"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
Mostrando entradas con la etiqueta Valle de los Caídos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Valle de los Caídos. Mostrar todas las entradas

30 de octubre de 2013

A Franco muerto, gran lanzada



Saliendo al paso de la Proposición no de Ley presentada por el grupo socialista en el Congreso de los Diputados y defendida por el cobarde Odón Elorza -ese mezquino sujeto que se ensuciaba ante la ETA y se envalentona ufano ante un cadáver centenario- merece la pena recordar algunos aspectos de índole jurídico que impiden cualquier actuación como la que se pretende por estos fantoches:

  1. La Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos es de titularidad pontificia por Breve pontificio de 1960 firmado por el papa Juan XXIII. Previamente, el papa Pío XII emitió el 27 de mayo de 1958 el breve pontificio “Stat Crux”, mediante el cual ordenaba a la Comunidad Benedictina la custodia del lugar de culto.
  2. De acuerdo con el artículo 1.5 de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede, de 3 de enero de 1979, los lugares de culto tienen garantizada su inviolabilidad con arreglo a las Leyes.
  3. El artículo 16.1 de la Ley de memoria histórica, que no deroga el Decreto Ley de 1957 establece con claridad que El Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos.
  4. Finalmente, la competencia en materia de Policía Sanitaria y Mortuoria fue transferida a la Comunidad de Madrid por RD 1359/1984. El Decreto 124/1997, por el que se aprueba el Reglamento de Sanidad Mortuoria de la Comunidad de Madrid, establece que toda exhumación de cadáveres precisa autorización de la Consejería de Sanidad, a solicitud de algún familiar o allegado del difunto.
5.     Dicho lo anterior, podemos concluir que:
  1. El gobierno de España no tiene competencia ni autoridad para ordenar ninguna actuación dentro de la Basílica pontificia del Valle de los Caídos, so pena de vulnerar gravemente los Acuerdos con la Santa Sede.
  2. Salvo por orden judicial, no puede exhumarse ningún cadáver sin la autorización (i) de su familia (ii) de la Comunidad de Madrid y (iii) del Abad del Valle de los Caídos, con dignidad episcopal y cuya jurisdicción eclesiástica se extiende por todo el complejo del Valle de los Caídos, desde la verja de entrada, máxima autoridad en el recinto.
  3. El gobierno de España no tiene competencia ni autoridad para ordenar ninguna exhumación, ni del Generalísimo Franco ni de ninguna otra persona, so pena de incurrir en un delito de profanación y de prevaricación.
  4. La familia Franco ya ha declarado en diversas ocasiones de forma expresa –y de manera particular a la llamada “Comisión de Expertos” que visitó a Doña Carmen Franco en su domicilio a tal fin- que no está dispuesta a conceder la autorización para el traslado de los restos del Generalísimo.

            Son éstas, entre otras, las razones por las que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pese a la violencia e intimidación que ejerció sobre el Valle de los Caídos y la Comunidad Benedictina durante dos legislaturas, no pudo hacer entonces lo que pretende ahora reclamar el grupo socialista. Y son éstas, entre otras, las razones por las que tres de los miembros de la mencionada Comisión de Expertos –Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Pedro González.-Trevijano Sánchez y Feliciano Barrios Pintado- emitieron un voto particular discrepante con su opinión contraria a la exhumación de los restos del Caudillo.  
          
  Dicho lo anterior, no cabe duda que la talla histórica de Francisco Franco no hace más que agrandarse exponencialmente ante la pequeñez y mezquindad de quienes, 38 años después de su muerte, siguen empeñándose en hacer con sus restos lo que no tuvieron redaños de hacer con su persona.


LFU

8 de junio de 2012

El Valle de los Caídos, abierto otra vez




Zapatero, con todo el aparato del poder a su servicio, no pudo acabar con el Valle de los Caídos. Despreció a la mayor Cruz de la Cristiandad, erigida para enterrar por fin bajo sus brazos a todos los españoles que se enfrentaron en la Guerra, y pensó que, ahogando económicamente a la Comunidad Benedictina que la custodia, lograría cerrar para siempre el sagrado lugar.

No contaba con el poder de la oración y la fuerza de millones de cristianos que no estaban dispuestos a asistir impasibles a un asedio injusto y procaz que ha durado 30 meses, desde aquella misa de campaña del 7 de noviembre de 2009 que jamás olvidaré. Si el Alcázar de Toledo fue bombardeado y minado en su día con saña, el Valle de los Caídos lo fue con mentiras y amenazas. Y la Verdad, como no podía ser de otra forma, se ha impuesto, una vez más a la barbarie.

Sigue en pie la Cruz y el lugar, sagrado para todos, que debe sellar para siempre la reconciliación entre hermanos bajo el signo sublime de de la Cruz, ejemplo supremo del perdón.

LFU


7 de febrero de 2012

Valle de los Caídos. Toda la verdad

Aquí podéis ver íntegro el interesantísimo documental emitido hace días por Intereconomía Televisión sobre el Valle de los Caídos.

Vaya aquí mi homenaje emocionado al gran periodista y español Juan Blanco Ortega, cuyo testimonio aparece en el documental y que tanto ha aportado sobre la historia del Valle de los Caídos. Ayer, Juan rindió su vida ante el Altísimo tras una larga enfermedad que nunca le quebró el ánimo ni la dignidad, que supo mantener intacta a lo largo de su vida. Descanse en paz y brille para él la luz perpetua.

30 de noviembre de 2011

Valle de los Caídos. Regreso al pasado



Sólo los que son incapaces de ganar el futuro se empeñan en ganar el pasado. Ayer, el gobierno más inútil que han contemplados los siglos, nos dejaba la enésima excrecencia de su patético intento de venganza retrospectiva, a través de la Comisión de “expertos” del Valle de los Caídos designada al estilo de los Tribunales Populares que en 1936 se nombraban para legalizar los crímenes más abyectos. Entonces, como ahora, la Sentencia estaba dictada de antemano, pero era necesario dotarla de apariencia formal.

Lo de menos es el informe, plagado por cierto de errores e inexactitudes jurídicas e históricas que producen sonrojo a cualquiera que mínimamente conozca la historia y la legislación sobre el Valle de los Caídos. Lo más grave es que ante la pretensión miserable de profanar el cadáver de un español –pues no olvidemos que la única pretensión de Zapatero es la de humillar a Franco después de muerto- muchos aplaudan como imbéciles espectadores de un circo romano, otros miren para otro lado y algunos otros –para mí los de peor ralea- compren el argumento so pretexto de "salvaguardar" el lugar de culto de la furia inconoclasta del infame gobernante.

