Mi hermana Reyes ha enviado una carta a diversos diarios de publicación nacional en relación con el enésimo ataque del miserable de Jiménez Losantos hacia mi padre, a quien desde hace tiempo viene atacando de forma sistemática por el mero hecho de ser el suegro de su mayor pesadilla (de la de Losantos, claro). No se da cuenta Jiménez que este tipo de ataques le empequeñecen aún más y engrandecen a quien los recibe como un verdadero timbre de honor. No creo que pueda haber mayor oprobio que ser ensalzado por este mentecato. Lo verdaderamente triste es que haya gente buena que aún disculpe su zafia forma de proceder. Reproduzco a continuación tan magnífica carta:
"Sr. Director: En la mañana del pasado viernes 1 de Mayo, en el programa de “La Mañana” de la COPE, el Sr. Jiménez Losantos se atrevió a decir ante los micrófonos de la emisora de la Conferencia Episcopal española que las actuaciones en materia de política social del Sr. Utrera Molina se limitaron a concertar la boda de su hija con el Sr. Ruiz Gallardón.
Ante la magnitud de la falsedad cometida en la persona de mi padre, le rogaría que publicara estas palabras para hacer honor a la verdad. Solamente le doy algunos datos objetivos de la actuación de mi padre a lo largo de actividad pública siempre entendida desde su vocación de servicio a los demás:
Don José Utrera Molina extendió y aumentó notablemente los beneficios de la Seguridad Social a los trabajadores del mar, mejorándolos a los del campo; promovió varias leyes en pro de la justicia social y la seguridad e higiene; promovió la construcción de viviendas gratuitas y de protección oficial al ritmo realmente vertiginoso de inaugurar 2.500 viviendas diarias durante varios meses, erradicando la mayor parte del chabolismo en Sevilla y Málaga (desapareciendo el chabolismo de El Ejido y de las playas de San Andrés), y disminuyéndolo en gran medida en Madrid y Barcelona, pasando 90.000 familias de las chabolas a habitar las nuevas casas en muy poco tiempo; aumentó la aportación del Estado a todo tipo de asistencia social; edificó residencias sanitarias de la Seguridad Social hasta no quedar ni una sola capital sin ellas.
Se realizaron bajo su iniciativa innumerables cursos gratuitos de PPO (Promoción Profesional Obrera) a lo largo y ancho de cientos o miles de pueblos, creó numerosas universidades laborales con becas de gratuidad para hijos de obreros y construyó numerosos institutos de BUP de nueva planta; creó el Plan de Prevención de Accidentes Laborales cuando eso no existía en España; abordó, junto al ministro Licinio de la Fuente, el primer intento, aunque fallido, de reconocimiento a la huelga en muchísimos años; aumentó el papel decisivo del trabajador en los convenios laborales con la Ley de Relaciones Laborales; promovió la Ley del Suelo para proteger el derecho a la vivienda; promovió la restauración y embellecimiento de pueblos y ciudades con su arquitectura en peligro mediante el plan “Bajo un nuevo sol, cien pueblos de España”; obligó a un mayor control de las construcciones con la ley de Calidad de las edificaciones; creó numerosos polígonos industriales en varias ciudades, entre ellas, el aumento y terminación de tres polígonos en Málaga (Alameda, Cártama y Guadalhorce), y tres polígonos en Sevilla.
Y, entre otras iniciativas, promovió la Ley de Igualdad Jurídica para la Mujer, que por fin le reconocía personalidad decisiva en los actos contractuales, de compraventa y en todo tipo de escrituras notariales, sin tener que depender del permiso del marido o del padre, y que fue aprobada a principios de 1975.
El escritor Juan Manuel de Prada ha escrito sobre Utrera Molina: “Los malagueños .../... recordarán que fruto de esos desvelos es el impulso de la Seguridad Social en su provincia, la fundación de residencias de ancianos, la lucha contra el chabolismo, la institución de una Universidad Laboral...”
El periodista Antonio Burgos ha escrito: “Sevilla se caía.../... (y Utrera Molina) se dedicó a apuntalarla. Pero con nuevas viviendas, miles y miles de viviendas. No viviendas "dignas", que ya sabemos lo que eso significa, sino hermosas viviendas, barrios enteros de espléndidas viviendas. Estaba convencido de que la mejor manera de dignificar a las personas era dándoles un hogar. Se entregó a ello con tal entusiasmo que ahí está la Sevilla actual, que ya se ha olvidado de aquella Sevilla cochambrosa de los años 60”.
El Sr. Jiménez Losantos quizás no tenga mas remedio que amañar los matrimonios de sus hijos por la imposibilidad de que lo hagan ellos mismos, pero debe saber que los ocho hijos de Sr. Utrera Molina han elegido por si mismos, de la misma manera que hicieron el Sr.Ruiz Gallardón y mi hermana Mar.
Reyes Utrera Gómez. 50813457v"