Como dice Enrique García-Máiquez, a menudo mis mejores artículos los escriben otros. He aquí uno de ellos, escrito sin complejos, por alguien que sabe muy bien lo que dice. Podéis leerlo también en su blog.
"Destacan dos cosas en el reciente Mensaje del Rey: primero, el empequeñecimiento y arrinconamiento de la imagen cristiana; segundo: el catálogo de fracasos y carencias de la nación, resumidos, en sus causas, en la falta de unidad y la desaparición del estado.
Se echa de menos, por lo tanto, explicar el porqué de la derrota del símbolo de la Fe común, y la incoherente reclamación de unidad política. Esto no ha podido pasarle por alto a Su Majestad, porque es muy evidente.
El estado, al frente del cual se encuentra La Corona, para que haya sido posible ha exigido un olvido flagrante de solemnes juramentos y que los fijosdalgos de esta nueva Santa Gadea hayan consentido en ello. La alegada necesidad de incorporación a la democracia tenía otros caminos, que ni siquiera se propusieron y explicaron, pero que, en aras del bien común, se pasaron por alto en un vidrioso proceso de renuncias, traiciones y condenas del buen español que fue Franco.
En esta situación es lógico que la Monarquía se vea muy vulnerable, porque cedió ante unas exigencias minoritarias que, puestas en práctica, han conducido a un rechazo radical por los débiles exigentes y al enfrentamiento partidario, basado en falsas ideologías y ambiciones totalitarias y rupturistas.
Este es un modestísimo y brevisimo Mensaje Ciudadano de Respuesta al Mensaje Real de Nochebuena
Rafael Ruiz Gallardón"
No se puede decir más con menos
LFU
"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
28 de diciembre de 2009
24 de diciembre de 2009
Feliz Navidad
A todos los que habéis entrado en este blog alguna vez, aunque sea para protestar, ofender o insultar, y especialmente a los que sufrís por cualquier motivo os deseo una feliz Navidad. Que cada uno de nosotros hagamos un hueco en el portal de nuestro corazón al niño Dios que vino para salvarnos y que se quede durante todo el año, que falta nos hace a todos.
Un abrazo fuerte
LFU
23 de diciembre de 2009
Rajoy debe mojarse
Hay leyes y actos de gobierno que identifican a sus autores. José Luis Rodríguez Zapatero no quiso, desde el principio, ser el Presidente de todos los españoles y, en perfecta coherencia con tal propósito, ha venido haciendo gala de un colosal sectarismo en las dos legislaturas que la mayoría de los españoles le ha concedido.
De ese espíritu sectario y revanchista han nacido leyes como la Ley «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (siempre que no pertenecieran al bando nacional, claro)» (ley de Memoria Histórica), la «Ley de Salud sexual y reproductiva» (ley del aborto libre hasta los 5 meses y medio), la Ley Orgánica de Educación (la del adoctrinamiento de menores) y aún nos queda la que posiblemente le ponga la guinda al pastel cainita del infame: la Ley de Libertad Religiosa que posiblemente se denominará «ley por la que se reconocen y amplían derechos (esto siempre va) y se establecen medidas para la neutralización de la tradición cultural cristiana de nuestro país en consonancia con el espíritu laicista de nuestro entorno y la Alianza de Civilizaciones». Y es que hemos de reconocer que a eufemismos no hay quien le gane la partida a la izquierda.
Las últimas encuestas nos indican que la crisis está haciendo estragos en los votantes otrora confiados en el estúpido optimismo de este soplagaitas insolvente que ha gobernado España para oprobio de su historia. Sí, he dicho la crisis, que no la oposición, que quede muy clarito.
Y muchos españoles, entre los que me encuentro, se preguntan con gran escepticismo qué va a hacer el partido Popular con estas leyes si llega al gobierno. ¿Mirará para otro lado como hiciera en el año 1996 con otros tantos zarpazos de la izquierda a nuestro modelo de sociedad, a nuestra tradición y a nuestra libertad?. ¿Sufriremos de nuevo la impotencia del miedo reverencial a cualquier clase de contrarreforma?
Los españoles que abominan de la política sectaria del infame se merecen una respuesta clara y nítida por parte de Mariano Rajoy a estos interrogantes, para saber a qué atenerse y evitar los golpes de pecho a destiempo.
LFU
De ese espíritu sectario y revanchista han nacido leyes como la Ley «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (siempre que no pertenecieran al bando nacional, claro)» (ley de Memoria Histórica), la «Ley de Salud sexual y reproductiva» (ley del aborto libre hasta los 5 meses y medio), la Ley Orgánica de Educación (la del adoctrinamiento de menores) y aún nos queda la que posiblemente le ponga la guinda al pastel cainita del infame: la Ley de Libertad Religiosa que posiblemente se denominará «ley por la que se reconocen y amplían derechos (esto siempre va) y se establecen medidas para la neutralización de la tradición cultural cristiana de nuestro país en consonancia con el espíritu laicista de nuestro entorno y la Alianza de Civilizaciones». Y es que hemos de reconocer que a eufemismos no hay quien le gane la partida a la izquierda.
Las últimas encuestas nos indican que la crisis está haciendo estragos en los votantes otrora confiados en el estúpido optimismo de este soplagaitas insolvente que ha gobernado España para oprobio de su historia. Sí, he dicho la crisis, que no la oposición, que quede muy clarito.
Y muchos españoles, entre los que me encuentro, se preguntan con gran escepticismo qué va a hacer el partido Popular con estas leyes si llega al gobierno. ¿Mirará para otro lado como hiciera en el año 1996 con otros tantos zarpazos de la izquierda a nuestro modelo de sociedad, a nuestra tradición y a nuestra libertad?. ¿Sufriremos de nuevo la impotencia del miedo reverencial a cualquier clase de contrarreforma?
Los españoles que abominan de la política sectaria del infame se merecen una respuesta clara y nítida por parte de Mariano Rajoy a estos interrogantes, para saber a qué atenerse y evitar los golpes de pecho a destiempo.
LFU
21 de diciembre de 2009
Yo también he firmado
Yo firmé el viernes y, desde entonces, han firmado casi 15.000 personas. Me es indiferente de quien parta -quien esté detrás- y con qué finalidad lo haya hecho, pero la iniciativa me parece positiva. Como jurista sé que la sanción del Rey es un acto debido y que en una monarquía parlamentaria el Rey no es responsable políticamente de los actos del gobierno ni de las leyes emanadas del poder legislativo. Pero también sé que su firma es necesaria para la aplicación de las leyes.
Hoy muchos invocan la actitud heroica de Balduino I de Bélgica cuando se encontró en semejante tesitura, pero no pidamos peras al olmo. Nuestro Rey ya firmó la ley despenalizadora del aborto con la que tan cómodo se encuentra hoy el Partido Popular y salvo un milagro, volverá a firmar esta ley, posiblemente convencido de que no tiene otra alternativa y de que una negativa representaría el final para la corona.
Yo no soy quien para pedir sacrificios heróicos a nadie, pero si alguien me pide que firme para pedirle al Rey que no lo haga, en un asunto tan sensible y tan grave para la vida de tantos seres incocentes, accedo con gusto y me alegro de que también lo hayan hecho quince mil personas más, por el momento.
No me mueve ningún propósito espurio, que quede muy claro. Me mueve solamente mi deseo de no dejar de hacer todo lo necesario para despertar la conciencia adormilada de muchos españoles que aún siguen mirando para otro lado mientras asisten silentes a una tragedia tan terrible como es la del asesinato impune de millones de incocentes, con el aval del Estado y el dinero de nuestros impuestos.
Que por la intercesión del Papa Juan Pablo llegue la Luz al primero de los españoles.
LFU
16 de diciembre de 2009
Monseñor Munilla y la rebelión de los curas podridos
Cura que a su barrio entero
trata de escandalizallo,
ya no es Cura, sino gallo
de todo aquel gallinero;
que enfermó por su dinero
a las más que toca el preste
ya no es cura, sino peste
por tan mala cualidad.
Cura que en la vecindad
vive con desenvoltura,
¿para qué le llaman cura,
si es la misma enfermedad?
D. Luis De Góngora, en la más rabiosa actualidad.
¿Qué puede decirse del vergonzoso espectáculo los curas guipuzcoanos repudiando a su pastor?. Es evidente que la cosecha que durante tantos años sembró Setién y abonó Uriarte está dando sus frutos podridos. Estos miserables con sotana jamás han firmado un manifiesto para condenar a los asesinos de ETA y mucho menos a sus cómplices; estos cabrones consagrados han conseguido vaciar sus Iglesias tras haberlas convertido en refugio de pistoleros, pesebres del odio y batzokis de pacotilla.
No podía esperarse otra cosa de semejante calaña. Pero bien pensado, su gesto es muy de agradecer. Acaban de justificar de un plumazo el aplauso merecido que a la Curia Vaticana se le debe por el nombramiento de Monseñor Munilla, un vasco de los de toda la vida, vasco y español y un sacerdote valiente que está dispuesto a pastorear a sus ovejas sin preguntarles el color de su bandera ni el RH de su sangre. A Monseñor Munilla le han facilitado el censo los miserables, con su estúpida protesta. Ya sabe con quien se juega los cuartos. El camino será duro, pero estoy seguro de que, con la ayuda de Dios, monseñor Munilla prestará un inigualable servicio a la Iglesia y también a España.
LFU
D. Luis De Góngora, en la más rabiosa actualidad.
¿Qué puede decirse del vergonzoso espectáculo los curas guipuzcoanos repudiando a su pastor?. Es evidente que la cosecha que durante tantos años sembró Setién y abonó Uriarte está dando sus frutos podridos. Estos miserables con sotana jamás han firmado un manifiesto para condenar a los asesinos de ETA y mucho menos a sus cómplices; estos cabrones consagrados han conseguido vaciar sus Iglesias tras haberlas convertido en refugio de pistoleros, pesebres del odio y batzokis de pacotilla.
No podía esperarse otra cosa de semejante calaña. Pero bien pensado, su gesto es muy de agradecer. Acaban de justificar de un plumazo el aplauso merecido que a la Curia Vaticana se le debe por el nombramiento de Monseñor Munilla, un vasco de los de toda la vida, vasco y español y un sacerdote valiente que está dispuesto a pastorear a sus ovejas sin preguntarles el color de su bandera ni el RH de su sangre. A Monseñor Munilla le han facilitado el censo los miserables, con su estúpida protesta. Ya sabe con quien se juega los cuartos. El camino será duro, pero estoy seguro de que, con la ayuda de Dios, monseñor Munilla prestará un inigualable servicio a la Iglesia y también a España.
LFU
14 de diciembre de 2009
Sindicatos: Como el cemento «armao»
Uno no sale de su asombro ante la mascarada organizada este fin de semana por los sindicatos UGT y CCOO en Madrid y también sobre el silencio que la oposición ha guardado sobre la misma.
Todos sabemos que el apoyo incondicional de los Sindicatos mayoritarios al Gobierno del infame nos está costando mucho dinero de los presupuestos. Las partidas de este año dedicadas a estos engendros sectarios plagados de parásitos se han incrementado notoriamente, pero esto, o no se dice, o se hace con voz muy bajita.
Esta es una de las grandes mentiras y uno de los grandes cánceres del sistema democrático nacido de la Constitución de 1978. Lo sindicatos no velan por los intereses de los trabajadores, sino por su propia supervivencia y por mantener una posición de poder e influencia en la sociedad. Su marcado carácter ideológico los convierte en un instrumento más de la izquierda que los maneja a su antojo en función de sus necesidades. Y qué decir de la figura de los “liberados sindicales”, cerca de 40.000 señores que cobran íntegro su sueldo, que son totalmente improductivos, absolutamente intocables y que constituyen un agravio comparativo con los más de cuatro millones de españoles que están en el paro.
Ya va siendo hora de que alguien comience a desenmascarar todo este vergonzoso montaje que nos debería llenar de oprobio y de vergüenza. Al principio le tacharán de fascista,- calificativo que empieza a tener cierto glamour, ya que la izquierda lo utiliza normalmente contra quien demuestra un cierto sentido común y ausencia de complejos- pero a la postre habrá prestado un gran servicio a la Nación.
LFU
Todos sabemos que el apoyo incondicional de los Sindicatos mayoritarios al Gobierno del infame nos está costando mucho dinero de los presupuestos. Las partidas de este año dedicadas a estos engendros sectarios plagados de parásitos se han incrementado notoriamente, pero esto, o no se dice, o se hace con voz muy bajita.
Esta es una de las grandes mentiras y uno de los grandes cánceres del sistema democrático nacido de la Constitución de 1978. Lo sindicatos no velan por los intereses de los trabajadores, sino por su propia supervivencia y por mantener una posición de poder e influencia en la sociedad. Su marcado carácter ideológico los convierte en un instrumento más de la izquierda que los maneja a su antojo en función de sus necesidades. Y qué decir de la figura de los “liberados sindicales”, cerca de 40.000 señores que cobran íntegro su sueldo, que son totalmente improductivos, absolutamente intocables y que constituyen un agravio comparativo con los más de cuatro millones de españoles que están en el paro.
Ya va siendo hora de que alguien comience a desenmascarar todo este vergonzoso montaje que nos debería llenar de oprobio y de vergüenza. Al principio le tacharán de fascista,- calificativo que empieza a tener cierto glamour, ya que la izquierda lo utiliza normalmente contra quien demuestra un cierto sentido común y ausencia de complejos- pero a la postre habrá prestado un gran servicio a la Nación.
LFU
10 de diciembre de 2009
Santo subito
«Juan Pablo II hizo en vida muchos milagros»
Esclerosis, epilepsia, cáncer, esterilidad... Docenas de personas atribuyen al Papa su curación inexplicable.
Karol Wojtyla fue probablemente el hombre más público de la historia: ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido, filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles pasaron más de 18 millones de personas. Sin embargo, su actividad taumatúrgica, hacedora de milagros, fue discreta, aunque no escasa, a la luz de los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli («Santo subito») o el polaco Pawel Zuchniewicz («Miracles of John Paul II»). Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia.
Una madre con cáncer
Quizá el primer milagro de Karol Wojtyla como Papa fue el de la inglesa Kay Kelly en marzo de 1979. Madre de tres hijos y enferma de cáncer, rezando ante una imagen de la Virgen sintió que tenía que ver al nuevo Papa. Le llegaron unos billetes para Roma, regalo de los Caballeros de Colón por sus esfuerzo en colectas contra el cáncer. En Roma participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido. El caso llamó la atención de la Prensa, que preguntó al Papa: «Su fe la ha curado», dijo él. Hoy, la anciana Kay Kelly sigue sana, reza con los moribundos y ha recaudado miles de euros contra el cáncer, señala la revista polaca «Niedziela». Zuchniewicz recoge también casos modernos: el 1 de julio de 2004 el Papa recibió a Rafal, un chico polaco de 16 años, de Lubaczow. Su linfoma incurable desapareció justo después de su audiencia privada.