Fuese o no su voluntad reposar para siempre allí, el Valle de los Caídos fue concebido y erigido por voluntad de Francisco Franco, como lugar de reconciliación de los caídos en la Guerra. Fue él -y no el viento- quien quiso que reposasen juntos los que mataron y los que murieron y quien puso todo su empeño en que la mayor Cruz de la Cristiandad amparase a todos en su última morada. Además, como fundador de la Abadía Benedictina tenía derecho a ser inhumado en la misma y lo fue según el rito tradicional como cualquier otro laico fundador de un lugar de culto, de cara al altar. Quiso que José Antonio, quien pocas horas antes de su muerte ejemplar escribió “Ojalá fuera la mía la última sangre que se vertiese en discordias civiles. Ojalá que el pueblo español, tan rico en cualquidades entrañables encuentre un día la Patria, el Pan y la Justicia” fuera enterrado allí pues su muerte fue semilla de reconciliación y no de odio. De amor y perdón y no de venganza. Por eso no es un caído más entre muchos –como sugiere el nefando informe-, sino un símbolo de reconciliación que España tiene pendiente de rescatar como uno de los mejores hijos que ha contemplado su Historia.

El Valle de los Caídos debe quedarse como está, igual que el Coliseo romano o la ruinas de Pompeya. Es Historia de España y no es tolerable a estas alturas que la historia se tunee, se adultere o se moldee de forma extemporánea a gusto del que en cada momento ostente el poder. El Valle de los Caídos no se explica sin la figura de Francisco Franco, pues fue su empeño personal honrar para siempre a quienes en una y otra trinchera se inmolaron por España y sin duda el Rey lo tuvo en cuenta cuando ordenó que reposasen allí sus restos para siempre.

Zapatero ha querido borrar el recuerdo de la gesta heroica del Alcázar de Toledo, convertir las Brigadas Internacionales en legiones de arcángeles de la democracia y eliminar cualquier rastro de una época que tanto bien hizo a España. Incapaz de ofrecer un futuro a los españoles ha luchado denodadamente por regresar al pasado para ganar, setenta y cinco años después, una guerra que todos queremos olvidar. Su último y más mezquino deseo era el de humillar póstumamente a Franco exponiendo sus restos a ser objeto de injurias y ataques por parte de mal nacidos como él.

Confío en que nunca logrará su miserable propósito. Pero quedará para siempre, para la historia, el rastro de su iniquidad y también la vergüenza eterna de los estúpidos meapilas que, bajo el pretexto de “salvar” un lugar de culto estaban dispuestos a despojarlo de su esencia y arrodillarse ante el siervo del odio y la venganza a costa de su propia dignidad.

LFU

11 de julio de 2011

Breves notas sobre el régimen legal del Valle de los Caídos


Con el ánimo didáctico de aclarar el sinfín de informaciones confusas y equívocas, cuando no intencionadamente mendaces- sobre la situación legal del Valle de los Caídos, desgrano a continuación, breve y esquemáticamente, algunas notas sobre la legislación interna e internacional que regulan el monumento y lugar de culto y que el Gobierno de España parece desconocer en su actuación de asedio a la Abadía que comenzó en el año 2009.

  1. El Decreto-Ley de 23 de Agosto de 1.957 por el que se creó la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos –que nunca ha sido derogado- establece que el Jefe del Estado, ejerza el Patronato de la Fundación, su representación y la titularidad del Monumento con todos sus bienes y pertenencias, asegure su conservación, y vele por el cumplimiento de los fines religiosos y sociales a que está destinado. Además, dispone en su artículo 2 que el Patronato de la Fundación de la Santa Cruz queda integrado en el Patrimonio Nacional.
  2. El Decreto-Ley citado dispone en su artículo 5 las obligaciones mínimas de la Abadía Benedictina:
    1. Mantener el culto con todo el esplendor que la Iglesia recomienda, con cargas especiales para ciertos días.
    2. Dirigir y adiestrar una escolanía que contribuya a la mayor solemnidad de las celebraciones litúrgicas.
    3. Dirigir el Centro de Estudios Sociales, con su Biblioteca, publicaciones, becarios y pensionados.
    4. Celebrar en sus locales tandas de ejercicios espirituales.
    5. Cuidar de la Hospedería y atender a los huéspedes.
  3. De acuerdo con su artículo 6, En tanto en cuanto cumpla fielmente las anteriores obligaciones, la Abadía Benedictina tendrá derecho a permanecer en la Fundación y a recibir, para el cumplimiento de sus fines fundacionales, los productos de sus bienes.
  4. La Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos es de titularidad pontificia por breve pontificio de 1960 firmado por el papa Juan XXIII. Previamente, el papa Pio XII el papa Pío XII emitió el 27 de mayo de 1958 el breve pontificio Stat Crux, mediante el cual ordenaba a la Comunidad Benedictina la custodia del lugar de culto.
  5. De acuerdo con el artículo 1.5 de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede, de 3 de enero de 1979, los lugares de culto tienen garantizada su inviolabilidad con arreglo a las Leyes. No podrán ser demolidos sin ser previamente privados de su carácter sagrado.
  6. Según la vigente Ley 23/1982, de 16 de junio, Reguladora del Patrimonio Nacional, el Consejo de Administración del Patrimonio Nacional depende orgánicamente de la Presidencia del Gobierno y sus fines son la gestión y administración de los bienes y derechos del Patrimonio Nacional y la conservación, defensa y mejora de los bienes y derechos del Patrimonio Nacional.
  7. Según el artículo 2 de la referida Ley se integran en el citado Patrimonio los derechos y cargas de Patronato sobre las Fundaciones y Reales Patronatos u que se refiere la presente Ley.
  8. En la Disposición Final Tercera de la Ley del Patrimonio Nacional se indica que las funciones atribuidas al Jefe del Estado por el Decreto-Ley de 23 de agosto de 1957, en el Patronato de la Fundación que constituye, se entenderán referidas al Consejo de Administración del Patrimonio Nacional. Es decir, curiosamente, sin nombrar específicamente al Valle de los Caídos, se establece que la titularidad, representación y patronato de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos lo ejerza el Consejo de Administración del Patrimonio Nacional.
  9. El artículo 16.1 de la Ley de memoria histórica, que no deroga el Decreto Ley de 1957 establece con claridad que El Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos.
  10. Finalmente, la competencia en materia de Policía Sanitaria y Mortuoria fue transferida a la Comunidad de Madrid por RD 1359/1984. El Decreto 124/1997, por el que se aprueba el Reglamento de Sanidad Mortuoria de la Comunidad de Madrid, establece que toda exhumación de cadáveres precisa autorización de la Consejería de Sanidad, a solicitud de algún familiar o allegado del difunto.

Dicho lo anterior, podemos concluir que:

1. La Comunidad benedictina tiene derecho a permanecer en el Valle de los Caídos, sin poder ser removida de ella salvo que no cumpliesen los fines fundacionales.

2. El Patronato de la Fundación del Valle y la titularidad del Monumento corresponden al Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, que depende orgánicamente de Presidencia del Gobierno.

3. El Consejo de Administración de Patrimonio Nacional está incurriendo en una gravísima responsabilidad legal al hacer dejación de las funciones de protección y conservación del monumento del que ostenta la titularidad legal y al haber dejado de entregar a la Comunidad Benedictina, para el cumplimiento de sus fines fundacionales, los productos de sus bienes, desde el momento en que tomó la decisión de no cobrar entrada. Para hacerse una idea de la dimensión del problema, la recaudación del año 2009 se situó en una cifra cercana a un millón de euros, que se está perdiendo desde que en marzo se dio la orden de cerrar la abadía a la visita pública.

