"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
6 de mayo de 2009
La España de Franco y la Shoa (II)
La Noticia: (Europa Press) El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha acumulado a su investigación contra cuatro responsables de las SS -que residen actualmente en EEUU- por su responsabilidad en el Holocausto una denuncia presentada por la Fundación Acción Pro Derechos Humanos (FAPDH) contra el régimen franquista, al que acusa de haberse "inhibido" ante las prácticas infligidas por las autoridades nazis a ciudadanos españoles que se trasladaron a Francia tras la Guerra Civil.
Ya tuve oportunidad de hacer referencia a este asunto con ocasión de m entrada Francisco Franco y la persecución de los Judíos. Y tengo intencion de abundar en ello, tras el interés mostrado por la Audiencia Nacional en el asunto. Por eso, nada mejor que empezar con documentos como el que hoy traigo aquí y que es el primero de una serie muy interesante que pienso descubrir aquí ante el silencio del gobierno y de algunos historiadores alistados en el Matrix progre. En él, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores, Lequerica, informa al Embajador en Washington en el mes de octubre de 1944 de las instrucciones dadas " a nuestro embajador en Berlín para que realice con el máximo interés cuantas gestiones sean necesarias en defensa de las personas e intereses de israelitas en general y en especial de los hispanoamericanos, no limitándonos a aquellos que son súbditos de aquellos países que nos han encomendado su protección sino extendiendo sus gestiones también a aquellos que permanecen en países que no nos las han encomendado" . Se mencionan además las gestiones para defender a sefarditas en campos de concentracion alemanes habiendo conseguido que varios centenares hayan podido entrar en España y salir en plena libertad con destino a diferentes países. Algo que, por cierto, no hicieron las autoridades británicas, condenando a muchos judíos a la muerte al cerrar las fronteras de Palestina.
No albergo duda alguna que la Audiencia Nacional tomará buena nota del telegrama que se adjunta, cuyo contenido es absolutamente meridiano sobre la conducta del gobierno español en relaciónconla Shoa y que Garzón y sus amiguetes pondrá todo su empeño en "descubrir la verdad", solicitando al Gobierno la documentación existente en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Estoy deseándolo porque se van a llevar una verdadera sorpresa.
Habrá más. Mientras tanto, no puedo de dear de reproducir las palabras del que durante tntos años ha sido embajador de Israel en España, Shlomo Ben Ami, en la revista Época:
"El poder judío nno fue capaz de cambiar la política de Roosevelt hacia los judíos durante la Segunda Guerra Mundial ni la política británica. El único país que de verdad echó una mano a los judícos fue un país en elque no había ninguna influencia judía, España, que salvó más judíos que todas las democracias juntas. Es todo muy complejo."
Los hechos son tozudos. Y la verdad, al final, siempre acaba por resplandecer.
LFU
4 de mayo de 2009
Puntualización a un miserable
Mi hermana Reyes ha enviado una carta a diversos diarios de publicación nacional en relación con el enésimo ataque del miserable de Jiménez Losantos hacia mi padre, a quien desde hace tiempo viene atacando de forma sistemática por el mero hecho de ser el suegro de su mayor pesadilla (de la de Losantos, claro). No se da cuenta Jiménez que este tipo de ataques le empequeñecen aún más y engrandecen a quien los recibe como un verdadero timbre de honor. No creo que pueda haber mayor oprobio que ser ensalzado por este mentecato. Lo verdaderamente triste es que haya gente buena que aún disculpe su zafia forma de proceder. Reproduzco a continuación tan magnífica carta:
"Sr. Director: En la mañana del pasado viernes 1 de Mayo, en el programa de “La Mañana” de la COPE, el Sr. Jiménez Losantos se atrevió a decir ante los micrófonos de la emisora de la Conferencia Episcopal española que las actuaciones en materia de política social del Sr. Utrera Molina se limitaron a concertar la boda de su hija con el Sr. Ruiz Gallardón.
