"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

30 de junio de 2010

La Sentencia del TC, un enjuague bochornoso




Partiendo de la base de que no podía esperarse del Tribunal Constitucional nada bueno en el tema del Estatuto de Cataluña, pues no es propiamente un tribunal de justicia sino una especie de Sanedrín nombrado por los aparatos de los partidos en función del reparto parlamentario del poder, lo que conocemos de la sentencia no ha podido decepcionar a nadie.

Desde luego, no resuelve el problema, pues para ello habría que hacer mangas y capirotes con la Constitución de 1978 y su título VIII y terminar con el lento suicidio del ser de España que comenzó con un irresponsable café para todos del que salió una criatura amorfa y maleable que en manos de un gobierno nefasto como el que padecemos nos lleva irremisiblemente a la desintegración nacional.

Pueden estar contentos los genios de la disgregación, pues la sentencia mantiene el corpus del Estatuto en lo sustancial, un modelo político y social separado de España. Las protestas y declaraciones retóricas estaban ya preparadas fuera el que fuera el resultado de la Sentencia, pues hay elecciones a la vuelta de la esquina, hay que sacar la barretina y la senyera y sacar petróleo de donde haya. Pero yo me pregunto ¿qué les importa la disquisición sobre la eficacia jurídica del término nación a quienes preparan el camino para la secesión? ¿Acaso acudirán al Tribunal Constitucional para ver si pueden independizarse?

Puede estarlo también el gobierno del infame, pues finalmente sus lacayos en el Tribunal Constitucional han parido el engendro de acuerdo con sus instrucciones. Se toca el Estatuto lo menos posible y del resto que se ocupen los tribunales discutiendo ad nauseam sobre la interpretación de cada artículo. Y Montilla, que diga lo que quiera, a ver si salva los trastos en noviembre.

Tal vez lo peor, por patético, es la postura del Partido popular y el entusiasmo con el que Trillo y Soraya han recibido la Sentencia. Sinceramente, deberían hacérselo mirar porque dudo mucho que así consigan ganar un puñado de votos en Cataluña.

LFU

28 de junio de 2010

"La roja" y España

La Roja




La Roja


La Roja




España



Porque haya algunos que no quieran pronunciar tan bonito nombre, no nos vamos a confundir. Una cosa es "la roja", o "las rojas" (alguna de las cuales traigo a esta ventana) y otra muy distinta es la selección de fútbol, la de baloncesto y la que se tercie, que ya se vista de blanco, de rojo o de azul, nos representa a todos y siempre ha sido y siempre será -mal que les pese a algunos ¡España!.

Suerte contra Portugal y, como dijo Villa en memorable ocasión, ¡¡Arriba España!!

LFU







22 de junio de 2010

¿Dios o Bakunin?

(Para leer el documento, debéis "pinchar" sobre el mismo)

Esto lo firmó un Director General de los Registros y del Notariado el 9 de diciembre de 1936, aunque a nadie le sorprendería que el documento fuera del día de ayer.

LFU


P.D. Por cierto, resulta increíble la celeridad con la que se resolvió el expediente. Pinchad y veréis. Razones de urgencia y procedimiento abreviado....

17 de junio de 2010

Una parábola estremecedora





Del blog Ex Orbe extraigo este cortometraje que no tiene desperdicio.

«La vida con sus golpes nos hace más sensibles al dolor ajeno, más comprensibles. Y, si tenemos fe, más creyentes. El corto está rodado en Filipinas. Es real, con escenas, lugares y personas reales, pero parece un apólogo antiguo. O una parábola.»

A mí, como a Terzio, el video me hace sentir minúsculo. No os perdáis la escena del final en el hogar familiar.

LFU

16 de junio de 2010

Me llamo Almudena Grandes y soy una miserable


Confieso que, al escuchar ayer a un periodista dar la referencia del artículo publicado en El País por Almudena Grandes a finales del año 2008, en el que hacía mofa y escarnio de las religiosas salvajemente violadas por milicianos en toda España durante el terror frente-populista, pensé que estaría exagerando.

No pensé, en mi infinita ingenuidad, que alguien medianamente formado fuera capaz, ni en broma, de trivializar y mucho menos de burlarse de hechos tan repugnantes y macabros. Por eso decidí verificar la información en Internet y aún no salgo de mi estupefacción:

«(…)"Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.»


No encuentro palabras para describir tamaña mezquindad. Quizás algún lector pueda ayudarme.

No me consta que Almudena Grandes haya pedido perdón por haber escrito esto, pero sé, en cambio, que sigue contumaz y ciega empeñada en reabrir heridas con recientes videos igualmente miserables.

No me consta que el Ministerio de Igualdad haya abierto una investigación por tan repugnante artículo, ni que el Fiscal General del Estado haya abierto diligencias por tal motivo. Tampoco me consta que El País haya pedido perdón públicamente por haber publicado semejante procacidad pese a que Muñoz Molina le dio oportuna réplica desde las mismas páginas del diario socialista.

