Debe ser la única verdad a medias que se le ha escapado al traidor a la Patria éste. Si estuviéramos en una sociedad decente sujetos del pelaje de Rubalcaba estarían a parte, en prisión.
Si a mí me vieran junto a un sindicalista me daría vergüenza, aunque también hay algún obispo, sobre todo algún catalán y algún vasco, que hacen buenos a los malos.
En cualquier caso, decía, la verdad es a medias, porque el PP no es un partido católico ni le gusta parecerlo, sobre todo a tenor de las blasfemias que financia Ana Botella en Madrid y otras que no financia, pero tolera, porque no está aquí para coartar la libertad de expresión, según ella misma argumenta. Sin embargo sí sabemos para qué sí está: para traicionar a su base social, como buena militante del PP.
Sindicatos y partidos de izquierda, son, en el fondo, una misma cosa. Siempre he tenido claro que los sindicatos no defienden los intereses de los trabajadores. Lo único que defienden son sus propios intereses, como agentes sociales, y siempre sus líderes aprovechan su status para influir en las grandes decisiones de ámbito laboral y social del país, siempre en beneficio propio. Y lo de las subvenciones del PSOE a los sindicatos es de verdadero escándalo. España debería tomar ejemplo del modelo sindical de Alemania: no existen subvenciones estatales a los sindicatos. Ellos mismos, como tales, se autofinancian gracias a las cuotas de sus afiliados. España siempre es diferente, en casi todo.
Debe ser la única verdad a medias que se le ha escapado al traidor a la Patria éste. Si estuviéramos en una sociedad decente sujetos del pelaje de Rubalcaba estarían a parte, en prisión.
ResponderEliminarSi a mí me vieran junto a un sindicalista me daría vergüenza, aunque también hay algún obispo, sobre todo algún catalán y algún vasco, que hacen buenos a los malos.
En cualquier caso, decía, la verdad es a medias, porque el PP no es un partido católico ni le gusta parecerlo, sobre todo a tenor de las blasfemias que financia Ana Botella en Madrid y otras que no financia, pero tolera, porque no está aquí para coartar la libertad de expresión, según ella misma argumenta. Sin embargo sí sabemos para qué sí está: para traicionar a su base social, como buena militante del PP.
Sindicatos y partidos de izquierda, son, en el fondo, una misma cosa. Siempre he tenido claro que los sindicatos no defienden los intereses de los trabajadores. Lo único que defienden son sus propios intereses, como agentes sociales, y siempre sus líderes aprovechan su status para influir en las grandes decisiones de ámbito laboral y social del país, siempre en beneficio propio. Y lo de las subvenciones del PSOE a los sindicatos es de verdadero escándalo. España debería tomar ejemplo del modelo sindical de Alemania: no existen subvenciones estatales a los sindicatos. Ellos mismos, como tales, se autofinancian gracias a las cuotas de sus afiliados. España siempre es diferente, en casi todo.
ResponderEliminarUn abrazo, LFU y ¡Arriba España!