24 de noviembre de 2014

El PP y el voto del miedo

No descubro la pólvora si digo aquí que el Partido popular a estas alturas, tiene toda la esperanza puesta en el miedo al advenimiento de PODEMOS como su única tabla de salvación de cara a las próximas generales.  Arriola es malo, pero no tonto y tiene abducida a la cúpula del partido que ve como la tierra se empieza a mover bajo sus pies.

Como todo partido que aspira a conquistar la mayor cuota posible del electorado, el Partido popular hace tiempo que renunció a los principios propios de su electorado tradicional, limitando sus objetivos al buen hacer en materia de política económica y a la defensa de principios genéricos políticamente correctos como la Constitución, el progreso , la democracia, etc… evitando la defensa de cualesquiera valores o principios comprometidos, especialmente los de carácter moral, que pudiera ocasionarle una fuga de votos.

Si ha podido hacerlo es gracias a costa de despreciar olímpicamente a una parte de su electorado- precisamente aquél que defiende los valores tradicionales de la derecha española- al cual considera absolutamente cautivo y extraordinariamente perezoso a la hora de considerar nuevas alternativas, ante el miedo a que los zarrapastrosos de PODEMOS pudieran gobernar en España.

Esto no es nuevo, pues ya desde Aznar la búsqueda del centro comenzó a desnaturalizar a la sucesora de Alianza Popular. Lo que sí es una novedad son las formas, pues frente a la sinuosa estrategia del pasado, ahora los modos han sido harto más groseros y desafiantes. Primero la retirada de la reforma de la ley del aborto presentada descaradamente por Rajoy como “lo más sensato”, y apelando a un imposible “consenso” (una vez más el lenguaje políticamente correcto) y después, la absoluta claudicación ante el independentismo catalán concretado en una catastrófica gestión de los sucesos del 9 de noviembre en el que el Estado de derecho desapareció ante la crónica de un delito anunciado, han constituido un duro golpe para ese electorado cautivo que se empieza a resquebrajar.

Rajoy se equivoca fiándolo todo al miedo. Muchos miles de votos como el mío –que tapándome la nariz les di hace tres años- están ya irremisiblemente perdidos, pues ya estoy harto de sonreir cuando me escupen a la cara. Es la hora de una nueva alternativa que recoja la desilusión de miles de españoles que creemos en la vida frente a la cultura de la muerte, que creemos firmemente en España y no estamos dispuestos a asistir impasibles al desmantelamiento de una unidad secular ni al mercadeo continuo con los nacionalistas mirando para otro lado mientras se incumple todos los días la ley en una región española.

Ha sonado la hora. Si queremos cambiar la realidad actual, el cambio tendrá que venir de nosotros mismos, pues nadie va moverse por nosotros. Si no lo hacemos, acabaremos siendo cómplices de nuestro propio desprecio como españoles.


LFU

17 de noviembre de 2014

El abrazo de las dos Españas

58 después se han vuelto a encontrar. Tras la emocionante llamada de solidaridad del viejo militante comunista, Benito García "El Trilla" (96 años), mi padre decidió ir a visitarle por sorpresa a la residencia de Ciudad Real en la que vive con su mujer para abrazarle, acaso por última vez. Los dos han llorado y han reído. Ha sido una mañana luminosa en la que un viejo falangista y un viejo comunista, dos españoles de bien, se han abrazado y emocionado juntos. Esta imagen es de hace una hora, pero debería servir como una lección de vida frente a los que quieren volver a enfrentar a aquellas dos Españas, que si ayer eran capaces de helar los corazones hoy han quedado así fundidas en un abrazo fraternal.

LFU

14 de noviembre de 2014

Luis Felipe Utrera-Molina en COPE

La intervención en el Programa "La Tarde" de Cope ayer, a partir del minuto 11 podéis escucharla pinchando aquí

LFU

13 de noviembre de 2014

Nota de prensa de D. José Utrera Molina

NOTA DE PRENSA


En relación con las noticias publicadas relativas a mis responsabilidades como ministro durante el Régimen anterior, y en defensa de mi honor afirmo:


1.   Mi condición de ministro y el ejercicio de las responsabilidades propias de dicho cargo no constituye, ni ha constituido ni en España, en Argentina, ni en ningún otro ordenamiento jurídico, delito alguno.

2.   La supuesta acción judicial instada desde la judicatura argentina contra mí y otros miembros del gobierno de la nación, no puede ser considerada como tal. Constituye una iniciativa política dirigida en la sombra por quienes en España no pudieron llevar a término su inicua y prevaricadora instrucción penal, por carecer de fundamento legal alguno.

3. La imputación de supuestos crímenes o delitos derivados  del cumplimiento de mis responsabilidades políticas es una calumnia y un atentado contra mi honor, y no descarto ejercer las acciones judiciales pertinentes en mi defensa.


José Utrera Molina
Noviembre 2014.

  

11 de noviembre de 2014

9 de noviembre. Vergüenza nacional

Lo de menos es el número de votos, los porcentajes y demás zarandajas del esperpento secesionista del domingo. Entrar en ese juego es hacer el caldo gordo a los nacionalistas. Lo peor, con mucho, fue la absoluta inacción del gobierno de la nación ante un hecho delictivo sin precedentes por parte de una Comunidad autónoma, anunciado abiertamente con suficiente anticipación.

Artur Mas ha conseguido de largo su objetivo propagandístico mientras la nación española ha sufrido una humillación sin precedentes.  El gobierno de Rajoy ha dinamitado el prestigio que les quedaba a unas instituciones, paralizadas e inoperantes ante un desafío intolerable.

Como escribía ayer Ussía en la Razón, no es un acto de prudencia sino de flagrante cobardía. El gobierno ha cometido una clamorosa dejación de funciones al permitir que se incumpla la ley con premeditación, publicidad, alevosía y chulería. España, después del domingo, es una nave a la deriva con un timonel apocado y ausente, en la que ya todo es posible y cualquier delincuente está legitimado para invocar en su defensa el nefasto precedente de la pasividad del gobierno ante un concurso de delitos tan escandaloso como los que se cometieron el domingo por la Generalidad de Cataluña.

Mariano Rajoy y todo su gobierno -que se comprometió públicamente a impedir el acto del domingo- han cometido un delito de omisión cuyas consecuencias se me antojan impredecibles y fuera del control de las instituciones.  Produce sonrojo que ahora se anuncien querellas extemporáneas por parte de una fiscalía inoperante ante la pública comisión de un delito de desobediencia y que se opuso a las medidas cautelares solicitadas por particulares y organizaciones a los Juzgados de guardia.

Todo esto tiene un tufo insoportable a pacto vergonzante de alcantarilla arriolesca entre el gobierno y Artur Mas. Pronto lo sabremos. Por el momento, el sentimiento de humillación, de vergüenza y de indignación con un gobierno cobarde y desaparecido, es lo que llena el corazón de cualquier español bien nacido.



LFU