"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

23 de diciembre de 2011

Feliz Navidad



A todos los que entráis de vez en cuando en esta página y me animáis con vuestros comentarios; a todos los que quiero y me quieren; a los que no me quieren; a los que sufren; y sobre todo, a aquellos que no pueden celebrar la Navidad porque no tienen la suerte de haber encontrado a Jesús, Feliz Navidad y que Dios os bendiga.

LFU

22 de diciembre de 2011

La maleta de José Antonio






75 años después de su muerte, impresiona y emociona acercarse por vez primera a lo último y más íntimo de su persona. La pluma con la que escribió su testamento y sus últimas cartas antes de que le rompieran el pecho las balas de la sinrazón y el odio; el mono azul con el que le retrató en el patio de la Modelo su amigo Antonio Lucena, ya entre los luceros, sus gafas -rotas-, sus escapularios y la pelota con la que jugaba con su hermano al frontón, sus camisas con la corona y la E de Estella, una cinta con los colores de la pólvora y la sangre...La maleta con sus papeles más íntimos que estuvo secuestrada durante tantos años fuera de España y que hoy custodia con unción su ahijado Miguel.

Se han rellenado tantas líneas sobre su corta vida que estas imágenes, que ven la luz ahora por vez primera gracias a mi amigo que lleva con orgullo y dignidad su mismo nombre y apellido, nos permiten hacer volar nuestra imaginación a las últimas horas de un español joven y valiente, noble e irrepetible, que amó a España hasta el último suspiro y cuya sangre deberá servir siempre de semilla de reconciliación para todos los españoles.

José Antonio, una vez más, ¡PRESENTE!

LFU

16 de diciembre de 2011

¿Cohecho impropio?

Eran otros tiempos, mucho más amables. Hoy los guardias de las imágenes podrían ser procesados por cohecho impropio, una figura cuyo reproche penal es, cuando menos, discutible.

LFU




30 de noviembre de 2011

Valle de los Caídos. Regreso al pasado



Sólo los que son incapaces de ganar el futuro se empeñan en ganar el pasado. Ayer, el gobierno más inútil que han contemplados los siglos, nos dejaba la enésima excrecencia de su patético intento de venganza retrospectiva, a través de la Comisión de “expertos” del Valle de los Caídos designada al estilo de los Tribunales Populares que en 1936 se nombraban para legalizar los crímenes más abyectos. Entonces, como ahora, la Sentencia estaba dictada de antemano, pero era necesario dotarla de apariencia formal.

Lo de menos es el informe, plagado por cierto de errores e inexactitudes jurídicas e históricas que producen sonrojo a cualquiera que mínimamente conozca la historia y la legislación sobre el Valle de los Caídos. Lo más grave es que ante la pretensión miserable de profanar el cadáver de un español –pues no olvidemos que la única pretensión de Zapatero es la de humillar a Franco después de muerto- muchos aplaudan como imbéciles espectadores de un circo romano, otros miren para otro lado y algunos otros –para mí los de peor ralea- compren el argumento so pretexto de "salvaguardar" el lugar de culto de la furia inconoclasta del infame gobernante.

Fuese o no su voluntad reposar para siempre allí, el Valle de los Caídos fue concebido y erigido por voluntad de Francisco Franco, como lugar de reconciliación de los caídos en la Guerra. Fue él -y no el viento- quien quiso que reposasen juntos los que mataron y los que murieron y quien puso todo su empeño en que la mayor Cruz de la Cristiandad amparase a todos en su última morada. Además, como fundador de la Abadía Benedictina tenía derecho a ser inhumado en la misma y lo fue según el rito tradicional como cualquier otro laico fundador de un lugar de culto, de cara al altar. Quiso que José Antonio, quien pocas horas antes de su muerte ejemplar escribió “Ojalá fuera la mía la última sangre que se vertiese en discordias civiles. Ojalá que el pueblo español, tan rico en cualquidades entrañables encuentre un día la Patria, el Pan y la Justicia” fuera enterrado allí pues su muerte fue semilla de reconciliación y no de odio. De amor y perdón y no de venganza. Por eso no es un caído más entre muchos –como sugiere el nefando informe-, sino un símbolo de reconciliación que España tiene pendiente de rescatar como uno de los mejores hijos que ha contemplado su Historia.

El Valle de los Caídos debe quedarse como está, igual que el Coliseo romano o la ruinas de Pompeya. Es Historia de España y no es tolerable a estas alturas que la historia se tunee, se adultere o se moldee de forma extemporánea a gusto del que en cada momento ostente el poder. El Valle de los Caídos no se explica sin la figura de Francisco Franco, pues fue su empeño personal honrar para siempre a quienes en una y otra trinchera se inmolaron por España y sin duda el Rey lo tuvo en cuenta cuando ordenó que reposasen allí sus restos para siempre.

Zapatero ha querido borrar el recuerdo de la gesta heroica del Alcázar de Toledo, convertir las Brigadas Internacionales en legiones de arcángeles de la democracia y eliminar cualquier rastro de una época que tanto bien hizo a España. Incapaz de ofrecer un futuro a los españoles ha luchado denodadamente por regresar al pasado para ganar, setenta y cinco años después, una guerra que todos queremos olvidar. Su último y más mezquino deseo era el de humillar póstumamente a Franco exponiendo sus restos a ser objeto de injurias y ataques por parte de mal nacidos como él.

Confío en que nunca logrará su miserable propósito. Pero quedará para siempre, para la historia, el rastro de su iniquidad y también la vergüenza eterna de los estúpidos meapilas que, bajo el pretexto de “salvar” un lugar de culto estaban dispuestos a despojarlo de su esencia y arrodillarse ante el siervo del odio y la venganza a costa de su propia dignidad.

LFU

29 de noviembre de 2011

«Un Dios salvaje»


TÍTULO ORIGINALCarnage
AÑO2011
DURACIÓN79 min.
PAÍS
DIRECTORRoman Polanski
GUIÓNRoman Polanski, Yasmina Reza (Obra: Yasmina Reza)
MÚSICAAlexandre Desplat
FOTOGRAFÍAPawel Edelman
REPARTOKate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster, John C. Reilly
PRODUCTORACoproducción Francia-Polonia-Alemania-España; France 2 Cinema / Versatil Cinema /Constantin Film Produktion / SBS Productions / SPI Poland
WEB OFICIALhttp://www.sonyclassics.com/carnage/
PREMIOS2011: Festival de Venecia: Sección oficial a concurso
GÉNEROComedia. Drama | Comedia negra
SINOPSISAdaptación de la obra teatral homónima de la autora francesa Yasmina Reza. Ha sido rodada en Europa, pero la historia se desarrolla en Nueva York. En la obra original, los protagonistas son dos matrimonios que se reúnen, en principio de manera civilizada, para hablar de la reciente pelea que han tenido sus hijos en un parque. Pero el encuentro se complicará hasta límites insospechados. (FILMAFFINITY)

Dos parejas se reúnen para tratar un incidente violento entre sus hijos adolescentes. Es la excusa para un potente texto, radiografía, en parte, de ese occidente opulento, hipócrita y nihilista, ahíto de recursos y silente en respuestas verdaderas al corazón del hombre.

Con brillantez, Polanski resuelve el traslado de las tablas al cine. Estupendo el trabajo de las dos actrices, cada una con un momento distinto de matizada madurez. La réplica masculina, dos secundarios de altísimo nivel, aportan consistencia y verosimilitud dando vida a sus respectivos personajes. Sin duda, Polanski se sintió cómodo con la atmósfera de progresiva tensión que la obra teatral plantea. Sin estridencias y con sentido del humor inocula en la pantalla los ingredientes que hacen de la película, una obra mayor.