4. Es evidente el intento de ahogar económicamente a la Abadía y dejar que el monumento se deteriore para tratar de justificar el cierre y la expulsión de la Orden benedictina del Valle de los Caídos.

5. Salvo por orden judicial, no puede exhumarse ningún cadáver sin la autorización (i) de su familia (ii) de la Comunidad de Madrid y (iii) del Abad del Valle de los Caídos, con dignidad episcopal y cuya jurisdicción eclesiástica se extiende por todo el complejo del Valle de los Caídos, desde la verja de entrada, máxima autoridad en el recinto.

6. El gobierno de España no tiene competencia ni autoridad para ordenar ninguna exhumación, ni del Generalísimo Franco ni de ninguna otra persona, so pena de incurrir en un delito de profanación y de prevaricación.

7. La familia Franco -a la que a fecha de hoy no se ha dirigido el Gobierno- ya ha declarado de forma expresa que no esta dispuesta a conceder la autorización para el traslado de los restos del Generalísimo.


P.D. Tranquiliza saber que Roma, a través del Nuncio Fratini ha reiterado su apoyo a la Comunidad Benedictina


LFU


15 de junio de 2011

El gobierno, dispuesto a profanar el sepulcro de Francisco Franco



Si España fuera, en verdad, un Estado de Derecho en el que el gobierno estuviera sometido al imperio de la ley, no me preocuparían las delirantes declaraciones del Ministro Jáuregui sobre el proyecto del gobierno de exhumar los restos del Generalísimo Franco. Pero como Zapatero ha demostrado durante estos años de infamia que el Estado de derecho sólo existe cuando le interesa, me preocupo y mucho.

Jáuregui sabe perfectamente que de acuerdo con la ley necesita (i) la autorización de la familia, sin cuya concurrencia no es posible realizar la exhumación y traslado del cadáver de Francisco Franco (ii) la autorización de la Comunidad de Madrid, que tiene delegadas las competencias en materia de exhumación y traslado de cadáveres y (iii) la autorización del Abad Mitrado del Valle de los Caídos, sin cuya autorización no puede realizarse actuación alguna dentro de la Basílica Pontificia. Además, debe revocar y dejar sin efecto alguno la decisión real de enterrar al Caudillo en la Basílica del Valle de los Caídos con la que ilustro esta entrada.

Aún así, y anticipándose a las conclusiones de la Comisión de la Infamia designada ad hoc para adornar la profanación, es capaz de mentir abiertamente afirmando (i) que ha mantenido contactos con la familia Franco, lo cual me consta, por referencia directa que es falso y (ii) que el Gobierno puede prescindir de la autorización de la familia para ordenar la exhumación de los restos de Franco.

Si partimos de que la familia no va a conceder la autorizacíón, no es aventurado concluir que el Gobierno se propone, no sólo infringir el procedimiento administrativo legalmente establecido sino cometer un delito de profanación regulado en el artículo 523 del Código Penal.

Desde aquí aviso que no lo va a tener facil. Yo y muchos otros vamos a plantarle cara a éste gobierno cobarde, sectario y despótico. Ya lo hicimos cuando cerró de la noche a la mañana la verja del Valle para prohibirnos oir misa y ganamos. Volveremos a hacerlo, cueste lo que cueste, al menos para que nuestros hijos y nuestros padres no puedan decirnos que no hicimos lo posible para evitar una nueva infamia del más nefasto gobernante que ha padecido España.

LFU

31 de mayo de 2011

Valle de los Caídos: la Comisión de la Infamia










Ya dije hace tiempo que Zapatero aún tiene preparados algunos fuegos artificiales antes de abandonar la Moncloa. Uno de ellos es el colofón de la ofensiva contra la Verdad materializado en la Ley de Memoria Histórica, consistente en el nombramiento de una Comisión de expertos para proponer el nuevo destino del Valle de los Caídos.

En primer lugar, llamemos a las cosas por su nombre. Los nombres de los “expertos” han sido cuidadosamente escogidos entre los mayores expertos en manipulación, odio y revancha contra todo lo que signifique la España de Franco. Por desgracia, el peor de todos ellos es el monje benedictino e historiador de Monserrat Hilari Raguer, una de las personas que más odio ha demostrado contra la figura del Generalísimo Franco, mintiendo sistemática y descarnadamente en cuantos libros ha escrito y entrevistas ha concedido para ofrecer una imagen maléfica de quien salvó a la Iglesia de la mayor persecución que ha sufrido en la Historia. Un religioso separatista al servicio del odio y de la mentira. Una verdadera contraditio in terminis que se une a otros ejemplos más lamentables de cómo el olor a azufre ha conseguido impregnar también a religiosos y sacerdotes en todo el mundo.

El guión está escrito y los nombrados lo han sido para hacer el paripé y bailar al son que dicta el resentimiento del presidente más inútil, ignorante, cínico, mentiroso y descarado de la historia de España. Me alegro de que la Conferencia Episcopal se haya desmarcado de la iniciativa, pero es insuficiente: la Iglesia debe exigir respeto al Concordato con la Santa Sede y recordar al infame presidente que el Valle de los Caídos es Basílica Pontificia, por lo que no pueden hacer mangas y capirotes con ella como si fuera la bodeguilla de la Moncloa.

Ante esta nueva ofensiva, la Comunidad benedictina del Valle de los Caídos ha pedido una campaña de oración, a la que yo me sumo gustoso, pidiéndoos a todos que recéis conmigo la siguiente plegaria:

“Atiende, Señor, nuestras súplicas, con las que ponemos en Tus manos los destinos del Valle de los Caídos. Preserva el carácter de lugar de culto y de cementerio de todo el recinto y no permitas que se interrumpa el cántico de alabanza que diariamente allí se Te ofrece. Que la Virgen del Valle sea nuestra protectora ante Ti, juntamente con todos nuestros Santos y Mártires.”

Amén

LFU

29 de noviembre de 2010

Lo que os perdéis





Ayer, tras asistir de nuevo a la celebración de la eucaristía en la explanada de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, me llegó este correo, que no me resisto a reproducir y hago mío (ante su falta de firma), con alguna apostilla, pues coincide con mi reflexión:

Para todos aquellos que no nos acompañais los domingos a las 11,00 en
la Misa conventual de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los
Caidos simplemente os manifiesto que es una pena, que vosotros os lo
perdeis:

Os perdeis la gran espiritualidad que allí se vive en compañía de los magníficos monjes benedictinos. (Resulta emocionante ver la alegría en el rostro de los monjes -algunos de ellos hombres de avanzada edad-, verdaderamente ateridos por el frío, pues no llevan ni guantes, ni gorros, ni abrigo, pero reconfortados por el calor de la compañía de los miles de fieles que les arropábamos.)

