Ayer se celebraba el día internacional contra la ablación femenina, una de las prácticas más bárbaras y salvajes contra
la mujer, consistente en la extirpación total o parcial de los genitales
externos de las niñas para evitar que puedan sentir placer sexual y puedan
llegar vírgenes al matrimonio, puesto que si no es de ese modo, la mujer puede
ser repudiada, y evitar la supuesta promiscuidad de la mujer. Se calcula que
más de 3 millones de niñas en más de veintiocho países islámicos de África y
Asia son víctimas cada año de ésta práctica verdaderamente inhumana y salvaje.
Ayer, conocíamos también la
noticia de la muerte de una universitaria en Arabia Saudí, tras impedir elacceso de médicos para atenderla por ser varones y recientemente conocíamos
también la muerte en extrañas circunstancias de una mujer que desafiaba la
prohibición de conducir de las autoridades saudíes.
En mi infinita ingenuidad, supuse
que las tiorras de Femen aprovecharían el día de ayer para escenificar su
protesta por la violación de los derechos de la mujer en el mundo islámico.
Pensé que, desnudas, lascivas y altaneras, se encadenarían a alguna mezquita de
Rihad o de Arabia Saudí tatuadas provisionalmente con alguno de sus lemas feministas
de combate y gritarían histéricas resistiéndose a la fuerza pública que tratara
de desalojarlas. Llegué incluso a imaginar que, en un alarde de arrojo temerario,
habrían preparado una emboscada a algún Imán o Ayatola arrojándole prendas
íntimas sangrientas y adornarían alguna mezquita con grafitis alusivos a la
liberación de la mujer.
Nada más despertar, he repasado con
avidez los titulares de prensa para ver si mis imaginaciones se habían hecho
realidad, pero por más que he buscado, no he encontrado nada. Sin noticias de
Femen durante el día de ayer en los 29 países islámicos que mutilan a las niñas.
He llamado a algunas embajadas, Arabia Saudí, Irán, Nigeria, interesándome por
la presencia de las “heroínas” desnudas y la contestación ha sido la misma: ni
están ni se las espera.
Presumo que el día de ayer lo
pasarían pensando en cómo pueden acosar a algún obispo o cardenal octogenario o
cuál será la próxima Iglesia que profanen con sus vergüenzas al aire insultando
a los fieles que allí rezan; en ver cómo pueden reivindicar el derecho de la
mujer a asesinar el fruto de su vientre elevándolo a la categoría de sagrado y
emitiendo sonidos guturales con los lemas más edificantes sobre sus ovarios y
genitales que nos dicen mucho de su altura intelectual.
Lo de la ablación, la sharía y
demás, queda muy lejos y, además, nunca se sabe cómo se la pueden gastar estos
musulmanes. Al menos los católicos son mansos, no hacen nada y las autoridades españolas
se tientan la ropa antes de emprender cualquier acto de represión contra ellas.
Hace muchos años se empezó con la coña de los caramelos envenenados y se acabó
con más de 7.000 religiosos asesinados que además morían perdonando a sus
verdugos. Desde luego, con estos da gusto, dirán las valientes de Femen. A los otros, mejor dejarlos para otro día....
Pues eso, sucias, patéticas y cobardes. Es lo que son.
LFU
Para descubrirse ante este artículo! Cuánta gentuza a nuestros alrededores, y tratándose de mujeres, todavía más vergonzoso.... Y lo dice una mujer!!!!
ResponderEliminarCuca
ResponderEliminarTanto radicalismo pero sólo dirigido contra la Iglesia Católica...
Efectivamente, es incoherente.
Pero sobre todo, sospechoso:
Qué tristeza, que pena me dan.
Sólo nos queda rezar por ellas.
Gracias por dejar constancia escrita de su ridículo, confiando en que alguien recapacite sobre ello.
PD: ME ha encantado tu réplica a Anasagasti.