larga, he podido tener momentos cuya relevancia era digna de mi mejor recuerdo. He sido gobernador, subsecretario, ministro... Pero lo que mejor recuerdo y más firmemente está alojado en mi corazón son los meses que permanecí en activo en la Milicia Universitaria. Todavía escribo a los que fueron mis jefes. El último, un bravo capitán que se llamaba Aníbal Sotelo, ha muerto hace unos días.


Sin duda alguna, me faltan ya comunicaciones personales, pero lanzo al viento y al aire de España mi queja rebelde, rompo mi pasividad, niego mi lejanía de todo lo que pueda representar el sentido castrense de la vida, puesto que una tradición familiar me obliga a no permanecer en silencio, y contemplo con nostalgia y con amargura los signos que me acreditan todavía como viejo alférez. Pues bien, este viejo y apergaminado oficial no está conforme con el proceder verdaderamente injusto y yo diría que indigno de la ministra del Ejército. Poco se puede esperar de ella y lo que provenga de su mandato tendrá el signo de una destrucción sistemática de sus valores tradicionales. Declaro mi rebeldía, que confirma mi indignación, y vivo todavía con el recuerdo de los que me dieron las lecciones más altas de amor y dignidad que pude recibir en mi vida.»

JOSÉ UTRERA MOLINA

11 de junio de 2010

Pablo Iglesias o la sinrazón de un homenaje.


El PSOE comparte con el PNV una proverbial falta de pudor a la hora de perseverar en la imposible mitificación de sus fundadores.

Un elemental sentido de la prudencia aconsejaría al PSOE no remover en exceso la memoria de Pablo Iglesias, máxime cuando las hemerotecas de los periódicos más que centenarios están al alcance de todos.

Pero ante la contumacia del PSOE, nada mejor que hacer un repaso a su figura con dos breves pinceladas:

El 7 de julio de 1910, Pablo Iglesias, recién llegado al Congreso de los Diputados (con la edad nada bisoña de 60 años) amenazó con que el PSOE recurriría al «atentado personal» si Maura llegaba al poder:

“..el partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión del Magistratura, la supresión de la Iglesia , la supresión del Ejército, y la supresión de otras instituciones necesarias para ese régimen de la insolidaridad y antagonismo .... estaremos en la legalidad mientras la legalidad nos permita adquirir lo que necesitamos; fuera de la legalidad cuando ella no nos permita realizar nuestras aspiraciones....// .. Tal ha sido la indignación producida por la política del gobierno presidido por el Sr. Maura , que los elementos proletarios, nosotros de quien se dice que no estimamos los intereses de nuestro país, amándolo de veras, sintiendo las desdichas de todos, hemos llegado al extremo de considerar que antes que Su Señoría suba al poder debemos llegar al atentado personal.”

No tardando mucho, el 22 de ese mes, Antonio Maura sufrió un atentado. Cuando se encontraba en la estación de Francia en Barcelona, el joven socialista. Manuel Posa Roca, disparó contra él, resultando herido en una pierna. Al día siguiente se formuló una protesta en el Congreso a la que , lógicamente, Pablo Iglesias no se adhirió

Años más tarde -según recoge Luis Gómez Llorente en su libro "Aproximación a la historia del socialismo español hasta 1921", Cuadernos para el Dialogo, Madrid,1972, página 169- el 12 de noviembre de 1921, en el discurso pronunciado ante el VI Congreso del PSOE en Gijón, pronunciaría éstas palabras pletóricas de talante:

-"Queremos la muerte de la Iglesia… para ello educamos a los hombres, y así les quitamos la conciencia… No combatimos a los frailes para ensalzar a los curas. Nada de medias tintas. Queremos que desaparezcan los unos y los otros".

Para muestra vale un botón. Esto es lo que homenajearon ayer, prietas las filas, Zapatero, González y sus huestes.

LFU

10 de junio de 2010

La maternidad de hoy vista desde el mañana, según Foxá


"Del beso de un hombre y una mujer nacía el hijo. Y ella lo sentía palpitar y moverse, y procuraba entonces no caer, para no lastimarle, porque le amaba sin conocerle. Y cuando nacía y le entraba el aire en los pequeños pulmones y le daba la primera luz en los ojos, ella lo acunaba, y de la punta de su seno le brotaba una sangre blanca, que era como la espuma de todo su ser..."


Historias de ciencia ficción. Agustín de Foxá. La biblioteca del laberinto, S. L., 2009


Un libro imprescindible de un autor genial.