El pesimismo sobre las relaciones hombre-mujer, el desengaño de la condición humana y la desesperanza articulan la melodía de fondo que de un tono inicial de amable cortesía, progresivamente acumula tensión, dramatismo y disonancias. El sentido de los diálogos, va progresivamente afilándose y los personajes de forma progresiva abandonan sus máscaras sociales para mostrarse tal cual son, en un progresivo ejercicio de exhibición psicológica, divertido y dramático.

Resulta demoledor el progresivo desmoronamiento de los clichés social-progresistas y sus argumentos derivados de pretendida concordia social, política y familiar cuando se abandona el discurso de lo políticamente correcto y asoman las distintas almas, hambrientas y ayunas de verdad, justicia y bien, no sólo para “el mundo” sino para su minúsculo entorno familiar. Resulta elocuente el eco del silencio sobre lo esencial que recorre toda la película, la única mención a lo trascendente resulta irrespetuosa, precisamente, para ahuyentar rápidamente su presencia. Pero este provocativo silencio y desdén, resulta moral como otras políticas de Polanski. Todo el mundo quiere amar y ser amado con plenitud; quiere tratar y ser tratado con justicia y desea que la sociedad en que viva, así lo reconozca. Ser honrados con el malestar y la desesperanza que produce vivir sin respuestas verdaderas, es un primer servicio a la Verdad.

César Utrera-Molina Gómez

28 de noviembre de 2011

Monumento al niño no nacido


En una ceremonia que contó con la presencia del ministro de Salud de la República Eslovaca Ivan Uhliarik, el 28 de octubre pasado se inauguró en la localidad de Nova Ves Bardejovske un memorial del niño no nacido La estatua es obra del joven escultor eslovaco Martin Hudáčeka. La iniciativa de la estatua es de un grupo de jóvenes madres eslovacas, conscientes del valor de la vida humana y de la necesidad de abolir el aborto. El monumento expresa no sólo el pesar y arrepentimiento de la madre que ha abortado, sino también el perdón y el amor del niño por nacer hacia su madre.


¿Se imaginan que ésto sucediese en España, tierra de María?

Hay aún mucho camino que recorrer, pero la idea y el monumento son magníficos, aunque para ser más precisos debería llamarse Monumento al niño abortado, aunque suene peor, ya que por fortuna, la mayor parte de los no nacidos acaban naciendo.

LFU

23 de noviembre de 2011

José Antonio, presente, 75 años después.

Su cuerpo -visualizaba Arboleya- se erguía como queriendo zafar sus brazos de los grilletes que aferraban sus manos por la espalda.

Gritó tan fuerte «¡Arriba España!», que el sonido se confundió con la descarga de sus verdugos.

Se quebró su cuerpo, cayendo doblado, empapadas en sangre sus rodillas. La chusma allí reunida grito obscenidades; ni un grito, ni un «ay» del mártir...La orden de ejecución preveía esa primera etapa de deleite, a los triunfadores del momento....

José Antonio recibió la descarga en las piernas; no le tiraron al corazón ni a la cabeza; lo querían primero en el suelo, revolcándose de dolor. No lo lograron. El héroe cayó en silencio, con los ojos serenamente abiertos. Desde su asombrado dolor, miraba a todos sin lanzar un quejido, pero cuando el miliciano que mandaba el pelotón avanzó lentamente, pistola amartillada en mano y encañonándolo en la sien izquierda, el ordenó que gritase «¡Viva la República!» -en cuyo nombre cometía el crimen-, recibió por respuesta otro ¡Arriba España!

Volvió entonces a rugir la chusma, azuzando a la muerte. Rodeó el miliciano el cuerpo del caído y apoyando el cañón de la pistola en la nuca de su indefensa víctima, disparó el tiro de gracia.

Entre los papeles de la víctima se halló una cuartilla autógrafa del 14 de agosto anterior, en la que repetía incansable: «¡Arriba España! ¡Arriba España! ¡Arriba España!»

Testimonio inédito de Joaquín Martínez Alboleya, testigo presencial de la ejecución de José Antonio Primo de Rivera contenido en el Libro «Pasión de José Antonio» de José María Zavala. Edit. Plaza y Janés. Noviembre de 2011 (págs. 374-375).

El libro, cuya lectura recomiendo, se presentará el martes 29 a las 19,30 en el Circulo de Lectores O’Donell-10.

A los 75 años de su muerte, José Antonio, aquél irrepetible capitán de una juventud heróica que amaba a España porque no le gustaba, alérgico a la componenda y ejemplar en el sacrificio, sigue presente en el corazón de muchos españoles que no nos avergonzamos de gritar ¡Arriba España!.

LFU

21 de noviembre de 2011

Después de las elecciones

Sólo unas puntadas sin hilo:
  1. Me gustó mucho Rajoy en su intervención de ayer. Demostró saber estar y esto ya es mucho con respecto a su antecesor. Ojalá no pierda la compostura ni la seriedad. No es momento de festejos ni de ocurrencias, sino de certidumbres.
  2. La aparición de Rubalcaba, patética, con cuatro marujas de telón de fondo que se pegaban codazos y forzaban sonrisas y sin ninguno de los miembros de su equipo, ni del Gobierno, ni de la dirección del Psoe, ni, por supuesto, el infame que entró y salió de tapadillo como si con él no fuera la cosa. Cobardía sin límites en una noche que espero sea muy larga para ellos.
  3. Urge introducir medidas correctoras en el sistema electoral para evitar las distorsiones que la Ley D'Hont está provocando en la representación popular. No es de recibo que ETA tenga 7 diputados con 300.000 votos, que CIU tenga 16 con poco más de un millón y que UPD tenga 5 con 1,2 millones. El gran beneficiado será Izquierda Unida, pero siempre será mejor que aguantar el chantaje nacionalista.
  4. Espero que el nuevo Fiscal General del Estado esté a la altura de las circunstancias para tratar de compensar el enorme daño infligido por Zp y sus comparsas del Tribunal Constitucional con la legalizaciónd e Bildu.
  5. Me alegré de haber prestado mi voto al Pp y contribuido a al debacle del Psoe. Voté -como pidió el Abad del Valle de los Caídos en su magnífica homilía de ayer- pensando sólo en España. A partir de aquí, veremos cuanto tardo en rasgarme las vestiduras....
  6. Como Rajoy es católico, espero que sea coherente con su fe y que Dios le ilumine.
LFU

15 de noviembre de 2011

Ante las elecciones del 20 de noviembre


España está en una hora extremadamente crítica. En lo económico y en lo moral, nuestra patria está sufriendo las terribles consecuencias de ocho años de gobiernos sectarios, irresponsables e incompetentes. Para Zapatero no había más prioridad que su proyecto de ingeniería social dirigida a consolidar la supremacía moral de la izquierda mediante la manipulación de la Historia, el ataque a la familia, el ahogamiento de la libertad y el socavamiento de los valores de la civilización cristiana. Ha supeditado la supervivencia de la Nación y del Estado a su ignorante y sectaria radicalidad, gobernando sólo para la mitad de los españoles, provocando un grave desprestigio de instituciones como la fiscalía y el Tribunal Constitucional, convertidas en peones obedientes al servicio de su política sectaria. Ha retrasado de forma irresponsable la adopción de medidas indispensables para la supervivencia económica de España creando una situación pavorosa de desempleo, de desesperanza y de frustración colectiva como nación.

