El 6 de febrero de 1981 apareció el cadáver del Ingeniero José María Ryan en un camino forestal entre Zarátamo y Arcocha con un disparo en la cabeza. Atado atado y amordazado, fue asesinado cobardemente por la ETA tras siete días de tortura y secuestro. Ryan tenía 39 años y dejaba 5 niños huérfanos. El 8 de febrero de 1981, el Diario "El Alcázar" publicaba este artículo de José Utrera Molina.