23 de noviembre de 2011

José Antonio, presente, 75 años después.

Su cuerpo -visualizaba Arboleya- se erguía como queriendo zafar sus brazos de los grilletes que aferraban sus manos por la espalda.

Gritó tan fuerte «¡Arriba España!», que el sonido se confundió con la descarga de sus verdugos.

Se quebró su cuerpo, cayendo doblado, empapadas en sangre sus rodillas. La chusma allí reunida grito obscenidades; ni un grito, ni un «ay» del mártir...La orden de ejecución preveía esa primera etapa de deleite, a los triunfadores del momento....

José Antonio recibió la descarga en las piernas; no le tiraron al corazón ni a la cabeza; lo querían primero en el suelo, revolcándose de dolor. No lo lograron. El héroe cayó en silencio, con los ojos serenamente abiertos. Desde su asombrado dolor, miraba a todos sin lanzar un quejido, pero cuando el miliciano que mandaba el pelotón avanzó lentamente, pistola amartillada en mano y encañonándolo en la sien izquierda, el ordenó que gritase «¡Viva la República!» -en cuyo nombre cometía el crimen-, recibió por respuesta otro ¡Arriba España!

Volvió entonces a rugir la chusma, azuzando a la muerte. Rodeó el miliciano el cuerpo del caído y apoyando el cañón de la pistola en la nuca de su indefensa víctima, disparó el tiro de gracia.

Entre los papeles de la víctima se halló una cuartilla autógrafa del 14 de agosto anterior, en la que repetía incansable: «¡Arriba España! ¡Arriba España! ¡Arriba España!»

Testimonio inédito de Joaquín Martínez Alboleya, testigo presencial de la ejecución de José Antonio Primo de Rivera contenido en el Libro «Pasión de José Antonio» de José María Zavala. Edit. Plaza y Janés. Noviembre de 2011 (págs. 374-375).

El libro, cuya lectura recomiendo, se presentará el martes 29 a las 19,30 en el Circulo de Lectores O’Donell-10.

A los 75 años de su muerte, José Antonio, aquél irrepetible capitán de una juventud heróica que amaba a España porque no le gustaba, alérgico a la componenda y ejemplar en el sacrificio, sigue presente en el corazón de muchos españoles que no nos avergonzamos de gritar ¡Arriba España!.

LFU

7 comentarios:

  1. Luis Felipe, totalmente de acuerdo con el último anónimo de "Despues de las elecciones". Un abrazo

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  2. Lo siento, pero creo que su "Arriba España" se refiere, como muy bien lo ha demostrado vd. con su apuesta por la derecha burguesa, a la España de Rajoy.
    A esa España a la que algunos llaman "patria", pero que sin justicia, sin libertad y sin la participación real del pueblo en la gestión de su destino (llámelo DEMOCRACIA, si lo prefiere), deja de ser "patria" para ser, o seguir siendo, un cortijo. Con distintos señoritos y mayorales. Pero cortijo.
    Yo quiero la España grande y libre que quería José Antonio, con libertad, con justicia social, donde la única aristocracia sea la del trabajo, y donde los españoles hayan desterrado esa triple división que representan los partidos políticos, los separatismos locales y la lucha de clases.
    Esa quiero que sea nuestra España. La suya y la de Rajoy, pues no.

    (Y estoy totalmente en desacuerdo con el último anónimo de "Después de las elecciones". Y de acuerdo con Gonzalo, por supuesto).

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  3. Al último anónimo: Mi Arriba España no tiene nada que ver con lo que Usted dice, sino con el sentido que el propio José Antonio le dio a ese grito, que no era excluyente ni miope, sino abierto y lleno de orgullo. Yo no hago ni he hecho apuesta alguna. Simplemente me he limitado a explicar el sentido de mi voto que no era una apuesta sino un apoyo para terminar con la inmundicia que nos ha gobernado durante ocho años.

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  4. españa no esta ni arriba ni abajo,ni a la izquierda ni a la derecha, ni siquiera en el centro.
    españa esta en el beso de tu novia, en la palabra de tu padre, en las manos de tu madre. y en tu cabeza.
    si no esta ahi, españa no existe.

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