En la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer.
En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro. El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina del santuario de Lourdes y seis semanas después caminaba.
Hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieo. En los testimonios de la causa hay otros similares.
El hijo de un político
En México es muy conocido el caso de Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, en el norte de México, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó.
El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad. Era obispo allí Javier Lozano Barragán, que después, como cardenal y presidente del Pontificio Consejo para la Salud, difundiría este milagro. -Una monja y un cardenalEl cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa desde 1962, apenas podía hablar en el año 2000 por un error al operarse de la carótida. El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado. Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La bendijo y sonrió. La enfermedad de la mujer desapareció por completo.
De «La Razón» 2 Diciembre 09 - Madrid - Pablo J. Ginés
Esclerosis, epilepsia, cáncer, esterilidad... Docenas de personas atribuyen al Papa su curación inexplicable.
Karol Wojtyla fue probablemente el hombre más público de la historia: ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido, filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles pasaron más de 18 millones de personas. Sin embargo, su actividad taumatúrgica, hacedora de milagros, fue discreta, aunque no escasa, a la luz de los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli («Santo subito») o el polaco Pawel Zuchniewicz («Miracles of John Paul II»). Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia.
Una madre con cáncer
Quizá el primer milagro de Karol Wojtyla como Papa fue el de la inglesa Kay Kelly en marzo de 1979. Madre de tres hijos y enferma de cáncer, rezando ante una imagen de la Virgen sintió que tenía que ver al nuevo Papa. Le llegaron unos billetes para Roma, regalo de los Caballeros de Colón por sus esfuerzo en colectas contra el cáncer. En Roma participó en una reunión semiprivada con el Papa y otros enfermos. Hablaron, él le firmó una foto para su hijo, la abrazó y le dijo: «Estoy muy orgulloso de ti, eres una madre maravillosa». Cuando volvió a Liverpool, su cáncer había desaparecido. El caso llamó la atención de la Prensa, que preguntó al Papa: «Su fe la ha curado», dijo él. Hoy, la anciana Kay Kelly sigue sana, reza con los moribundos y ha recaudado miles de euros contra el cáncer, señala la revista polaca «Niedziela». Zuchniewicz recoge también casos modernos: el 1 de julio de 2004 el Papa recibió a Rafal, un chico polaco de 16 años, de Lubaczow. Su linfoma incurable desapareció justo después de su audiencia privada.
En la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, en 2002, el Papa rezó por Angela Baronni, de 16 años, con cáncer de huesos; le impuso las manos y le hizo la señal de la cruz. Desapareció todo rastro del cáncer.
En 1980, el australiano Emil Barbar, de 29 años, con una parálisis cerebral que le impedía caminar y le dificultaba el habla, llamó la atención de Juan Pablo II durante una audiencia con enfermos en la plaza de San Pedro. El Papa le besó en la cabeza. Su madre lloraba. «Llévale a Lourdes, verás que camina», le dijo el Pontífice, y les regaló una cruz y un rosario. Emil se bañó en la piscina del santuario de Lourdes y seis semanas después caminaba.
Hay varios testimonios de mujeres que dicen que la oración del Papa les ayudó a concebir o dar a luz. Una católica china afincada en Vancouver, Canadá, la señora Lieu, acudió como peregrina a Roma después de haber sufrido tres abortos naturales. En una audiencia le contó al Papa su problema. Él le dijo que tendría un hijo y trazó la señal de la cruz en su cabeza. Al volver a Canadá, comprobó que estaba embarazada, el niño nació bien y se llamó Juan Pablo Lieo. En los testimonios de la causa hay otros similares.
El hijo de un político
En México es muy conocido el caso de Heron Badillo, hijo del político izquierdista Felipe Badillo. Tenía cinco años y estaba enfermo de leucemia cuando lo presentaron al Papa en Zacatecas, en el norte de México, el 12 de mayo de 1990. Él se apartó de su ruta para imponerle las manos y lo besó.
El niño, después de 15 días de rechazar alimentos, empezó a comer, desaparecida su enfermedad. Era obispo allí Javier Lozano Barragán, que después, como cardenal y presidente del Pontificio Consejo para la Salud, difundiría este milagro. -Una monja y un cardenalEl cardenal italiano Francesco Marchisano, amigo personal del Papa desde 1962, apenas podía hablar en el año 2000 por un error al operarse de la carótida. El Papa le acarició en la zona operada. «El Señor le devolverá la voz. Yo rezaré por usted», le dijo. Poco después quedó curado. Otro caso documentado es el de la monja colombiana Ofelia Trespalacios. Sufría desde los 20 años una enfermedad que le producía desmayos y parálisis. En 1984, en una audiencia en Roma, el Papa puso las manos sobre la cara de la religiosa y oró por ella. La bendijo y sonrió. La enfermedad de la mujer desapareció por completo.
De «La Razón» 2 Diciembre 09 - Madrid - Pablo J. Ginés
9 de diciembre de 2009
Paracuellos y el Obispo Reig
El obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Reig Pla ha tenido el «atrevimiento» de celebrar misa en el Camposanto de Paracuellos del Jarama coincidiendo con el aniversario del genocidio allí perpetrado por las milicias social-comunistas en noviembre-diciembre de 1936. Refiriéndose a este camposanto, aseguró que "ésta es la catedral más grande edificada jamás, pues ha sido levantada con la sangre de miles de mártires, de modo que es el santuario más grande del mundo, donde se concentran más mártires por metro cuadrado, muchos de ellos elevados ya a la gloria de los altares".
Don Juan Antonio recordó además que "en un tiempo en el que se quiso cerrar las puertas del cielo, estos hermanos nuestros dieron testimonio de su fe gritando Viva España y Viva Cristo Rey al morir. Miles de sacerdotes, religiosos y fieles ofrendaron sus vidas para que podamos construir una España mejor, una España que es fruto de muchos siglos de fe cristiana que conforman nuestra civilización, la civilización cristiana".
Terminada la misa, visitó una a una las 7 fosas de Paracuellos en las que, entre los miles de asesinados gozan del descanso eterno los restos de muchos mártires ya elevados a los altares por la Iglesia y de 276 menores de edad, cuya esquela reproduzco a continuación.
Cometió la «imperdonable» osadía de decir misa en una capilla en la que existía una bandera nacional con el mismo escudo que aparece en el primer ejemplar de la Constitución Española firmada por el Rey.
Y para colmo de males, accedió a estrechar la mano del nonagenario Blas Piñar, todo un peligro para el actual régimen democrático- cuyo padre fue asesinado, con las manos atadas a la espalda y con tiros en la nuca como otros muchos miles de españoles en aquella tragedia, preludio y ensayo de la matanza soviética en el Bosque de Katin.
Todo ello le ha valido ser vapuleado por la izquierda mediática que no desaprovecha ocasión alguna para lanzar su veneno contra la Iglesia y soporta aún menos que le recuerden su siniestro y sanguinario pasado.
Ante la avalancha de insultos y la relevancia tipográfica de la noticia, el obispo ha pidió disculpas a quien se hubiera sentido ofendido por el hecho de que figurase allí la bandera con el águila de San Juan. Y yo me pregunto: ¿por qué marices tiene que pedir disculpas el Obispo? ¿Acaso no se ha dado cuenta de que no se consigue nada dando gusto a los enemigos de la fe?. ¿Van a empezar a espurgar las Iglesias de cualquier simbología que recuerde al franquismo?
No se dan cuenta de que, a ellos, a los que insultan y braman, les da igual que pida o no disculpas. La bandera es sólo una burda excusa. Lo que no soportan es que alguien les recuerde que hubo un día en el que sembraron el terror y el martirio en las calles de España. Saben que los que aún sienten escalofríos cuando escuchan detenerse una camioneta delante de su casa son ya especie a extinguir y cuentan con poder asesinar la memoria de sus descendientes.
LFU
3 de diciembre de 2009
Lerma-La Aguilera II. Un rayo de luz
Desde la publicación el domingo 1 de noviembre en el diario El País de un largo reportaje en el que se aborda la explosión vocacional que esta teniendo el Convento de la Asunción de Lerma-La Aguilera, de las Hermanas Clarisas, he dejado pasar justo un mes para comentar esta realidad tan próxima y querida para mi.
El reportaje de 4.200 palabras, en el día de mayor venta semanal del periódico, es taimado, hasta ambiguo y poco pugnaz para la fuente de dónde procede, aporta datos reales y ciertos pero, cómo decirlo, resulta una muestra del denominado «periodismo de sospecha» que magníficamente Toní Piqué definió y explicó con ejemplos del propio reportaje. Asignaron el reportaje a un grupo de periodistas que asediaron-literalmente- el Convento y a sus monjas durante una semana hasta poder contar con una declaración de la madre Superiora. Este tratamiento del buque insignia (algo herrumbroso, últimamente) de la izquierda española no es algo casual y creo que merece reflexión y respuesta de aquellos que conocemos Lerma, pues este primer reportaje es sólo una primera toma de contacto y es de ilusos pensar que no llegarán nuevos «tratamientos informativos», una vez fijado el tiro con este reportaje, para esa realidad pujante, alegre y hermosa que es el Monasterio de Lerma-La Aguilera.
Hay una razón clara explicitada en el propio reportaje, que explica la atención mediática concedida a estas monjas clarisas. Resultan una incómoda excepción en la Iglesia Católica a la falta de vocaciones a la vida monástica y ya constituyen un acontecimiento para la Iglesia Universal. No hay ningún convento femenino en Europa que tenga la explosión vocacional de Lerma. De forma espontánea pero constante, la comunidad ha ido recibiendo numerosas visitas: no sólo de familiares y amigos de la numerosa comunidad sino que se ha producido una suerte de efecto peregrinación de obispos, sacerdotes, seminaristas, parroquias y grupos cristianos de toda índole que visitan el Monasterio, los ecos han llegado a Roma, de hecho el predicador pontificio, Padre Raniero Cantalamessa les ha dado unos ejercicios espirituales de una semana este verano y les ha sacado en su programa en la Rai, un poco a traición, dicho sea de paso…Con todo, esto no explica el fenómeno Lerma.
La razón principal y no mencionada directamente en el citado reportaje, quizás, sí advertida aunque no en su verdadera dimensión por los redactores del diario El Pais, es otra. Allí tiene lugar desde hace 25 años un vigoroso, fuerte e identificable renacer de la vida monástica femenina y, por tanto, de la Iglesia Católica. Uno más, entre otros, hay que precisar. En el Convento de la Asunción de Lerma, sito en Castilla La Vieja, en el fértil corazón de Burgos, en un paraje hermoso, pero sometido a extremos térmicos mesetarios, vuelve a brotar inexplicablemente para algunos la Iglesia que muchos ya daban por difunta.
Lerma ejemplifica, de nuevo, la eterna paradoja cristiana que produce incredulidad, estupor e incomprensión tanto a cristianos como a los que no lo son. No resulta aceptable que en pleno siglo XXI, un centenar largo de mujeres, la gran mayoría con estudios superiores y experiencia profesional, la generación de mujeres españolas con mejor preparación de la historia –de media de edad inferior a 35 años- abandonen todo para recluirse en el Convento. No se puede permitir que mientras centenares de conventos languidecen lentamente por la falta de vocaciones, éste reviente las costuras de su emplazamiento centenario y haga posible la colonización de un antiguo convento de franciscanos en La Aguilera. No es admisible que existiendo abnegadas y utilísimas vocaciones femeninas en la Iglesia destinadas al auxilio de los necesitados ellas se dediquen a rezar y a trabajar en el obrador. No es aceptable, en definitiva, su expresión inolvidable de alegría y plenitud tras las rejas de acero forjado de la clausura que te hacen salir de allí con el corazón ardiendo, haga el frío que haga y allí, créanme, no hace poco.
Todas las aparentes paradojas mencionadas se explican por la efectiva e indisimulable plenitud que reina entre ellas, signo inconfundible de la presencia de Cristo Resucitado entre ellas. Así de escandaloso suena, de incomprensible para la mentalidad mundana dominante y así lo explican ellas, sin falsos pudores, con la pasión arrebatada de mujeres que escogen ser felices allí, cumpliendo su destino siendo esposas de Cristo. Incredulidad, estupor e incomprensión sufrió Cristo y sufren y sufrirán ellas, pero nadie y digo nadie sin excepción que presencie esta apabullante manifestación de la Victoria de Cristo permanece igual que antes de haberlo presenciado.
César.
2 de diciembre de 2009.
El reportaje de 4.200 palabras, en el día de mayor venta semanal del periódico, es taimado, hasta ambiguo y poco pugnaz para la fuente de dónde procede, aporta datos reales y ciertos pero, cómo decirlo, resulta una muestra del denominado «periodismo de sospecha» que magníficamente Toní Piqué definió y explicó con ejemplos del propio reportaje. Asignaron el reportaje a un grupo de periodistas que asediaron-literalmente- el Convento y a sus monjas durante una semana hasta poder contar con una declaración de la madre Superiora. Este tratamiento del buque insignia (algo herrumbroso, últimamente) de la izquierda española no es algo casual y creo que merece reflexión y respuesta de aquellos que conocemos Lerma, pues este primer reportaje es sólo una primera toma de contacto y es de ilusos pensar que no llegarán nuevos «tratamientos informativos», una vez fijado el tiro con este reportaje, para esa realidad pujante, alegre y hermosa que es el Monasterio de Lerma-La Aguilera.
Hay una razón clara explicitada en el propio reportaje, que explica la atención mediática concedida a estas monjas clarisas. Resultan una incómoda excepción en la Iglesia Católica a la falta de vocaciones a la vida monástica y ya constituyen un acontecimiento para la Iglesia Universal. No hay ningún convento femenino en Europa que tenga la explosión vocacional de Lerma. De forma espontánea pero constante, la comunidad ha ido recibiendo numerosas visitas: no sólo de familiares y amigos de la numerosa comunidad sino que se ha producido una suerte de efecto peregrinación de obispos, sacerdotes, seminaristas, parroquias y grupos cristianos de toda índole que visitan el Monasterio, los ecos han llegado a Roma, de hecho el predicador pontificio, Padre Raniero Cantalamessa les ha dado unos ejercicios espirituales de una semana este verano y les ha sacado en su programa en la Rai, un poco a traición, dicho sea de paso…Con todo, esto no explica el fenómeno Lerma.
La razón principal y no mencionada directamente en el citado reportaje, quizás, sí advertida aunque no en su verdadera dimensión por los redactores del diario El Pais, es otra. Allí tiene lugar desde hace 25 años un vigoroso, fuerte e identificable renacer de la vida monástica femenina y, por tanto, de la Iglesia Católica. Uno más, entre otros, hay que precisar. En el Convento de la Asunción de Lerma, sito en Castilla La Vieja, en el fértil corazón de Burgos, en un paraje hermoso, pero sometido a extremos térmicos mesetarios, vuelve a brotar inexplicablemente para algunos la Iglesia que muchos ya daban por difunta.
