Cuando era niño ponía todo mi afán en seguir tus pasos,
largos, rápidos y marciales. Hoy lo pongo en acompasar los míos a tu lento
caminar.
Cuando era niño me ayudabas a caminar. Hoy tengo la suerte
de poder ayudarte yo a ti.
Cuando era niño me decías que fuera siempre erguido, alta la
mirada. Y a pesar de los años que has vivido, a pesar de tus limitaciones,
sigues altivo y en pie.
Cuando era niño me enseñaste el valor de la esperanza. Y sigues
sin miedo a la oscuridad, porque sabes que no hay noche sin aurora.
Cuando era niño soñaba que algún día sería un hombre como tú.
Hoy sigo soñando lo mismo.
Cuando era niño y no sabía lo que era ser un hombre, te
admiraba. Hoy, que sé lo mucho que cuesta serlo, te admiro mucho más.
Y le doy gracias a Dios por haber tenido un padre como tú.
LFU
Preciosas palabras que te honran como hijo
ResponderEliminarQué bonito Luis. Se dice que uno aprende a ser hijo, cuando es padre. Y perfecciona ser padre, cuando se es abuelo. Tu padre estará orgulloso de este regalo. Tres hermosos proverbios judíos, recopilados por un antiguo rey, de los más sabios que hubo, he visto en este escrito:
ResponderEliminar1) "Corona de los viejos son los nietos, la honra de los hijos, sus padres"
2) "El hijo sabio alegra al padre"
3) "Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él."