"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

27 de mayo de 2009

Puntos programáticos



Pensando en el sentido de mi voto en las próximas elecciones, en el improbable caso de que, superando mi virulenta alergia a la “fiesta de la democracia”, me acerque a las urnas, se me ocurre que debería plasmar ya una serie de puntos fundamentales que determinen, en función de su cercanía a algún programa electoral, mi participación como votante en unos comicios. Se me ocurren a bote pronto algunos con carácter de mínimo (cuya enumeración no obedece a ningún criterio), que convierten en una quimera mi sueño electoral, pero espero de mis amables lectores la aportación de otros que enriquezcan el elenco hasta llegar, si podemos, a 27 (por aquello de molestar a la progresía con evocaciones como las de la foto que ilustra esta entrada).



  1. Reforma de la Ley electoral corrigiendo las distorsiones del sistema proporcional que favorecen a los partidos nacionalistas.

  2. Reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial en cuanto al sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial que garantice su independencia respecto de los poderes legislativo y ejecutivo.

  3. Reforma del artículo 159 de la Constitución y del artículo 16 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que modifique el sistema de nombramiento de sus magistrados, desvinculando dicho órgano del poder legislativo.

  4. Reforma del artículo 149 de la Constitución Española incluyendo la educación como competencia exclusiva del Estado.

  5. Derogación íntegra de la legislación despenalizadora del aborto (aclaro que, dejando a salvo la concurrencia de atenuantes y eximentes de nuestro Código penal en cada caso concreto, a mí me es igual si una mujer va a la cárcel por matar a su marido, a su hijo de tres años o a su hijo de tres semanas)

  6. Medidas de fomento de la natalidad y de ayuda a mujeres embarazadas con problemas económicos o de otra naturaleza para garantizar el derecho a la vida del nasciturus.

  7. Derogación íntegra de la Ley de Memoria Histórica

  8. Garantizar por Ley Orgánica el derecho de todos los españoles a elegir para sus hijos una educación en castellano; el derecho a utilizar el castellano en todas sus actuaciones con cualquiera de las administraciones locales, autonómicas y estatales, prohibiendo cualquier discriminación en cuanto al acceso al trabajo, la concesión de ayudas, becas o subvenciones, oposiciones, etc… por el hecho de no conocer la lengua vernácula de la región correspondiente.

  9. Exigencia de un título universitario de grado medio o superior para acceder a la Condición de Ministro del Gobierno de la Nación.

  10. Supresión del Ministerio de Igualdad.

¿Alguien da más?



LFU

25 de mayo de 2009

¿Yes we can?

Impresionante testimonio de la detención de un sacerdote católico en Indiana por protestar pacíficamente contra el aborto ante la visita de Obama. Una aplicación del "Yes we can".

LFU


20 de mayo de 2009

El error de Bibiana


Dice la ministra Bibiana que un feto de 13 semanas “no es un ser humano, sino un ser vivo”. Y lo dice para justificar que pueda ser eliminado sin excusa ni cortapisa alguna, por la sola voluntad de quien lo tiene en su seno.

Hitler y Goebbels consideraban a los judíos como seres humanos, aunque entendían justificada su eliminación en función del supremo interés de la pureza de la raza aria, a la que consideraban una raza superior.

Aunque resulta escalofriante la indefensión en la que se coloca a los seres vivos en general, cuya eliminación acaba de ser justificada por el gobierno español por no pertenecer a la raza humana, pierde el tiempo quien trate de rebatir la sesuda afirmación de la ministra para armarse de razón.

Y es que Bibiana, por una vez, ha dicho lo que piensa de verdad o lo que quieren pensar ella, su jefe y sus corifeos para justificar tan abyecta iniciativa legislativa. Zapatero y Bibiana y todos los que les apoyan, no respetan la vida del feto porque no la consideran una vida humana. Este es el quid de la cuestión y es aquí donde hay que darles la batalla. Hasta ahora han querido situar el debate entre sotanas cerradas y mentes abiertas, entre la carcundia y la progresía y ese debate, amigo, lo gana siempre la alegre y desenfadada propaganda mediática de la izquierda. Pero ahora, Bibiana ha cometido un grave error, del que los defensores de la vida debemos extraer consecuencias.

Estoy seguro de que si sabemos jugar nuestras cartas, Bibiana acabará tragándose sus palabras. La batalla, ahora, la tiene que dar la ciencia. A Dios rogando…….

LFU

19 de mayo de 2009

Sevilla, otra vez

Como cada primavera, he regresado a Sevilla. El azahar ha cedido el protagonismo a la jacarandá, que yo sigo pronunciando sin acento. Sevilla no está limpia, ni cuidada y hay demasiado edificio apuntalado. Pero entiendo que lo primero es lo primero y en lo que estamos es en el cambio de nombre de las calles, que es lo que más preocupa al vulgo.

Es un lujo pasear por una avenida sin coches y en silencio, aunque un lujo peligroso, pues el tranvía -¿qué nombre le habrán puesto en Sevilla a tan costoso e inútil proyecto?- y las bicicletas se han apoderado del espacio y hay que andar con mil ojos para no sufrir un percance.

A pesar de todo, Sevilla sigue estando donde tiene que estar y –los años no perdonan- cada vez me emociono más al volver a la tierra cuya luz iluminó mis ojos el primer día. Allí, entre la Giralda y la Torre del Oro -que eso es un “skyline” y lo demás son tonterías-, tiene un precioso enclave mi querido hermano mayor, donde tienen hospedaje su nobleza y su enorme generosidad, y cuya terraza de albero está presidida por este limpio y precioso soneto, que nos dice mucho sobre nuestra sangre.