Lerma ejemplifica, de nuevo, la eterna paradoja cristiana que produce incredulidad, estupor e incomprensión tanto a cristianos como a los que no lo son. No resulta aceptable que en pleno siglo XXI, un centenar largo de mujeres, la gran mayoría con estudios superiores y experiencia profesional, la generación de mujeres españolas con mejor preparación de la historia –de media de edad inferior a 35 años- abandonen todo para recluirse en el Convento. No se puede permitir que mientras centenares de conventos languidecen lentamente por la falta de vocaciones, éste reviente las costuras de su emplazamiento centenario y haga posible la colonización de un antiguo convento de franciscanos en La Aguilera. No es admisible que existiendo abnegadas y utilísimas vocaciones femeninas en la Iglesia destinadas al auxilio de los necesitados ellas se dediquen a rezar y a trabajar en el obrador. No es aceptable, en definitiva, su expresión inolvidable de alegría y plenitud tras las rejas de acero forjado de la clausura que te hacen salir de allí con el corazón ardiendo, haga el frío que haga y allí, créanme, no hace poco.
Todas las aparentes paradojas mencionadas se explican por la efectiva e indisimulable plenitud que reina entre ellas, signo inconfundible de la presencia de Cristo Resucitado entre ellas. Así de escandaloso suena, de incomprensible para la mentalidad mundana dominante y así lo explican ellas, sin falsos pudores, con la pasión arrebatada de mujeres que escogen ser felices allí, cumpliendo su destino siendo esposas de Cristo. Incredulidad, estupor e incomprensión sufrió Cristo y sufren y sufrirán ellas, pero nadie y digo nadie sin excepción que presencie esta apabullante manifestación de la Victoria de Cristo permanece igual que antes de haberlo presenciado.
César.
2 de diciembre de 2009.
1 de diciembre de 2009
«Memoria histórica» en el Líbano
No se trata de ningún montaje. Es absolutamente cierto. En la Orden General de la Base Cervantes del Ejército Español en el Líbano correspondiente al 19 de noviembre de 2009, apareció en el espacio destinado a la efemérides del día siguiente, un breve resumen de la vida militar de quien hasta 1975 fuera Jefe del Estado Español y Generalísimo de los Ejércitos, que pueden leer en la siguiente imagen:
Seis días después, advertido su contenido por alguien con suficiente poder y bastante rencor o escaso valor, dicha «efemérides» fue fulminantemente anulada en su totalidad en la Orden General del 25 de noviembre, con el resultado que sigue:
Lo de anular las efemérides no deja de resultar chusco y lamentable, pero la condición humana es así de miserable. Lo de menos es que haya quienes estiren por si acaso la «Ley de Memoria Histórica» hasta el absurdo -debo recordar que lo que ataca tal engendro legal exaltador de la iconoclastia son los «escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura», por lo que nadie podría, por ejemplo, ordenar la retirada de una estatua de Franco o de Mola en pantalón corto y tampoco con uniforme de Comandante.
Lo peor es que muchos en las Fuerzas Armadas se han olvidado -o han sido obligados a olvidar- aquellas primeras palabras del Rey de España en su primer mensaje a los españoles: 'Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España no podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio".
LFU
Seis días después, advertido su contenido por alguien con suficiente poder y bastante rencor o escaso valor, dicha «efemérides» fue fulminantemente anulada en su totalidad en la Orden General del 25 de noviembre, con el resultado que sigue:
Lo de anular las efemérides no deja de resultar chusco y lamentable, pero la condición humana es así de miserable. Lo de menos es que haya quienes estiren por si acaso la «Ley de Memoria Histórica» hasta el absurdo -debo recordar que lo que ataca tal engendro legal exaltador de la iconoclastia son los «escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura», por lo que nadie podría, por ejemplo, ordenar la retirada de una estatua de Franco o de Mola en pantalón corto y tampoco con uniforme de Comandante.
Lo peor es que muchos en las Fuerzas Armadas se han olvidado -o han sido obligados a olvidar- aquellas primeras palabras del Rey de España en su primer mensaje a los españoles: 'Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España no podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio".
LFU
30 de noviembre de 2009
Otro Secuestro de españoles
El asunto parece preocupante. Vésase el análisis imprescindible pinchando en El Baluarte de la Hispanidad
LFU
LFU
27 de noviembre de 2009
Los proabortistas atacan a Red Madre
Aido, Trini y demás amiguitas están muy contentas por haber superado el primer escollo parlamentario a la nueva Ley del Aborto. Me sorprende tanta sonrisa y celebración cuando no hacen más que repetir que el aborto -perdón, la «interrupción voluntaria del embarazo»- es una verdadera tragedia. Ya, pero sobre todo para el feto indefenso que acaba en la trituradora.
No han tardado mucho las hordas abortistas en celebrar el primer triunfo de su caudilla Aido. Para ello, nada mejor que atacar un centro de la Red Madre fudación que se dedica a dar ayuda y apoyo desinteresado a las mujeres embarazadas que no quieren abortar. Renuncio a transcribir el texto de las pintadas, pero es sumamente revelador de la benéfica intención de los defensores del aborto.
Desde hace unos días, tras recibir la petición de ayuda a través de un buen amigo, ya tenía decidido dar mi apoyo y colaboración a Red Madre, pero ahora todavía más, y me pemito la licencia de pedir también la vuestra. Merece mucho la pena ayudar a los que salvan vidas y encima arriesgan la suya frente a las alimañas.
LFU
26 de noviembre de 2009
Estatuto de Cataluña y Dignidad Nacional
Que el Estatuto de Cataluña es esencialmente incompatible con la Constitución Española es algo meridiano para cualquier jurista mínimamente preparado sin excesivos condicionamientos ideológicos. Y miren que ya es difícil, porque en nuestra Carta magna, fruto del consenso forzado por los partidos nacionalistas, cabe casi todo. Se trata de un texto que agrede frontal y gravemente a la unidad de la Nación española y al principio de solidaridad entre las regiones que la integran, así como a determinados derechos fundamentales de los ciudadanos de dicha Comunidad.
Otra cosa es que el Tribunal Constitucional vaya a ser capaz de declararlo con la rotundidad que cabe esperar del máximo intérprete de la Constitución. Y es que el «más alto» Tribunal no va a emitir una Sentencia fundada en Derecho, sino una verdadera componenda política que ha necesitado más de tres años en fraguarse, por la servidumbre política de la mayor parte de sus magistrados. No olvidemos que, en definitiva y merced a la Ley Orgánica que lo regula, el Tribunal Constitucional no es más que un reflejo de la división existente en el Congreso de los Diputados y su independencia, por tanto es incluso menor que la del Tribunal de Garantías Constitucionales de la Segunda República.
Tengo, por tanto, escasa fe en el engendro jurídico que pueda nacer como resultado de las eternas negociaciones mantenidas entre los magistrados, bajo la presión de los partidos políticos a los que deben su puesto. Pero una cosa es mostrarse escéptico ante la sentencia y otra muy diferente aceptar mansamente las inauditas presiones y gravísimas amenazas que desde la clase política catalana -y dentro de esta incluyo a la prensa apesebrada- se están profiriendo desde hace días para el caso de que la Sentencia que recaiga no sea del gusto de los autores del engendro estatutario, apelando incluso al peligro para la convivencia ciudadana.
Lo que está en juego en este caso es la dignidad nacional de España. El problema es que quien tiene el encargo y la obligación de defenderla es, precisamente, el principal impulsor de ese Estatuto ignominioso. Así que otra vez tenemos el zorro al cuidado de las gallinas. Que Dios se apiade de España.
LFU
25 de noviembre de 2009
«Afrentosos Crucifijos»
Juan Manuel de Prada, "Afrentosos crucifijos", ABC, 9.XI.09
Por paradojas del azar, la conmemoración de la caída del murito de Berlín ha coincidido con una sentencia del sarcásticamente llamado Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que ordena la retirada de los crucifijos de las aulas. La caída del murito de Berlín supuso, según nos martillea la propaganda, la «victoria de la libertad»; y las consecuencias de esa libertad victoriosa las contemplamos por doquier. La retirada de los crucifijos quizá sea la más aparente, por lo que tiene de simbólica; pero detrás de esa retirada está el suicidio de Occidente, que ha decidido, como los alacranes asediados, inyectarse el veneno de su propio aguijón. Y, en su arrebato de autodestrucción, disfrazado con los bellos ropajes de la libertad, reniega de los logros que han fundado su identidad.
Eso que la propaganda denomina «victoria de la libertad» no ha sido sino victoria de la más feroz de las tiranías, que no es otra que aquélla que despoja a los seres humanos de su capacidad de discernimiento moral. Las tiranías clásicas, ataviadas con los ropajes hoscos de la represión, al ejercer sobre las conciencias una violencia coactiva, aún permitían a sus oprimidos cierto grado de resistencia: pues todo expolio de lo que es constitutivamente humano genera en quien lo padece una reacción instintiva de defensa. La nueva tiranía no actúa reprimiendo la conciencia moral, sino desembridándola, de tal modo que sus sometidos dejan de regir su conducta por la capacidad de discernimiento, dejan de ser propiamente humanos, para guiarse únicamente por la satisfacción de sus intereses y caprichos. Y la nueva tiranía, ataviada con los bellos ropajes de la libertad, otorga a esos intereses el estatuto jurídico de «derechos», sin importarle que sean intereses egoístas o criminales; porque en la protección de tales intereses la nueva tiranía ha encontrado el modo de mantener a sus sometidos satisfechos. Ya no son hombres, sino bestias satisfechas, porque han extraviado la capacidad para discernir lo que es justo y lo que es injusto; pero las bestias satisfechas en sus intereses y caprichos egoístas o criminales, además de adorarse a sí mismas, adoran a quien les permite vivir sin conciencia, pues si alguien les devolviera la capacidad de discernimiento la vida -su vida infrahumana- se les tornaría insoportable.
Y ésa es la razón por la que la nueva tiranía ordena la retirada de los crucifijos: constituyen un recordatorio lacerante de que hemos dejado de ser propiamente humanos. Nos recuerdan que nuestra naturaleza caída fue abrazada, acogida, redimida, perdonada por aquel Cristo que murió colgado de un madero. Pero la noción de redención, como la de perdón, exigen una previa capacidad de discernimiento moral; exigen un juicio sobre la naturaleza de nuestros actos. Y cuando alguien se niega a juzgar sus actos, por considerar que están respaldados por una libertad omnímoda, la presencia de un crucifijo se torna lesiva, agónica y culpabilizadora. Y lo que la nueva tiranía nos promete es que podemos vivir sin ser redimidos ni perdonados, que podemos vivir sin culpa ni agonía; esto es, sin lucha con nuestra propia conciencia, por la sencilla razón de que hemos sido exonerados de tan gravosa carga. La nueva tiranía nos promete que todo lo que nuestra naturaleza caída apetezca o ansíe será de inmediato garantizado, protegido, consagrado jurídicamente; lo mismo da que sean meros caprichos de chiquilín emberrinchado que crímenes infrahumanos como el aborto. Frente a esta promesa de libertad omnímoda, el crucifijo aparece entonces a los ojos de esos hombres convertidos en bestias como una oprobiosa cadena: les recuerda que han renunciado a su verdadera naturaleza; les recuerda que esa naturaleza a la que han renunciado era su posesión más preciosa; les recuerda que Dios mismo entregó su vida por abrazarla. ¡Afrentoso recordatorio!
23 de noviembre de 2009
Zapatero no estás solo...
Él también destruyó cientos de miles de empleos tras haber prometido crear 800.000 puestos de trabajo y dejó una economía en bancarrota.
Gracias a la magnífica política socialista, hay muchos hogares en España a los que se les ha borrado la sonrisa . No están las cosas para reirse y menos para sacar pecho. Debería darles vergüenza.
LFU
19 de noviembre de 2009
20 de noviembre
"Ojalá Fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia"
José Antonio Primo de Rivera
PRESENTE
LFU
18 de noviembre de 2009
Sin vergüenza
Junto o separado, no hay calificativo más leve para definir la actitud del gobierno de España en relación con la crisis del atunero “Alakrana”.
Vergüenza de que este no haya sido más que una secuela del secuestro del “Playa de Bakio”, pues los piratas saben de sobra que España es débil. Paga y paga bien, y luego molesta lo justo, es decir, nada.
Vergüenza del papelón que se ha hecho jugar a la Armada Española con dos buques de guerra de adorno y, por si fuera poco, filtrando la humillante noticia –que no me creo- de que los piratas fueron ametrallados tras abandonar el barco, con escaso éxito pues sólo le dieron a algunos atunes que pasaban por allí desapercibidos. Vamos, como si los buques y helicópteros de nuestra Armada fueran equipados con escopetas de feria.
Vergüenza por el silencio dócilmente aceptado de los medios de comunicación, que en su gran mayoría han mirado para otro lado respecto de la desastrosa gestión de la crisis, en la que los Ministros de Justicia y de Defensa, en “perfecta coordinación” se han lucido de verdad.
Y vergüenza ilimitada al contemplar al Presidente del Gobierno salir en rueda de prensa para decir, encantado de haberse conocido, que todo se había resuelto bien, y que estaban todos sanos y salvos cuando se acababan de pagar cuatro millones de dólares a unos terroristas para que sigan con lo suyo. Esto es ya de aurora boreal. Suponía yo, en mi ingenuidad que el gobierno sería, al menos, discreto en la resolución del tema y adoptaría un perfil bajo teniendo en cuenta que estaba cantado que iba a ceder al chantaje de los piratas.
Sólo me alegro de que los marineros hayan salido indemnes. No faltaba más. Pero la cosa no es como para sacar pecho, sino todo lo contrario, pues el prestigio de España en el mundo ha quedado, una vez más, por los suelos y sólo es cuestión de tiempo que vuelvan a apresar un pesquero español para seguir haciendo caja a costa de todos nosotros.
LFU
Vergüenza de que este no haya sido más que una secuela del secuestro del “Playa de Bakio”, pues los piratas saben de sobra que España es débil. Paga y paga bien, y luego molesta lo justo, es decir, nada.
Vergüenza del papelón que se ha hecho jugar a la Armada Española con dos buques de guerra de adorno y, por si fuera poco, filtrando la humillante noticia –que no me creo- de que los piratas fueron ametrallados tras abandonar el barco, con escaso éxito pues sólo le dieron a algunos atunes que pasaban por allí desapercibidos. Vamos, como si los buques y helicópteros de nuestra Armada fueran equipados con escopetas de feria.