Os perdeis gozar de esa Eucaristía bajo la tutela de la gran Cruz del Valle, en ese precioso entorno. (Y con el canto de las vices blancas de la soberbia escolanía del Valle, que estremece ante la cercanía de las nubes)Os perdeis el sentimiento de Comunidad que allí se respira entre todos los asistentes. (Muchos de ellos, personas de muy avanzada edad, a los que no les importó pasar una hora a la interperie, bajo un frío helador.) Os perdeis ofrecer a Dios el fuerte dolor en los pies producto del
intenso frío. (Me atrevo a añadir que también el fuerte dolor de orejas, para los que no las llevaban tapadas.)

Os perdeis el magnífico caldo con el que nos obsequian los monjes al
terminar la Misa. (Aunque va de suyo que nadie acude allí por el caldo, doy fe de que era espectacular, nos calentó las entrañas y nos alimentó de verdad, pues debía llevar cociéndose desde el sábado a mediodía) Y sobre todo, os perdeis la posibilidad de poder participar en un momento histórico, en un hecho decisivo en la defensa de nuestra Fe y nuestra civilización, y la satisfacción y bienestar interior que produce el sentirse con la conciencia del deber cumplido.

No sigamos dormidos y anestesiados, no seamos cómodos, sintamonos realmente libres y capaces de rebelarnos contra lo "socialmente incorrecto".

No confundamos raciocinio e intelegencia con justificacion y cobardía. Si no reaccionamos algún día nos arrepenterimos y entonces las posibles soluciones serán más complicadas e imposibles.

Un fuerte abrazo

LFU

22 de noviembre de 2010

¡Despertad Cristianos!


Gustoso me hago eco del Manifiesto que hoy mismo he recibido de una de las personas que más ha hecho para detener la tropelía que se está produciendo con el Valle de los Caídos. No sé que más hace falta para que los millones de catolicos españoles se movilicen de una vez por todas contra una injusticia burda y mendaz y un abuso intolerable de poder por parte de uno de los gobiernos más sectáreos de la historia de España. Si os importa algo la libertad de culto,

¡DESPERTAD CRISTIANOS!

Despertad cristianos y acudamos todos el próximo Domingo, pacífica y piadosamente como nos corresponde, a la Santa Misa en el Valle de los Caídos.

Lavantaos cristianos y pidamos a Cristo en la Eucaristía que cese la persecución religiosa en España y en el mundo entero.

Sacudámonos el polvo letal de la abulia y la indiferencia, y respondamos al Amor de Cristo con nuestro amor y celo reclamando Sus Derechos.

Defendamos con nuestra oración y con la asistencia a la Santa Misa, ese hermoso Templo de Dios en que por parte del Gobierno del Reino de España ha sido vulnerada la libertad religiosa y violentada la libertad de culto.

No nos rindamos ante las insidias y mentiras del Enemigo; no nos dejemos seducir por sus espurios montajes ni sus falaces argumentos.

Perseveremos en la defensa de esa sagrada Casa de Dios, y demostremos con nuestro celo el Amor que le profesamos.

Demos una lección en España y para el mundo, el próximo domingo día 28 a las 11:00 h., llenando la explana del Valle de los Caídos, asistiendo a la cumbre de nuestra fe en la tierra: la Sagrada Eucaristía.

Ante el grandioso misterio de Cristo presente en la humildad del pan y el vino, afiancemos nuestra fe, esperanza y caridad, a sabiendas de que Dios todo lo puede y ante El nada es imposible.

Que las molestias, ni la lluvia, ni la niebla, ni la nieve, ni el frío, ni la pereza, ni la desgana, puedan más que la inquina de los enemigos de Dios; que se imponga nuestro amor a Dios sobre nuestras debilidades y sobre las estratagemas del Enemigo.

Sabe el demonio y saben sus aliados en la tierra, de nuestra fragilidad y escasa capacidad para perseverar en el amor a las cosas de Dios; pero desconocen la fuerza de la oración y el mucho Amor que Dios despliega sobre nosotros a poquito que recurrimos a El.

Hagámoslo el próximo Domingo poniendo esa pizca de fe y esperanza en el momento en que Cristo, Salvador y Redentor del mundo, se haga presente en el pan y en la sangre derramada por todos y cada uno de nosotros.

Acompañemos a Cristo en el Valle de los Caídos, donde el Templo Sagrado de su Padre ha sido cerrado por sus enemigos, cuyo odio a la fe en España está alcanzando cotas insoportables y, no lo obviemos, ante el más abyecto silencio público que cabría haber esperado de aquellos que autoproclamándose a sí mismos como nuestros representantes, jamás habrían gobernado en España sin el voto de los católicos.

No serán ellos quienes recuperen la libertad religiosa y de culto en la Basílica Pontificia de la Santa Cruz en el Valle de los Caídos ni en el conjunto de ese recinto sagrado; ni son ellos quienes defienden la vida, la familia y la educación en España conforme a la doctrina y el Magisterio de nuestra Iglesia, como ya demostraron gobernando con mayoría absoluta gracias al voto de los católicos y con un sólo objetivo: ganar y/o conservar el poder a toda costa, escudando su patética inhibición en el consenso alcanzado por la aplastante maquinaria ideológica con que los socialistas han ¨sodomizado¨ a gran parte de la población española, incluidos muchos que se dicen a sí mismos cristianos.

Serán la Misericordia de Dios y nuestras oraciones alabando al Señor, a las que tiene todo el derecho, las que devuelvan a España y al mundo entero el sentido común natural y la luz divina que tanta falta nos hace a todos.

En el Valle de los Caídos, lugar sagrado de reconciliación y amor al Creador, el cielo ha dado una oportunidad a los católicos españoles para defender, en silencio y profunda piedad, las cosas de Dios y el inalienable derecho de todos los hombres a la libertad religiosa y de culto.

Grande es nuestra responsabilidad y hermosa la oportunidad; no decepcionemos a quienes, incluso entre las filas de los enemigos de la fe de Cristo, observan cada Domingo cuánta gente acude al Valle de los Caídos al encuentro con su Señor en momentos tan difíciles.

En este combate espiritual, grande es la responsabilidad de cada uno de nosotros e insustituible nuestra participación: tú eres más necesario que nunca y como hermanos en Cristo a ti apelo rogándote que acudas el próximo Domingo a dar culto a Dios de la única manera que ahora es posible en el Valle de los Caídos.

15 de noviembre de 2010

Acoso al Valle de los Caídos. La tentación de la autocomplacencia










El domingo amaneció el día frío, lluvioso y con niebla. Todo invitaba a guardar algo más de cama, y desayunar tranquilamente, pero muchos decidimos dar testimonio de nuestro compromiso con la fe y la justicia acudiendo al Valle de los Caídos para arropar a la Comunidad Benedictina con nuestra presencia y nuestra oración. Salí de casa a las 10.15 para llegar con holgura a la misa anunciada para las 11. Pero todas mis previsiones se fueron al traste al comprobar que eran muchos miles los que habían vencido la pereza y habían decidido estar allí. Ante los anuncios del colapso de la carretera de La Coruña, el Abad decidió retrasar la misa a las 12 iniciando el rezo del Santo Rosario para dar tiempo a los miles de fieles atrapados en el monumental atasco.
Fue impresionante y emocionante, pero tal vez insuficiente. Las estimaciones más razonables hablan de entre 3.000 y 5.000 personas, que son muchas teniendo en cuenta las condiciones climatológicas adversas.