LFU

8 de junio de 2010

Santiago Carrillo, ayer y hoy


«Cada día me siento más orgulloso de ser un soldado en las filas de la Gran Internacional Comunista, que tú y tus cómplices odiáis tanto y que ha sabido mantener en todo el mundo la bandera de la solidaridad con el pueblo español, mientras que tus amigos del extranjero, los dirigentes de la II Internacional, hacían cuanto podían para acogotarnos, trabajaban y siguen trabajando contra la unidad, contra la URSS, utilizando el mismo lema que Hitler y Mussolini: «la lucha contra el comunismo».

Cada día es mayor mi amor a la Unión Soviética y al gran Stalin, a los que vosotros odiáis y calumniáis precisamente porque han ayudado a España de una manera constante a través de toda nuestra lucha.

El odio de vuestra cuadrilla caballerista-trotskista al Partido Comunista de España, a la Unión Soviética y al gran Stalin, es una prueba más del formidable papel jugado por éstos en la lucha del pueblo español por su libertad.

Cuando pides ponerte en comunicación conmigo olvidas que yo soy un comunista y tú un hombre que ha traicionado a su clase, que ha vendido a su pueblo. Entre un comunista y un traidor no puede haber relaciones de ningún género. Tú has quedado ya del otro lado de las trincheras.

No, Wenceslao Carrillo, entre tú y yo no puede haber ya relaciones, porque ya no tenemos nada de común, y yo me esforzaré toda mi vida, con la fidelidad a mi partido, a mi clase, a la causa del socialismo, en demostrar que entre tú y yo, a pesar de llevar el mismo apellido, no hay nada de común.

Por vuestra traición, la República Española ha sido batida, pero la lucha no ha terminado. Por el esfuerzo del pueblo, Franco caerá, los obreros y campesinos, unidos a todos los demócratas con el Partido Comunista a la cabeza, restaurarán de nuevo la República popular, pero jamás, ni bajo la dominación fascista ni después de nuestra victoria, olvidarán vuestra infame traición.»


Carta abierta de Santiago Carrillo a su padre, Wenceslao Carrillo. Fechada el 15 de mayo de 1939, fue publicada los días 3 y 6 de junio de 1939 en La Correspondence Internationale (órgano de la Komintern) y en Jaunesses du Monde. “El libro negro de Carrillo”. José Javier Esparza. 2010. Libros Libres


«Siento un orgullo inmenso por haber defendido y militado en el Partido Comunista. Me sigo sintiendo comunista y moriré siendo comunista»

16 de marzo de 2005. Madrid (Declaraciones en el homenaje tributado en Madrid con ocasión de su 90 cumpleaños, con asistencia del Jefe de la Casa del Rey y de Rodolfo Martín Villa, entre otros) “El libro negro de Carrillo”. José Javier Esparza. 2010. Libros Libres


Parece que algunos personajes no necesitan excesiva glosa porque sus escritos, declaraciones y actos los retratan suficientemente. En el caso de Carrillo, la lectura del Libro Negro de Esparza es, empero, obligada, pues junto a episodios siniestros ya conocidos como su responsabilidad en las matanzas de Paracuellos y Torrejón de Ardoz, aparecen otros menos conocidos como el Informe Abad y la purga del Maquis, verdaderamemente espeluznantes por la frialdad y obediencia que demuestra este personaje a quien el Rey Juan Carlos llama D. Santiago.


LFU

7 de junio de 2010

Porvenir y Tradición

«Hoy presenciamos el lento suicidio de un pueblo que, engañado mil veces por gárrulos sofistas, empobrecido, mermado y desolado, emplea en destrozarse las pocas fuerzas que le restan, y corriendo tras vanos trampantojos de una falsa y postiza cultura, en vez de cultivar su propio espíritu, que es lo único que redime y ennoblece a las razas y a las gentes, hace espantosa liquidación de su pasado, escarnece a cada momento las sombras de sus progenitores, huye de todo contacto con su pensamiento, reniega de cuanto en la Historia los hizo grandes, arroja a los cuatro vientos su riqueza artística y contempla con ojos estúpidos la destrucción de la única España que el mundo conoce, de la única cuyo recuerdo tiene virtud bastante para retardar nuestra agonía. ¡De cuán distinta manera han procedido los pueblos que tienen conciencia de su misión secular! (…) Donde no se conserve piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original ni una idea dominadora. Un pueblo nuevo puede improvisar todo menos la cultura intelectual. Un pueblo viejo no puede renunciar a la suya sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia, muy próxima a la imbecilidad senil

Marcelino Menéndez Pelayo. Epílogo a “Historia de España” (Madrid, junio 1933)

A veces, uno siente escalofríos cuando contempla la actualidad de tan negras premoniciones, hechas hace setenta y siete años....