Vergüenza por el silencio dócilmente aceptado de los medios de comunicación, que en su gran mayoría han mirado para otro lado respecto de la desastrosa gestión de la crisis, en la que los Ministros de Justicia y de Defensa, en “perfecta coordinación” se han lucido de verdad.
Y vergüenza ilimitada al contemplar al Presidente del Gobierno salir en rueda de prensa para decir, encantado de haberse conocido, que todo se había resuelto bien, y que estaban todos sanos y salvos cuando se acababan de pagar cuatro millones de dólares a unos terroristas para que sigan con lo suyo. Esto es ya de aurora boreal. Suponía yo, en mi ingenuidad que el gobierno sería, al menos, discreto en la resolución del tema y adoptaría un perfil bajo teniendo en cuenta que estaba cantado que iba a ceder al chantaje de los piratas.
Sólo me alegro de que los marineros hayan salido indemnes. No faltaba más. Pero la cosa no es como para sacar pecho, sino todo lo contrario, pues el prestigio de España en el mundo ha quedado, una vez más, por los suelos y sólo es cuestión de tiempo que vuelvan a apresar un pesquero español para seguir haciendo caja a costa de todos nosotros.
LFU
16 de noviembre de 2009
La excomunión de los idiotas
El Obispo Martínez Camino, a quien he tenido la suerte de conocer personalmente, es hombre cultísimo, sobradamente preparado y con una altura intelectual que escasea por desgracia en nuestra sociedad.
Hace unos días, se limitó a recordar la opinión de la Iglesia respecto a aquellos políticos católicos que apoyan con sus votos la ley del Aborto. En una de sus respuestas, el prelado sostuvo que el derecho a la vida es "el derecho fundamental de los derechos fundamentales” y que los católicos deberían situarse, "por encima" de los partidos políticos en esta cuestión, en la que está en juego la defensa de la vida humana. Para la Iglesia, quien propaga ley caerá en "pecado público", y quien defiende el texto legislativo o quien le da voto está "en situación objetiva de pecado", es decir, que sin enjuiciar su conciencia, quedan separados de la comunión. Y es que, la Iglesia "no puede juzgar su subjetividad", apuntó. Del mismo modo, señaló que para aquellos que colaboren "directamente" con la práctica del aborto no queda otra posibilidad que la excomunión.
Nada nuevo, como vemos, bajo el sol. Sin embargo, sorprendentemente, el obispo ha sido objeto de lapidación pública por la prensa progre y por numerosos políticos afines a la que parece que le escuece sobremanera el tema de la comunión, como si les fuera la vida en ello.
A mí, sinceramente me trae sin cuidado las penas que los imanes musulmanes o el Dalai Lama puedan imponer a sus fieles por determinadas conductas. Lo ha dicho muy clarito Celia Villalobos en un arranque de lucidez: “Los obispos hablan a los católicos y los católicos tendrán que tomar medidas, lo mismo que los que no somos católicos haremos lo que consideremos oportuno”. Sin embargo, para la izquierda española, de larga y siniestra tradición anticlerical y con miles de sotanas fusiladas a sus espaldas, le parece atroz e inaudito que los obispos recuerden la doctrina de la Iglesia Católica sobre la excomunión a los que defienden o practican el aborto. Incluso Sopena, el converso del mandil, se lleva las manos a la cabeza apelando a la caverna y exigiendo que se niegue toda ayuda a la Iglesia.
¿Pero qué esperaban? ¿Pretenden acaso que la Iglesia bendiga el sacrificio de niños inocentes? ¿Por qué les preocupa tanto no poder comulgar? Si quieren hacerlo, lo tienen muy fácil, no tienen más que estar en comunión con la Iglesia y en paz. Y si no es esto lo que quieren, dejen en paz a la Iglesia y a los católicos que sabemos arreglárnoslas solitos.
Han salido como fieras dándose golpes de pecho y pidiendo públicamente la excomunión, Trini Jiménez, Urkullu, Bibiana y demás intelectuales de altura. Pues bien, no se hagan ilusiones, que la Iglesia no va a dirigirles un decreto ad hoc para que puedan enmarcarlo. Que vayan y se inscriban en los Registros de apóstatas, si les divierte. Sólo falta la pegatina «No a la Iglesia» y un manifiesto firmado por Sabina, Bardem(s), Víctor Manuel y demás cejudos que no se hará esperar…… Y también que el día de mañana, alguno de estos idiotas no tenga que acudir, viejo e inútil, a la caridad de unas monjitas para que cuiden de ellos porque todos los de su entorno están demasiado preocupados en preparar pancartitas como para ocuparse de limpiarles el culo.
Dan ganas de pedir la excomunión de los idiotas.
LFU
Hace unos días, se limitó a recordar la opinión de la Iglesia respecto a aquellos políticos católicos que apoyan con sus votos la ley del Aborto. En una de sus respuestas, el prelado sostuvo que el derecho a la vida es "el derecho fundamental de los derechos fundamentales” y que los católicos deberían situarse, "por encima" de los partidos políticos en esta cuestión, en la que está en juego la defensa de la vida humana. Para la Iglesia, quien propaga ley caerá en "pecado público", y quien defiende el texto legislativo o quien le da voto está "en situación objetiva de pecado", es decir, que sin enjuiciar su conciencia, quedan separados de la comunión. Y es que, la Iglesia "no puede juzgar su subjetividad", apuntó. Del mismo modo, señaló que para aquellos que colaboren "directamente" con la práctica del aborto no queda otra posibilidad que la excomunión.
Nada nuevo, como vemos, bajo el sol. Sin embargo, sorprendentemente, el obispo ha sido objeto de lapidación pública por la prensa progre y por numerosos políticos afines a la que parece que le escuece sobremanera el tema de la comunión, como si les fuera la vida en ello.
A mí, sinceramente me trae sin cuidado las penas que los imanes musulmanes o el Dalai Lama puedan imponer a sus fieles por determinadas conductas. Lo ha dicho muy clarito Celia Villalobos en un arranque de lucidez: “Los obispos hablan a los católicos y los católicos tendrán que tomar medidas, lo mismo que los que no somos católicos haremos lo que consideremos oportuno”. Sin embargo, para la izquierda española, de larga y siniestra tradición anticlerical y con miles de sotanas fusiladas a sus espaldas, le parece atroz e inaudito que los obispos recuerden la doctrina de la Iglesia Católica sobre la excomunión a los que defienden o practican el aborto. Incluso Sopena, el converso del mandil, se lleva las manos a la cabeza apelando a la caverna y exigiendo que se niegue toda ayuda a la Iglesia.
¿Pero qué esperaban? ¿Pretenden acaso que la Iglesia bendiga el sacrificio de niños inocentes? ¿Por qué les preocupa tanto no poder comulgar? Si quieren hacerlo, lo tienen muy fácil, no tienen más que estar en comunión con la Iglesia y en paz. Y si no es esto lo que quieren, dejen en paz a la Iglesia y a los católicos que sabemos arreglárnoslas solitos.
Han salido como fieras dándose golpes de pecho y pidiendo públicamente la excomunión, Trini Jiménez, Urkullu, Bibiana y demás intelectuales de altura. Pues bien, no se hagan ilusiones, que la Iglesia no va a dirigirles un decreto ad hoc para que puedan enmarcarlo. Que vayan y se inscriban en los Registros de apóstatas, si les divierte. Sólo falta la pegatina «No a la Iglesia» y un manifiesto firmado por Sabina, Bardem(s), Víctor Manuel y demás cejudos que no se hará esperar…… Y también que el día de mañana, alguno de estos idiotas no tenga que acudir, viejo e inútil, a la caridad de unas monjitas para que cuiden de ellos porque todos los de su entorno están demasiado preocupados en preparar pancartitas como para ocuparse de limpiarles el culo.
Dan ganas de pedir la excomunión de los idiotas.
LFU
11 de noviembre de 2009
La lápida de Queipo
Por mi amigo Gonzalo y su Blog Vamos tirando, me entero hoy de la indignidad cometida por la Hermandad de la Macarena a la que pertenezco desde mi bautizo, con la lápida del General Queipo de Llano, con objeto de reconvertirla en «políticamente correcta» al gusto de los sicarios de la Ley de Memoria Histórica que, como vemos, no respeta ya ni las sepulturas. Al General le han arrebatado en su última morada, no sólo la Laureada de San Fernando, sino también su condición de Excelentísimo y su empleo de Teniente General y ¡cómo no!, la fecha del 18 de julio de 1936, declarada oficial y retrospectivamente proscrita para los restos. Me ha faltado tiempo para enviar una nota de protesta al Hermano Mayor por un hecho tan vergonzante como injusto y medito muy seriamente darme de baja de una Hermandad que reniega así de uno de los hermanos que más hizo por esa y por todas las Cofradías de Sevilla. Una cosa es que Queipo no sea santo de mi devoción -por circunstancias desde luego muy ajenas a su actuación el 18 de julio de 1936- y otra muy distinta aceptar de buen grado marranadas como ésta.
Siento una invencible vergüenza ajena por la bochornosa y cobarde actuación de mi Cofradía y cedo gustoso la palabra al cronista Julio Dominguez Arjona, cuyas palabras, desde nuestra comunión cofrade e hispalense, suscribo plenamente, aunque con una puntualización: se trata de la segunda mutilación que sufre la lápida, pues, como puede apreciarse en la primera de las fotografías que aparecen a continuación, antes se había hecho desaparecer la Gran Cruz Laureada de San Fernando, el emblema del Arma de Caballería y los escudos de la ciudad y la provincia de Sevilla. Se trata, por tanto, de una sepultura doblemente mutilada.
LFU
QUEIPO , LA MACARENA Y TORRIJOS
JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA
30 de Octubre de 2009
Vean la foto superior de la tumba del EXCELENTISIMO SR TENIENTE GENERAL DON GONZALO QUEIPO DE LLANO Y SIERRA y mas abajo se lee 18 DE JULIO DE 1936
¿Se acuerda ustedes de las palabritas de nuestro inclito Rodrigo Torrijos de Julio 2008 cuando le quitaron los honores de Hijo Adoptivo y Medalla de Oro de la ciudad, oigan con dos huevos , pues el "deshonrado" llevaba muerto desde 1951 y no habia posibilidad de que resucitara
"Desde su muerte en marzo de 1951, sus restos reposan en la Basílica de la Hermandad de la Macarena, tras ser amortajado de verde terciopelo macareno,a la entrada de la Basílica que él ayudo a sufragar.
Sevilla, sin embargo, mantiene la digna condición de sevillano adoptivo a quien asesinara a los más valientes hijos de nuestra ciudad y obliga a tantos y tantos hombres y mujeres que buscan paz y piden consuelo y esperanza en la basílica de la calle Bécquer a compartir existencia con el infame general de División que allí yace enterrado " .
Hoy se reinagura el museo macareno tras recibir 300.000 euros municipales . Uno de los primeros efectos de la reinaguración lo vemos en la lápida mortuoria de Queipo de Llano , redactada de forma social y politicamente correcta , con los tiempos que corren con lo que tenemos metido en la "granja San Francisco" o el "ambulatorio de Plaza Nueva" o el frente popular , donde se reescribe la historia , Ad Meu ZP Gloria .-
Como ven Don Gonzalo ha dejado de ser Excelentisimo Señor y , ya no es Teniente General , es como si Joselito el Gallo sufriera la goma macarena y dejara de ser matador de toros ( con los antitaurinos todos es cuestión de tiempo ) o Rodriguez Ojeda , le quitaran lo de bordador o Juanita Reina no cantara canción española .-
Los señores de la actual Junta de Gobierno Macarena , han borrado profesión y tratamiento para no violentar las pura conciencias rojas , Pero la cosa va mas allá tambien. han borrado de la lápida una fecha histórica 18 de Julio del 1936 y lo han sustituido por el escudo de la Hermandad, cosa que es de agradecer no lo hayan cambiado por la hoz y el martillo o el puño con el capullo ( con perdón) de los oberos españoles.-
Ahi estan las fotos pueden jugar a buscar las diferencias y sobre todo a buscar las causas y lo que lo han motivado . Enhorabuena sr Torrijos , enhorabuena señores de la Memoria Histérica , ya estan mas cerca de ganar la Guerra Civil , tienen el terreno muy liso .-
Alguien, preguntó una vez a cuento se pagaba el kilo de fajín , hoy habría que preguntarse a cuanto se paga , la goma de borrar historia de marmol y el lapiz de volver a escribirla ., olvidandose que la Madre de Dios la tuvieron que meter en un cajón para salvarla y uno de los que la salvo, esta ahí dentro . Muestra de la Sevilla cofrade agradecida -
¿Aqui reposa en la paz del Señor Don Gonzalo a secas ? . creo que se estará justificadamente retorciéndose en su tumba de costero a costero , y tendrá no la cara verde no por el antifaz, sino roja de vergüenza ajena como hoy sentimos muchos macarenos y sevillanos .-
Esto que han hecho los sres de la Junta de Gobierno de la Macarena tienen en mi pueblo un nombre, un nombre muy feo , eso que precisamente estan ustedes pensando .-
Siento una invencible vergüenza ajena por la bochornosa y cobarde actuación de mi Cofradía y cedo gustoso la palabra al cronista Julio Dominguez Arjona, cuyas palabras, desde nuestra comunión cofrade e hispalense, suscribo plenamente, aunque con una puntualización: se trata de la segunda mutilación que sufre la lápida, pues, como puede apreciarse en la primera de las fotografías que aparecen a continuación, antes se había hecho desaparecer la Gran Cruz Laureada de San Fernando, el emblema del Arma de Caballería y los escudos de la ciudad y la provincia de Sevilla. Se trata, por tanto, de una sepultura doblemente mutilada.
LFU
QUEIPO , LA MACARENA Y TORRIJOS
JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA
30 de Octubre de 2009
Vean la foto superior de la tumba del EXCELENTISIMO SR TENIENTE GENERAL DON GONZALO QUEIPO DE LLANO Y SIERRA y mas abajo se lee 18 DE JULIO DE 1936
¿Se acuerda ustedes de las palabritas de nuestro inclito Rodrigo Torrijos de Julio 2008 cuando le quitaron los honores de Hijo Adoptivo y Medalla de Oro de la ciudad, oigan con dos huevos , pues el "deshonrado" llevaba muerto desde 1951 y no habia posibilidad de que resucitara
"Desde su muerte en marzo de 1951, sus restos reposan en la Basílica de la Hermandad de la Macarena, tras ser amortajado de verde terciopelo macareno,a la entrada de la Basílica que él ayudo a sufragar.
Sevilla, sin embargo, mantiene la digna condición de sevillano adoptivo a quien asesinara a los más valientes hijos de nuestra ciudad y obliga a tantos y tantos hombres y mujeres que buscan paz y piden consuelo y esperanza en la basílica de la calle Bécquer a compartir existencia con el infame general de División que allí yace enterrado " .