Pero me resulta dificil entender qué hace falta para que los católicos se movilicen, de verdad, ante un atropello tan flagrante como éste.
¿Dónde estaba el Cardenal Arzobispo? ¿Donde los obispos auxiliares? ¿Dónde los movimientos y Concregaciones religiosas, Opus Dei, Regnum Christi, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal?. ¿Habrían actuado así de haberse cerrado la Catedral de La Almudena?

Para dar la respuesta hay que mirar al odio de la izquierda y a los complejos de la derecha hacia un lugar que alberga la Cruz más grande del mundo y los restos de más de 40.000 españoles que murieron defendiendo su ideal. Y es que allí está enterrado Francisco Franco, el blanco de todo el odio y rencor acumulado de la izquierda y el nombre a esquivar a toda costa por la derecha. Treinta y cinco años después de la muerte de Franco, hay demasiado idiota acomplejado temeroso de contaminarse de «franquismo» por subir al Valle de los Caídos, uno de los templos más impresionantes del mundo dedicados a la exaltación de la Santa Cruz.

El mismo sábado, los voceros de la izquierda volvían a asustar a la gente alertando de la prevista concentración de "neonazis" y "fascistas" el domingo en el Valle. Y seguro que más de uno ha sido sensible a la vieja trampa. Entre los miles de fieles que acudimos a la Santa misa no hubo un sólo grito, ni una sola estridencia, ni el más mínimo rastro de nazis ni de fantasmas. Pero entre las ausencias, muchas de ellas destacadas, sobraba el miedo y faltaba la vergüenza.

Ayer no se trataba de recordar a Franco, cosa perfectamente legítima, por cierto. Sino de acudir a misa para dar testimonio de cristianos ante una repugnante injusticia de un gobierno sectáreo y anticlerical que ha cerrado un templo alegando excusas inventadas. Pero muchos aún no se han dado cuenta.


Otros muchos sí lo hicimos, y debemos seguir haciéndolo todos los domingos hasta que el Gobierno ceda. Ayer no tuvo más remedio que abrir el recinto del Valle, pero no debemos parar hasta que abra la Basílica de una vez. Lo de ayer fue un paso importante, pero no debemos caer en la autocomplacencia. Falta mucho camino por recorrer. Mientras tanto, aquí os dejo los vínculos de muchas informaciones sobre la misa de ayer.

LFU
ABC Multitudinaria asistencia a la misa en la explanada del Valle de los Caídos La presencia de miles de fieles obliga a Patrimonio a abrir el Valle de los Caídos
Unos 2.000 vehículos han colapsado las carreteras de acceso a El Escorial, provocando atascos de hasta 10 kilómetros >
EL MUNDO
LA VANGUARDIA
Videos:
Entrevistas a Antonio Torres y al Padre Abad

10 de noviembre de 2010

Las mentiras del Gobierno sobre la situación del Valle de los Caídos


Los hechos que se desprenden de la documentación existente son muy diferentes a las falsedades y ruedas de molino que se nos quieren hacer tragar a los españoles, creyentes o no, para justificar el cierre ilegal de un lugar de culto y religioso como es la Basílica Pontificia de la Santa Cruz, así como del recinto completo del Valle de los Caídos que también tiene la naturaleza de lugar de culto y religioso conforme viene a corroborar la misma Ley de la Memoria Histórica.

PRIMERA MENTIRA. En una primera fase, hace aproximadamente un año, se trató de justificar el entonces cierre unilateral de las instalaciones destinadas al culto y del conjunto del Valle de los Caídos, con el argumento falaz de la inseguridad supuestamente derivada de fallas en la estructura del interior de la Basílica, tal como se mencionó de forma expresa en carta firmada por el Subsecretario de la Presidencia y dirigida al Padre Abad, argumento que fue categórica y rigurosamente desmontado por los resultados del pormenorizado informe técnico que a petición del Padre Abad se realizó a los efectos, en el cual se concluyó que el tal supuesto riesgo es sencillamente nulo.

SEGUNDA MENTIRA. Ante la desfachatez del la primera mentira, intentaron una segunda. Ahora se trataba de unos supuestos indicios de que había riesgo de que se perpetrará un atentado terrorista en la Basílica. Alguien con un poco de sentido común en el Ministerio de la Presidencia debió poner el grito en el cielo, y pronto abandonaron tan peregrina como escandalosa idea.

TERCERA MENTIRA. Posteriormente , en escrito enviado ahora por Patrimonio Nacional, se vino a trasladar otro nuevo y supuesto riesgo a la escultura monumental denominada La Piedad, pieza religiosa de gran trascendencia para los católicos por su significado y por haber sido consagrada en su día y, por supuesto, para todas las personas de buena voluntad y sensibles al patrimonio histórico artístico de España.
De nuevo, diversos expertos en la materia, incluida la Fundación Juan de Ávalos, pusieron con toda la razón el grito en el cielo para denunciar esta nueva mentira y el destrozo que se pretendía hacer con dicha pieza escultórica religiosa.
Ese destrozo, evidente por las fotografías y al que se negaron algunos honestos técnicos del mismo Patrimonio, fue lo que de forma tan valiente como decidida impidió personalmente el Padre Abad, interponiéndose físicamente entre los operarios y la Piedad, de lo cual se guardó un audio completo de tal intervención.
Unos días antes, en una patética rueda de prensa dada por funcionarios de Patrimonio Nacional al pie de La Piedad, se trató de hacer creer a los medios de comunicación allí convocados que el Padre Abad y la Comunidad Benedictina habían dado su autorización para proceder a la supuesta restauración de la escultura.

CUARTA MENTIRA. Pero aún suponiendo sin conceder que fuera necesario reforzar la seguridad de La Piedad, jamás aceptó Patrimonio Nacional ni el Ministerio de la Presidencia, a quienes el Padre Abad lo solicitó por escrito en numerosas ocasiones, el aportar y consensuar con los técnicos que asesoran a la Comunidad Benedictina, ningún plan de actuaciones técnicas, plazos de ejecución de la obra, ni nada de lo que suele ser lo normal y procedente en estos casos.
Sencillamente sólo querían y quieren tener una excusa para mantener cerrado sine die el Valle de los Caídos.
El entonces Subsecretario adscrito al Ministerio de la Presidencia, trató de amedrentar al Padre Abad, -en uno de sus muchos y desesperados intentos porque cediera la posesión del Valle de los Caídos-, exigiéndole que dejará de resistirse y que comprendiera que los católicos han dejado de existir en España. Curiosamente ayer el ministro José Blanco le enmendaba la plana al Santo Padre y a la Iglesia Española arguyendo que cada vez tiene menos seguidores.
Ante tanto desvarío, desfachatez y mentiras por parte del gobierno que nos ha tocado sufrir, no cabe sino acudir como se está haciendo a los Tribunales para que se de cabal cumplimiento a la ley, a los medios de comunicación nacionales y extranjeros para exponer y documentar la verdad y, por último, los católicos a la Santa Misa a que hemos sido convocados todos los domingos a las 11:00 h. a las afueras del recinto del Valle de los Caídos, todo ello con todo el respeto a la legalidad vigente y a los Guardias Civiles que no son responsables del las órdenes que reciben, aunque debieran tener en cuenta la manifiesta ilegalidad de las mismas, pues ésta podría alcanzarles en su día sin poder alegar "obediencia debida".

