Impávido. Así se muestra el presidente mientras un parlamento autonómico desafía descaradamente a toda la nación saltándose la propia legalidad que lo ampara. El pueblo español está harto de la tomadura de pelo de unos golfos apandadores que han secuestrado una parte de nuestro territorio para robar a manos llenas y llevarse calentito lo que hemos pagado todos.
España clama por una actuación contundente del gobierno y la respuesta que se encuentra es que van a recurrir, una vez más al propio Tribunal Constitucional al que el parlamento catalán ha decidido por votación que le va a hacer una peineta como una catedral.
Me recuerda la imagen de aquél Ramses II que, tras cada plaga, reunía a sus notables para encontrar una solución plaga, sin decidirse nunca a hacer lo que tenía que hacer para que cesase el tormento divino.
Rajoy es así. No tiene redaños ni personalidad para tripular la nave de España en medio de una de sus peores tormentas. El tiempo, otrora su aliado para dejar las cosas como están, ahora corre en su contra. O se decide de una vez a aplicar la ley de una vez por todas en Cataluña caiga quien caiga, o quien acabará cayendo, con deshonor y vergüenza, será él mismo, a quien todos pediremos responsabilidad por la ruptura de España.
LFU
1 comentario:
¡Qué miedo ! Estarán diciendo ahora los insurrectos. . ¿Es esa la preparación artillera de mi gobierno?
Sra.Vicepresidenta la única forma de inhabilitar a un golpista que no desiste es apresandolo. Desde hace días ya siento igual de asco por los sublevados que por los jefes de mi tribu convertidos en coro de mariachis con la monocorde cancion de ley,ley,ley y más ley. ¡Iros por el albañal de la Historia por dejar que la Nación sea fracturada sin pegar un tiro.
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