No creo mucho en las casualidades, y mucho menos en política. Por eso me barrunto que detrás del movimiento de los “indignados” hay una mano que mece la cuna que no es precisamente antisistema, sino todo lo contrario. La proverbial habilidad de la izquierda para organizarse empieza a verse con meridiana claridad a medida que pasan las horas y se les suelta la lengua a los acampados, pues de lo que se trata de es de frenar a toda costa la previsible pérdida de poder a favor de la derecha.
No nos engañemos. Desde la estética progre de los concentrados hasta el contenido de sus reivindicaciones son demasiadas las pistas que nos conducen a la izquierda: tercera república, nacionalización de los bancos (¿qué hay de las Cajas y de la desvergüenza con la que han sido gestionadas por los políticos y sindicatos, por ejemplo, Caja Castilla La Mancha hasta descapitalizarla por completo?), abucheos a medios de la derecha, gritos contra la bandera bicolor….. No se concentran en la Moncloa, sino en la Puerta del Sol y hay sobreabundancia de pendiente y rastas precisamente en plena época de exámenes en la Universidad.
Ninguna indignación contra un gobierno inútil que ha causado nuestra desgracia llevándonos a cifras pavorosas de paro; ninguna contra la desvergüenza de la fiscalía y el Tribunal Constitucional, ni contra las millonarias subvenciones a las asociaciones de memoria histórica, gays y lesbianas, ni siquiera contra la guerra, de Afganistán o de Libia, etc.. Demasiadas frases hechas y lugares comunes y poca presencia de los que más motivos tienen para estar indignados: esos padres de familia que viven día a día el drama de no tener trabajo y la zozobra de un futuro inmediato en el que no podrán dar de comer a sus hijos, que se levantan cada mañana con el nuevo afán de buscarse un sustento y no sentarse en una plaza twiteando sin cesar.
Si ya es triste contemplar a una generación de jóvenes sin futuro, resulta dramático ver a padres desesperados por no poder dar a sus hijos lo indispensable. Y para darles una esperanza, no les vale ni la república ni la nacionalización de los bancos, sino la drástica reforma de una administración central y autonómica gigante, pródiga y obscena que no nos podemos permitir ni un minuto más.
En cualquier caso, creo que no tardaremos mucho en descubrir cual es la mano que mece la cuna de los «indignados».
LFU
No nos engañemos. Desde la estética progre de los concentrados hasta el contenido de sus reivindicaciones son demasiadas las pistas que nos conducen a la izquierda: tercera república, nacionalización de los bancos (¿qué hay de las Cajas y de la desvergüenza con la que han sido gestionadas por los políticos y sindicatos, por ejemplo, Caja Castilla La Mancha hasta descapitalizarla por completo?), abucheos a medios de la derecha, gritos contra la bandera bicolor….. No se concentran en la Moncloa, sino en la Puerta del Sol y hay sobreabundancia de pendiente y rastas precisamente en plena época de exámenes en la Universidad.
Ninguna indignación contra un gobierno inútil que ha causado nuestra desgracia llevándonos a cifras pavorosas de paro; ninguna contra la desvergüenza de la fiscalía y el Tribunal Constitucional, ni contra las millonarias subvenciones a las asociaciones de memoria histórica, gays y lesbianas, ni siquiera contra la guerra, de Afganistán o de Libia, etc.. Demasiadas frases hechas y lugares comunes y poca presencia de los que más motivos tienen para estar indignados: esos padres de familia que viven día a día el drama de no tener trabajo y la zozobra de un futuro inmediato en el que no podrán dar de comer a sus hijos, que se levantan cada mañana con el nuevo afán de buscarse un sustento y no sentarse en una plaza twiteando sin cesar.
Si ya es triste contemplar a una generación de jóvenes sin futuro, resulta dramático ver a padres desesperados por no poder dar a sus hijos lo indispensable. Y para darles una esperanza, no les vale ni la república ni la nacionalización de los bancos, sino la drástica reforma de una administración central y autonómica gigante, pródiga y obscena que no nos podemos permitir ni un minuto más.
En cualquier caso, creo que no tardaremos mucho en descubrir cual es la mano que mece la cuna de los «indignados».
LFU
2 comentarios:
Buenas tardes Luis Felipe,
Como siempre antes que nada felicitarte y agradecerte tus entradas.
Quería comentarte que estuve ayer en sol, no estaba dispuesto a ir antes de las elecciones y sinceramente, estaba prácticamente seguro de que se iban a ir después.
Como no lo hicieron, cumplí y debo decir que no parece que estén manipulados, al contrario cuidan mucho de que no se les manipule (otra cosa es que lo consigan o no).
Mi impresión es que se trata de jóvenes no antisistema manifestándose, a los que alrededor se les ha juntado toda una caterva de "okupas", antisistema, etc. etc. que han ido ahí igual que irían a otro happening izquierdoso para conocer gente, ligar y fumar porros. Pude ver desde "casetas" que hablaban de la libertad del pueblo saharaui hasta ecologistas, pasando por grupos feministas.
Sin embargo, los que son, se saben organizar y no parece gente poco formada (hablo de los responsables, no de la gente que ha ido con su perro, insisto) y están montando una estructura organizativa que se traslade a los barrios y distritos de Madrid. El problema, es que no veo que consigan tener una voz clara, al haber tanto "buenrollismo". Todas las voces tienen cabida y esas claro que incluyen las ideas estelares de los perroflautas, sin embargo me parece atrevido decir que es un movimiento organizado por algun partido político.
Ahora otra cosa es que algun cabecilla termine mamando del sistema, pero lo cierto es que ver a los organizadores da un mínimo de esperanza, mostrando a unos jóvenes que, aunque no seamos capaces de tener iniciativa privada (lanza un negocio en vez de esperar a que papá estado te dé una nómina), por lo menos en parte dejamos/dejan de estar anestesiados.
Que el momento en el que se ha hecho no es adecuado, es muy posible, pero a mi por lo menos, (aunque no han conseguido que cambie mi voto ni nada que se acerque) me han devuelto cierto interés.
Un saludo,
P.S. Los tres puntos básicos que he conseguido ver firmados por democracia real, spanishrevolution y no lesvotes son: 1.- reforma de la ley electoral, 2.- separación de poderes real y 3.- regeneración política: listas abiertas, inhabilitación para condenados por corrupción etc.
Es imposible no estar de acuerdo con estos 3 apartados.
Parece que los que han obtenido algún beneficio de los "indignados" han sido los del PP. Al grito de ¡Que vienen los rojos! han sacado tajada
¿O no?
Publicar un comentario