29 de noviembre de 2010

Lo que os perdéis





Ayer, tras asistir de nuevo a la celebración de la eucaristía en la explanada de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, me llegó este correo, que no me resisto a reproducir y hago mío (ante su falta de firma), con alguna apostilla, pues coincide con mi reflexión:

Para todos aquellos que no nos acompañais los domingos a las 11,00 en
la Misa conventual de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los
Caidos simplemente os manifiesto que es una pena, que vosotros os lo
perdeis:

Os perdeis la gran espiritualidad que allí se vive en compañía de los magníficos monjes benedictinos. (Resulta emocionante ver la alegría en el rostro de los monjes -algunos de ellos hombres de avanzada edad-, verdaderamente ateridos por el frío, pues no llevan ni guantes, ni gorros, ni abrigo, pero reconfortados por el calor de la compañía de los miles de fieles que les arropábamos.)

Os perdeis gozar de esa Eucaristía bajo la tutela de la gran Cruz del Valle, en ese precioso entorno. (Y con el canto de las vices blancas de la soberbia escolanía del Valle, que estremece ante la cercanía de las nubes)Os perdeis el sentimiento de Comunidad que allí se respira entre todos los asistentes. (Muchos de ellos, personas de muy avanzada edad, a los que no les importó pasar una hora a la interperie, bajo un frío helador.) Os perdeis ofrecer a Dios el fuerte dolor en los pies producto del
intenso frío. (Me atrevo a añadir que también el fuerte dolor de orejas, para los que no las llevaban tapadas.)

Os perdeis el magnífico caldo con el que nos obsequian los monjes al
terminar la Misa. (Aunque va de suyo que nadie acude allí por el caldo, doy fe de que era espectacular, nos calentó las entrañas y nos alimentó de verdad, pues debía llevar cociéndose desde el sábado a mediodía) Y sobre todo, os perdeis la posibilidad de poder participar en un momento histórico, en un hecho decisivo en la defensa de nuestra Fe y nuestra civilización, y la satisfacción y bienestar interior que produce el sentirse con la conciencia del deber cumplido.

No sigamos dormidos y anestesiados, no seamos cómodos, sintamonos realmente libres y capaces de rebelarnos contra lo "socialmente incorrecto".

No confundamos raciocinio e intelegencia con justificacion y cobardía. Si no reaccionamos algún día nos arrepenterimos y entonces las posibles soluciones serán más complicadas e imposibles.

Un fuerte abrazo

LFU

4 comentarios:

  1. Ciertamente nos perdemos mucho y bien que nos gustaría estar ahí. Pero es que a algunos nos pilla un poco a desmano...

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  2. Yo no puedo estar pero me acuerdo de vosotros los domingos en misa.
    Un abrazo

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  3. Yo tampoco puedo estar físicamente, porque no vivo en la Península, pero mi corazón está con todos vosotros y con los monjes. Ojalá acabe algún día la pesadilla que el impresentable de Zapatero está haciéndonos pasar al resto de los ciudadanos españoles.

    ¡Arriba España!

    Saludos, LFU.

    Un abrazo.

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  4. La distancia fisica nos impide a muchos estar con vosotros allí, pero emocionalmente podeis estar convencidos que os acompañamos cada domingo allá donde estemos. Aunque no es lo mismo, gracias a las cámaras de Intereconomia, los que queremos estar con vosotros espiritualmente,nos sentimos mas cerca de los monjes y de vosotros, acercandonos con la TV aunque sea solo un poquito en esa lejania kilometrica.
    Un abrazo

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