8 de noviembre de 2010

Viva Cristo Rey. Misa de campaña en el Valle de los Caídos







Ayer, mientras el Papa llenaba de alegría los corazones de miles de españoles en su visita apostólica a Barcelona, Jesucristo Rey del Universo salió al encuentro de los que le buscaban a las puertas de acceso al recinto del Valle de los Caídos, desafiando el cierre ilegal e injusto de Su casa por un gobierno que ha alcanzado cotas inimaginables de persecución y miseria contra una de las mayores Basílicas de la Iglesia Universal.

Si creía el gobierno que puede ponerle puertas a Dios, ayer tuvo su emocionante respuesta con el gesto valiente de toda la Comunidad Benedictina que custodia el sagrado lugar, llevando el Santísimo a las puertas del recinto para desafiar a la fuerza utilizada por el gobierno para impedir a los fieles que accedieran a la Basílica a celebrar la Eucaristía.

No recuerdo jamás una misa tan emocionante. A muchos de los que allí estábamos, se nos humedecieron los ojos al ver al Santísimo sobre una mesita que hacía las veces de Sagrario en medio de un pequeño pinar al borde de la carretera. No sólo bajó la Comunidad en pleno. También el Coro ¡y hasta el organista, con un pequeño órgano “de campaña”. Todo lo cuidaron, para que Dios estuviese como en su casa. Y es que esos pinares, en una fría y gris mañana de otoño se convirtieron en un emocionante y bello templo en el que todos nos sentíamos más cerca de Él.

Ayer éramos pocos, doscientos, tal vez. Pero mañana serán muchos más y así todos los domingos hasta que se haga justicia de una vez. Con un nudo en la garganta escuchamos la insólita homilía del Padre Santiago Cantero, quien nos recordaba el grito de Viva Cristo Rey con el que abrazaron la vida eterna tantos cristianos perseguidos por su fe. Y qué consuelo escuchar en la voz firme y decidida de un sacerdote recordarnos que nadie se acuerda a los clérigos acomodaticios que en tiempo de persecución pactaron con los verdugos para salvar la vida, mientras la Iglesia honra en sus altares a los que supieron morir sin renegar de su fe.

Os dejo con el testimonio gráfico de un acontecimiento único, que nunca pensé que me tocaría vivir y con las valientes palabras del Padre Santiago Cantero OSB en una mañana que ya nunca jamás podré olvidar.

HOMILÍA - XXXII DOMINGO T. O. (CICLO C)

Queridos hermanos en Cristo Jesús:

Las lecturas de hoy resultan sugerentes sobre todo para dos aspectos de nuestra vida actual. Por un lado, nos encontramos en el mes de noviembre, dedicado a la intercesión por las almas de los difuntos: se abre con la solemnidad de Todos los Santos, que nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad ante Dios y a la salvación eterna; y al día siguiente prosigue con la conmemoración de los Fieles Difuntos, que instituyó el abad cluniacense San Odilón a inicios del siglo XI.

Es precisamente en el segundo libro de los Macabeos donde se encuentran algunos de los textos en los que la Iglesia Católica fundamenta la creencia en el Purgatorio o unas penas purgatorias, que es un dogma de fe definido por el II Concilio de Lyon en 1274. Para pasar a contemplar la belleza infinita de Dios, las almas deben estar limpias de toda mancha dejada por sus pecados. Nosotros podemos ofrecer nuestras oraciones, penitencias, limosnas y sobre todo el Santo Sacrificio de la Misa para que las almas que se encuentran en ese estado puedan pasar a disfrutar de Dios.

En el texto que hoy se ha leído, contemplamos la firme esperanza de los hermanos Macabeos en el premio eterno por su muerte martirial en defensa de la fe. “Dios quiere que todos los hombres se salven”, dice San Pablo. Y Jesús nos habla de la inmortalidad, pues Dios “no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos están vivos”. Dios desea que todos podamos llegar a gozar de la visión de Él en el Cielo. La secta de los saduceos, que trataron de poner a prueba a Jesús, tuvo su origen precisamente en la época de los Macabeos: fueron los judíos helenizantes que colaboraron con las autoridades impías y aceptaron elementos provenientes del paganismo y del racionalismo. Serían unos de los responsables en llevar a Jesús al Calvario. Aquí entra la segunda consideración.

Los Macabeos son un ejemplo de martirio en tiempos de persecución religiosa. No tenían miedo a la muerte, porque creían en el premio eterno. Jesucristo ha culminado lo que ellos anticiparon y se ha convertido en el Gran Mártir de la verdad y del amor de Dios, la Víctima que se ha ofrecido al Padre para redimirnos del pecado y abrirnos las puertas del Cielo. Por eso todos los mártires han dado desde entonces su vida por Él y con Él.

Hoy vivimos tiempos difíciles para la fe en España y el testimonio de los mártires debe servirnos de estímulo frente a la adversidad. Ayer mismo celebrábamos la memoria de los mártires españoles del siglo XX. En el avión de venida, el Santo Padre Benedicto XVI dijo ayer que España está sufriendo una ofensiva laicista muy semejante a la de los años 30. Vosotros mismos lo podéis contemplar hoy en esta celebración, que a mí me recuerda a las misas del Beato mártir Jerzy Popieluszko en la Polonia de los años 80. Por ello, debemos mirar el valor de los mártires para llenarnos nosotros mismos de valor.

Traigamos a la memoria los cerca de 50 católicos asesinados esta semana en Irak por elementos islamistas. Ojalá los católicos españoles seamos capaces de decir con convicción lo que ha dicho el cardenal arzobispo de Bagdad: “No tememos la muerte”.

Es preferible una Iglesia mártir −y recordemos que la palabra mártir significa “testigo”− que una Iglesia connivente con el mal por temor a perder un bienestar temporal. A medio y largo plazo, la Iglesia que realmente pervivirá será la primera. Hoy no honramos a ciertos eclesiásticos que en los años de la persecución en México pactaron los denominados “arreglos” con el gobierno masónico, sino que veneramos como santos y beatos a los mártires cristeros, procedentes sobre todo del pueblo sencillo.

No tengamos miedo a defender la verdad de Cristo. San Juan Crisóstomo fue desterrado dos veces por denunciar públicamente la corrupción de la corte de Constantinopla, pero ante la persecución afirmaba: “Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? ‘Para mí la vida es Cristo y una ganancia el morir’. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena’. ¿La confiscación de los bienes? ‘Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de él’. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. Yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo: […] ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’”.

