Resulta impensable que el Ministerio del Interior legalice un partido nacionalsocialista o meramente fascista. No tengo duda alguna de que el Estado utilizaría todos los resortes legales para impedir su registro y actuación en la vida pública.
Sin embargo, la sociedad sigue admitiendo como algo normal la existencia de un Partido Comunista en España y en muchos países de nuestro entorno, pese a la evidencia de que el Comunismo ha sido la ideología más genocida, esclavizadora y despiadada de la historia de la humanidad….pero también –qué duda cabe- la más inteligente a la hora de manejar la propaganda.
Me pregunto constantemente cómo es posible que habiendo segado el Comunismo más de 150 millones de vidas humanas en todo el mundo (solamente en la Unión Soviética, China y Camboya se concentra el 90% de dichas muertes), el insulto más nefando para cualquiera siga siendo “fascista” y no “comunista”. Una explicación plausible es que la Unión Soviética contó entre los ganadores de la II Guerra Mundial. La otra es que existe un pudor acomplejado en la sociedad, aún bajo la fuerte influencia de las doctrinas marxistas y sus derivaciones ecologista y socialdemócrata, de llamar a las cosas por su nombre.
El artículo 607.2 del Código penal castiga con la pena de prisión la “difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen los delitos tipificados en el apartado anterior de este artículo (genocidio) o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de los mismos”.
No espero nada del abogado del PSOE, Conde Pumpido, pero habría que empezar a tomar nota para futuro. Mientras tanto, no es un mal ejercicio contemplar algunas de las barbaridades que los comunistas realizaron durante el siglo XX y que rescato gracias al Heraldo Montañés:
LFU
"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
24 de mayo de 2010
20 de mayo de 2010
Impresionante testimonio de Juan de Ávalos sobre el Valle de los Caídos
La verdad, sin ambages, del origen del Valle de los Caídos. Afortunadamente, Dios se lo llevó a tiempo para evitar que contemplara la impune profanación de la que está siendo objeto su magna obra.
LFU
19 de mayo de 2010
Todo lo que tengo se lo debo a él.
«(…) Franco se encontraba mucho mejor, y aunque no recibía oficialmente visitas, si se reunía con algunas personas de su entorno. Hacía en Madrid mucho calor y a él le gustaba sobre todo dar largos paseos por el jardín del Pardo. El día 4, cuando le acompañaba, llegó el Príncipe de España. Vinieron también doña Sofía y los niños. Franco habló con ellos con gran cariño. Le oí decir:
-Aquí estoy un poco solo, por eso me gusta que me vengan a ver.
Efectivamente, por aquél entonces en el palacio no había nadie de la familia. Sus nietos estaban en el pantano y el Caudillo –yo lo notaba- se encontraba un poco huérfano de cariño. En un aparte, don Juan Carlos me interrogó sobre el estado clñínico de Su Excelencia y aprovehcé para responderle:
-Una de las cosas esenciales que precisa es afecto, el cariño de todos a los que él considera su familia y, pienso que entre ellos incluye a Su Alteza y a sus hijos.
-me parece muy bien, yo haré lo que pueda –me aseguró el Príncipe.
Luego añadió:
-Todo lo que tengo, se lo debo a él. (…)»
«Los últimos 476 días de Franco». Dr. Vicente Pozuelo Escudero. Ed. Planeta. 1980. Página 47
-Aquí estoy un poco solo, por eso me gusta que me vengan a ver.
Efectivamente, por aquél entonces en el palacio no había nadie de la familia. Sus nietos estaban en el pantano y el Caudillo –yo lo notaba- se encontraba un poco huérfano de cariño. En un aparte, don Juan Carlos me interrogó sobre el estado clñínico de Su Excelencia y aprovehcé para responderle:
-Una de las cosas esenciales que precisa es afecto, el cariño de todos a los que él considera su familia y, pienso que entre ellos incluye a Su Alteza y a sus hijos.
-me parece muy bien, yo haré lo que pueda –me aseguró el Príncipe.
Luego añadió:
-Todo lo que tengo, se lo debo a él. (…)»
«Los últimos 476 días de Franco». Dr. Vicente Pozuelo Escudero. Ed. Planeta. 1980. Página 47
17 de mayo de 2010
Bono el «azote del Caudillo», insulta al Tribunal Supremo
No sé por qué sigo sorprendiéndome de que haya tanta gente a la que no se le cae la cara de vergüenza. La semana pasada, ya hizo bastante el ridículo al decir que "si Franco no pudo doblegarme, estos tampoco van a hacerlo". Vamos, que Franco se fue a la tumba con el resquemor de no haber podido con Bono....¿con quién?, sí, con Bono, de ahora en adelante «el azote del Caudillo».