Hoy se reinagura el museo macareno tras recibir 300.000 euros municipales . Uno de los primeros efectos de la reinaguración lo vemos en la lápida mortuoria de Queipo de Llano , redactada de forma social y politicamente correcta , con los tiempos que corren con lo que tenemos metido en la "granja San Francisco" o el "ambulatorio de Plaza Nueva" o el frente popular , donde se reescribe la historia , Ad Meu ZP Gloria .-
Como ven Don Gonzalo ha dejado de ser Excelentisimo Señor y , ya no es Teniente General , es como si Joselito el Gallo sufriera la goma macarena y dejara de ser matador de toros ( con los antitaurinos todos es cuestión de tiempo ) o Rodriguez Ojeda , le quitaran lo de bordador o Juanita Reina no cantara canción española .-
Los señores de la actual Junta de Gobierno Macarena , han borrado profesión y tratamiento para no violentar las pura conciencias rojas , Pero la cosa va mas allá tambien. han borrado de la lápida una fecha histórica 18 de Julio del 1936 y lo han sustituido por el escudo de la Hermandad, cosa que es de agradecer no lo hayan cambiado por la hoz y el martillo o el puño con el capullo ( con perdón) de los oberos españoles.-
Ahi estan las fotos pueden jugar a buscar las diferencias y sobre todo a buscar las causas y lo que lo han motivado . Enhorabuena sr Torrijos , enhorabuena señores de la Memoria Histérica , ya estan mas cerca de ganar la Guerra Civil , tienen el terreno muy liso .-
Alguien, preguntó una vez a cuento se pagaba el kilo de fajín , hoy habría que preguntarse a cuanto se paga , la goma de borrar historia de marmol y el lapiz de volver a escribirla ., olvidandose que la Madre de Dios la tuvieron que meter en un cajón para salvarla y uno de los que la salvo, esta ahí dentro . Muestra de la Sevilla cofrade agradecida -
¿Aqui reposa en la paz del Señor Don Gonzalo a secas ? . creo que se estará justificadamente retorciéndose en su tumba de costero a costero , y tendrá no la cara verde no por el antifaz, sino roja de vergüenza ajena como hoy sentimos muchos macarenos y sevillanos .-
Esto que han hecho los sres de la Junta de Gobierno de la Macarena tienen en mi pueblo un nombre, un nombre muy feo , eso que precisamente estan ustedes pensando .-
10 de noviembre de 2009
El tonto del muro
Ayer tuve ocasión de discutir con un auténtico estúpido, procedente de lo más rancio de la izquierda cavernícola española, que trató de comparar la caída del muro de Berlín con la muerte de Franco, sin que se le moviera un pelo del flequillo. El muchacho parecía tan bien aleccionado en el argumentario progre como ignorante de nuestra reciente historia.
Es muy posible que el muchacho en cuestión se tentase bien la ropa antes de soltarle semejante estupidez a uno de los millones de alemanes que vivieron bajo la bota de la Stasi hasta hace veinte años, tras largas décadas de negación de la dignidad humana. Uno de los millones de alemanes a los que les hubiera gustado mucho poder viajar libremente al otro lado del muro o a cualquier país del mundo, como hacían los españoles en los años 40, 50, 60 y 70; a los que les hubiera gustado leer la prensa extranjera todos los días, como podían hacer libremente los españoles en todo momento; que hubieran cambiado, sin pensarlo, su miserable vida aplastada por el comunismo por una existencia alegre como la que había en España en los años 60 y 70 del siglo XX; uno de esos miles de alemanes a los que el muchacho en cuestión debería explicarle por qué cuando Franco murió en la cama de un hospital, los españoles en lugar de salir corriendo a saltar muros y alambradas salieron a hacer cola para rendir un último tributo a quien tanto hizo por España. Recordando las palabras de Fernando Ónega en aquél momento cumbre de nuestra historia reciente, le diría al imberbe muchacho que «así no mueren Europa, los dictadores; así solo mueren los grandes hombres de la civilización».
Y hoy me encuentro con que Zapatero va a Palonia y suelta la misma estupidez……
LFU
5 de noviembre de 2009
Cruces, calabazas y compases
El secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Tarcisio Bertone, ha tenido una ocurrencia feliz al acusar a Europa de dejar únicamente "las calabazas" de Halloween, en respuesta a la Sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos del Hombre que declara la presencia de los crucifijos en las aulas de las escuelas públicas italianas como una violación de la libertad religiosa: "Lamentablemente, esta Europa del tercer milenio nos deja sólo las calabazas y nos quita los símbolos más estimados."
Generoso que ha sido el cardenal. La sentencia es una auténtica barbaridad, aunque previsible. No cabía esperar otra cosa de una institución de inspiración masónica en la que los mandiles asoman por debajo de las togas. Habría que ver a estos mismos magistrados pronunciándose sobre el velo islámico, que por cierto no es tradición religiosa sino cultural.
¿Cual será el próximo paso?. En los años 30 el ensayo general laicista celebrado en España terminó con una gran parte de nuestro patrimonio cultural convertido en cenizas y con unos cuantos miles de religiosos asesinados en fosas mucho más repletas que las de Viznar.
En pleno siglo XXI, la Cruz, símbolo de amor, entrega y perdón, acaba de ser proscrita por una resolución judicial que promete ser punta de lanza, excusa y fundamento de futuras disposiciones laicistas como el proyecto de Ley de Libertad Religiosa que acaricia Zapatero y que amenaza con eliminar la presencia religiosa en la vida pública. Habrá que estar alerta, pues los enemigos de la civilización cristiana no descansan y amenazan con dejarnos calabazas……….. y compases.
LFU
Generoso que ha sido el cardenal. La sentencia es una auténtica barbaridad, aunque previsible. No cabía esperar otra cosa de una institución de inspiración masónica en la que los mandiles asoman por debajo de las togas. Habría que ver a estos mismos magistrados pronunciándose sobre el velo islámico, que por cierto no es tradición religiosa sino cultural.
¿Cual será el próximo paso?. En los años 30 el ensayo general laicista celebrado en España terminó con una gran parte de nuestro patrimonio cultural convertido en cenizas y con unos cuantos miles de religiosos asesinados en fosas mucho más repletas que las de Viznar.
En pleno siglo XXI, la Cruz, símbolo de amor, entrega y perdón, acaba de ser proscrita por una resolución judicial que promete ser punta de lanza, excusa y fundamento de futuras disposiciones laicistas como el proyecto de Ley de Libertad Religiosa que acaricia Zapatero y que amenaza con eliminar la presencia religiosa en la vida pública. Habrá que estar alerta, pues los enemigos de la civilización cristiana no descansan y amenazan con dejarnos calabazas……….. y compases.
LFU
3 de noviembre de 2009
«El secreto de sus ojos»
Titulo: El secreto de sus ojos.
Director: Juan Jose Campanella.
Actores: Ricardo Darín, Soledad Villamil,Guillermo Francella y Pablo Rago.
Nacionalidad: Argentina.
Desde hace algunos años el cine argentino, a la inversa que la situación social y política de Argentina, está pasando por un momento interesante de creatividad y talento, de películas de una cierta calidad y siempre de interés. «Siete reinas», en la mejor tradición hispánica de la picaresca, la irregular pero efectiva «El hijo de la novia», ésta misma entre otras son un ejemplo de que las musas pueden funcionar cuando en un país prácticamente todo lo demás, parece que no tiene remedio.
En la bien trenzada historia que cuenta esta película, constituye un acierto singular la elección de dos de los ejes argumentales que vertebran el relato. El primero, representado en el afán de hacer justicia asumido por un oscuro funcionario de un juzgado penal (se apellida “Expósito”). Retrata al hombre que dignifica su existencia y se hace grande cuando encuentra una causa por la que entregar su vida. El segundo, presenta la necesidad irrenunciable de que se haga justicia, de que se cumpla una sentencia, la determinada por la ley. Se palpa de forma escalofriante en la película, la necesidad existencial en todo sujeto de exigir la necesaria e inexcusable reparación que espera el ofendido de un delito y las consecuencias que acarrea que un sistema legal no cumpla su papel reparador. En ambas líneas argumentales hay una nota común, es el deseo y la voluntad del llegar al fin de las cosas y no conformarse con soluciones intermedias.
Sólo esto, que no es poco, supone una bocanada de aire fresco, un ciclón de autenticidad que se transmite a la historia, a los personajes que habitan en ella y todo por atreverse con ambición a abordar el universal de la Justicia, la cuestión de su aplicación y exigencia, y esto en el entorno relativista de nuestra cultura le da a la película el empaque que, sin embargo, le falta a la historia de amor que se entremezcla con las tramas descritas y que pese a ser el reclamo, la supuesta trama principal, resulta casi desvaída, poco coherente y creíble, en el marco de la historia contada.
No se puede escribir de esta película sin destacar la portentosa interpretación de un secundario (Guillermo Francella) en el papel de compañero e intimo amigo del protagonista. La actuación es de una solvencia y verismo estremecedor. Su papel de crepuscular hombre de mediana edad, resignado ante la vida, alcohólico pero de corazón insobornable, grande y fiel, es de los que perduran en la memoria para siempre.
Ojalá que esta suerte de renacimiento de las artes argentinas se comunique de alguna forma positiva a la maltrecha vida social y política de esa nación hermana y querida de todos los españoles de buena memoria.
César Utrera-Molina Gómez.
Director: Juan Jose Campanella.
Actores: Ricardo Darín, Soledad Villamil,Guillermo Francella y Pablo Rago.
Nacionalidad: Argentina.
Desde hace algunos años el cine argentino, a la inversa que la situación social y política de Argentina, está pasando por un momento interesante de creatividad y talento, de películas de una cierta calidad y siempre de interés. «Siete reinas», en la mejor tradición hispánica de la picaresca, la irregular pero efectiva «El hijo de la novia», ésta misma entre otras son un ejemplo de que las musas pueden funcionar cuando en un país prácticamente todo lo demás, parece que no tiene remedio.
En la bien trenzada historia que cuenta esta película, constituye un acierto singular la elección de dos de los ejes argumentales que vertebran el relato. El primero, representado en el afán de hacer justicia asumido por un oscuro funcionario de un juzgado penal (se apellida “Expósito”). Retrata al hombre que dignifica su existencia y se hace grande cuando encuentra una causa por la que entregar su vida. El segundo, presenta la necesidad irrenunciable de que se haga justicia, de que se cumpla una sentencia, la determinada por la ley. Se palpa de forma escalofriante en la película, la necesidad existencial en todo sujeto de exigir la necesaria e inexcusable reparación que espera el ofendido de un delito y las consecuencias que acarrea que un sistema legal no cumpla su papel reparador. En ambas líneas argumentales hay una nota común, es el deseo y la voluntad del llegar al fin de las cosas y no conformarse con soluciones intermedias.
Sólo esto, que no es poco, supone una bocanada de aire fresco, un ciclón de autenticidad que se transmite a la historia, a los personajes que habitan en ella y todo por atreverse con ambición a abordar el universal de la Justicia, la cuestión de su aplicación y exigencia, y esto en el entorno relativista de nuestra cultura le da a la película el empaque que, sin embargo, le falta a la historia de amor que se entremezcla con las tramas descritas y que pese a ser el reclamo, la supuesta trama principal, resulta casi desvaída, poco coherente y creíble, en el marco de la historia contada.
No se puede escribir de esta película sin destacar la portentosa interpretación de un secundario (Guillermo Francella) en el papel de compañero e intimo amigo del protagonista. La actuación es de una solvencia y verismo estremecedor. Su papel de crepuscular hombre de mediana edad, resignado ante la vida, alcohólico pero de corazón insobornable, grande y fiel, es de los que perduran en la memoria para siempre.
Ojalá que esta suerte de renacimiento de las artes argentinas se comunique de alguna forma positiva a la maltrecha vida social y política de esa nación hermana y querida de todos los españoles de buena memoria.
César Utrera-Molina Gómez.
31 de octubre de 2009
Alegre jactancia.
Reproduzco a continuación un sensacional artículo de Arturo Robsy, a quien no tengo el gusto de conocer, pero he tenido el inmenso gusto de leer por vez primera...y espero que no sea la última. La poesía -la que promete- fluye entre las líneas del artículo con armonía y vigor. No tiene desperdicio. Mi enhorabuena al autor. LFU
"29 Arriba"
"Me acaba de decir una mujer lista y sensitiva que hubiera querido vivir la gloria de la jornada del Veintinueve de Octubre, cuando, en verdad, el mundo dio un vuelco y volvió a descubrirse para el hombre. Mundo, por fin, vestido con una inextinguible primavera.
Viví aquel momento. Era un día que estallaba, que reventaba de luz y que encendía las almas. No fue discurso sino profecía y no profecía sino promesa de larguísimas andanzas y angustias.
A lo mejor hay luceros desconocidos donde aguardan las almas que han de bajar a tomar las banderas de los caídos y a sufrir por lo grande mejor que a disfrutar con lo pequeño. Porue lo nimio bien puede ser un gobierno y lo enorme un hombre solo con la verdad exacta. Mucho antes de nacer, lo viví. En la sala la gente era ya falangista y era el tiempo de cerrar las filas y cargar hacia lo nuevo que, en aquel momento, fue lo eterno. Y lo supieron en cuanto José Antonio se puso en pie.
Se trataba de España, pero no sólo de la España necesaria sino también de la irreflexiva. ¿Es que no la veis? decía cada palabra de José Antonio. ¿Es difícil de entender que España misma es la entraña del alma? España son las palabras, y los recuerdos y los olvidos. Las lágrimas y las risas. Castilla hace y deshace los hombres pero guarda sus hechos para palidecer los tiempos cuando los tiempos se crecen, endiosados.
El hombre, polvo de estrellas, siempre capaz de volver a arder y brillar volvía a encenderse en lo superior. No se hablaba en realidad de política sino del obstáculo que la política es para que el hombre vuelva a la luz, la reclame y declare prohibida la oscuridad. Se proponía un más allá, un argumento superior a todos: hacer la justicia, porque tras ella, como en milagro, vendrían la fe, la paz y la libertad.
Ser y ser completamente: no a trozos. Ser definitivamente, sin retornos ni equilibrios. Estar en lo difícil y en lo alegre. En guardia eterna por los hombres y no por las ansias. Porque aquella magia de España, que volvía a despertar, era sencillamente el hombre; el olvidado, el maltratado, el dominado por los espíritus impuros de Rousseau.
De aquello trataba el 29 de Octubre. De que el hombre decidiera recuperar su trascendencia y hacer y vivir un mundo para hombres justos. No se cómo se fundarían otras órdenes de caballería, pero la nuestra lo hizo volviendo al origen de las cosas que son y que han de ser para siempre. Descubriendo que, pase lo que pase, quedan los afanes justos y las esperas de la norma segura. Aquello que no pueda durar ni en los hechos ni en las palabras no es de hombres. Tampoco lo será quien no pueda estar en lo alto de una palabra que sepa que es verdad.
