Dice la ministra Bibiana que un feto de 13 semanas “no es un ser humano, sino un ser vivo”. Y lo dice para justificar que pueda ser eliminado sin excusa ni cortapisa alguna, por la sola voluntad de quien lo tiene en su seno.
Hitler y Goebbels consideraban a los judíos como seres humanos, aunque entendían justificada su eliminación en función del supremo interés de la pureza de la raza aria, a la que consideraban una raza superior.
Aunque resulta escalofriante la indefensión en la que se coloca a los seres vivos en general, cuya eliminación acaba de ser justificada por el gobierno español por no pertenecer a la raza humana, pierde el tiempo quien trate de rebatir la sesuda afirmación de la ministra para armarse de razón.
Y es que Bibiana, por una vez, ha dicho lo que piensa de verdad o lo que quieren pensar ella, su jefe y sus corifeos para justificar tan abyecta iniciativa legislativa. Zapatero y Bibiana y todos los que les apoyan, no respetan la vida del feto porque no la consideran una vida humana. Este es el quid de la cuestión y es aquí donde hay que darles la batalla. Hasta ahora han querido situar el debate entre sotanas cerradas y mentes abiertas, entre la carcundia y la progresía y ese debate, amigo, lo gana siempre la alegre y desenfadada propaganda mediática de la izquierda. Pero ahora, Bibiana ha cometido un grave error, del que los defensores de la vida debemos extraer consecuencias.
Estoy seguro de que si sabemos jugar nuestras cartas, Bibiana acabará tragándose sus palabras. La batalla, ahora, la tiene que dar la ciencia. A Dios rogando…….
LFU
Hitler y Goebbels consideraban a los judíos como seres humanos, aunque entendían justificada su eliminación en función del supremo interés de la pureza de la raza aria, a la que consideraban una raza superior.
Aunque resulta escalofriante la indefensión en la que se coloca a los seres vivos en general, cuya eliminación acaba de ser justificada por el gobierno español por no pertenecer a la raza humana, pierde el tiempo quien trate de rebatir la sesuda afirmación de la ministra para armarse de razón.
Y es que Bibiana, por una vez, ha dicho lo que piensa de verdad o lo que quieren pensar ella, su jefe y sus corifeos para justificar tan abyecta iniciativa legislativa. Zapatero y Bibiana y todos los que les apoyan, no respetan la vida del feto porque no la consideran una vida humana. Este es el quid de la cuestión y es aquí donde hay que darles la batalla. Hasta ahora han querido situar el debate entre sotanas cerradas y mentes abiertas, entre la carcundia y la progresía y ese debate, amigo, lo gana siempre la alegre y desenfadada propaganda mediática de la izquierda. Pero ahora, Bibiana ha cometido un grave error, del que los defensores de la vida debemos extraer consecuencias.
Estoy seguro de que si sabemos jugar nuestras cartas, Bibiana acabará tragándose sus palabras. La batalla, ahora, la tiene que dar la ciencia. A Dios rogando…….
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