"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

16 de diciembre de 2009

Monseñor Munilla y la rebelión de los curas podridos




Cura que a su barrio entero
trata de escandalizallo,
ya no es Cura, sino gallo
de todo aquel gallinero;
que enfermó por su dinero
a las más que toca el preste
ya no es cura, sino peste
por tan mala cualidad.
Cura que en la vecindad
vive con desenvoltura,
¿para qué le llaman cura,
si es la misma enfermedad?


D. Luis De Góngora, en la más rabiosa actualidad.

¿Qué puede decirse del vergonzoso espectáculo los curas guipuzcoanos repudiando a su pastor?. Es evidente que la cosecha que durante tantos años sembró Setién y abonó Uriarte está dando sus frutos podridos. Estos miserables con sotana jamás han firmado un manifiesto para condenar a los asesinos de ETA y mucho menos a sus cómplices; estos cabrones consagrados han conseguido vaciar sus Iglesias tras haberlas convertido en refugio de pistoleros, pesebres del odio y batzokis de pacotilla.

No podía esperarse otra cosa de semejante calaña. Pero bien pensado, su gesto es muy de agradecer. Acaban de justificar de un plumazo el aplauso merecido que a la Curia Vaticana se le debe por el nombramiento de Monseñor Munilla, un vasco de los de toda la vida, vasco y español y un sacerdote valiente que está dispuesto a pastorear a sus ovejas sin preguntarles el color de su bandera ni el RH de su sangre. A Monseñor Munilla le han facilitado el censo los miserables, con su estúpida protesta. Ya sabe con quien se juega los cuartos. El camino será duro, pero estoy seguro de que, con la ayuda de Dios, monseñor Munilla prestará un inigualable servicio a la Iglesia y también a España.

LFU

14 de diciembre de 2009

Sindicatos: Como el cemento «armao»


Uno no sale de su asombro ante la mascarada organizada este fin de semana por los sindicatos UGT y CCOO en Madrid y también sobre el silencio que la oposición ha guardado sobre la misma.

Todos sabemos que el apoyo incondicional de los Sindicatos mayoritarios al Gobierno del infame nos está costando mucho dinero de los presupuestos. Las partidas de este año dedicadas a estos engendros sectarios plagados de parásitos se han incrementado notoriamente, pero esto, o no se dice, o se hace con voz muy bajita.

Esta es una de las grandes mentiras y uno de los grandes cánceres del sistema democrático nacido de la Constitución de 1978. Lo sindicatos no velan por los intereses de los trabajadores, sino por su propia supervivencia y por mantener una posición de poder e influencia en la sociedad. Su marcado carácter ideológico los convierte en un instrumento más de la izquierda que los maneja a su antojo en función de sus necesidades. Y qué decir de la figura de los “liberados sindicales”, cerca de 40.000 señores que cobran íntegro su sueldo, que son totalmente improductivos, absolutamente intocables y que constituyen un agravio comparativo con los más de cuatro millones de españoles que están en el paro.

Ya va siendo hora de que alguien comience a desenmascarar todo este vergonzoso montaje que nos debería llenar de oprobio y de vergüenza. Al principio le tacharán de fascista,- calificativo que empieza a tener cierto glamour, ya que la izquierda lo utiliza normalmente contra quien demuestra un cierto sentido común y ausencia de complejos- pero a la postre habrá prestado un gran servicio a la Nación.

LFU

10 de diciembre de 2009

Santo subito

«Juan Pablo II hizo en vida muchos milagros»

Esclerosis, epilepsia, cáncer, esterilidad... Docenas de personas atribuyen al Papa su curación inexplicable.

Karol Wojtyla fue probablemente el hombre más público de la historia: ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido, filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles pasaron más de 18 millones de personas. Sin embargo, su actividad taumatúrgica, hacedora de milagros, fue discreta, aunque no escasa, a la luz de los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli («Santo subito») o el polaco Pawel Zuchniewicz («Miracles of John Paul II»). Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia.

Una madre con cáncer

Quizá el primer milagro de Karol Wojtyla como Papa fue el de la inglesa Kay Kelly en marzo de 1979. Madre de tres hijos y enferma de cáncer, rezando ante una imagen de la Virgen sintió que tenía que ver al nuevo Papa. Le llegaron unos billetes para Roma, regalo de los Caballeros de Colón por sus esfuerzo en colectas contra el cáncer. En Roma participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido. El caso llamó la atención de la Prensa, que preguntó al Papa: «Su fe la ha curado», dijo él. Hoy, la anciana Kay Kelly sigue sana, reza con los moribundos y ha recaudado miles de euros contra el cáncer, señala la revista polaca «Niedziela». Zuchniewicz recoge también casos modernos: el 1 de julio de 2004 el Papa recibió a Rafal, un chico polaco de 16 años, de Lubaczow. Su linfoma incurable desapareció justo después de su audiencia privada.

En la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer.