Por eso no engaño cuando digo que estuve allí, que lo ví todo. Que aún se puede ver y que lo aprendí porque su conocimiento resonaba en mí desde el principio. Quizá el único trabajo fuera aprender que los botones de los bolsillos de la camisa deben ir abrochados y vivir sin temer al amanecer. Quizá saber por completo que las cosas del alma necesitan alma y que al alma le urgen la Patria, que es carne y pensamiento, la Justicia, que es dar pese a quien pese, y el Pan, que es pura fe en el hombre y su capacidad, a veces secreta, de ser grande y bueno.
Aquel día quedó claro que la Falange era para el aire libre y que, por lo tanto, había que liberar primero ese aire con fiestas de primavera y juventud, vestirlo de pétalos y llenarlo con la luz del nuevo sol. Quizá se haya olvidado todo, pero, como lo viví, lo cuento: no el hombre para el mundo sino el mundo para el hombre en medio del aire libre al fin, y con el sol bendiciéndolo. Un hombre a la luz, desnudo como los sables alzados.
Dios me amparará: lo que se dijo entonces fue, sencillamente, que el hombre es más que la doctrina y que allá los que quisieran circular por los salones vacíos de los pasados e inútiles festines del día anterior. Lo que de verdad se dijo, en repetida metáfora, fue que frente a la ofensa a la Patria no se requiere más que valor.
Y un poquito de alegre jactancia."
Arturo Robsy
"29 Arriba"
"Me acaba de decir una mujer lista y sensitiva que hubiera querido vivir la gloria de la jornada del Veintinueve de Octubre, cuando, en verdad, el mundo dio un vuelco y volvió a descubrirse para el hombre. Mundo, por fin, vestido con una inextinguible primavera.
Viví aquel momento. Era un día que estallaba, que reventaba de luz y que encendía las almas. No fue discurso sino profecía y no profecía sino promesa de larguísimas andanzas y angustias.
A lo mejor hay luceros desconocidos donde aguardan las almas que han de bajar a tomar las banderas de los caídos y a sufrir por lo grande mejor que a disfrutar con lo pequeño. Porue lo nimio bien puede ser un gobierno y lo enorme un hombre solo con la verdad exacta. Mucho antes de nacer, lo viví. En la sala la gente era ya falangista y era el tiempo de cerrar las filas y cargar hacia lo nuevo que, en aquel momento, fue lo eterno. Y lo supieron en cuanto José Antonio se puso en pie.
Se trataba de España, pero no sólo de la España necesaria sino también de la irreflexiva. ¿Es que no la veis? decía cada palabra de José Antonio. ¿Es difícil de entender que España misma es la entraña del alma? España son las palabras, y los recuerdos y los olvidos. Las lágrimas y las risas. Castilla hace y deshace los hombres pero guarda sus hechos para palidecer los tiempos cuando los tiempos se crecen, endiosados.
El hombre, polvo de estrellas, siempre capaz de volver a arder y brillar volvía a encenderse en lo superior. No se hablaba en realidad de política sino del obstáculo que la política es para que el hombre vuelva a la luz, la reclame y declare prohibida la oscuridad. Se proponía un más allá, un argumento superior a todos: hacer la justicia, porque tras ella, como en milagro, vendrían la fe, la paz y la libertad.
Ser y ser completamente: no a trozos. Ser definitivamente, sin retornos ni equilibrios. Estar en lo difícil y en lo alegre. En guardia eterna por los hombres y no por las ansias. Porque aquella magia de España, que volvía a despertar, era sencillamente el hombre; el olvidado, el maltratado, el dominado por los espíritus impuros de Rousseau.
De aquello trataba el 29 de Octubre. De que el hombre decidiera recuperar su trascendencia y hacer y vivir un mundo para hombres justos. No se cómo se fundarían otras órdenes de caballería, pero la nuestra lo hizo volviendo al origen de las cosas que son y que han de ser para siempre. Descubriendo que, pase lo que pase, quedan los afanes justos y las esperas de la norma segura. Aquello que no pueda durar ni en los hechos ni en las palabras no es de hombres. Tampoco lo será quien no pueda estar en lo alto de una palabra que sepa que es verdad.
Por eso no engaño cuando digo que estuve allí, que lo ví todo. Que aún se puede ver y que lo aprendí porque su conocimiento resonaba en mí desde el principio. Quizá el único trabajo fuera aprender que los botones de los bolsillos de la camisa deben ir abrochados y vivir sin temer al amanecer. Quizá saber por completo que las cosas del alma necesitan alma y que al alma le urgen la Patria, que es carne y pensamiento, la Justicia, que es dar pese a quien pese, y el Pan, que es pura fe en el hombre y su capacidad, a veces secreta, de ser grande y bueno.
Aquel día quedó claro que la Falange era para el aire libre y que, por lo tanto, había que liberar primero ese aire con fiestas de primavera y juventud, vestirlo de pétalos y llenarlo con la luz del nuevo sol. Quizá se haya olvidado todo, pero, como lo viví, lo cuento: no el hombre para el mundo sino el mundo para el hombre en medio del aire libre al fin, y con el sol bendiciéndolo. Un hombre a la luz, desnudo como los sables alzados.
Dios me amparará: lo que se dijo entonces fue, sencillamente, que el hombre es más que la doctrina y que allá los que quisieran circular por los salones vacíos de los pasados e inútiles festines del día anterior. Lo que de verdad se dijo, en repetida metáfora, fue que frente a la ofensa a la Patria no se requiere más que valor.
Y un poquito de alegre jactancia."
Arturo Robsy
27 de octubre de 2009
La Batalla de Caja Madrid. ¿Qui prodest?
Visto lo visto y las reacciones posteriores a las declaraciones del Vice-alcalde de Madrid, parece evidente, en primer lugar, que a Esperanza Aguirre le han metido un gol por la escuadra contraponiendo abiertamente la candidatura de Rato a la de Ignacio González para la presidencia de Caja Madrid, dejándola sola con el apoyo del «provisional» Tomás Gómez en la defensa de su candidato. En segundo lugar, y en vista del resultado -¿qui prodest?- me da a mi la impresión de que, antes de tirar a puerta, Manuel Cobo ha contado con la bendición, no ya de su inmediato jefe y mentor, sino de las más altas instancias del Pp, algo molestas con el pulso que la «lideresa» mantiene con la dirección del partido a cuenta de Caja Madrid para colocar a su escudero, que da la casualidad de que fue excluido por Rajoy de la Ejecutiva Nacional del partido en el Congreso de Valencia, siendo sustituido, para más inri, por Manuel Cobo.
Aunque el espectáculo que se ofrece a la opinión pública sea bochornoso, alguien habrá pensado que falta mucho para las próximas citas electorales y es el momento de darse de tortas; que en política, las noticias como ésta se quedan viejas en quince días, pero los cadáveres no vuelven a levantarse jamás. Y ya puestos, no estaría de más que alguien aprovechase para modificar de una vez la Ley de Cajas limitando el control político de estas instituciones estrictamente a los fines sociales que éstas deben cumplir. Ninguno lo hará porque todos quieren mojar en la salsa, pero es una de las vergüenzas de nuestra partitocracia.
Habrá que estar atentos, por tanto, a la cintura de Rajoy en la resolución del contencioso y a los posibles candidatos tapados que pudieran surgir para calzarse el zapato de Cenicienta. Visto desde fuera, lo que está claro es que el partido de la oposición necesita un timonel al que no le tiemble el pulso o acabará definitivamente a la deriva, lo que, bien mirado, tampoco tendría que ser ninguna desgracia, pues sólo desde la catarsis nace la cordura.
LFU
Aunque el espectáculo que se ofrece a la opinión pública sea bochornoso, alguien habrá pensado que falta mucho para las próximas citas electorales y es el momento de darse de tortas; que en política, las noticias como ésta se quedan viejas en quince días, pero los cadáveres no vuelven a levantarse jamás. Y ya puestos, no estaría de más que alguien aprovechase para modificar de una vez la Ley de Cajas limitando el control político de estas instituciones estrictamente a los fines sociales que éstas deben cumplir. Ninguno lo hará porque todos quieren mojar en la salsa, pero es una de las vergüenzas de nuestra partitocracia.
Habrá que estar atentos, por tanto, a la cintura de Rajoy en la resolución del contencioso y a los posibles candidatos tapados que pudieran surgir para calzarse el zapato de Cenicienta. Visto desde fuera, lo que está claro es que el partido de la oposición necesita un timonel al que no le tiemble el pulso o acabará definitivamente a la deriva, lo que, bien mirado, tampoco tendría que ser ninguna desgracia, pues sólo desde la catarsis nace la cordura.
LFU
26 de octubre de 2009
Discurso de un Embajador de España
Me lo enviaron hace días y me gustó, más que nada porque nuestros ojos y nuestros oídos no están acostumbrados a la emoción que llevan las palabras que nacen del corazón. Son las palabras que el Embajador de España en Bosnia Herzegovina, D. Alejandro Alvargonzález San Martín, ha dirigido recientemente a nuestras tropas destacadas en ese país con motivo de la Fiesta Nacional. Es el discurso que merecen nuestros soldados y que raramente escuchan por el estrechísimo corsé que impone la dictadura de lo políticamente correcto.
Mi enhorabuena a tan buen embajador de nuestra patria.
LFU
«Me piden que les dedique unas palabras en el día de hoy, fecha adelantada de la celebración de nuestra fiesta nacional. Lo clásico sería iniciarlo con aquello de "es un honor para mí". Se trata de una frase más o menos protocolaria que en el fondo no quiere decir nada si quien la pronuncia no tiene voluntad de que así sea.
Les adelanto que este no es el caso. Por eso utilizo la fórmula:"Es un honor para mí", realmente lo es, rendirles mi homenaje desde esta tribuna. Es un honor para mí dirigir unas palabras a un grupo de españoles y hoy, en Bosnia y Herzegovina, ante soldados de España. Algunos sin ser de nacionalidad española, pero soldados de España al fin y al cabo, dispuestos a dar su vida por ella, sin grandes alharacas, discretamente, como lo han hecho siempre. Como han hecho a lo largo de toda la historia.
Ustedes son la noble herencia de una historia que pocos, desgraciadamente pocos, conocen. Uno lee "la defensa de las Indias", de Julio Albi, y descubre que con un puñado de hombres, que eran ustedes, se defendió - durante varios siglos y con notable éxito - la costa que va de La Florida a la Patagonia, y de ésta hasta California. Uno se va al mayor experto de la historia del Pacífico, el australiano Spate, y descubre que su obra más importante la tituló "el lago español", y lo hizo por ustedes. Uno recorre el Extremo Oriente y descubre la presencia de soldados de España en Camboya y Tailandia ya en el siglo XVI, estudiando mapas de China, tratando con Japón. Eran ustedes. Ustedes fueron en buena medida quienes extendieron el español por el mundo.
Eran ustedes.
Ustedes han protagonizado las casi 60 misiones internacionales que arrancan de los años 80. Recuerdo bien las primeras en Centroamérica, donde yo estaba destinado entonces. Fuí testigo de la mano izquierda para acercarse a cualquier escenario, y de la mano derecha para dar seguridad cuando se demandaba. Vi actuar a médicos de uniforme y a soldados de paisano, y les vi dar un paso al frente siempre. Siempre.
Ustedes son los que caminan las calles de Mostar, de Sarajevo, de Trebinje, de tantos sitios en Bosnia y Herzegovina, donde su uniforme es objeto de respeto, de reconocimiento, sabedores todos de su profesionalidad, de su espíritu de sacrificio. Lugares donde se han ganado el aprecio de sus gentes, donde España - por ustedes - significa algo.
Un día dejarán de ser necesarios en Bosnia y Herzegovina. Se irán. Pero quedarán su recuerdo y la admiración de quienes les conocieron. Quedarán las placas con los nombres de sus compañeros caidos en Mostar, o esa plaza que siendo de España es de ustedes, o ese pinsapo que donaron y seguirá creciendo en algún lugar, o el afecto de esos ancianos a los que surtían de gasolina, de alimentos, de mantas. Y quedarán la prueba de su valor. Así me lo han dicho tantas y tantas veces: "ellos llegaron, y empezamos a sentirnos seguros".
Cuentan que los Tercios de Flandes, cuando volvian a España gustaban de desfilar en la Plaza Mayor de Madrid, y que para esa ocasión recibían la orden de entrar en la plaza "pisando fuerte". Así nació la expresión de "entrar pisando fuerte". Así entraron ustedes, y así deberian salir "pisando fuerte".
Un dia se irán. Se vaciará Camp Butmir, crecerá la hierba entre las grietas del asfalto, se hará el silencio donde estamos, no habrá ni misa de domingo, ni oiré las palmas de un soldado de Cádiz, ni degustaré la paella que uno de ustede se tomó como un ejercicio a todo o nada, ni recibiré noticias de tal o cual desplazamiento. Me alegraré mucho de que no sean ustedes ya necesarios en Bosnia y Herzegovina. Se me llenará la boca cuando diga que España, en su pequeña o gran responsabilidad, cumplió. Pero les aseguro también que cuando despida al último, empezaré a echarles en falta.
Y ustedes, una vez más, habrán cumplido.
Y me refiero a ustedes con legítimo orgullo porque hablar de ustedes es hablar de mi propia familia. De mis primos y tios en Infantería de Marina, a los que admiraba en mi infancia y sigo admirando hoy. De mi padre, jurídico de la Armada, de mi abuelo en el Cuerpo de Ingenieros, de mis bisabuelos haciendo la guerra de Marruecos o de Filipinas. Ellos eran ustedes, si acaso ustedes me lo permiten.
Pero también ustedes son ellos. Quiero decir que también ustedes se verán otros. Los 23 soldados de España fallecidos en Bosnia y Herzegovina son ustedes, porque en ustedes viven. Saben ustedes bien que cuando les miren a ustedes los padres o los hijos de aquellos que fallecieron los verán a ellos, porque ustedes son ellos. Porque tienen ustedes, y solo ustedes, el honor de serlo.
Todo esto era para explicarles por qué es un honor para mí poder dirigirle unas palabras a ustedes.
Y porque es un honor dirigirme a ustedes, y porque ustedes son Cristo Ancor Cabello, les ruego que me permitan también que este sea un homenaje a él. Fallecido en Afganistán, pero vivo en cada uno de ustedes.
Que sea él quien, a través de ustedes, grite conmigo, con nosotros
¡VIVA EL REY!
¡VIVA ESPAÑA!»
Mi enhorabuena a tan buen embajador de nuestra patria.
