Las revelaciones que del siniestro sumario de los abortorios del Dr. Morín van apareciendo en los medios no paran de estremecer hasta las conciencias más adormecidas. Me cuesta entender cómo es posible que algunos medios de comunicación pretenden tapar el asunto intentando buscar burdas conspiraciones donde sólo se puede hallar la miseria de unos médicos sin alma, que no ha tenido escrúpulos en triturar embriones vivos -niños y niñas vivas- de treinta y tres semanas (ocho meses), exactamente los mismos que tenía mi hija Paloma cuando vió la luz por vez primera.
Ante tal barbarie, ante tal sinsentido, nada mejor que la increíble belleza de las imágenes que se contienen en la presentación que por cortesía de
El Manifiesto, os dejo a continuación: (Mamá, debes hacer click con el ratón en la flecha que aparece bajo la imagen para ver todas las fotografías).
LFU