Ante la dramática situación que vive España, no soy partidario de adoptar posiciones dogmáticas, aunque respeto a quienes así lo hacen. Sé muy bien que el Partido Popular no hará, ni mucho menos, la España con la que sueño. Sé que sus muchos complejos en materia social y cultural nos privarán de un cambio de rumbo necesario para contrarrestar el inmenso daño que se ha hecho en las últimas décadas. Sé que seguirán muriendo asesinados cientos de miles de inocentes en el vientre de su madre…. Pero también sé que si hay algo verdaderamente prioritario en esta hora de España, es desalojar a la izquierda del poder, aplicar políticas económicas con sentido común y detener el deterioro moral e institucional de España. Me considero obligado a tratar de impedir que se vaya agrandando el abismo moral en el que han sumido a nuestra patria y de evitar que la incompetencia de sus políticas erráticas desahucie para siempre el futuro de nuestros hijos. Y, por primera vez en muchos años tenemos la oportunidad de infligir una derrota histórica y ejemplarizante al Partido socialista, que bien merecido lo tiene.

No puedo olvidar aquellas palabras de José Antonio en el Teatro de la Comedia ante las elecciones de 1933. «En estas elecciones votad lo que os parezca menos malo. Pero no saldrá de ahí vuestra España, ni está ahí nuestro marco. Esa es una atmósfera turbia, ya cansada, como de taberna al final de una noche crapulosa.». Son muchas las veces que me he propuesto a mí mismo no votar nunca más al Partido Popular, que tantas veces y tan gravemente me ha defraudado, me ha indignado y que no deja de ser, utilizando palabras del Ausente, «como la leche esterilizada, que no tiene microbios, pero tampoco vitaminas». Confieso que me duele en el alma dar el voto a algunos políticos de los que me separa un abismo ideológico y moral insondable, y sólo me consuela saber de la existencia de muchos otros políticos cristianos y honrados que están allí y luchan desde dentro por mejorarlo. Pero pensando en España y sólo en ella, para evitar que la izquierda siga hundiendo nuestra patria en el abismo de la mentira, la indecencia y la ruína, de la intolerancia y del sectarismo y para evitar que los nacionalistas acudan como buitres carroñeros a sacar tajada de una mayoría escuálida, votaré en estas elecciones a la única opción política que hoy por hoy creo capaz de detener la hemorragia incontrolable en la que se encuentra nuestra patria. Si así lo hacen que España se lo premie y si no, que reciban su castigo y su desprecio como indignos hijos de ella. Sólo espero que en los tres días que quedan de ridícula campaña, no me acaben de convencer de lo contrario.

LFU

11 de noviembre de 2011

José Antonio, ahora. Por José Utrera Molina

Reproduzco a continuación el artículo publicado hoy por mi padre en la página web de la Fundación Nacional Francisco Franco en la que también aparece la entrevista que podéis leer pinchando aquí

por José Utrera Molina

Utilizo esta expresión adverbial porque me consta que late en los corazones de muchos de los que nos sentimos falangistas y que también su urgencia reside en una honesta reflexión de nuestras mentes. En primer término tenemos la obligación de derramar nuestra vista ya cansada por el panorama nacional. Reconocemos que la tecnología ha cambiado sustancialmente muchas cosas, pero ese cambio desprovisto de motivaciones, hondas y profundas, mirando a lo trascendente no se ha producido y así contemplamos unos con pena, otros con indignación, algunos con rabia y muchos con desesperanza, a nuestro solar invadido por una gangrena insoportable. Las nuevas generaciones no pueden estremecerse ante la emoción de la patria porque no la conocen y al no conocerla no la sienten y hay que tener en cuenta que en el principio de la Falange, campeaba siempre el dolor por la insatisfacción que sentíamos al contemplar la desdicha de España. Este recorrido por valles, por regiones, por tierras que antaño tuvieron un lazo apretado de unidad nos provoca no sólo angustia sino también incertidumbre. España es una entidad con una sustantividad unitaria indiscutible. No han sido agregados ocasionales los que se han producido a lo largo de la historia sino un proceso muy profundo de integración que ha resistido cambios y vaivenes. Urge en estos momentos la recuperación de un nuevo sentido del patriotismo. José Antonio seguiría pensando que España no le gustaba y ese patriotismo suyo de perfección, que le llevó a la muerte es la única tabla salvadora que nos puede revivir de esta catástrofe. El orgullo sin jactancia de ser español, la conciencia de nuestro viejo y hermoso destino, la sangre que se derramó en aras de estos ideales no puede quedar esterilizada.

Por eso José Antonio no está tan lejos en el tiempo, esa dimensión trituradora que a veces borra los acentos más importantes de la vida.

José Antonio es ahora la única y yo creo que la más fecunda de las fórmulas políticas que muy pronto tendrán que escogerse para hacer valedero un futuro mejor, un horizonte de mayor dignidad y grandeza comenzando claro está por una activa mutación en los valores hoy imperantes.

Pero José Antonio, al que yo sitúo ahora en el centro de mi esperanza, no sólo vivió para alumbrar unos criterios nuevos, un estilo diferente sino para darnos definitivamente una lección ante la muerte. Muchas veces en mi soledad he reflexionado sobre las horas que precedieron a su fusilamiento y al saber que no hubo temblor en su pulso, ni vacilación en sus convicciones, me invade un optimismo trascendente. La muerte ante José Antonio no apareció enlutada o siniestra sino como un aura de gratificación heroica de todo a lo que había servido con honestidad y también con orgullo legítimo. Nadie ha reparado suficientemente en que un hombre que va a hacer frente a la muerte, que tiene cercano a sus enemigos y que estos bien o mal componen una parte del pueblo español, sea capaz de decir que ojalá no vuelvan a existir discordias civiles mientras hace un elogio de las virtudes de sus gentes. Pudo sentir indignación y pena, pero sintió dolor y en último término solicitó la bendición del Dios en el que creía.

Ahora que todas las referencias trascendentes son sistemáticamente asfixiadas, que el reino de lo espiritual está más situado en la magia que en la verdad de los corazones, ahora que se insulta a todo lo que ha sido la esencialidad política de la nación española con la contemplación de brazos cruzados de aquellos que tenían el deber de proclamar en alta voz lo que significa como patrimonio común, la vida de España, nosotros tenemos la obligación de alzar en nuestro pensamiento la figura de José Antonio. Proclamamos en alta voz que José Antonio no ha muerto, que vive en cada uno de nosotros, que no es una referencia pálida que pueda olvidarse sino un estímulo impetuoso que se resiste a morir en el olvido.

José Antonio ahora, nos es necesario Su pensamiento sigue estando lejos de esa derecha amarillenta de la cual algunos se sienten orgullosos porque fue precisamente esa tropa sin uniforme la que propició su muerte y su calvario y eso no lo vamos a olvidar nunca. José Antonio murió porque la derecha española le había condenado previamente. Esto hizo que quedara desasistido de argumentaciones jurídicas convenientes que pudieran haber paliado la gravedad de su situación personal. Luego, esa misma derecha le aclamó para confundirlo, le ensalzó para mitificarlo, le defendió para hundirlo en un panorama de confusión. Nosotros hoy tenemos que traerlo ahora junto a las brasas de nuestro corazón no resignado y decirle a los españoles y al mundo entero que aquí hubo un hombre que se puede y se debe pronunciar con emocionada unción en el tiempo de hoy.