Ante la magnitud de la falsedad cometida en la persona de mi padre, le rogaría que publicara estas palabras para hacer honor a la verdad. Solamente le doy algunos datos objetivos de la actuación de mi padre a lo largo de actividad pública siempre entendida desde su vocación de servicio a los demás:
Don José Utrera Molina extendió y aumentó notablemente los beneficios de la Seguridad Social a los trabajadores del mar, mejorándolos a los del campo; promovió varias leyes en pro de la justicia social y la seguridad e higiene; promovió la construcción de viviendas gratuitas y de protección oficial al ritmo realmente vertiginoso de inaugurar 2.500 viviendas diarias durante varios meses, erradicando la mayor parte del chabolismo en Sevilla y Málaga (desapareciendo el chabolismo de El Ejido y de las playas de San Andrés), y disminuyéndolo en gran medida en Madrid y Barcelona, pasando 90.000 familias de las chabolas a habitar las nuevas casas en muy poco tiempo; aumentó la aportación del Estado a todo tipo de asistencia social; edificó residencias sanitarias de la Seguridad Social hasta no quedar ni una sola capital sin ellas.
Se realizaron bajo su iniciativa innumerables cursos gratuitos de PPO (Promoción Profesional Obrera) a lo largo y ancho de cientos o miles de pueblos, creó numerosas universidades laborales con becas de gratuidad para hijos de obreros y construyó numerosos institutos de BUP de nueva planta; creó el Plan de Prevención de Accidentes Laborales cuando eso no existía en España; abordó, junto al ministro Licinio de la Fuente, el primer intento, aunque fallido, de reconocimiento a la huelga en muchísimos años; aumentó el papel decisivo del trabajador en los convenios laborales con la Ley de Relaciones Laborales; promovió la Ley del Suelo para proteger el derecho a la vivienda; promovió la restauración y embellecimiento de pueblos y ciudades con su arquitectura en peligro mediante el plan “Bajo un nuevo sol, cien pueblos de España”; obligó a un mayor control de las construcciones con la ley de Calidad de las edificaciones; creó numerosos polígonos industriales en varias ciudades, entre ellas, el aumento y terminación de tres polígonos en Málaga (Alameda, Cártama y Guadalhorce), y tres polígonos en Sevilla.
Y, entre otras iniciativas, promovió la Ley de Igualdad Jurídica para la Mujer, que por fin le reconocía personalidad decisiva en los actos contractuales, de compraventa y en todo tipo de escrituras notariales, sin tener que depender del permiso del marido o del padre, y que fue aprobada a principios de 1975.
El escritor Juan Manuel de Prada ha escrito sobre Utrera Molina: “Los malagueños .../... recordarán que fruto de esos desvelos es el impulso de la Seguridad Social en su provincia, la fundación de residencias de ancianos, la lucha contra el chabolismo, la institución de una Universidad Laboral...”
El periodista Antonio Burgos ha escrito: “Sevilla se caía.../... (y Utrera Molina) se dedicó a apuntalarla. Pero con nuevas viviendas, miles y miles de viviendas. No viviendas "dignas", que ya sabemos lo que eso significa, sino hermosas viviendas, barrios enteros de espléndidas viviendas. Estaba convencido de que la mejor manera de dignificar a las personas era dándoles un hogar. Se entregó a ello con tal entusiasmo que ahí está la Sevilla actual, que ya se ha olvidado de aquella Sevilla cochambrosa de los años 60”.
El Sr. Jiménez Losantos quizás no tenga mas remedio que amañar los matrimonios de sus hijos por la imposibilidad de que lo hagan ellos mismos, pero debe saber que los ocho hijos de Sr. Utrera Molina han elegido por si mismos, de la misma manera que hicieron el Sr.Ruiz Gallardón y mi hermana Mar.
Reyes Utrera Gómez. 50813457v"
29 de abril de 2009
Una estúpida reprobación
Con asombro, ma non troppo, leo que la Mesa del Congreso admitió este martes a trámite una iniciativa de ICV en la que propone que se reprueben "públicamente" las declaraciones efectuadas por el Papa Benedicto XVI sobre el SIDA y el uso del preservativo en su reciente viaje por África. Al parecer, los votos a favor de las diputadas Ana Pastor y Celia Villalobos, del Partido Popular, han permitido que haya salido adelante la moción.
De Celia Villalobos, quintaesencia del más rancio merdellonismo malagueño, me lo espero todo; no así de Ana Pastor, de quien tenía mejor opinión.
En cualquier caso, tal propuesta de reprobación no es más que una muestra más de la cobarde intolerancia del Matrix progre –del que ocasionalmente forma parte el partido popular- para con la Iglesia Católica.
Cobarde porque está por ver que alguna vez reprueben las declaraciones de imanes y muecines del Islam en materia de derechos humanos, no vaya a ser que a algún imán se le ocurra la feliz idea de dictar una fatwa islámica y se les acabe la tranquilidad.