En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro. El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina del santuario de Lourdes y seis semanas después caminaba.

Hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieo. En los testimonios de la causa hay otros similares.

El hijo de un político

En México es muy conocido el caso de Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, en el norte de México, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó.

El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad. Era obispo allí Javier Lozano Barragán, que después, como cardenal y presidente del Pontificio Consejo para la Salud, difundiría este milagro. -Una monja y un cardenalEl cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa desde 1962, apenas podía hablar en el año 2000 por un error al operarse de la carótida. El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado. Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La bendijo y sonrió. La enfermedad de la mujer desapareció por completo.

De «La Razón» 2 Diciembre 09 - Madrid - Pablo J. Ginés


9 de diciembre de 2009

Paracuellos y el Obispo Reig


El obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Reig Pla ha tenido el «atrevimiento» de celebrar misa en el Camposanto de Paracuellos del Jarama coincidiendo con el aniversario del genocidio allí perpetrado por las milicias social-comunistas en noviembre-diciembre de 1936. Refiriéndose a este camposanto, aseguró que "ésta es la catedral más grande edificada jamás, pues ha sido levantada con la sangre de miles de mártires, de modo que es el santuario más grande del mundo, donde se concentran más mártires por metro cuadrado, muchos de ellos elevados ya a la gloria de los altares".

Don Juan Antonio recordó además que "en un tiempo en el que se quiso cerrar las puertas del cielo, estos hermanos nuestros dieron testimonio de su fe gritando Viva España y Viva Cristo Rey al morir. Miles de sacerdotes, religiosos y fieles ofrendaron sus vidas para que podamos construir una España mejor, una España que es fruto de muchos siglos de fe cristiana que conforman nuestra civilización, la civilización cristiana".

Terminada la misa, visitó una a una las 7 fosas de Paracuellos en las que, entre los miles de asesinados gozan del descanso eterno los restos de muchos mártires ya elevados a los altares por la Iglesia y de 276 menores de edad, cuya esquela reproduzco a continuación.



Cometió la «imperdonable» osadía de decir misa en una capilla en la que existía una bandera nacional con el mismo escudo que aparece en el primer ejemplar de la Constitución Española firmada por el Rey.



Y para colmo de males, accedió a estrechar la mano del nonagenario Blas Piñar, todo un peligro para el actual régimen democrático- cuyo padre fue asesinado, con las manos atadas a la espalda y con tiros en la nuca como otros muchos miles de españoles en aquella tragedia, preludio y ensayo de la matanza soviética en el Bosque de Katin.

Todo ello le ha valido ser vapuleado por la izquierda mediática que no desaprovecha ocasión alguna para lanzar su veneno contra la Iglesia y soporta aún menos que le recuerden su siniestro y sanguinario pasado.

Ante la avalancha de insultos y la relevancia tipográfica de la noticia, el obispo ha pidió disculpas a quien se hubiera sentido ofendido por el hecho de que figurase allí la bandera con el águila de San Juan. Y yo me pregunto: ¿por qué marices tiene que pedir disculpas el Obispo? ¿Acaso no se ha dado cuenta de que no se consigue nada dando gusto a los enemigos de la fe?. ¿Van a empezar a espurgar las Iglesias de cualquier simbología que recuerde al franquismo?

No se dan cuenta de que, a ellos, a los que insultan y braman, les da igual que pida o no disculpas. La bandera es sólo una burda excusa. Lo que no soportan es que alguien les recuerde que hubo un día en el que sembraron el terror y el martirio en las calles de España. Saben que los que aún sienten escalofríos cuando escuchan detenerse una camioneta delante de su casa son ya especie a extinguir y cuentan con poder asesinar la memoria de sus descendientes.

LFU

3 de diciembre de 2009

Lerma-La Aguilera II. Un rayo de luz



Desde la publicación el domingo 1 de noviembre en el diario El País de un largo reportaje en el que se aborda la explosión vocacional que esta teniendo el Convento de la Asunción de Lerma-La Aguilera, de las Hermanas Clarisas, he dejado pasar justo un mes para comentar esta realidad tan próxima y querida para mi.

El reportaje de 4.200 palabras, en el día de mayor venta semanal del periódico, es taimado, hasta ambiguo y poco pugnaz para la fuente de dónde procede, aporta datos reales y ciertos pero, cómo decirlo, resulta una muestra del denominado «periodismo de sospecha» que magníficamente Toní Piqué definió y explicó con ejemplos del propio reportaje. Asignaron el reportaje a un grupo de periodistas que asediaron-literalmente- el Convento y a sus monjas durante una semana hasta poder contar con una declaración de la madre Superiora. Este tratamiento del buque insignia (algo herrumbroso, últimamente) de la izquierda española no es algo casual y creo que merece reflexión y respuesta de aquellos que conocemos Lerma, pues este primer reportaje es sólo una primera toma de contacto y es de ilusos pensar que no llegarán nuevos «tratamientos informativos», una vez fijado el tiro con este reportaje, para esa realidad pujante, alegre y hermosa que es el Monasterio de Lerma-La Aguilera.

