Decía Bismark que el político
piensa en la próxima elección y el estadista, en la próxima generación. Desde
luego, Rajoy no tiene talla de estadista y la prueba está en que prefiere
gestionar a decidir. En sus cálculos arriolísticos,
ha decidido apostar por el maquillaje económico consistente en ahogarnos a
impuestos en lugar de afrontar una reforma en profundidad de las
administraciones públicas, que es el verdadero cáncer que ha hecho metástasis
en todos los rincones -y en todos los bolsillos- de España.
Lo demás, todo el proyecto de
ingeniería social de ZP permanece incólume dos años después de que éste saliese
con el rabo entre las piernas. Rajoy y
su escudera tan sólo piensan en las próximas elecciones. De ahí que les
produzca urticaria la reforma de la ley del aborto y de la ley de educación y
estén decididos a edulcorarlas al máximo para evitar que la oposición haga
sangre
¡Lástima de mayoría absoluta
desperdiciada! Pero tampoco nos engañemos: Ni Rajoy ni el Partido popular tienen
coraje para emprender el camino desandado por el errático estado de las
autonomías hacia un estado unitario descentralizado. Esto es cosa de estadistas
y no de políticos. Y de lo primero hace ya mucho tiempo que no aparece ninguno por el foro.
LFU
Que veredicto tan sabio!! Que bueno lo de los arrolismos....
ResponderEliminarEspero que lo lea mucha gente
Gracias
Pepo
Gracias, Pepo. ¡Que generoso eres!
ResponderEliminarArriolisticos, perdón. Arrio listos, quise escribir pero el móvil lo auto corrigió... Porque menuda panda hay allí, celias, sorayas, y gente de todo pelaje...
ResponderEliminarNo tienen coraje, porque no tienen ideas, o porque las tienen distintas a lo que planteas, que supondría arreglar la chapuza de la transición de una vez por todas...
Magnífica entrada.
ResponderEliminarLo de la "escudera", que tan brillantemente sacas a relucir, es, sin duda, uno de los núcleos centrales del drama. Esta chica, por muy Abogado del Estado que sea, no tiene ni la preparación, ni la formación, ni la experiencia suficientes para tener el inmenso poder que se le ha otorgado.
¡Qué envidia de los países que siguen confiando en sus mayores!
Un abrazo
Ante tanta incompetencia de políticos que presumen de demócratas y de padres de la Patria, ya es hora de acabar, LFU, con el oportunismo político, lo de "ya que estoy aquí, en el poder, voy a hacer todo lo posible para perpetuarme en él y ganar las próximas elecciones". Sería conveniente en esta Corruptocracia, a través de la pertinente reforma constitucional, limitar el mandato de los presidentes de gobierno a tan sólo dos legislaturas, como bien hacen en EE.UU., con lo cual ya acabaríamos con esas ansias de poder ilimitadas que muchos políticos españoles tienen. Tienen que aceptar que el poder que se les otorga al ganar unas elecciones tiene una finalidad de servicio a los intereses generales de los ciudadanos, y no servirse de ese poder en beneficio propio ni en beneficio de sus partidos respectivos.
ResponderEliminarUn abrazo, LFU y saludos.
!Arriba España!