Intolerante, porque el Papa, como cabeza de la Iglesia Católica tiene todo el derecho del mundo a impartir doctrina de la Iglesia, que las Sras. Villalobos y Pastor son muy libres de seguir o no, pero que, cuando menos, tienen la obligación de respetar.
Por último, injusta, porque el Papa en África se limitó a denunciar que la política de fomento del preservativo no ha puesto coto a la propagación del sida, sino que ha servido para fomentar la promiscuidad –algo que parece indiscutible- y pidió que se fomenten valores como la fidelidad conyugal y el matrimonio y la familia cristiana. “Muy a menudo, las enfermedades que atenazan algunas partes de la sociedad africana, como la promiscuidad, la poligamia y la difusión de enfermedades de transmisión sexual, pueden estar directamente relacionadas con nociones equivocadas de matrimonio y vida familiar".
En todo caso, se apruebe o no la moción –que se aprobará- estoy seguro de que no le inquietará lo más mínimo al Papa que está muy por encima de la bajeza del parlamento español dedicado a estupideces como ésta en lugar de trabajar de verdad para el bienestar del pueblo español, tan necesitado en estos momentos de la responsabilidad de sus gobernantes.
LFU
27 de abril de 2009
Paro: Un drama mayor en una sociedad inerme
No corren buenos momentos para la lírica. La realidad –que ya no el fantasma- del paro ahuyenta a las musas y angustia a las masas. La incertidumbre se ha hecho con el poder, precisamente porque gobierna la incompetencia.
Hasta los más conspicuos conocen ya a alguien que sufre la pandemia. Imagino la angustia de los que tuvieron y ya no tienen. La frustrante humillación del que se ve abocado a pedir ayuda; el desgarro del que tiene que romper la ingenuidad de unos pequeños a los que esta maldita crisis –como la guerra- va a robarles la infancia.
Y todo esto nos viene precisamente cuando la sociedad está más a la interperie. Pareciera que estamos sufriendo el azote de plagas consecutivas y aún no conocemos las venideras. El furibundo ataque de los poderes públicos a los valores y creencias de una sociedad de hondas raíces cristianas como la española tiene un efecto aniquilador de las defensas de una sociedad contra los ataques de una crisis económica, que se cebará con mayor fuerza sobre un cuerpo social vulnerable y desconcertado.
Pero si de algo estoy seguro es de que el Gobierno no se dará por enterado. Comenzó negando la crisis y es bastante probable que la crisis acabe por negarle su propio futuro, por más cariño que reciba de ese hatajo de sinvergüenzas que dicen representar a los trabajadores.
Por desgracia, no serán pocos los que presos de la desesperación y la angustia, opten por recorrer caminos sin salida. No correrán la misma suerte los que, capaces de ver más allá de su propia contingencia, sientan en su interior, mucho más brillante que la estúpida sonrisa de un nefasto gobernante, la luz y la fuerza del mensaje del verdadero Amor: “Venid a mí todos los que andáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré.” (Mt 11,28).
Que Dios nos ayude a todos.
LFU
Hasta los más conspicuos conocen ya a alguien que sufre la pandemia. Imagino la angustia de los que tuvieron y ya no tienen. La frustrante humillación del que se ve abocado a pedir ayuda; el desgarro del que tiene que romper la ingenuidad de unos pequeños a los que esta maldita crisis –como la guerra- va a robarles la infancia.
Y todo esto nos viene precisamente cuando la sociedad está más a la interperie. Pareciera que estamos sufriendo el azote de plagas consecutivas y aún no conocemos las venideras. El furibundo ataque de los poderes públicos a los valores y creencias de una sociedad de hondas raíces cristianas como la española tiene un efecto aniquilador de las defensas de una sociedad contra los ataques de una crisis económica, que se cebará con mayor fuerza sobre un cuerpo social vulnerable y desconcertado.
Pero si de algo estoy seguro es de que el Gobierno no se dará por enterado. Comenzó negando la crisis y es bastante probable que la crisis acabe por negarle su propio futuro, por más cariño que reciba de ese hatajo de sinvergüenzas que dicen representar a los trabajadores.
Por desgracia, no serán pocos los que presos de la desesperación y la angustia, opten por recorrer caminos sin salida. No correrán la misma suerte los que, capaces de ver más allá de su propia contingencia, sientan en su interior, mucho más brillante que la estúpida sonrisa de un nefasto gobernante, la luz y la fuerza del mensaje del verdadero Amor: “Venid a mí todos los que andáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré.” (Mt 11,28).