3 de noviembre de 2011

Juan Ramón Jiménez, José Antonio y la «Aristocracia Universal»


«¿Por qué la "Hispanidad" (con mayúscula) no hace libro monumental con toda la obra arquitectónica de España en América desde California al Perú? ¿Qué país colonizador ha hecho cosa semejante? ¡Cien volúmenes son necesarios1 ¡Y vengan arquitectos y fotógrafos de España a hacerlos1 ¿Por qué no se recita y se canta el "Romancero" todos los días en un teatro español nacional?. Y esa obra no la hizo Castilla, la hizo también Andalucía y Extremadura, la hizo España, España aristocrática. No creo en la democracia (Demo: El mal, el peor), creo en la aristocracia universal. ¡Todos aristócratas! (Aristo: el mejor). Aristócratas fueron Larra, Sanz del Río, Giner, Salmerón, Pí y Margall, Azcárate, Costa, Cajal. Y también José Antonio Primo de Rivera. La ideolojía superior española está en ellos, usted lo sabe. Empieza en un suicida, Larra, y acaba con otro, Ganivet, los dos, por asco de españolidad vulgar. La llamada jeneración del 98, por Díaz-Plaja, es una jeneración de diletantes políticos. Grandes escritores todos, menos Maeztu, y todos modernistas, modernistas ideólogos y modernistas líricos. Estamos en pleno modernismo, por fortuna, los teólogos y los poetas.»

(A Gregorio Marañón, prologuillo-dedicatoria, 1952, para una posible publicación de "Aristocracia inmanente")

Con mi agradecimiento a José Antonio Martín Otín (Petón), por compartir su descubrimiento con los comensales del 29 de octubre.

LFU

24 de octubre de 2011

Perdonavidas


Hace unos días, mi buen amigo Manuel me ponía un ejemplo clarificador del escenario que se abre tras el comunicado de la ETA. Imaginaos que un grupo de facinerosos decide ocupar una parte de vuestra casa y se dedica a pegaros, molestaros y amenazaros. Insultan a vuestros padres, pegan a vuestros hijos, matan a vuestros hermanos y asustan a vuestras mujeres...

De repente, cuarenta años más tarde y algo asustados, pues las denuncias y medidas que hemos tomado comienzan a hacer mella en su comodidad, se presentan en vuestra casa y os dicen: estamos dispuestos a discutir (siempre que nos deis la razón) de quién es el trozo de casa ocupado y mientras discutamos no os vamos a matar ni a pegar (pero recordad que tengo las escopetas guardadas) además como prueba de buena voluntad tenéis que retirar las denuncias que tenéis interpuestas.

¿Estaríais contentos? Sin duda que os tranquilizaría el cese de las hostilidades. Pero dudo mucho que os emocionaseis hasta el llanto pensando que por fin los malos han entrado en razón y se avienen a dialogar como buenos amigos.

Pues esta es la sensación que toda persona sensata debería tener. Que la ETA nos perdone a todos la vida después de cuarenta años matando inocentes de forma salvaje -manteniendo su arsenal, por si las moscas- no es como para dar saltos de alegría y mucho menos para derramar lágrimas interesadas de emoción en mítines públicos.

Celebremos que dejen de matarnos, pero no perdamos la cabeza. No podemos darles lo que quieren –una parte de España- y mucho menos rendir el Estado de Derecho haciendo tabla rasa de sus salvajadas. Lo contrario sería traicionar la memoria de las víctimas, pisotear la dignidad de la nación y concederles una victoria que ahora mismo están celebrando frotándose las manos ante la terrible debilidad que –sólo por interés electoral- está demostrando el peor gobierno de la historia de España.

LFU

21 de octubre de 2011

ETA no contaba con Gadafi


Todo estaba pactado de antemano y nadie se ha salido del guion. Me produjo sonrojo asistir a la ceremonia de las declaraciones preparadas hace días por los gabinetes del PSOE y del PP, como si todos los españoles fuéramos estúpidos.

Zapatero ha querido dar una salida digna a una ETA acorralada legalizando Bildu (ésto es un precio político, Sr. Rajoy), acercando presos no muy arrepentidos y facilitándoles dinero público y poder político a cambio de un balón de oxígeno en las elecciones y una medalla que colgarse para ver si el año próximo le dan por fin el nobel de la paz.

El guión estaba escrito desde hace tiempo y el escenario no podía ser más propicio para ETA con la repugnante "Conferencia de paz" por delante, cuidadosamente preparada por ellos para multiplicar el efecto mediático de una estrategia perfectamente urdida para reforzar el poder de Bildu de cara a las próximas elecciones nacionales y autonómicas.

Con lo único que no contaban, ni ETA ni Zapatero es con que el cadáver de Gadafi -ese que hace tiempo les ayudó- les restase protagonismo mediático internacional. Vaya por Dios, las casualidades de la vida. En cualquier caso, y no dentro de mucho, comenzaremos a ver con más claridad cual es el precio político pagado por Zapatero.

Tal vez los españoles corren hoy menos peligro que ayer. Pero mucho me temo que España está más en peligro que nunca.

LFU

18 de octubre de 2011

"Somewhere". de Sofía Copola



TÍTULO: Somewhere
AÑO: 2010
DURACIÓN: 98 min.
DIRECTOR: Sofia Coppola
GUIÓN Sofia Coppola
MÚSICA Phoenix
FOTOGRAFÍA Harris Savides
REPARTO Stephen Dorff, Elle Fanning, Chris Pontius, Michelle Monaghan, Kristina Shannon, Karissa Shannon, Alden Ehrenreich, Lala Sloatman
PRODUCTORA Focus Features / Pathé / Medusa Film / Tohokushinsha / American Zoetrope
WEB OFICIAL http://www.somewherethemovie.com
PREMIOS 2010: Festival de Venecia: León de Oro - mejor película
SINOPSIS Johnny Marco (Stephen Dorff) es un actor de gran éxito cuya vida de excesos y lujo cambia por completo cuando, sin previo aviso, se presenta su hija de once años (Elle Fanning), fruto de un matrimonio fracasado. Johnny es una estrella de cine que vive en un lujoso hotel de Hollywood, conduce un ferrari y sale con bellas mujeres sin comprometerse con ninguna.


Como “peros” que legítimamente se pueden poner a esta película cabe enumerar: el estilo deliberadamente moroso y reiterativo que ayuda poco al desarrollo de la historia; que ésta se parece demasiado a la mejor acabada y con más ritmo “Lost in translation”; que la intención moralizante es tan obvia que acaba empalagando, que el humor de la directora aparece aquí menos sutil, menos punzante que en otras ocasiones. Todas estas objeciones, con ser ciertas, no apagan el fogonazo de belleza que sucede en la película.

Sucede en la película la aparición de la hija preadolescente del protagonista y la pantalla se llena: de la ternura que sólo las hijas tienen; de la dulzura, ingenuidad e inteligencia que la feminidad infantil atesora en su transición a ser mujer, y su presencia, suave y discreta, silencia, apaga la sordidez de la vida de un padre en disolución, y naturalmente provoca una crisis para su padre treintañero y perpetuo adolescente cuya fibra moral queda resucitada. Todo ello por asistir a la irrupción de la belleza irreversible de tener una hija, de sentirse padre.

César Utrera-Molina

17 de octubre de 2011

Ni caso


ETA ha vuelto a entrar en campaña consiguiendo su objetivo de "internacionalizar" el "conflicto" (espero que al corrupto de Kofi Anan y a sus mariachis le hayan enseñado fotografías como ésta de las batallas de los gudaris) y lo hará de lleno con un inminente comunicado de campanillas con dos objetivos claros: colocar a Bildu de primera fuerza política de Vasconia y evitar en lo posible una mayoría absoluta del Partido popular que pueda fortalecer España. ETA quiere una España débil, pues su objetivo es la independencia y todo esto no es más que el resultado de un pacto con el funesto gobernante.

Ante esto, lo que debería hacer toda la prensa nacional es relegar la noticia a lo mínimo posible en la parte inferior de la página par de la difunta sección de sucesos. Lo contrario es hacerles la campaña a las hienas.

Ni caso. Es lo que más les podría doler. Y esa sería su verdadera derrota.