LFU
«Me piden que les dedique unas palabras en el día de hoy, fecha adelantada de la celebración de nuestra fiesta nacional. Lo clásico sería iniciarlo con aquello de "es un honor para mí". Se trata de una frase más o menos protocolaria que en el fondo no quiere decir nada si quien la pronuncia no tiene voluntad de que así sea.
Les adelanto que este no es el caso. Por eso utilizo la fórmula:"Es un honor para mí", realmente lo es, rendirles mi homenaje desde esta tribuna. Es un honor para mí dirigir unas palabras a un grupo de españoles y hoy, en Bosnia y Herzegovina, ante soldados de España. Algunos sin ser de nacionalidad española, pero soldados de España al fin y al cabo, dispuestos a dar su vida por ella, sin grandes alharacas, discretamente, como lo han hecho siempre. Como han hecho a lo largo de toda la historia.
Ustedes son la noble herencia de una historia que pocos, desgraciadamente pocos, conocen. Uno lee "la defensa de las Indias", de Julio Albi, y descubre que con un puñado de hombres, que eran ustedes, se defendió - durante varios siglos y con notable éxito - la costa que va de La Florida a la Patagonia, y de ésta hasta California. Uno se va al mayor experto de la historia del Pacífico, el australiano Spate, y descubre que su obra más importante la tituló "el lago español", y lo hizo por ustedes. Uno recorre el Extremo Oriente y descubre la presencia de soldados de España en Camboya y Tailandia ya en el siglo XVI, estudiando mapas de China, tratando con Japón. Eran ustedes. Ustedes fueron en buena medida quienes extendieron el español por el mundo.
Eran ustedes.
Ustedes han protagonizado las casi 60 misiones internacionales que arrancan de los años 80. Recuerdo bien las primeras en Centroamérica, donde yo estaba destinado entonces. Fuí testigo de la mano izquierda para acercarse a cualquier escenario, y de la mano derecha para dar seguridad cuando se demandaba. Vi actuar a médicos de uniforme y a soldados de paisano, y les vi dar un paso al frente siempre. Siempre.
Ustedes son los que caminan las calles de Mostar, de Sarajevo, de Trebinje, de tantos sitios en Bosnia y Herzegovina, donde su uniforme es objeto de respeto, de reconocimiento, sabedores todos de su profesionalidad, de su espíritu de sacrificio. Lugares donde se han ganado el aprecio de sus gentes, donde España - por ustedes - significa algo.
Un día dejarán de ser necesarios en Bosnia y Herzegovina. Se irán. Pero quedarán su recuerdo y la admiración de quienes les conocieron. Quedarán las placas con los nombres de sus compañeros caidos en Mostar, o esa plaza que siendo de España es de ustedes, o ese pinsapo que donaron y seguirá creciendo en algún lugar, o el afecto de esos ancianos a los que surtían de gasolina, de alimentos, de mantas. Y quedarán la prueba de su valor. Así me lo han dicho tantas y tantas veces: "ellos llegaron, y empezamos a sentirnos seguros".
Cuentan que los Tercios de Flandes, cuando volvian a España gustaban de desfilar en la Plaza Mayor de Madrid, y que para esa ocasión recibían la orden de entrar en la plaza "pisando fuerte". Así nació la expresión de "entrar pisando fuerte". Así entraron ustedes, y así deberian salir "pisando fuerte".
Un dia se irán. Se vaciará Camp Butmir, crecerá la hierba entre las grietas del asfalto, se hará el silencio donde estamos, no habrá ni misa de domingo, ni oiré las palmas de un soldado de Cádiz, ni degustaré la paella que uno de ustede se tomó como un ejercicio a todo o nada, ni recibiré noticias de tal o cual desplazamiento. Me alegraré mucho de que no sean ustedes ya necesarios en Bosnia y Herzegovina. Se me llenará la boca cuando diga que España, en su pequeña o gran responsabilidad, cumplió. Pero les aseguro también que cuando despida al último, empezaré a echarles en falta.
Y ustedes, una vez más, habrán cumplido.
Y me refiero a ustedes con legítimo orgullo porque hablar de ustedes es hablar de mi propia familia. De mis primos y tios en Infantería de Marina, a los que admiraba en mi infancia y sigo admirando hoy. De mi padre, jurídico de la Armada, de mi abuelo en el Cuerpo de Ingenieros, de mis bisabuelos haciendo la guerra de Marruecos o de Filipinas. Ellos eran ustedes, si acaso ustedes me lo permiten.
Pero también ustedes son ellos. Quiero decir que también ustedes se verán otros. Los 23 soldados de España fallecidos en Bosnia y Herzegovina son ustedes, porque en ustedes viven. Saben ustedes bien que cuando les miren a ustedes los padres o los hijos de aquellos que fallecieron los verán a ellos, porque ustedes son ellos. Porque tienen ustedes, y solo ustedes, el honor de serlo.
Todo esto era para explicarles por qué es un honor para mí poder dirigirle unas palabras a ustedes.
Y porque es un honor dirigirme a ustedes, y porque ustedes son Cristo Ancor Cabello, les ruego que me permitan también que este sea un homenaje a él. Fallecido en Afganistán, pero vivo en cada uno de ustedes.
Que sea él quien, a través de ustedes, grite conmigo, con nosotros
¡VIVA EL REY!
¡VIVA ESPAÑA!»
22 de octubre de 2009
Garzón y (III). Se estrecha el cerco.
Recibo la noticia como agua de mayo, aunque en octubre con la falta que hace se agradezca más aún. El Colegio de Abogados de Madrid ha soltado lastre y complejos y ha decidido dar un paso más para pararle los pies a quien ha convertido la ley y la justicia en un enorme chicle cuya elasticidad depende siempre de sus propios intereses, cada vez menos confesables.
Lo que antes eran voces en el desierto hoy es un clamor social contra un magistrado que, arrastrado por su enorme ego, se ha creído que puede hacer mangas y capirotes con las leyes como antaño hacían los señoritos en su cortijos.
Resulta paradójico que Franco, como mío Cid en Valencia, vaya a ser la punta de lanza del declive de una carrera marcada por la soberbia, la prepotencia y el desprecio más absoluto al papel que debe jugar el poder judicial en un Estado de Derecho.
Que se haga justicia.
LFU
19 de octubre de 2009
Sed como niños (II). Una oportunidad para la vida.
Hace unos días, en estas mismas páginas y bajo el título «Sed como niños» hice mía una reflexión del malagueño Jesús Cotta al hilo de la dificultad que encontramos los mayores para explicar a los niños determinados comportamientos de los adultos contrarios al sentido común y a la ley natural.
El sábado, por fin, pudimos explicarle a nuestra hija Paloma -siete años- las razones por las que, en lugar de irnos al parque o al cine, íbamos a asistir a una manifestación. Nuestras explicaciones, suaves pero realistas, debieron causarle un tremendo impacto pues no alcanzaba a comprender que alguien a quien –Jesusito o la cigüeña porque ignoran que la voluntad humana pueda tener algo que ver en ello- le envía un niño, fuese capaz de matarlo. Su respuesta, tras una larga meditación, fue una pregunta: ¿Y porqué no los dejan nacer y luego los envían a un orfanato?. La reflexión, llena de sentido común tiene más calado si tenemos en cuenta que la imagen que tienen para mi hija los orfanatos es la de la película «Annie» o «La Princesita» (esta última muy recomendable) y no son preciosamente lugares de ensueño. Al menos en el orfanato -supongo que pensó- todos esos niños tendrían una oportunidad para la vida.
En contra de la opinión de muchos de los que no asistieron (total, para lo que va a servir…..) creo que la impresionante manifestación del sábado es un aldabonazo más en la conciencia de una sociedad adormecida que ha estado demasiado tiempo mirando para otro lado para no enfrentarse con la cruda de realidad del mayor genocidio silencioso de la historia de la humanidad.
El sábado, por fin, pudimos explicarle a nuestra hija Paloma -siete años- las razones por las que, en lugar de irnos al parque o al cine, íbamos a asistir a una manifestación. Nuestras explicaciones, suaves pero realistas, debieron causarle un tremendo impacto pues no alcanzaba a comprender que alguien a quien –Jesusito o la cigüeña porque ignoran que la voluntad humana pueda tener algo que ver en ello- le envía un niño, fuese capaz de matarlo. Su respuesta, tras una larga meditación, fue una pregunta: ¿Y porqué no los dejan nacer y luego los envían a un orfanato?. La reflexión, llena de sentido común tiene más calado si tenemos en cuenta que la imagen que tienen para mi hija los orfanatos es la de la película «Annie» o «La Princesita» (esta última muy recomendable) y no son preciosamente lugares de ensueño. Al menos en el orfanato -supongo que pensó- todos esos niños tendrían una oportunidad para la vida.
En contra de la opinión de muchos de los que no asistieron (total, para lo que va a servir…..) creo que la impresionante manifestación del sábado es un aldabonazo más en la conciencia de una sociedad adormecida que ha estado demasiado tiempo mirando para otro lado para no enfrentarse con la cruda de realidad del mayor genocidio silencioso de la historia de la humanidad.
LFU
16 de octubre de 2009
José Serrano Carvajal. Un caballero malagueño. Por José Utrera Molina
El próximo día 23 de octubre, el Profesor Serrano Carvajal -Pepe Serrano para los que le queríamos-tenía que asistir al homenaje que le habían preparado con cariño un grupo de amigos. No llegó a tiempo, pues parece que Dios tenía prisa por reunirlo de nuevo con su mujer, que hacía un año le había dejado repentinamente, y el pasado día 3 lo llamó a su presencia para donde partió, en palabras de José Antonio, «rodeado de caras familiares y respirando un aroma religioso de sacramentos yrecomendaciones del alma, es decir, con todo el rito y la ternura de la muerte tradicional». Uno de sus amigos del alma -mi padre- desde el dolor de su ausencia, le ha dedicado su pequeño homenaje, el artículo publicado el pasado día 6 de octubre en el Diario Sur de Málaga, que he querido hoy traer a estas páginas:
JOSE SERRANO CARVAJAL, UN CABALLERO MALAGUEÑO
Hoy las tierras de Montejaque tienen para mí un triste recuerdo. Allí conviví con José Serrano Carvajal durante los seis meses de preparación de la Milicia Universitaria. Los dos fuimos alféreces y sentimos por igual el orgullo que aquella distinción suponía. Habíamos sido anteriormente compañeros de estudio y siempre amigos.
No exagero si confirmo en estas líneas que he sufrido con la muerte de Pepe Serrano un tremendo dolor. Hablaba con él casi todos los días y la amistad que sostenía con él no ha tenido interrupción alguna. Desde la época ya ciertamente lejana en que le propuse para ser Gobernador y Jefe Provincial del Movimiento de Zamora hasta hoy, había permanecido su ánimo, su generoso ánimo en el estado de gracia de la lealtad. Pepe Serrano era un caballero a la antigua, es decir, un hombre que tenía como honor el patrimonio de su dignidad y la señal inequívoca de su coraje. Nunca abdicó de sus convicciones esenciales, es más, las pregonó siempre, sin insolencia, sin la jactancia del orgullo, pero sí con la fuerza irrenunciable de su convicción. Amó la fiesta nacional hasta extremos que admiten muy poca comparación porque era consciente de la cultura que encerraba su significado y de lo importante que era llevar sus luces y sus imágenes nada más y nada menos que al templo sagrado de la universidad. Pepe Serrano amaba en el toreo la belleza, la estética que lleva encerrada la fiesta de los toros, era entendida por él de manera original y vibrante.
Ayer fui a los toros en la Plaza de las Ventas. Se produjo un minuto de silencio en su memoria. Creo que es la primera vez en la larga historia de las corridas de toros, que alguien que no ha sido profesional se le rinda un homenaje semejante. Yo que había compartido con él localidad y afanes, puntos de vista e ideas parecidas, llené con una oración el vacío que muchas veces suponen los minutos de silencio. He afirmado alguna vez que hay personas que se mueren y otras que se nos mueren. Pepe Serrano es de los últimos, su recuerdo permanecerá siempre vivo en mí junto a la gratitud a su lealtad, a la limpia idea de la amistad que siempre me demostró sin interrupción alguna. Era un malagueño tradicional, jamás abjuró de su tierra, la amaba entrañablemente. En su corazón estaban sus tradiciones, sus costumbres, sus glorias y sus penas. En su memoria tantas cosas como habría sentido al contemplar los amaneceres sobre el mar y las luces claras sobre las montañas. Pepe Serrano ha bordado con su vida la mejor y más templada verónica, lenta, solemne, pausada, con las manos bajas y el corazón en alto. Concretamente hace cuatro días estuve con él. Ya tenía en el rostro la señal de la muerte, pero su ánimo tenía una singular entereza. Yo le animé y me despedí de él con la conciencia de que era difícil que volviera a verlo vivo. Cuatro días después de nuestro ultimo encuentro, me dieron la noticia de su fallecimiento. Nunca he sentido una amargura tan lacerante, una ausencia tan dolorida. Desde mi amistad, le brindo mi recuerdo y afirmo que es de las pocas personas de las que me he sentido orgulloso de ser amigo. Dios, en el que él creía, le habrá acogido con su misericordia mientras que sus amigos, le recordaremos con amor.
JOSÉ UTRERA MOLINA
JOSE SERRANO CARVAJAL, UN CABALLERO MALAGUEÑO
Hoy las tierras de Montejaque tienen para mí un triste recuerdo. Allí conviví con José Serrano Carvajal durante los seis meses de preparación de la Milicia Universitaria. Los dos fuimos alféreces y sentimos por igual el orgullo que aquella distinción suponía. Habíamos sido anteriormente compañeros de estudio y siempre amigos.
No exagero si confirmo en estas líneas que he sufrido con la muerte de Pepe Serrano un tremendo dolor. Hablaba con él casi todos los días y la amistad que sostenía con él no ha tenido interrupción alguna. Desde la época ya ciertamente lejana en que le propuse para ser Gobernador y Jefe Provincial del Movimiento de Zamora hasta hoy, había permanecido su ánimo, su generoso ánimo en el estado de gracia de la lealtad. Pepe Serrano era un caballero a la antigua, es decir, un hombre que tenía como honor el patrimonio de su dignidad y la señal inequívoca de su coraje. Nunca abdicó de sus convicciones esenciales, es más, las pregonó siempre, sin insolencia, sin la jactancia del orgullo, pero sí con la fuerza irrenunciable de su convicción. Amó la fiesta nacional hasta extremos que admiten muy poca comparación porque era consciente de la cultura que encerraba su significado y de lo importante que era llevar sus luces y sus imágenes nada más y nada menos que al templo sagrado de la universidad. Pepe Serrano amaba en el toreo la belleza, la estética que lleva encerrada la fiesta de los toros, era entendida por él de manera original y vibrante.