Que Dios nos ayude a todos.
LFU
24 de abril de 2009
En el CVI aniversario de su nacimiento
Como seguramente ningún medio de comunicación dedicará una sola línea a la efemérides, quiero recordar que hace 106 años, el 24 de abril de 1903 nació José Antonio Primo de Rivera. Su verbo, su estilo, su valentía, fue una brisa de aire fresco y limpio que removió las conciencias adormecidas de una nación inmersa en una atmósfera turbia, ya cansada, como de taberna al final de una noche crapulosa.
Fue despreciado por muchos, entre otros, por los que no podían mirar a España de frente, incapaces de superar la miopía de su partidismo.
Su sangre joven, derramada por el odio y la incomprensión, fue semilla fecunda de esperanza y de valor entre una juventud que ofreció su vida por una España grande, unida y libre.
Su memoria permanece viva entre quienes seguimos soñando con la patria el pan y la justicia para todos, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.
José Antonio, ¡Maestro!...¿En qué lucero,
en qué sol, en qué estrella peregrina
montas la guardia? Cuando a la divina
Bóveda miro, tu respuesta espero.
Toda belleza fue tu vida clara.
Sublime entendimiento, ánimo fuerte,
y en pleno ardor triunfal temprana muerte
porque la juventud no te faltara.
Háblanos tú... De tu perfecta gloria
hoy nos enturbia la lección el llanto;
mas ya el sagrado nimbo te acompaña
y en la portada de su nueva historia
la Patria inscribe ya tu nombre santo...
¡José Antonio! ¡Presente! ¡Arriba España!
MANUEL MACHADO
noviembre de 1936
23 de abril de 2009
Azulejos rojos
Sevilla es de nuevo noticia en España por otra genial idea de quien hace y deshace en su Ayuntamiento, que responde al nombre de Antonio Rodrigo Torrijos y que, desde luego, Sevilla no se merece.
Empezó derramando su odio el robusto edil comunista espurgando el callejero de Sevilla, en busca de cualquier nombre que oliese a uniforme o hubiera tenido alguna relación con el régimen que gobernó España entre 1939 y 1975. Consiguió eliminar desde generales de la Guerra de Cuba hasta toreros algo escorados a la derecha. También le tocó el turno a mi padre, quien durante los siete años de Gobernador civil dejó en Sevilla lo mejor de su vida, pues debe saberse que nadie que oliese a azul y a rosas merece reconocimiento alguno en las calles hispalenses.
Llegó al cénit de su miseria el infame concejal, cuando tras conocerse la sencilla petición de mi padre al Alcalde de conservar los azulejos de la calle que lleva su nombre y reiterar su profesión de amor a esa tierra, declaró que "llegó a querer tanto a los sevillanos que los tenía por docenas en la Gavidia y en la prisión Sevilla 1 (...) yo puedo dar fe de que en su época se produjo de manera extensiva y amplia la tortura"; El Sr. Rodrigo Torrijos solamente puede dar fe de su propia indignidad y de su colosal mentira, de la que algún día tendrá que dar cuenta oportuna. Otros muchos, como aquél padre de familia numerosa de cuya carta me hice eco hace algunos meses, pueden dar testimonio de su nobleza y sacrificio por Sevilla.
Y ahora le ha tocado al General Merry, cuyo heroísmo en la Guerra de Cuba le hizo acreedor de tener una calle en su ciudad, que va a ser sustituido por Pilar Bardem, cuyos méritos -los que ha tenido en cuenta Torrijos- se cuentan por pancartas, sectarios exabruptos y banderas rojas con la hoz y el martillo, y a la que Sevilla nada tiene que agradecer.
Se trata de una provocación más de tan chulesco y soberbio personaje -cuyo particular manejo de los fondos públicos en favor de grupúsculos de la más rancia izquierda constituye más que un desafío al calendario- que una ciudad como Sevilla no debería tolerar.
Sr. Alcalde: tenga un gesto último de dignidad y prescinda de tan nocivo compañero antes de que sea demasiado tarde y su envenenada impronta convierta los azulejos de sus calles en reclamos del odio, la revancha y la mediocridad. Es posible que le cueste el cargo, pero es seguro que Sevilla se lo agradecerá.