LFU

13 de octubre de 2011

Responsabilidades



Los procesos abiertos a diversos gobernantes, entre ellos al ex primer ministro de Islandia por su responsabilidad en la crisis económica del país, debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de que la sociedad civil exija judicialmente responsabilidades a Rodríguez Zapatero por su manifiesta negligencia, dolo e imprudencia en la administración del gobierno de la Nación con el ánimo acabar con la tradicional impunidad que acompaña a los políticos en su gestión de la cosa pública.

Me atrevo a decir que es un clamor la exigencia de responsabilidades más allá de las políticas al gobernante más sectario de nuestra historia que, renunciando desde el primer momento a ser presidente de todos los españoles, ha asolado España durante ocho años.

Su hoja de servicios al Estado a escasos 50 años no es merecedora de un largo y cómodo retiro a costa del erario público, después de haber arruinado a la nación y desprestigiado las instituciones. Como la memoria de agravios es débil en las mentes cristianas, conviene recordar aquí alguna de las barbaridades que ha perpetrado al frente del gobierno, en una relación meramente enunciativa y, desde luego, no exhaustiva:

  • La intencionada ocultación de la crisis económica como ardid para ganar las elecciones de 2008.
  • La chapuza del Plan E, o cómo crear empleo precario y temporal en obras no productivas.
  • La conversión de las ruedas de prensa post consejo de ministros en mítines del PSOE
  • El derroche constante de dinero público para asegurarse el cariño de los sindicatos.
  • La deliberada crispación social como resultado de la reapertura de las heridas de la guerra civil con la Ley de Memoria Histórica y el derroche de dinero público a favor de asociaciones creadas a instancias del Partido Socialista.
  • La legalización de Bildu por el Tribunal Constitucional como pago por la tregua de ETA, como último intento de recomponer un “proceso de paz” que nos trajo episodios de traición tan evidentes como el caso Faisán, la calificación de Otegui como hombre de paz o la excarcelación de De Juana Chaos.
  • La desvergonzada utilización sectaria de instituciones del Estado como la Fiscalía y el Tribunal constitucional.
  • La voladura controlada de la unidad nacional como consecuencia de la aprobación del Estatuto de Cataluña.
  • El desastre sin paliativos de la Ley de la Carrera Militar que está causando estragos en el Ejército.
  • 20% de paro y 42% de paro juvenil.
  • Déficit en la Seguridad social.
  • El ataque a la libertad Religiosa con el cierre del Valle de los Caídos, privando además a las arcas públicas un millón de euros anuales procedente de la taquilla del Monumento.
  • Los daños al patrimonio nacional derivados de la inconoclastia causada por la Ley de memoria histórica.
  • El ataque a la familia con la ley de divorcio express y la ley del aborto.
  • La conversión del aborto en un derecho con la inicua Ley de plazos.

Sé que me dejo muchos en el tintero y que muchas de las anunciadas jamás podrían ser objeto de enjuiciamiento, pero seguramente a alguno de vosotros tiene la gentileza de completar el pliego de cargos con el que los españoles deberíamos, cuando menos, negarnos a asistir impasibles a la plácida jubilación del peor gobernante que ha conocido la historia de España.

LFU

6 de octubre de 2011

Esto sería imposible en Barcelona

Curioso y alegre vídeo con sorpresa final para los españoles (a partir del minuto 5, para los impacientes), el que me envía mi amigo Guillermo. Y agridulce la sensación que se le queda a uno al pensar que lo que puede suceder en Maastrich con alborozo y normalidad sería hoy imposible en una ciudad tan bonita y española como Barcelona.

LFU

30 de septiembre de 2011

Alcázar de Toledo. Amnesia nacional



Hace dos días se cumplió el 75 aniversario de la liberación del Alcázar de Toledo, uno de los episodios de heroísmo más notables de la historia de España, mundialmente conocido y que, por supuesto, la España oficial ha ocultado en el baúl donde duerme el sueño de los justos cualquier gesta que nos enorgullezca como Nación. A diferencia de la noble actitud que tuvieron con el heróico Capitán Cortés los soldados republicanos vencedores en el asedio del Santuario de Santa María de la Cabeza, el gobierno de Rodríguez Zapatero ha condenado al olvido la epopeya del Alcázar, tras la tramoya modernista de un museo del ejército cruelmente jibarizado. Pero hoy prefiero ceder mi espacio a mi buen amigo Kiko Méndez-Monasterio, cuya pluma siempre alerta, nos ha dejado en el Semanario Alba, unas líneas llenas de justicia y verdad:

LFU



"Sólo los idiotas pueden pensar que el homenaje que la historia le debe al Alcazár de Toledo tiene algo que ver con la política. Existen en todos los siglos y en todas las naciones episodios dignos de ser recordados y ensalzados, como muestras de que el hombre no es necesariamente esa criatura despreciable que encontramos retratada en los periódicos, y que nuestra naturaleza también es capaz de lo sublime, incluso en mitad del horror colectivo.

Este septiembre se cumplen 75 años de la entrada de los legionarios en Toledo, consumando la ansiada liberación de los sitiados. Tres cuartos de siglo de aquella frase con vocación de bronce: “Sin novedad en el Alcázar, mi general”, que es como saludó Moscardó a Varela. No fueron las únicas palabras para el micrófono de la historia, que también se recuerda la conversación de teléfono que tuvo con las tropas sitiadoras, y con su propio hijo.

Era julio de 1936. El coronel Moscardó se había unido al alzamiento militar, atrincherándose con poco más de un millar de combatientes en la fortaleza toledana. El gobierno de la república ordena acabar de inmediato con ese núcleo rebelde, y se envían varias columnas desde Madrid. Fracasados los intentos de tomar la plaza al asalto, el Jefe de Milicias llama por teléfono a Moscardó: “Le doy un plazo de diez minutos para que rinda el Alcázar, y de no hacerlo fusilaré a su hijo Luis que lo tengo aquí a mi lado. Para que vea que es verdad, ahora se pone al aparato”. Llegó entonces la voz de Luis Moscardó: “Nada, que dicen que me van a fusilar si no te rindes, pero no te preocupes por mí”. “Si es cierto -contesta el padre- encomienda tu alma a Dios, da un viva a España y serás un héroe que muere por ella.” Y después se dirige al jefe de milicias. “Puede ahorrarse el plazo que me ha dado y fusilar a mi hijo, el Alcázar no se rendirá jamás.”



La conversación resulta tan incómoda que la han censurado en el nuevo museo, porque hoy el heroísmo se contempla como hace cincuenta años se veía el desnudo: como una falta de pudor.

En los setenta días que duró el asedio, la artillería republicana disparó sobre el edificio más de 3.500 proyectiles de gran calibre, a los que hay que añadir las bombas que lanzaba la aviación, que visitaba a los sitiados prácticamente a diario. Como toda esa lluvia de plomo y fuego no terminaba de rendir a los sitiados, los soldados de Largo Caballero empezaron a escarbar la tierra, construyendo dos minas con las que pretendían que saltara por los aires toda la fortaleza. Casi lo consiguen. La explosión de la primera derribó gran parte de la construcción, y la polvareda tardó veinte minutos en disiparse. Los milicianos avanzaron entonces convencidos de la victoria, pero entre el humo y los cascotes, cubiertos de sangre y yeso, surgieron una especie de cadáveres vivientes que no tardaron en recuperar el terreno perdido. Estos son sólo algunos detalles del asedio, reuniendo todos sería difícil hacer una película y que no quedase exagerada, porque si en los combates se registraron setenta días de heroísmo militar, en el interior de la Academia se escribía toda una novela de robinsones, imaginación e ingenio al servicio de la
supervivencia: se comieron hasta los caballos, construyeron un molino con una motocicleta, y con cuatro médicos que había allí, ninguno cirujano, montaron un hospital en los sótanos, donde se operaba con la luz de candiles alimentados con grasa de caballo. Si hasta editaron un periódico.

