Por su indudable interés, reproduzco a continuación el artículo publicado anteayer por Alfonso Ussia en La Razón, en la que pone lo puntos sobre las íes al hablar de Negrín, uno de los grandes truhanes "rehabilitados" por ZP, expoliador de las reservas de oro del Banco de España y principal responsable de la entrega de la República al comunismo. Y es que a Negrin le ha salido una nieta un tanto espesa y atrabiliaria, cuyo entusiasta e inquebrantable apoyo puede ayudar mucho a que Garzon acabe mas pronto que tarde, de patitas en la calle y con una rotunda condena por prevaricacion en su haber. LFU
La nieta
16 Febrero 10
«En España sentimos una gran fascinación por los parentescos. Y se concede autoridad a quien simplemente es hijo, sobrino, nieto o cuñado de cualquier personaje más o menos relevante. Hablaba un joven Antonio Maura en el Congreso. –¿Quién es este tío?–, preguntó un diputado. Su vecino de escaño le informó: –Es Maura, el cuñado de Gamazo–; –Pues muy pronto será Gamazo el cuñado de Maura–. Esos cuñados. Desde Rivas Sheriff a Serrano Súñer, los cuñados han tenido mucho poder y responsabilidad. Ahora le toca el turno a una nieta. «La nieta de Negrín». Esta señora, cuyo único título es ser nieta de un abuelo, es, o al menos lo parece, íntima amiga de Garzón. El juez estrella–estrellado cuenta con incondicionales de primera magnitud. Juan Diego, Juan Diego Botto y la nieta de Negrín. La señora nieta ha arremetido contra el Presidente del Consejo del Poder Judicial, Carlos Dívar, por no impedir que empapelen a Garzón y le ha llamado «juez franquista». La nieta es muy nieta. Desautoriza a Dívar por un pecado cronológico. Nació durante el franquismo, estudió durante el franquismo, ganó las oposiciones durante el franquismo y fue juez durante el franquismo. Como Jiménez–Villarejo, por poner un ejemplo, aunque éste eligiera la senda de la fiscalía. Sólo por eso, Dívar no puede permitirse el lujo de poner en duda las actuaciones de Baltasar Garzón. Lo ha dicho la nieta, y además, la de Negrín. La nieta, para hablar con esa contundencia y severidad, no ha debido conocer bien a su abuelito. No pongo en duda la capacidad de cariño de Negrín hacia su nieta. Mientras asesinaba a decenas de miles de rusos, el ídolo de su abuelito, Stalin, abrazaba con un amor inabarcable a su hija Svetlana. Mientras asesinaba a decenas de miles de judíos, Adolf Hitler hacía carantoñas a la sobrina preferida de Eva Braun. El abuelo de la nieta de Negrín, es responsable de miles de asesinatos, tropelías, torturas y robos durante su Presidencia del Gobierno del Frente Popular. El abuelo de la nieta de Negrín ha sido el mayor ladrón de la Historia de España. Vació de oro las arcas del Banco de España para entregárselo a Stalin en Odessa. No le dio todo a Stalin. El abuelo de la encantadora nieta de Negrín se quedó con un pellizco, que le permitió vivir con desahogo en el exilio. Un hombre sin problemas económicos puede llegar a ser un abuelo encantador, y parece ser que el abuelo de la nieta de Negrín lo fue. Pero si la autoridad moral para descalificar a una persona decente le viene exclusivamente del parentesco, y el pariente no es otro que Negrín, la nieta del abuelo haría muy bien en permanecer callada y disfrutar con discreta resignación los años que le queden de vida. No se pretende que la nieta de Negrín pida perdón por serlo, que de ello no tiene culpa alguna. Pero sí que se documente, que lea, que valore las opiniones que de su abuelo nos dejaron muchos de sus estrechos compañeros de fechorías. Si la nieta de Negrín guarda un buen recuerdo de su abuelo, lo mejor que puede hacer para mantenerlo, es dejar al abuelo en paz. No fue un abuelo para presumir. Lea, lea, que lea la nietecita. Y Garzón que se busque mejores apoyos incondicionales. A este paso, se suman a su defensa «El Dioni», Maradona y Farruquito.»