Hay una razón clara explicitada en el propio reportaje, que explica la atención mediática concedida a estas monjas clarisas. Resultan una incómoda excepción en la Iglesia Católica a la falta de vocaciones a la vida monástica y ya constituyen un acontecimiento para la Iglesia Universal. No hay ningún convento femenino en Europa que tenga la explosión vocacional de Lerma. De forma espontánea pero constante, la comunidad ha ido recibiendo numerosas visitas: no sólo de familiares y amigos de la numerosa comunidad sino que se ha producido una suerte de efecto peregrinación de obispos, sacerdotes, seminaristas, parroquias y grupos cristianos de toda índole que visitan el Monasterio, los ecos han llegado a Roma, de hecho el predicador pontificio, Padre Raniero Cantalamessa les ha dado unos ejercicios espirituales de una semana este verano y les ha sacado en su programa en la Rai, un poco a traición, dicho sea de paso…Con todo, esto no explica el fenómeno Lerma.

La razón principal y no mencionada directamente en el citado reportaje, quizás, sí advertida aunque no en su verdadera dimensión por los redactores del diario El Pais, es otra. Allí tiene lugar desde hace 25 años un vigoroso, fuerte e identificable renacer de la vida monástica femenina y, por tanto, de la Iglesia Católica. Uno más, entre otros, hay que precisar. En el Convento de la Asunción de Lerma, sito en Castilla La Vieja, en el fértil corazón de Burgos, en un paraje hermoso, pero sometido a extremos térmicos mesetarios, vuelve a brotar inexplicablemente para algunos la Iglesia que muchos ya daban por difunta.

Lerma ejemplifica, de nuevo, la eterna paradoja cristiana que produce incredulidad, estupor e incomprensión tanto a cristianos como a los que no lo son. No resulta aceptable que en pleno siglo XXI, un centenar largo de mujeres, la gran mayoría con estudios superiores y experiencia profesional, la generación de mujeres españolas con mejor preparación de la historia –de media de edad inferior a 35 años- abandonen todo para recluirse en el Convento. No se puede permitir que mientras centenares de conventos languidecen lentamente por la falta de vocaciones, éste reviente las costuras de su emplazamiento centenario y haga posible la colonización de un antiguo convento de franciscanos en La Aguilera. No es admisible que existiendo abnegadas y utilísimas vocaciones femeninas en la Iglesia destinadas al auxilio de los necesitados ellas se dediquen a rezar y a trabajar en el obrador. No es aceptable, en definitiva, su expresión inolvidable de alegría y plenitud tras las rejas de acero forjado de la clausura que te hacen salir de allí con el corazón ardiendo, haga el frío que haga y allí, créanme, no hace poco.

Todas las aparentes paradojas mencionadas se explican por la efectiva e indisimulable plenitud que reina entre ellas, signo inconfundible de la presencia de Cristo Resucitado entre ellas. Así de escandaloso suena, de incomprensible para la mentalidad mundana dominante y así lo explican ellas, sin falsos pudores, con la pasión arrebatada de mujeres que escogen ser felices allí, cumpliendo su destino siendo esposas de Cristo. Incredulidad, estupor e incomprensión sufrió Cristo y sufren y sufrirán ellas, pero nadie y digo nadie sin excepción que presencie esta apabullante manifestación de la Victoria de Cristo permanece igual que antes de haberlo presenciado.

César.
2 de diciembre de 2009.

1 de diciembre de 2009

«Memoria histórica» en el Líbano

No se trata de ningún montaje. Es absolutamente cierto. En la Orden General de la Base Cervantes del Ejército Español en el Líbano correspondiente al 19 de noviembre de 2009, apareció en el espacio destinado a la efemérides del día siguiente, un breve resumen de la vida militar de quien hasta 1975 fuera Jefe del Estado Español y Generalísimo de los Ejércitos, que pueden leer en la siguiente imagen:





Seis días después, advertido su contenido por alguien con suficiente poder y bastante rencor o escaso valor, dicha «efemérides» fue fulminantemente anulada en su totalidad en la Orden General del 25 de noviembre, con el resultado que sigue:



Lo de anular las efemérides no deja de resultar chusco y lamentable, pero la condición humana es así de miserable. Lo de menos es que haya quienes estiren por si acaso la «Ley de Memoria Histórica» hasta el absurdo -debo recordar que lo que ataca tal engendro legal exaltador de la iconoclastia son los «escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura», por lo que nadie podría, por ejemplo, ordenar la retirada de una estatua de Franco o de Mola en pantalón corto y tampoco con uniforme de Comandante.

Lo peor es que muchos en las Fuerzas Armadas se han olvidado -o han sido obligados a olvidar- aquellas primeras palabras del Rey de España en su primer mensaje a los españoles: 'Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España no podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio".

LFU