Toda una epopeya, en fin, que se comenta todavía con la boca pequeña, porque la Memoria dirigida parece haber prohibido detenerse en el Alcázar de Toledo y maravillarse con una gesta que maravilló al mundo, y por la que aquí todavía estamos pidiendo perdón.


Kiko Méndez-Monasterio"

22 de septiembre de 2011

Teresa Lafuente. Mi adiós a una mujer fuerte


Era guapa, resuelta y elegante. Derrochaba clase y estilo y estaba enemistada con la vulgaridad. Siempre me impresionó su sentido práctico de la vida y es que detrás de su célebre flequillo se escondía una admirable capacidad organizativa que ofrecía, siempre desprendida, a cualquiera que lo necesitara.

La conocí hace más de veinte años y ahora, cuando tengo que acudir al arcano de mi memoria para volver a ver su rostro, aparece siempre un flequillo y una sonrisa adornada por la verde luminosidad de sus ojos.

Su espíritu alegre, su entrega y generosidad con cuantos la necesitaban y querían, ocupaban un espacio imposible de llenar para los que hoy, atribulados, no acaban de acostumbrarse a la pesada carga de vivir una vida sin ella. Y es que, Teresa, te necesitaban porque te querían y no al revés.

Pero si tuviera que escoger algún rasgo de su vida que me ha dejado huella, me quedo con la sublime lección de entereza y serenidad que nos dio a todos en su mano a mano con la muerte que, si no pudo ganar, lo perdió con admirable coraje y dignidad. Como los buenos toreros que ella admiraba, conocía bien el terreno que pisaba y tenía los pies bien asentados en la tierra. Sabía que la muerte jugaba con las cartas marcadas y aún así jamás cayó en la desesperanza. Decidió salirle al encuentro, mirándola de frente y con esa sonrisa que dedicaba siempre al último que llegaba, acompañada de una palabra amable.

Jamás escuché de su boca lamento ni reproche alguno por la suerte adversa que iba robándole apresuradamente las hojas del calendario. Poco antes de partir hacia valles tranquilos, seguía diciéndonos que se encontraba bien, alargando divertida la “e” del final, como queriendo arrancarle importancia al destino que adivinaba tan cercano.

Ordenada hasta el final, se despidió de todos y quiso prepararse a conciencia para recibir el abrazo amoroso del Padre que le esperaba al otro lado para invitarla a decorar a su gusto y poner en orden la estancia que le tenía preparada. Desde allí, seguro que se habrá puesto de inmediato a echarle una mano –o las dos- a propios y ajenos, de este lado y del otro de la vida, con su inconfundible sonrisa.

Agradezco a Dios el privilegio de haber conocido a personas que, como Teresa, son toda una lección de fortaleza y generosidad. Descanse en la paz del Señor quien hizo de su vida terrena una permanente ofrenda a los demás.

LFU

21 de septiembre de 2011

El árbol de la vida


Merece la pena leer la crítica fresca y directa del Baluarte sobre una película inusual que está dando mucho que hablar. Podéis leerla pinchando aquí.

LFU

13 de septiembre de 2011

La indignidad de Caamaño y Chacón

En medio de la tormenta económica que está poniendo en revisión la "sociedad del bienestar", el modelo autonómico y el despilfarro público al que nos habíamos acostumbrado desde la transición, han pasado casi desapercibidas las miserables declaraciones de dos miembros del gobierno sobre la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña declarando el indiscutible derecho que asiste a los padres que lo deseen a escolarizar a sus hijos en la lengua oficial del Estado, algo así como declarar que es alba el caballo blanco de Santiago, teniendo en cuenta la inequívoca redacción del artículo 3.1 de nuestra Constitución.

Ante la reacción golpista y desafiante del gobierno de la Generalidad proclamando al viento su voluntad de hacer oídos sordos a dicha Sentencia, que los Ministros de Justicia y de Defensa de España (no los de Ciencia y tecnología e Igualdad) agarren el micrófono para menospreciar el alcance de la sentencia -el primero- y proclamar la segunda con descaro que ninguna Sentencia va a cambiar el modelo inconstitucional y totalitario de inmersión lingüística que se aplica en Cataluña, resulta absolutamente intolerable.

Proclama el artículo 9 de la Constitución que los poderes públicos están sometidos a la Constitución y al resto del Ordenamiento jurídico y el 118 la obligatoriedad de cumplir con las Sentencias y resoluciones de los Tribunales. Ante la meridiana claridad del mandato constitucional, la proclama de desacato de la Generalidad y la actitud condescendiente de dos ministros indignos del gobierno español -y qué ministros, el que debe velar por el cumplimiento de la ley y la que comanda las Fuerzas Armadas- debería excitar el celo del Fiscal General del Estado en cualquier país serio, que éste no lo es.

Nos acercamos peligrosamente al supuesto contemplado en el artículo 155.1 de la Constitución y veremos si quien presida el gobierno cuando la rebelión se cristalice, tiene el pulso y el coraje para aplicarlo.

LFU




7 de septiembre de 2011

JMJ 2011. Ladran, luego cabalgamos


Les ha escocido, y mucho.

Primero Almudena Grandes y después Javier Marías, verdaderos epítomes de la progresía más trasnochada, vomitan su bilis en El País sobre la Jornada Mundial de la Juventud, atribulados por el éxito arrollador de un evento tan incómodo para mentes obtusas como las suyas. Saben que la fuerza vivificadora de la fe, de la alegría y la esperanza que inundó Madrid durante el mes de agosto amenaza su sueño sectario y totalitario, oscuro y sin salida, cuya estrella decadente nos anuncia una nueva amanecida.

Hace veinte años era difícil ver a miles de jóvenes por la calle exhibiendo con orgullo un crucifijo. Los seminarios y las Iglesias se vaciaban y la confusión se apoderaba de buena parte de la jerarquía eclesiástica. Juan Pablo el Magno rompió muchos complejos con aquél "No tengáis miedo". Benedicto XVI, el Papa profesor rompe moldes con un lenguaje directo y valiente que llega a la juventud.

Por eso, al leer los desvaríos de estos pobres heraldos de la progresía, no puedo sino alegrarme. El éxito ha sido rotundo. Ni en sus peores pesadillas pudo Zapatero imaginar que su sueño laicista y disgregador iba a terminar pisoteado por la alegría de millones de jóvenes firmes y arraigados en la fe.

Laus Deo.

LFU

1 de septiembre de 2011

La izquierda se echa a la calle


El proceso de degradación y ruina al que el peor gobierno de la historia de España ha sumido a nuestra nación parece llegar a su fin, como también se diluye progresivamente el apoyo popular del que de forma inexplicable -o tal vez demasiado explicable- ha gozado en estos ocho años. La severa derrota cosechada en el mes de mayo ha supuesto para el PSOE una pérdida significativa de poder territorial con el consecuente problema interno de buscar recolocación a tanto político profesional en paro.

El partido socialista tiene descontada una severa derrota el próximo 20 de noviembre y navega a la deriva hacia una catarsis interna de proporciones difíciles de adivinar. Ante esta perspectiva, su estrategia es la de lanzarse a la calle para advertir a la derecha que podrá conquistar el poder pero que la calle es y será suya. Para ello, ha seguido hasta fechas muy recientes alimentando a los Sindicatos desvergonzados (CCOO y UGT) con ayudas millonarias a la formación, verdadero cajón de sastre bajo el que se camufla el pago de la mordida sindical.