Sólo espero contribuir, modestamente, a que alguien más conozca lo que yo acabo de descubrir y que algún día, esta mujer miserable –de la que prometo no leer nunca nada más- sienta en su corazón el dolor de la vergüenza y del escarnio público por haber ofendido la dignidad y la limpia memoria de tantas religiosas violadas y asesinadas durante la persecución religiosa de los años 1936 a 1939 por el mero hecho de vestir un hábito y dedicar su vida a los demás.

LFU

15 de junio de 2010

Reforma laboral y Memoria histórica

«Zapatero quiere devolver a los españoles lo que Franco les quitó: ¡las alpargatas

«En cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, Zapatero quiere acabar
con el último vestigio del franquismo: ¡la indemnización por despido de los trabajadores


(Juan Manuel de Prada en el curso de la tertulia de “Las Mañanas de la Cope”. 15 de junio de 2010)

Por cierto, mucho me temo que el abyecto y sectario video realizado por «los de la ceja» con dinero de todos los españoles, acabará volviéndose contra sus autores. La Razón ha empezado y están preparándose documentales muy interesantes.

Mientras tanto, aquí os dejo uno que no tiene desperdicio:




LFU

14 de junio de 2010

La Historia desustanciada. Por José Utrera Molina




Reproduzco a continuación el artículo publicado en «La Gaceta» el pasado sábado 12 de junio:


«La Historia, que es en ocasiones una señora vapuleada, extorsionada y vertebrada por la mentira, tiene algunos acentos interesantes que conviene recordar. Uno de ellos me viene a la memoria ahora que se pretende obviar la participación legionaria en los actos del Cristo de la Buena Muerte, que fue siempre estandarte, insignia y amor para todos los que pertenecieron a tan gloriosa Institución. Y lo hago precisamente ahora cuando recuerdo una información aparecida en el diario El Mundo en el cual se lucían temas de apoyo al señor Rubianes en la Diada, celebrada en Cataluña. Este señor, que ya ha fallecido –y por lo tanto no pretendo atacar su memoria–, fue secundado cuando mandaba a la mierda a España por la plana mayor de las juventudes del PSC.


Hay una foto muy expresiva en la que se advierte la presencia de la ministra de Defensa, Carmen Chacón. No me extrañan los furibundos ataques al sentido católico español que se están recibiendo por doquier. No hay iglesias incendiadas ni cenizas aventadas. Hay una crispación repleta de odio a todo lo que representan los valores de la religión católica, que ha sido en el decir de múltiples historiadores, plenamente categorizados, la clave de los mejores arcos de nuestra Historia.


Escribo este artículo después de haber contemplado atónito el comportamiento de las Fuerzas Armadas en la procesión del Corpus de Toledo. Resultaba un escarnio a la tradición militar y una ofensa innecesaria al no presentar armas a la custodia que contenía la Eucaristía. Afirmo que este comentario mío lo hago sin que pueda acercarme al odio que esta ministra profesa a las raíces espirituales de España. Y es también un simple recordatorio de las manos en que hoy se encuentra la Institución Militar. El señor que hoy es el jefe del Estado Mayor de la Defensa dice que las Fuerzas Armadas españolas están hoy mejor dotadas que nunca. A mí particularmente me gustaría que así fuera, aunque tengo la convicción de que la dotación espiritual que se suministra a esta Institución es bien escasa. Alguien podrá reprocharme el que escriba este artículo sin que yo pertenezca al Ejército. Esto es una crasa equivocación, porque los que hemos tenido el honor y el orgullo de pertenecer a su oficialidad en un tiempo bien lejano consideramos que estamos en activo a lo que se refiere a devoción, fidelidad y amor a esta Institución. Por tanto, nos duele todo aquello que pudiera rozar el honor y el prestigio de nuestras Fuerzas Armadas. Ciertamente, amarillean ya las tarjetas que nos vinculaban con nuestro documento de identidad a las filas del Ejército. Pero no hemos roto el compromiso moral que suscribimos un día jurando con emoción los colores de la bandera de España. De toda mi vida, ya demasiado larga, he podido tener momentos cuya relevancia era digna de mi mejor recuerdo. He sido gobernador, subsecretario, ministro... Pero lo que mejor recuerdo y más firmemente está alojado en mi corazón son los meses que permanecí en activo en la Milicia Universitaria. Todavía escribo a los que fueron mis jefes. El último, un bravo capitán que se llamaba Aníbal Sotelo, ha muerto hace unos días.


Sin duda alguna, me faltan ya comunicaciones personales, pero lanzo al viento y al aire de España mi queja rebelde, rompo mi pasividad, niego mi lejanía de todo lo que pueda representar el sentido castrense de la vida, puesto que una tradición familiar me obliga a no permanecer en silencio, y contemplo con nostalgia y con amargura los signos que me acreditan todavía como viejo alférez. Pues bien, este viejo y apergaminado oficial no está conforme con el proceder verdaderamente injusto y yo diría que indigno de la ministra del Ejército. Poco se puede esperar de ella y lo que provenga de su mandato tendrá el signo de una destrucción sistemática de sus valores tradicionales. Declaro mi rebeldía, que confirma mi indignación, y vivo todavía con el recuerdo de los que me dieron las lecciones más altas de amor y dignidad que pude recibir en mi vida.»

JOSÉ UTRERA MOLINA