Evitemos el odio que pueda surgir en nuestro corazón hacia quienes persiguen la fe. Oremos por ellos y que el amor de Cristo venza el muro del odio. Pero, sin dejar de amarles, sepamos también mostrar nuestra firmeza, porque el Señor está con nosotros y tenemos que defender su heredad, de la que forman parte las iglesias y los lugares de culto. Que podamos decir con convencimiento las mismas palabras que el abad benedictino Santo Domingo de Silos dijera a un rey de Navarra en el siglo XI: “La vida podéis quitarme, pero no más”.

Quiero terminar extractando algunos preciosos versos de una canción que entonaban los cristeros mexicanos y que revelan el valor y el anhelo de eternidad que debemos tener. Dicen así: “El martes me fusilan / a las seis de la mañana / por creer en Dios eterno / y en la Gran Guadalupana. […] Matarán mi cuerpo, pero nunca mi alma. / Yo les digo a mis verdugos / que quiero me crucifiquen, / y una vez crucificado / entonces usen sus rifles. […] No tengo más Dios que Cristo, / porque me dio la existencia. / Con matarme no se acaba / la creencia en Dios eterno: / muchos quedan en la lucha / y otros que vienen naciendo. […] ¡Viva Cristo Rey!”

Que la Santísima Virgen nos alcance del Espíritu Santo el don de fortaleza y haga que la visita del Santo Padre traiga sobre nuestra querida y atribulada España frutos copiosos de una fe recia y de un espíritu ardiente.

4 de noviembre de 2010

Prohibido oir misa


En la España de las «libertades» cualquier prohibición resulta verosímil y cualquier mentira encuentra fácilmente su indulgencia. Como informa hoy la prensa, la Guardia Civl, cumpliendo órdenes de la Delegación del Gobierno, impidió ayer la entrada a la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos a decenas de fieles que querían asistir a la misa funeral que allí se celebraba por todos los muertos de la guerra civil.

Primero se les dijo que no había ninguna misa, falsedad que quedó al descubierto al confirmar lo contrario con el Abad del Valle de los Caídos. Después, se alegaron motivos de seguridad, lo cual resulta alarmante para los fieles que hemos acudido durante estos meses, sin impedimento, alguno a la misa conventual de las 11 de la mañana, sin que nadie nos advirtiera de los riesgos que corrían nuestras vidas -y las de nuestros hijos- al acudir a misa.

El Gobierno parece decidido a pisotear la ley y los derechos fundamentales, con el beneplácito silente de la oposición y con la jerarquía de la Iglesia Católica mirando para otro lado. Si esto es un Estado de Derecho, que venga Dios -ya que no nos dejan ir a verlo a su casa- y lo vea. Y, como dejó escrito Bécquer, ¡Dios mío qué solos se quedan los muertos!

LFU

20 de octubre de 2010

El Valle de los Caídos, patrimonio de los Españoles

Reproduzco a continuación el artículo publicado hoy en El Mundo (así como su contrapunto). Debo indicar que, por cuestiones de espacio, se han comido los dos últimos párrafos, que se reproducen a continuación:

"El Gobierno de Zapatero -que desde el principio no ha ocultado su carácter jacobino, gobernando en contra de una parte de los españoles- ha dado sobradas muestras de su férrea determinación para impedir u obstaculizar el culto en el recinto como primer paso para cerrar el monumento, y por el momento lo ha conseguido -siquiera parcialmente- con los andamios colocados en la puerta del templo para las obras de “restauración” , hoy paralizadas, de la Piedad que la corona, pues sólo puede acceder a la Basílica quien quiere acudir a la misa conventual de las 11 de la mañana, para lo cual tiene que atravesar diversos túneles, pasadizos y ascensores, que convierten la visita en toda una aventura con el sabor emocionante de la clandestinidad. Es probable –dada la manifiesta ilegalidad con la que se ha procedido- que finalmente los Tribunales le obliguen a reabrir la Basílica, pero cada día que permanece cerrada –y la justicia no es precisamente rápida- es ya una victoria del resentimiento contra el derecho y la libertad.

Debemos exigir de quienes nos gobiernan que pongan su empeño al servicio del futuro de España y dejen para las generaciones venideras el juicio de la historia, huyendo de tentaciones iconoclastas más propias de civilizaciones instaladas en el arcano de la historia. Dejen en paz de una vez el Valle de los Caídos, que es patrimonio de todos los españoles –de los que les gusta y de los que no- y dedíquen esfuerzos y recursos a resolver los problemas que aquejan a una España menguante a la que quieren negarle el futuro precisamente los que se empeñan en aferrarse al pasado."


LFU

6 de octubre de 2010

El Abad del Valle de los Caídos demanda al Gobierno por el cierre injustificado de la Basílica


Era una noticia esperada por muchos (Ver aquí). La Comunidad benedictina de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos con su Abad Mitrado al frente ha interpuesto recurso contencioso-administrativo contra la resolución por vía de hecho adoptada por el Gobierno de la Nación consistente en el cierre de la Basílica pontificia, arbitraria y carente de cualquier clase de justificación.

El incumplimiento por parte del gobierno de todas las promesas formuladas con el intento de dilatar el cierre, han decidido a la Comunidad benedictina, respaldada por el Arzobispado, a tomar esta decisión, que culmina por el momento uno de los mayores episodios de acoso contra una comunidad religiosa del presente siglo en un estado que se pretende de derecho.

Me consta que más de un Abogado del Estado ha pedido que pase de él tan espinoso cáliz, por lo que es de esperar que la defensa del Estado caiga en manos de uno de los «elegidos».

Ojalá se haga justicia, de una vez.

LFU

21 de septiembre de 2010

El Abad del Valle de los Caídos denuncia el acoso que sufre la Basílica


En su homilía del pasado día 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, el Abad del Valle de los Caídos D.O.M. Anselmo Álvarez Navarrete, volvió a hacer pública su denuncia sobre la situación de acoso gubernamental que sufre el sagrado recinto y sobre la cual sigue pesando el más oominoso velo de silencio por parte de toda la clase política:


«(...) El rechazo de la Cruz es el rechazo de Cristo. No es extraño, por eso, que en torno a ella se esté librando la última batalla, como se libró la primera junto al árbol del paraíso. Pero sabemos que ella es más fuerte que las «puertas del infierno» y que todos los efímeros poderes humanos: «lucharán contra ti pero no prevalecerán» (cf Ap 12, 8) porque, como dice un escritor judío contemporáneo: «los abrazos de todo el mundo son más débiles que los brazos extendidos de Cristo» (Joseph Brodski).

Si algún día las cruces fueran desterradas físicamente siempre se alzará un altar en los corazones y una oración en el alma de muchos hombres, que mantendrán vivos el recuerdo y el amor de esa cruz, hasta que se cumpla lo anunciado: «la señal de la Cruz aparecerá en el cielo cuando el Señor venga a juzgar esta tierra». De hecho, es la Cruz lo único que permanece firme (Stat Crux): frente a todo lo que es pasajero: hombres, ideologías, sistemas, luchas; frente a todo lo que la desafía pero junto a todos los que la aman y esperan en ella. Por eso, la cruz será lo último que desaparezca de este mundo.

