Como española y americana, me siento
obligada a clarificar algunos puntos sobre las elecciones Presidenciales 2020
de EEUU.
Comprendo
claramente que existe una gran confusión en EEUU y mundialmente ya que los
medios de comunicación masivamente han decidido, otorgándose un poder que no
les corresponde, proclamar Presidente a Joe Biden. Debo clarificar que esto es
simplemente erróneo, FALSO.
Todavía
no ha habido ni un solo estado que haya declarado un ganador y no lo harán
hasta que “el colegio de electores” se reúna en las respectivas capitales de
sus estados para votar, y esto no ocurrirá hasta principios de diciembre como
pronto (os recuerdo que el sistema americano es muy diferente al español).
Dadas
las serias acusaciones (algunas de las cuales ya se han presentado o están
presentando pruebas con gran fundamento) de irregularidades de votos y fraude,
numerosos “estados clave” se encuentran bajo escrutinio y todavía pendientes de
recuentos. Existe un gran número de serias irregularidades. Así, tanto como a
muchos les gustaría el que las elecciones 2020 ya estuvieran resueltas, lo
cierto es que NO LO ESTAN.
Si
algunos recuerdan, las elecciones Presidenciales del año 2000 no se decidieron
hasta el 12 de diciembre.
El
frenesí por declarar a Biden como ganador se basa solo en propaganda y
distorsión. Los medios de comunicación y los encuestadores han promocionado de
un modo descarado una Victoria arrolladora para Biden en sus predicciones. Si
bien esto podría haber sido un error de juicio, no descarto que haya
expectativas elevadas intencionalmente para afectar la participación de
votantes etc.
Lamentablemente,
hasta la Conferencia de Obispos de EEUU (USCCB) en una declaración emitida por
el Presidente de la misma, el Arzobispo José Gómez, dio la bienvenida al “Nuevo
Presidente” Biden.
Tales
declaraciones ignoran por completo el marco constitucional para las elecciones
presidenciales y la resolución de disputas y denuncias de actividades
delictivas por parte de algunos funcionarios que supervisan la distribución y
tabulación de los votos.
Existe una tradición de UN
VOTO POR PERSONA. Existe evidencia de que ha habido violaciones a este
principio con votos presentados con nombres de personas fallecidas, personas
con múltiples votaciones a su nombre y otras muchas irregularidades.
Estos asuntos se
encuentran ante los tribunales, presentados por quienes buscan reparación por
delitos que, si se prueban, son punibles bajo la ley federal.
Espero que esto clarifique
LO QUE ESTA EN JUEGO. El resultado de unas elecciones en un país democrático, no es declarado por los medios de comunicación, sino por el recuento veraz de votos realizado de acuerdo con la
legalidad.
Beatriz Silva de Lapuerta