Estos sindicatos, que guardaron un silencio sepulcral ante la bajada de sueldos a los funcionarios y otros recortes que el infame no ha tenido otra que acometer bajo la presión comunitaria, anuncian un otoño de enorme agitación que comienza con la protesta sindical en Madrid ante el aumento de dos horas de trabajo para los profesores y que tendrá su máxima expresión tan pronto el Partido popular acceda al gobierno y adopte medidas impopulares para salir de esta caótica situación económica, como el co-pago sanitario, modificación del sistema de dispensa de medicamentos, y otras muchas medidas que han provocado el adelanto electoral para que las tomen otros.

La izquierda echará a la calle a los paniaguados Sindicatos -¿se atreverá Rajoy a meter mano de una vez por todas a su financiación?- y a los "perroflautas" dirigidos desde hace meses con mano experta por los expertos en agit-prop de la izquierda, para tratar de deslegitimar al gobierno de la derecha -ya lo hicieron en los años 1933 y 1934- mediante el ruido callejero. Ante ello, sólo cabe firmeza, determinación y pedagogía, con todo el poder del aparato del Estado y seguir con el levantamiento de alfombras municipales y autonómicas que promete más de un escándalo. Veremos el resultado.

Con esta estrategia de alboroto, el PSOE tratará de salvar Andalucía -su último bastión-llevando las elecciones al momento de máxima agitación y mayor desgaste del Partido popular que aprovechará el primer año de legislatura para adoptar las medidas más impopulares.

Preparémonos.

LFU

20 de agosto de 2011

Mena en Madrid. Una madrugada para la Historia



Rompo hoy mi silencio estival para tratar de expresar con palabras el torrente de emociones que me aturde tras haber tenido el privilegio de poder llevar a hombros esta madrugada al Cristo de la Buena Muerte.

Madrid parecía otra ciudad. Alegre y confiada, llena de luz y esperanza, de banderas que tremolaban con orgullo y sin odio y de oración. Madrid sonreía como nunca a los que venían en nombre del Señor.

La emoción me dio su primer aviso al filo de las 7 de la tarde, cuando un mar de jubilo recorría el Paseo de Recoletos saludando entusiasta al sucesor de Pedro. Se apoderó de mí en cada estación, viendo la devoción de millares de personas ante las preciosas meditaciones de las hermanitas de la Cruz, escritas con los pies en la tierra y la ayuda del Espíritu Santo.

Y a cada rato, trataba de acostumbrarme a contemplar al soberbio Cristo de Mena en el paisaje de Madrid. Era como si me estuviera diciendo: He venido a ti para que puedas llevarme.

Una vez en la vida. Era lo que me repetía una y otra vez para tratar de absorber cada minuto de ese 19 de agosto que para siempre quedará grabado en mi corazón. Le he llevado en mi pecho desde niño y por fin iba a poder levantarlo a pulso para llevarlo sobre mis hombros anunciando el sublime amor de Su entrega por las calles que me vieron hacerme hombre.

Y llegó la hora, tan esperada. La suerte había querido que mi querido hermano César compartiera varal y oxígeno en el trono. Qué más se puede pedir que disfrutar de esta ocasión con tu propia sangre.

Era la una y media de la madrugada cuando sonaba la campana del trono al tiempo que se escuchaban, a lo lejos, las cornetas y tambores del Tercio. Eran los legionarios, todos voluntarios que no querían dejar sólo a su Cristo protector por las calles de Madrid.

Apretados en los varales, levantamos el trono con energía y me di cuenta de lo que pesa de verdad. Siempre había pensado que siendo tantos los portadores, la carga sería liviana. Craso error y lo digo ahora, horas después, cuando le pido a mis hijas que no me toquen el hombro, que me duele de verdad.

Y minutos después, la emoción se apodera de todos al escuchar los primeros compases del Novio de la Muerte, que habríamos de entonar no menos de dieciséis veces hasta llegar a la Plaza de Oriente al filo de las seis de la mañana.

Imposible describir el ambiente y la devoción de la gente a nuestro paso. Sorprendente comprobar cómo desde las aceras, desde las farolas o los balcones, se entonaba el Novio de la Muerte por la gente más diversa, y se adivinaban lágrimas en los ojos de muchos, que se unían a las nuestras. Sé de muchos que han pensado, al paso de su Señor, que Él ha venido a su encuentro para que no tuvieran que ir ellos a verlo. Madrid vibraba al paso del Señor de la Buena Muerte que no ha querido faltar a una cita con la Historia.



Todo era tan insólito que durante el recorrido, en los descansos entre “tirones”, echaba la vista al Cristo para imprimir en mis retinas el paisaje que lo rodeaba, consciente de que era irrepetible. E insólito lo que vivimos en la calle Arrieta, cuando un todo terreno mal aparcado amenazaba con detener la procesión. Al grito de A mí la Legión, un antiguo caballero Legionario avisó a sus camaradas que esperaban a su Cristo en la Plaza de Ramales, y en unos segundos aparecieron viejos legionarios –algunos muy viejos- y entre veinte levantaron el pesado trasto como si levantaran su campamento.

Pasó el Cristo y llegó a la Plaza de Oriente. Formó la Legión pegada al palacio y se recrearon los portadores del segundo turno en un largo Novio de la Muerte que a todos se nos hizo corto porque, aunque rotos por el cansancio, no queríamos que aquello acabase nunca.

Cumplimos un sueño y aún mi hombro dolorido me ayuda a no despertar del todo. Tan grande fue la ilusión y tan bonita la vivencia.



Termino recordando las bellísimas palabras de un impecable pregón de la Semana Santa malagueña que el autor de mis días proclamó en 1957, cuando se refería al Cristo de Mena, que espero poder recitar de memoria como él hizo en su día:

Anochecido, sale de su templo el Cristo de los legionarios y sentimos al verlo el sudor de sus sienes, viendo en sus ojos, en su boca, en sus pómulos febriles el ansia y el esfuerzo por fijarse en todos los infortunios.

Entre las sombras de la noche todos miran a Cristo, rezan ante la dramática expresión de su agonía. Agonía de hombre que padece la angustia de todas las muertes, todos al mirarle sufren con él, adivinando la fiebre que le hunde en el cuerpo las uñas de la fe, el vibrante escozor de la garra ardiente de las manos, el dolor de las arterias que ayer llevaban las dulzuras de la vida y hoy se convierten en dogales aprisionantes, ante trance supremo se pasar la soledad humana de la muerte. Al contemplarlo parece que nos habla queriéndonos decir que sólo saber vivir quien bien se muere.

Entre una larga fila de enlutados penitentes, altos capirotes, hachones encendidos en la noche, el Cristo de la Buena Muerte camina, doblada la cabeza, lleno el rostro de paz, la desazón partida, vencedor por amor de la muerte, dulce muerte que ya no tiene el signo trágico de una guadaña ensangrentada por emblema, sino expresión de paz y reposo infinito. Todas las miradas se concentran en el negro clavel de sus heridas, marchan atrás los soldados del Tercio legionario, lento y firme andar tras de su himno que es, sin duda, la marcha nupcial del legionario cuando quiere desposarse con la muerte. Avanzan con los rostros erguidos, alta la frente, dura la mirada, embriagados de banderas y de gloria.

Ya entra la procesión por la calle de Larios y un escalofrío de emoción traspasa el alma, dulcemente mecido camina el Cristo ente banderas, guiones y estandartes, entre hombres rudos amigos del amor y de la muerte, entre un estruendo de tambores se escucha la romántica canción del legionario y entre músicas, plegarias y silencios, parece como si la muerte, por el borde de Dios fuera cantando.

Un abrazo en Cristo Rey.

LFU

28 de julio de 2011

Mis disculpas

Aunque resulte pretencioso, pues implica presumir de que hay alguien leyéndome con quien deba disculparme, quiero hacerlo aunque sea con uno sólo de los que con infinita paciencia me leen, por mi prolongado silencio de estos días, que les aseguro está justificado.