Empezó derramando su odio el robusto edil comunista espurgando el callejero de Sevilla, en busca de cualquier nombre que oliese a uniforme o hubiera tenido alguna relación con el régimen que gobernó España entre 1939 y 1975. Consiguió eliminar desde generales de la Guerra de Cuba hasta toreros algo escorados a la derecha. También le tocó el turno a mi padre, quien durante los siete años de Gobernador civil dejó en Sevilla lo mejor de su vida, pues debe saberse que nadie que oliese a azul y a rosas merece reconocimiento alguno en las calles hispalenses.
Llegó al cénit de su miseria el infame concejal, cuando tras conocerse la sencilla petición de mi padre al Alcalde de conservar los azulejos de la calle que lleva su nombre y reiterar su profesión de amor a esa tierra, declaró que "llegó a querer tanto a los sevillanos que los tenía por docenas en la Gavidia y en la prisión Sevilla 1 (...) yo puedo dar fe de que en su época se produjo de manera extensiva y amplia la tortura"; El Sr. Rodrigo Torrijos solamente puede dar fe de su propia indignidad y de su colosal mentira, de la que algún día tendrá que dar cuenta oportuna. Otros muchos, como aquél padre de familia numerosa de cuya carta me hice eco hace algunos meses, pueden dar testimonio de su nobleza y sacrificio por Sevilla.
Y ahora le ha tocado al General Merry, cuyo heroísmo en la Guerra de Cuba le hizo acreedor de tener una calle en su ciudad, que va a ser sustituido por Pilar Bardem, cuyos méritos -los que ha tenido en cuenta Torrijos- se cuentan por pancartas, sectarios exabruptos y banderas rojas con la hoz y el martillo, y a la que Sevilla nada tiene que agradecer.
Se trata de una provocación más de tan chulesco y soberbio personaje -cuyo particular manejo de los fondos públicos en favor de grupúsculos de la más rancia izquierda constituye más que un desafío al calendario- que una ciudad como Sevilla no debería tolerar.
Sr. Alcalde: tenga un gesto último de dignidad y prescinda de tan nocivo compañero antes de que sea demasiado tarde y su envenenada impronta convierta los azulejos de sus calles en reclamos del odio, la revancha y la mediocridad. Es posible que le cueste el cargo, pero es seguro que Sevilla se lo agradecerá.
LFU
17 de abril de 2009
Una mirada limpia
La fotografía –de la agencia EFE- refleja el rostro de un sacerdote español, capturado por milicianos republicanos, instantes antes de ser fusilado en el mes de agosto del año 1936.
El autor de la instantánea es el fotógrafo alemán Hans Gutmann, que posteriormente se nacionalizó español y cambió su nombre por el de Juan Guzmán.
El Sacerdote de la imagen, según informa hoy el semanal Alfa y Omega, sería el beato Martín Martínez Pascual presbítero y mártir, miembro de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, que recibió en la misma persecución y en el mismo día -18 de agosto de 1936- la corona de la gloria, según datos de Santopedia, en la localidad de Alcañiz (Teruel) aunque el fotógrafo sitúa el lugar del fusilamiento en la localidad de Siétamo (Huesca), distante unos ciento cuarenta kilómetros de Alcañiz, diferencia que puede deberse al lugar de la sepultura o del Registro civil.
La fotografía la tenía en su despacho el Decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, Pablo Dominguez, recientemente fallecido en accidente de montaña. Según informa Alfa y Omega, preguntado éste por la fotografía afirmó:
"La conseguí en Moscú, en un congreso. Me gustó y, al leer las frases del recuadro, me interesé mucho más. Es la fotografía -lo explicaba brillándole los ojos, se sentía emocionado y con ganas de imitarle; parecía que hablaba de sí- de un sacerdote español, el Beato Martín Martínez, operario diocesano, natural de Valdealgorfa (Teruel), diócesis de Zaragoza. Se la tomó un fotógrafo ruso -hoy sabemos que es alemán- que estaba entre los republicanos, durante la guerra civil española. Fijaos bien en su mirada firme, los brazos en jarras, seguro y valiente... Se la tomaron unos segundos antes de fusilarlo".
Sin duda, la enorme fuerza de la mirada del sacerdote a las puertas del cielo debió desconcertar a sus verdugos que esperarían de su víctima una actitud menos digna con la que tranquilizar sus conciencias adoctrinadas por los que ahora son llamados en colosal sarcasmo “luchadores por la libertad y la democracia”.
LFU
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