He vuelto. Me resistía
a retomar la pluma, adormecido aún por las olas de la mar, pero la entrevista
de esta mañana al miserable Artur Mas en Ondacero me ha despertado del letargo.
Llegaba tarde a una reunión y no he podido escucharla entera.
Pero me bastaba lo oído. El anuncio público
y descarado de la próxima comisión de una serie de delitos de máxima gravedad,
que habrán de culminar con la secesión de una parte del territorio nacional. La
crónica anticipada de un delito anunciado. La escandalosa confesión pública de la
existencia de una conspiración para cometer un delito por quien tiene la
posibilidad de hacerlo.
Adormecido aún por los ecos estivales, he llegado a pensar ingenuamente
que la policía interrumpiría la emisión y detendría de inmediato al malhechor por
orden de la fiscalía para ponerlo a disposición judicial.
He imaginado qué hubiera pasado si Antonio Tejero Molina hubiera
sido entrevistado en enero de 1981 y hubiera desgranado paso a paso su plan
para entrar en el Congreso como fue expuesto en el piso de General Cabrera ante
Armada y los demás. El final de todo sería un gobierno de concentración para
cambiar el rumbo del sistema. Imposible ucronía, ya que ni siquiera Tejero
sabía lo que estaba detrás de su operación táctica. Pero lo que todos sabemos –o no- es que Tejero
no hubiera terminado la entrevista. Ya lo habían detenido y condenado por una
conversación de café en el que hablaba de la posibilidad de un golpe de timón.
Pero he salido de la reunión, he consultado la prensa
digital y España, su gobierno y sus instituciones siguen anestesiadas. Me gustó
el artículo de Alfonso Guerra y su andanada contra el gobierno por su inacción
ante un golpe de Estado a cámara lenta. Más que el de Felipe, dando lecciones
extemporáneas que debiera haberse aplicado a sí mismo en su día. Nada de lo
dicho ha excitado el carísimo celo de la Fiscalía General del Estado.
Me he acordado de la paralela que recibí anteayer de
Hacienda y he pensado que no somos nadie. He pensado en el artículo 14 de la
Constitución, ese que habla de la igualdad de todos los españoles ante la ley y
me he sorprendido a mí mismo esbozando una escéptica sonrisa. Me he acordado de la imagen de Rato
mil veces repetida entrando cabizbajo en un coche policial y de la imagen
idílica de los paseos del “honorable” Pujol y su mujer por la Costa brava.
Y me he acordado que dentro de nada, hay elecciones. Y ni
España, ni el Estado de Derecho valen una higa cuando se trata de decidir quién
será el próximo inquilino de la Moncloa. Tú tranquilo, Mariano, que cuando todo
se haya consumado, a lo mejor ya no tienes que hacer nada más que fumarte un
puro.
Bienvenidos queridos lectores, a este nuevo curso, que
promete ser intenso.
LFU
Bienvenido de nuevo. No soy de los totalmente conformes con todo lo que publica en el blog, pero la inmensa mayoría de las veces dice lo que tiene que decir, y eso le honra más que mucho.
ResponderEliminarDe ciertos mentecatos auto-proclamados "Mesías" mejor no completar la descarga de descalificativos pendientes de soltar, porque en esta partitocracia le cierran la boca a uno más pronto que tarde (aún si el "blanco" se lo merece con creces). Cosas de "demócratas"...
Ya queda menos, como siempre digo, para que se líe la que se tiene que liar. No solo a nivel nacional (me niego en redondo a escribir "estatal", como se nos intenta inculcar cual loros repetidores), sino a nivel mundial.
De lo que salga habrá otras cuantas décadas de "tranquilidad" hasta que volvamos a ver lo mismo.
Muy agradecido
ResponderEliminarQué bueno leerte de nuevo amigo Felipe. Bien sabes que se te ha echado de menos. Yo aún creo que el horizonte tan oscuro meses atrás está comenzando a ser más claro. Creo que las noticias de última hora, cocinadas o no, están siendo muy buenas en comparación con lo que creía, al menos yo a nivel personal, que iba a pasar. El mero hecho de ver a los adalides de la libertad, prohibir a sus ediles acudir a las liturgias de las fiestas populares, sí sí, prohibir...es una grata noticia, al menos para los que aún guardan ciertas neuronas para pensar. El mero hecho de ver a los adalides de libertad no votar a favor de las libertades en Venezuela, es una grata noticia. El mero hecho de ver a la alcaldesa de Barcelona, indicar que por ser republicana se salta la Ley que le parezca injusta sobre los bustos del Rey, y quedarse tan ancha...es una grata noticia. El mero hecho de ver a los podemitas, ahora, intentar desligarse de Syriza, como si no fuera su espejo, es una grata noticia. El mero hecho de ver a la super-abuela-alcaldesa yéndose de vacaciones a vender su libro, es una grata noticia. El mero hecho de ver que los partidos nacionalistas en Cataluña deberían llamarse "Tots Junts per el 3 per cent" es una grata noticia.
ResponderEliminarYo creo amigo Felipe, que escuchar a Mas, es una grata noticia. Ver a semejante estúpido e incoherente echar pescados podridos por su boca...es una grata noticia. Si de verdad hay neuronas en este país, esto deberían ser buenas noticias.
Lamentablemente si el gobierno no actúa en consecuencia, confío en que serán las fuerzas armadas quien frene este golpe de estado porque sino lo hacen, tendremos que ser entonces el resto de españoles quien lo haga. Siempre he creído que es mejor una vez colorado que ciento amarillo, lastima que así no lo entiendan la mayoría de los líderes políticos.
ResponderEliminarEstimado Angel, este golpe de Estado que pretende una minoría, no tendrá éxito, si bien, la situación a la que hemos llegado se debería haber evitado hace muchos años. El problema es que la mayoría, no hace ruido, y también está anestesiada. Y no me refiero al pasado, cuando se intentó hacer un referéndum ilegal. Habría que irse atrás, cuando la cepa del virus, en formato textos de libros de texto (valga la redundancia), manipulaban la historia, enseñando a niños catalanes infamias y mentiras. O cuando la cepa del virus, en formato de banderas españolas no izadas en ayuntamientos de forma impune, daban a entender que desde gobierno central se miraba a otro lado. Ahora ya no es cuestión de vacunar, ahora hay que operar, y aparte de eliminar tumores malignos, posiblemente aplicar quimioterapia política, para evitar más metástasis, y esperemos nunca amputar. Como siempre digo, cuando todo es tan evidente desde la posición inferior, en nuestro escalón, quizá es que nuestras altura no nos permita ver lo que se está cocinando en el primero de los escalones...quizá la imagen sea dantesca. Lo que daría porque nuestros políticos pudieran explicar porqué hemos llegado a esta situación.
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