Tango tanto trabajo que apenas me queda tiempo para filosofar. Y veo sufrir tanto a gente a la que quiero, que todo lo cotidiano me parece aún más contingente, prosaico y despreciable. No tengo tiempo ni ganas de escribir.

De estos días atrás, sólo decir que aún no salgo de mi asombro de que nadie se haya llevado las manos a la cabeza tras escuchar a Rubalcaba eso de "Lo que quieren es que no sigamos haciendo lo que estamos haciendo" tras la matanza de Noruega a manos de un psicópata fanático, masón y desnortado. Lo ha vuelto a hacer. Lo hizo tras el atentado de Atocha y no ha resistido la tentación de volver a tratar de convertir la sangre en votos. Triste espectáculo que ni siquiera solivianta mínimamente las conciencias adormecidas de nuestros congéneres.

Necesito un descanso.

Un abrazo

LFU

17 de julio de 2011

17 de julio de 1936. Último Manifiesto de José Antonio


Hoy hace cuatro años que comenzó la nueva andadura de Arriba bajo mi modesta pluma. Y en este LXXV aniversario, en vísperas de que, una vez más, el Congreso de los Diputados vaya a perpetrar otra estúpida condena del 18 de julio bajo la excusa mendaz de atribuirle un carácter de golpe militar fascista -que jamás tuvo salvo en la mente de los esbirros de Stalin-, no veo por qué no voy a reproducir lo que entonces dije y hoy ratifico:

Si algo bueno tiene este gobierno presidido por el más dañino Presidente de los que en España han sido, es que, al socaire de la mal llamada "memoria histórica" -plato de postre que nos tiene preparado ZP para finalizar su nefasta legislatura- nos permite recuperar la memoria de acontecimientos que, sin la ayuda de ZP hubieran quedado en el olvido.

El texto que sigue es el último manifiesto de José Antonio Primo de Rivera fechado el 17 de julio de 1936 en la carcel de Alicante, de donde nunca saldría sino para recibir cristiana sepultura tras su fusilamiento el 20 de noviembre de 1936. Es todo un prodigio de claridad y de síntesis -resultan escalofriantes algunos paralelismos con la realidad actual de España- y constituye un valiente mensaje lleno de la esperanza que hoy hace setenta y un años llenó los corazones de la mejor juventud de España.


LFU

Un grupo de españoles, soldados unos y otros hombres civiles, no quieren asistir a la total disolución de la Patria. Se alza hoy contra el Gobierno traidor, inepto, cruel e injusto que la conduce a la ruina.

Llevamos soportando cinco meses de oprobio. Una especie de banda facciosa se ha adueñado del Poder. Desde su advenimiento no hay una hora tranquila, ni hogar respetable, ni trabajo seguro, ni vida resguardada. Mientras una colección de energúmenos vocifera –incapaz de trabajar– en el Congreso, las casas son profanadas por la Policía (cuando no incendiadas por las turbas), las iglesias entregadas al saqueo, las gentes de bien encarceladas a capricho por tiempo ilimitado; la ley usa dos pesos desiguales: uno para los del Frente Popular, otro para quienes no militan en él; el Ejército, la Armada, la Policía, son minados por agentes de Moscú, enemigos jurados de la civilización española; una Prensa indigna envenena la conciencia popular y cultiva todas las peores pasiones, desde el odio hasta el impudor; no hay pueblo ni casa que no se hallen convertidos en un infierno de rencores: se estimulan los movimientos separatistas; aumenta el hambre, y, por si algo faltara para que el espectáculo alcanzase su última calidad tenebrosa, unos agentes del Gobierno han asesinado en Madrid a un ilustre español, confiado al honor y a la función pública de quienes lo conducían. La canallesco ferocidad de esta última hazaña no halla par en la Europa moderna y admite el cotejo con las más negras páginas de la Checa rusa.

Este es el espectáculo de nuestra Patria en la hora justa en que las circunstancias del mundo la llaman a cumplir otra vez un gran destino. Los valores fundamentales de la civilización española recobran, tras siglos de eclipses, su autoridad antigua, mientras otros pueblos que pusieron su fe en un ficticio progreso material ven por minutos declinar su estrella; ante nuestra vieja España misionera y militar, labradora y marinera, se abren caminos esplendorosos. De nosotros, los españoles, depende que los recorramos. De que estemos unidos y en paz, con nuestras almas y nuestros cuerpos tensos en el esfuerzo común de hacer una gran Patria, Una gran Patria para todos, no para un grupo de privilegiados. Una Patria grande, unida, libre, respetada y próspera. Para luchar por ella rompemos hoy abiertamente contra las fuerzas enemigas que la tienen secuestrada. Nuestra rebeldía es un acto de servicio a la causa española.

Si aspirásemos a reemplazar un partido por otro, una tiranía por otra, nos faltaría el valor –prenda de almas limpias– para lanzarnos al riesgo de esta decisión suprema. No habría tampoco entre nosotros hombres que visten uniformes gloriosos del Ejército, de la Marina, de la Aviación, de la Guardia Civil. Ellos saben que sus armas no pueden emplearse al servicio de un bando, sino al de la permanencia de España, que es lo que está en peligro. Nuestro triunfo no será el de un grupo reaccionario, ni representará para el pueblo la pérdida de ninguna ventaja. Al contrario: nuestra obra será una obra nacional, que sabrá elevar las condiciones de vida del pueblo –verdaderamente espantosas en algunas regiones– y le hará participar en el orgullo de un gran destino recobrado.

¡Trabajadores, labradores, intelectuales, soldados, marinos. guardianes de nuestra Patria: sacudid la resignación ante el cuadro de su hundimiento y venid con nosotros por España una, grande y libre. Que Dios nos ayude! ¡Arriba España!
Alicante, 17 de julio de 1936.

JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

14 de julio de 2011

En Rusia están...


Me perdonará mi amigo y paisano Gonzalo García, que apostille el emocionado y justo recordatorio que bajo el título "Con mi canción la gloria va. 70 años" dedicó a los jóvenes que ayer hace 70 años partieron de diferentes puntos de España para luchar contra el comunismo. Lo suscribo de la cruz a la fecha.

Es triste contemplar el olvido y desprecio que la España oficial hace de aquellos 45.000 jóvenes llenos de vida y pletóricos de ideal, 5.000 de los cuales quedaron en Rusia para siempre honrando con el tributo de sus vidas la bandera de la patria. Recuerdo que en el Alcázar de Toledo que yo conocí, había una placa dedicada por la Academia Turca que decía: "Un estandarte no es una bandera si no se ha derramado sangre por ella. Una tierra no es una patria si no se ha muerto por ella". Los falangistas y soldados de la División 250 - que no fueron a luchar contra los rusos sino contra el comunismo- ofrecieron al mundo un ejemplo de heroísmo, caballerosidad, abnegación y humanidad, que no debe caer jamás en el olvido. Un pueblo que olvida y reniega de sus héroes es un pueblo sin alma y me niego a alistarme en la cofradía del silencio tan nutrida de cobardes y pusilánimes.

Por eso me honro en traer hoy a esta página el recuerdo de tantos españoles cuya sangre no merece el olvido, la esterilidad ni la traición.


LFU


13 de julio de 2011

José Calvo Sotelo. In memoriam

«Hicieron falta siglos para que España estuviera en lo mas alto y sin embargo bastan sólo dos años en manos de un monstruo para arruinarla»

El "monstruo" del que hablaba era Azaña. Cabe preguntarse qué habría dicho D. José de haber conocido a Zapatero, pero los pistoleros del Psoe le ahorraron el disgusto.

En el LXXV aniversario del asesinato de uno de los mejores políticos que alumbró nuestra patria,

José Calvo Sotelo ¡PRESENTE!

LFU