Esa Cruz tiene un asiento preferente en este Valle de los Caídos, en el que un grupo de monjes canta diariamente sus alabanzas y eleva su oración por aquellos cuyos restos fueron depositados a su sombra, en espera de la resurrección. Junto a ella se levanta una Basílica y un monasterio, cuyo conjunto constituye uno de los monumentos más insignes erigidos a la gloria de Dios. Expresamente ha sido definido como lugar de culto, por tanto lugar de la presencia y de la gracia de Dios, de oración y de meditación; por consiguiente, un lugar inofensivo, abierto a todos como signo de paz, de acogida y de concordia; lugar que cobija sin discriminaciones a los adversarios del pasado, que ha contemplado multitudes de visitantes y peregrinos, venidos siempre en son de paz, de plegaria o de contemplación de la fiesta estética y espiritual que el Valle les ofrece. Una cruz y un templo no perturban a nadie sino que, por su propio significado, abren sus brazos y sus puertas a todos.

Sin embargo, este lugar de culto se encuentra hoy notablemente condicionado en su uso por circunstancias poco convincentes.

Se alude a una falta de seguridad para los visitantes de la Basílica. Pero un peligro o una inseguridad material hipotéticos no pueden ser pretexto para impedir de manera continuada el ejercicio de un derecho real y fundamental, consignado en todas nuestras fuentes legales. La suspensión de este derecho, para la que nunca ha existido consentimiento por parte de la institución a la que corresponde la autoridad de iure sobre la Basílica, y que afecta a todos los posibles usuarios de la misma, resulta un daño cualitativamente superior a los riesgos eventuales que sirven de pretexto. No porque esos riesgos nos resulten indiferentes, sino porque es sabido que pueden ser anulados con las máximas garantías, mediante procedimientos técnicos completamente fiables. Por eso urgimos a que no se demoren las medidas que posibiliten el rápido restablecimiento de las actividades normales de la Basílica y de la vida del Valle, en armonía con la naturaleza del lugar y de su propia finalidad legal.Confiamos estas intenciones a la Santa Cruz del Valle y a la reliquia del lignum crucis que después vamos a venerar, y de cuya recuperación nos gozamos, al mismo tiempo que damos gracias a Dios

3 de marzo de 2010

Valle de los Caídos. El gobierno oculta las razones de un cierre ilegal.



El título de esta entrada no debería llamar la atención de nadie, pues no constituye ninguna novedad tras seis años de ignominia, en los que el Gobierno ha negado más veces que San Pedro hasta la crisis que padecemos.

El Gobierno español ha incumplido el compromiso contraído con el Abad del Valle de los Caídos de reabrir el recinto a la visita pública el 1 de marzo, desde que fuera ordenado su cierre en el mes de noviembre de 2009. Para ello, siempre de forma verbal, se refugia ahora en la mendaz justificación de peligro que supone la escultura de la Piedad situada sobre la puerta de acceso a la Basílica y exige su retirada fulminante para ser restaurada en los talleres de Patrimonio Nacional. Lo hace contra los reiterados estudios técnicos de la Fundación Juan de Ávalos –propietaria de los derechos de autor de las esculturas- y de otros arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio, que advierten, primero, de la inexistencia de riesgo alguno y, después, de que la retirada de la escultura supondría su total destrucción puesto que fueron concebidas para ser reparadas in situ.

No menor gravedad reviste el permanente y vergonzoso hostigamiento, por parte de diversos altos funcionarios adscritos al Ministerio de la Presidencia, –cuya titularidad ostenta la Vicepresidenta del gobierno, Doña María Teresa Fernández de la Vega-, fundamentalmente por parte del Subsecretario Sr. D. Juan José Puerta, quien, al parecer, ha llegado en algunos momentos a ofender la dignidad episcopal de que está investido el Padre Abad, así como su dignidad como persona.

¿Qué quiere el Gobierno? Por un lado, alargar el cierre del Valle de los Caídos de forma indefinida para tratar así de que la Comunidad Benedictina acabe por tirar la toalla y abandonar el monasterio y la Basílica Pontificia (algo que no pueden hacer sin una orden expresa del Vaticano y que, desde luego, no están dispuestos a hacer voluntariamente), para obtener su propósito de desacralizar el recinto e instalar el “Museo de los Horrores” del régimen franquista, en consonancia con la estrategia falaz y manipuladora de su Presidente. Por otro, buscan la mediática foto de una grúa retirando la escultura como excusa para su cierre definitivo. El Gobierno, desde hace más de cinco años ha incumplido sistemáticamente su obligación de mantener el Valle de los Caídos para poder cerrarlo y ahora pretende justificar el cierre por el supuesto estado de deterioro y abandono que presenta y del que él mismo sería el único responsable.

Todo es mentira. Los informes que sobre la estructura del Valle de los Caídos acaban de realizar un equipo de los más insignes ingenieros y arquitectos españoles, que han trabajado desinteresadamente para defender el lugar sagrado de la ofensiva talibán del Gobierno, demuestran que la estructura del Valle de los Caídos goza de una salud envidiable y que no existe el menor peligro sobre la misma. Lo mismo cabe decir de las esculturas que abrazan la base de la Cruz, sobre las que la Fundación Juan de Ávalos ha realizado un informe exhaustivo.

El gobierno, por su parte, no se ha atrevido a dictar orden alguna por escrito, temeroso de la flagrante ilegalidad en la que podría incurrir, a la vista de los estudios técnicos existentes, que no han sido contradichos por ningún otro, ya que el Gobierno no ha encargado estudio o informe pericial alguno en el que sustentar sus delirantes intenciones. Su estrategia es la de los hechos consumados, es decir, la vía de hecho, que tan buenos réditos le ha dado hasta la fecha.

La batalla, por tanto, se presenta ardua y seria y desgraciadamente tendrá que ser librada en sede diplomática y en los tribunales, pues la actuación del gobierno atenta contra numerosas disposiciones legales tales como: Código Penal (Arts. 522, 523, 524, 525), de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (Arts. 1,2 y 3), de la Constitución Española (Arts. 14 y 16), de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 18), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. 18, 20), de la mismísima Ley de la memoria histórica (Art. 16) que define al Valle de los Caídos como lugar de culto, y el artículo 1 del Concordato entre el Estado Español y la Santa Sede, que declara expresamente la inviolabilidad de los lugares de culto.

Los españoles cristianos tenemos la obligación de defender el lugar sagrado del ataque injusto del que está siendo objeto. Desde aquí pido a todos, vuestra oración y que, los que podáis, os acerquéis con vuestras familias a la misa de 11 de la mañana, único acto litúrgico para el que se permite el acceso a la basílica, y que no cejéis en reivindicar el derecho a rendir culto al Santísimo, ahora injustamente cercenado, ante cualquier instancia.

No podemos dejar que se salgan con la suya. Hay que defender el Valle de los Caídos.

LFU