Su melifluo, empalagoso y delirante artículo de ayer en El País -no pongo el link porque no me da la gana- es de antología de lo que nunca debe escribirse. Si no fuese Bono quien es, quizás el Fiscal General del Estado sentiría excitado su sectario celo para abrir diligencias contra él porque el insulto y el ataque al Tribunal Supremo que se desprendel del artículo son inaceptables. El Presidente del Congreso, 2ª Magistratura de la Nación, acusando de prevaricadores a los miembros del Tribunal Supremo:
"Ahora te quieren condenar. Sabes lo mucho que lo siento por ti, por tus hijos, por tu madre, por Torres... y por España.(...). Estoy seguro de que los que te quieren mal tendrán abogados y cómplices para pedir tu condena, pero yo no tengo ninguna razón para callar ni para evitarme una pregunta: ¿Tu suerte hubiera sido la misma si tu empeño hubiera caminado ideológicamente en sentido contrario? ¿Te habrían denunciado si hubieras abierto diligencias contra Azaña, o contra Besteiro?" ."
Hubo un tiempo en el que reconozco que Bono me engañó. Creí en su honestidad y en su falta de sectarismo y le creí representante de una izquierda "besteriana". Ahora ya no engaña a casi nadie, aunque vaya por la vida de víctima propiciatoria y cristiano acorralado mientras vota a favor de una ley injusta y asesina como la del aborto y defiende a personajes como Garzón, que merecen el más absoluto rechazo de cualquier sociedad bien estructurada.
LFU
Su melifluo, empalagoso y delirante artículo de ayer en El País -no pongo el link porque no me da la gana- es de antología de lo que nunca debe escribirse. Si no fuese Bono quien es, quizás el Fiscal General del Estado sentiría excitado su sectario celo para abrir diligencias contra él porque el insulto y el ataque al Tribunal Supremo que se desprendel del artículo son inaceptables. El Presidente del Congreso, 2ª Magistratura de la Nación, acusando de prevaricadores a los miembros del Tribunal Supremo:
"Ahora te quieren condenar. Sabes lo mucho que lo siento por ti, por tus hijos, por tu madre, por Torres... y por España.(...). Estoy seguro de que los que te quieren mal tendrán abogados y cómplices para pedir tu condena, pero yo no tengo ninguna razón para callar ni para evitarme una pregunta: ¿Tu suerte hubiera sido la misma si tu empeño hubiera caminado ideológicamente en sentido contrario? ¿Te habrían denunciado si hubieras abierto diligencias contra Azaña, o contra Besteiro?" ."
Hubo un tiempo en el que reconozco que Bono me engañó. Creí en su honestidad y en su falta de sectarismo y le creí representante de una izquierda "besteriana". Ahora ya no engaña a casi nadie, aunque vaya por la vida de víctima propiciatoria y cristiano acorralado mientras vota a favor de una ley injusta y asesina como la del aborto y defiende a personajes como Garzón, que merecen el más absoluto rechazo de cualquier sociedad bien estructurada.
LFU
13 de mayo de 2010
12 de mayo de 2010
Mi pluma para Garzón
Garzón.
(Del fr. garçon).
1. m. Joven mancebo, mozo.
2. m. Niño, hijo varón.
3. m. En el cuerpo de Guardias de Corps, ayudante por quien el capitán comunicaba las órdenes.
4. m. desus. Entre los antiguos musulmanes, sodomita (hombre que comete sodomía).
5. m. ant. Joven que solicita, enamora o corteja.
6. m. ant. Joven que lleva vida disoluta con las mujeres.
(Del fr. garçon).
1. m. Joven mancebo, mozo.
2. m. Niño, hijo varón.
3. m. En el cuerpo de Guardias de Corps, ayudante por quien el capitán comunicaba las órdenes.
4. m. desus. Entre los antiguos musulmanes, sodomita (hombre que comete sodomía).
5. m. ant. Joven que solicita, enamora o corteja.
6. m. ant. Joven que lleva vida disoluta con las mujeres.
(Hasta aquí el Diccionario de la RAE)
...y hoy, yo, añado la 7ª: Garzón=Cobarde
LFU
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