Hace días, escribía un amigo sobre la importancia del arraigo, de las raíces. Pongo mi empeño en que mis hijas se sientan pronto ramas de un tronco viejo pero erguido, orgullosas –como decía el poeta- de la fuente de su claro nacimiento. Y parte de mi vida y de mis raíces -y de las suyas- está para siempre en Sevilla. Empecé con poesía y termino tembién con ella, esta vez en las medidas palabras de Miguel D’Ors:

ANTEPASADOS

Pudieron ser herreros, mercaderes, pastores, sastres...

Memoria abajo fueron desvaneciéndose
y yo nada sé de ellos, como el brote más alto
del roble nada sabe de sus viejas raíces.

Pero por ellos vino hasta mí la vida
ésta sangre --callado y largo río
que ante los pies de Dios tuvo su nacimiento
y en mi pecho se queda remansado--
y a veces, en el aula,
me sorprendo en las manos un gesto de alfarero /
o miro al horizonte con ojos de marino
o camino con pasos de leñador.
Entonces
me reconozco de ellos.


LFU

12 de mayo de 2009

Euphemo o la píldora abortiva


Se denomina Eufemismo al término que se usa en lugar de otro que resulta malsonante o duro. La palabra proviene de la palabra griega euphemo que significa "favorable/bueno/habla afortunada" y que se deriva a su vez de las raíces griegas eu (εὗ), "bueno/bien" + pheme (φήμί) "habla(r)". Eupheme era originalmente una palabra o frase usada en lugar de una palabra o frase religiosa que no debía pronunciarse en voz alta; etimológicamente, eupheme es el opuesto de blasfemia (habla endemoniada).

Tan erudito exordio, escasamente meritorio, pues procede de fuentes virtuales, viene al caso porque una de las características del siglo XXI, heredadas del último tercio del siglo XX es el eufemismo. La izquierda, desde su extraordinario adoctrinamiento en la técnica soviética del agit prop, maneja como nadie la técnica de dulcificar lo términos con el objeto de vender el producto dañino de su acción política y la derecha, a la que siempre cogen con el paso cambiado, termina por tragar con la píldora del lenguaje por pura incapacidad mediática.

Uno de los eufemismos más sangrantes es el de Interrupción Voluntaria del embarazo, término que dulcifica la palabra "aborto", de tan sangrienta y desagradable resonancia. Otro, íntimamente ligado al anterior es el de la píldora del día después, empleado para evitar hablar de "píldora abortiva" que es lo que es en realidad, puesto que uno de sus tres efectos es impedir la anidación del óvulo fecundado, y todos sabemos que el óvulo fecundado es una vida como una catedral y si no, a ver qué iban a decir los científicos de la NASA si apareciese un óvulo fecundado en Marte.

Es importante llamar a las cosas por su nombre. Zapatero volente, pópulo contribuyente, a partir de ahora cualquier niña de diez años podrá comprar la píldora abortiva como compra unas juanolas para la tos.

Por eso, se me ocurren hoy muchas palabras para calificar a las dos ministras de la imagen, que exhibían tan estupida sonrisa después de tan macabro anuncio......, pero confieso que no he podido encontrar ningún eufemismo que les venga al pelo. Tal vez alguno de mis lectores se aventure....


LFU





8 de mayo de 2009

Rajoy debe dejar paso

Las últimas encuestas de opinión, incluida la que ayer dio a conocer el CIS son un aviso para navegantes que el Partido Popular no debería despreciar.

Con una situación de crisis económica sin precedentes, acompañada de un vertiginoso ritmo de destrucción de empleo, el hecho de que los embarcados en la nave gobernada por el infame sigan confiando de forma mayoritaria en él, tras los clamorosos engaños, los fallidos pronósticos y las dosis gratuitas de optimismo irresponsable, debe hacernos reflexionar a todos.

Es evidente que formamos parte de una sociedad absolutamente permeable a la propaganda, que la izquierda sigue manejando a su antojo como nadie, merced a su presencia mayoritaria en los medios de comunicación de masas.

Está calando entre amplias capas de la sociedad –curiosamente entre los más desfavorecidos con la crisis- el mensaje adormidera del gobierno de Zapatero haciendo creer que ya estamos saliendo, que lo peor ya ha pasado, que la crisis no es más que un estado de opinión y que ZP vela por los intereses de los más desfavorecidos.

Por el contrario, el partido popular parece incapaz de deshacerse del sambenito de partido anclado en el pesimismo, la crítica estéril y el catastrofismo, sin que llegue a la sociedad ningún soplo de esperanza en una forma alternativa y mejor de gobernar.

Tener los pies en la tierra, con una larga hipoteca de por medio y mis hijas por criar, me hace desear, a pesar de la insoportable alergia que me produce el partido popular, que salga del letargo en el que está sumido desde 2004 y consiga desalojar de una vez al infame y a sus mariachis, todo ello por evitar mayores males a nuestra patria. Es pues, la hora de un cambio de timón en el principal partido de la oposición. La imagen desgastada y añeja de un Rajoy dos veces derrotado –al margen de espejismos muy explicables como el de Galicia- se ha demostrado incapaz de generar confianza e ilusión, dos elementos clave para ganar unas elecciones. Y no es presentable que hoy estemos hablando de un empate técnico.

No entiendo otra forma de hacer política que se aparte del servicio a la Nación. Esta razón debería bastar para que un hombre honesto como Rajoy, en un gesto postrero de grandeza y generosidad, sepa manejar los tiempos y dar paso, con el tiempo suficiente, a quienes estén mejor situados para convocar a una nueva ilusión nacional que nos libre de una vez por todas de la maldición que padecemos por el despropósito permanente del peor gobierno de la historia de España.

LFU