Ayer fui a los toros en la Plaza de las Ventas. Se produjo un minuto de silencio en su memoria. Creo que es la primera vez en la larga historia de las corridas de toros, que alguien que no ha sido profesional se le rinda un homenaje semejante. Yo que había compartido con él localidad y afanes, puntos de vista e ideas parecidas, llené con una oración el vacío que muchas veces suponen los minutos de silencio. He afirmado alguna vez que hay personas que se mueren y otras que se nos mueren. Pepe Serrano es de los últimos, su recuerdo permanecerá siempre vivo en mí junto a la gratitud a su lealtad, a la limpia idea de la amistad que siempre me demostró sin interrupción alguna. Era un malagueño tradicional, jamás abjuró de su tierra, la amaba entrañablemente. En su corazón estaban sus tradiciones, sus costumbres, sus glorias y sus penas. En su memoria tantas cosas como habría sentido al contemplar los amaneceres sobre el mar y las luces claras sobre las montañas. Pepe Serrano ha bordado con su vida la mejor y más templada verónica, lenta, solemne, pausada, con las manos bajas y el corazón en alto. Concretamente hace cuatro días estuve con él. Ya tenía en el rostro la señal de la muerte, pero su ánimo tenía una singular entereza. Yo le animé y me despedí de él con la conciencia de que era difícil que volviera a verlo vivo. Cuatro días después de nuestro ultimo encuentro, me dieron la noticia de su fallecimiento. Nunca he sentido una amargura tan lacerante, una ausencia tan dolorida. Desde mi amistad, le brindo mi recuerdo y afirmo que es de las pocas personas de las que me he sentido orgulloso de ser amigo. Dios, en el que él creía, le habrá acogido con su misericordia mientras que sus amigos, le recordaremos con amor.
JOSÉ UTRERA MOLINA
15 de octubre de 2009
Fantoches con antorcha
De pequeñito me decía mi madre aquello de "el que juega con fuego....". Ya hace un año dediqué una entrada a la pantomima de la noche de las antorchas en homenaje al delincuente golpista Companys a raíz de un comentario del, a Dios gracias ex ministro, Fernández-Bermejo solicitando la rehabilitación pública del mencionado delincuente.
Ahora le toca el turno al impresentable de Laporta, cuya talla política está sin duda a la altura de Companys, Carod y demás alhajas. Estos nazionalistas de ERC no saben lo que hacer para que salga la foto anual de tan siniestra celebración, que recuerda en sus rituales a lo más rancio del nacional socialismo.
Pero lo importante es que Bermejo pió y al poco tiempo dimitió. Ojalá la sombra de Companys acompañe también al tonto de Laporta y el año que viene podamos celebrar su desaparición de la vida pública. En tal caso, tendrán que plantearse que lo de la fantochada de las antorchas está definitivamente gafado.
LFU
Ahora le toca el turno al impresentable de Laporta, cuya talla política está sin duda a la altura de Companys, Carod y demás alhajas. Estos nazionalistas de ERC no saben lo que hacer para que salga la foto anual de tan siniestra celebración, que recuerda en sus rituales a lo más rancio del nacional socialismo.
Pero lo importante es que Bermejo pió y al poco tiempo dimitió. Ojalá la sombra de Companys acompañe también al tonto de Laporta y el año que viene podamos celebrar su desaparición de la vida pública. En tal caso, tendrán que plantearse que lo de la fantochada de las antorchas está definitivamente gafado.
LFU
13 de octubre de 2009
Zapatero: Las razones de un abucheo
Es natural que Rodríguez Zapatero quiera restar importancia a los abucheos que año tras año –desde que accedió a la presidencia- acompañan su llegada y partida de los actos del desfile de la Fiesta nacional del 12 de octubre, relegándolos a la categoría de ritual.
El Presidente –el único, por cierto, en los últimos treinta años que ha sido sonoramente abucheado en tales ocasiones- nunca ha querido serlo de todos los españoles. La tónica de su mandato ha sido la de dividir a los españoles en buenos y malos, reservando la última calificación a los que se resisten a comulgar con las ruedas de molino de sus iniciativas estrella de la memoria histórica, del aborto y de la educación para la ciudadanía.
El público que asiste a los desfiles no es precisamente el adicto a la ideología de género o a la memoria histórica; carece de dudas sobre el concepto de nación en lo tocante a España y quiere y respeta a su ejército y a su historia. No es, por tanto, el perfil del votante del socialismo representado por Zp. Y ese mismo público, que grita Viva España al paso de las unidades militares, y se comporta con dignidad al paso de las banderas de las naciones aliadas, se siente profundamente herido por la insolvencia de un gobernante que ha jugado peligrosa y ligeramente con la unidad de España, que ha socavado los cimientos del estado de derecho cuando le ha convenido, ha tirado por los suelos el prestigio internacional de nuestra patria y ha querido convertir en «criminales fascistas» a la mitad de los españoles que lucharon en nuestra guerra fraticida. Por eso, precisamente, a Rodríguez le dan absolutamente igual, porque sabe que no es más que la manifestación del mismo desprecio que él siente por los que le abuchean.
Ningún otro gobernante ha crispado más a los españoles; ninguno ha reabierto tantas heridas; ninguno ha despreciado tanto a la mitad de España y ninguno ha recibido semejantes abucheos.
Los abucheos, por tanto, son tan comprensibles como merecidos. Pero, ¿es ese el lugar adecuado?. Sin ningún género de dudas, la respuesta es sí. En primer lugar, porque los abucheos se produjeron en la vía pública antes y después del acto en sí -que comienza con la llegada de la Bandera Nacional y la revista a las Fuerzas por parte del Jefe del Estado- y en ningún momento durante su celebración, durante la cual los asistentes mantuvieron una actitud de respeto ejemplar. Si aún así se entendiese que los prolegómenos o momentos posteriores del acto en sí deben tener la consideración de “acto de Estado”, no lo es menos que los desfiles se hacen en la vía pública para solaz y orgullo de la gente y no en un recinto cerrado para consumo de las autoridades. Jamás admitiría ni disculparía un abucheo en un funeral de Estado o en un acto solemne en el que el Presidente esté representando a nuestra Nación. Pero no era el caso. En el desfile de la Fiesta nacional, España estaba representada, primero, por el Jefe del Estado y después, por los representantes de los tres poderes del Estado, pero también por el pueblo para el que se organiza el despliegue de tropas. Y si lo que se quiere es que la gente acuda y aguante dos horas de espera en la calle con mordaza, lo mejor es eliminar los desfiles, pero no se puede pretender invitar a todo un pueblo a celebrar los actos de la fiesta de todos y pedirle que antes y después del acto muestren respeto a quien no sólo no se lo ha ganado, sino que no ha sabido respetar a la gran Nación que representa.
LFU
9 de octubre de 2009
«Los Gladiadores» de Arthur Koester
Titulo: Los Gladiadores.
Autor: Arthur Koestler.
Editorial: Pocket Edhasa
«Los Gladiadores», además de una novela histórica, fue una suerte de terapia personal para el autor, abrumado por sus vivencias personales y políticas en los años 30, y, a consecuencia de lo anterior, resulta una reflexión profunda sobre el sentido de la acción política revolucionaria y sobre todo de las razones que la justifican.
El autor, Arthur Koestler (n. 1905) fue un hombre profundamente inmerso en el acontecer político de la Europa del siglo XX. Húngaro de origen judío, poseedor de dos lenguas maternas la alemana y el húngaro, a la que posteriormente añadió el inglés y de talento literario, estaba dotado de una fina y acerada inteligencia. Tras abandonar su fe judía, militó en su juventud en el partido comunista durante 7 años (1931-1938). Fue tiempo suficiente para deslumbrarse por la utopía soviética y luchar por ella (participó en la Comuna revolucionaria de Bela Kun en Hungría), desengañarse por su atroz realidad de purgas infinitas que conoció de primera mano y vacunarse para siempre del mesianismo socialista. Desde entonces y con la publicación de su obra Darkness at noon (1941) (traducida al español como «el cero y el infinito») fue un destacada figura anticomunista en el panorama literario mundial. Nunca pudo volver a su país de origen. Se suicidó en 1983 estando gravemente enfermo.
Los Gladiadores cuenta con un trabajo muy cuidado de documentación arqueológica e histórica que soporta con mucha dignidad toda la ambientación histórica y que dota al relato de un fuerte realismo. La novela aborda el hecho histórico de la rebelión de esclavos capitaneada por Espartaco. Si fuera una mera novela histórica resultaría interesante pero desigual desde el punto de vista narrativo. Existen situaciones y parlamentos que lastran algo la acción pero que deben ser interpretadas en la doble lectura insinuada en mi párrafo de apertura. La narración de la rebelión espartaquista en Roma en el siglo I, antes de Cristo, es una excusa y un medio para tratar la revolución soviética y en cierto modo, toda acción política.
En ese doble marco de lectura, aparece un análisis marxista de la economía y de la sociedad no desprovisto de brillantez, una visión sobre el proceso revolucionario, sus inevitables atajos y las razones de los mismos, y sobre todo una interrogación sobre los límites éticos de toda actuación política. El planteamiento de los fines y los medios se aborda de una forma clara y evidente, y la narración lo aguanta pues aborda un universal siempre de actualidad.
Hay que tener presente que el libro se escribe entre 1935 y 1939, y que el progresivo distanciamiento de Koestler con el activismo comunista está latente en la acción, en el desarrollo de la trama y se nota. Hay que reconocer la enorme honestidad intelectual de Koestler al denunciar ya en 1938 el fracaso de todo proceso revolucionario, al describir la inevitable crueldad sanguinaria que la propia dinámica de dichos procesos implica, a pesar de iniciales razones legítimas.
Resulta curioso que Koestler, en este libro, vuelve la mirada a sus orígenes judíos, de hecho la argumentación política concreta de la rebelión de esclavos se soporta a través de uno de los personajes que pertenecía a la secta esenia. Lo cierto, es que el desengaño revolucionario que de algún modo cuenta esta novela no culminó con el abrazo de su fe ancestral ni tampoco de la fe cristiana, como de algún modo subrepticio parece insinuarse, su salto se quedó en una abrazo esperanzado a la ciencia que, no pudo satisfacer, en última instancia, su enorme inquietud y sed de respuestas. Al respecto, termino con las palabras de Vintila Horia sobre Koestler con motivo de su muerte: “Koestler pudo haber sido uno de los espíritus más abiertos y constructivos de nuestro siglo. Del mismo modo en que Pascal, en un momento revelador y crucial de su vida, escogió la religión y abandonó la ciencia, Koestler abandonó la religión (su religión marxista) y se convirtió a la ciencia. Sus libros, en este sentido, son tan buenos como sus novelas y reportajes escritos durante su época marxista y que culminan con su El cero y el infinito, novela en cuyas páginas asistimos a su cambio interior y a su adhesión a una posición anticomunista. Esto, sin embargo, no fue suficiente. Su mente preclara logró empaparse de muchos conocimientos científicos actuales y comprendió el papel revolucionario que la ciencia interpretó en este umbral de los nuevos tiempos. Pero no llegó jamás a sacudirse de encima la última partícula de polvo materialista y tampoco el pesimismo que acompaña al agnóstico. (El que vive dentro del mal y lo practica sufre mucho más que sus víctimas, afirmaba el poeta Boecio en su De consolatione philosophiae, afirmando implícitamente que el remordimiento y el dolor acompañan permanentemente al hombre que triunfa dentro del mal). Olvidar el hecho fundamental de que, durante muchos años, uno haya sido el cómplice de los campos de concentración estalinistas y de las torturas anímicas y somáticas del universo leninista, no es nada fácil. Sólo la oración y la penitencia nos pueden salvar en casos así, como al piloto que arrojó su bomba sobre Hiroshima. Koestler llegó hasta las cercanías de la cumbre, pero no descubrió en el vasto horizonte que la ciencia abría ante sus ojos, más que destrucción y miseria.”
Autor: Arthur Koestler.
Editorial: Pocket Edhasa
«Los Gladiadores», además de una novela histórica, fue una suerte de terapia personal para el autor, abrumado por sus vivencias personales y políticas en los años 30, y, a consecuencia de lo anterior, resulta una reflexión profunda sobre el sentido de la acción política revolucionaria y sobre todo de las razones que la justifican.
El autor, Arthur Koestler (n. 1905) fue un hombre profundamente inmerso en el acontecer político de la Europa del siglo XX. Húngaro de origen judío, poseedor de dos lenguas maternas la alemana y el húngaro, a la que posteriormente añadió el inglés y de talento literario, estaba dotado de una fina y acerada inteligencia. Tras abandonar su fe judía, militó en su juventud en el partido comunista durante 7 años (1931-1938). Fue tiempo suficiente para deslumbrarse por la utopía soviética y luchar por ella (participó en la Comuna revolucionaria de Bela Kun en Hungría), desengañarse por su atroz realidad de purgas infinitas que conoció de primera mano y vacunarse para siempre del mesianismo socialista. Desde entonces y con la publicación de su obra Darkness at noon (1941) (traducida al español como «el cero y el infinito») fue un destacada figura anticomunista en el panorama literario mundial. Nunca pudo volver a su país de origen. Se suicidó en 1983 estando gravemente enfermo.
Los Gladiadores cuenta con un trabajo muy cuidado de documentación arqueológica e histórica que soporta con mucha dignidad toda la ambientación histórica y que dota al relato de un fuerte realismo. La novela aborda el hecho histórico de la rebelión de esclavos capitaneada por Espartaco. Si fuera una mera novela histórica resultaría interesante pero desigual desde el punto de vista narrativo. Existen situaciones y parlamentos que lastran algo la acción pero que deben ser interpretadas en la doble lectura insinuada en mi párrafo de apertura. La narración de la rebelión espartaquista en Roma en el siglo I, antes de Cristo, es una excusa y un medio para tratar la revolución soviética y en cierto modo, toda acción política.
En ese doble marco de lectura, aparece un análisis marxista de la economía y de la sociedad no desprovisto de brillantez, una visión sobre el proceso revolucionario, sus inevitables atajos y las razones de los mismos, y sobre todo una interrogación sobre los límites éticos de toda actuación política. El planteamiento de los fines y los medios se aborda de una forma clara y evidente, y la narración lo aguanta pues aborda un universal siempre de actualidad.
Hay que tener presente que el libro se escribe entre 1935 y 1939, y que el progresivo distanciamiento de Koestler con el activismo comunista está latente en la acción, en el desarrollo de la trama y se nota. Hay que reconocer la enorme honestidad intelectual de Koestler al denunciar ya en 1938 el fracaso de todo proceso revolucionario, al describir la inevitable crueldad sanguinaria que la propia dinámica de dichos procesos implica, a pesar de iniciales razones legítimas.
Resulta curioso que Koestler, en este libro, vuelve la mirada a sus orígenes judíos, de hecho la argumentación política concreta de la rebelión de esclavos se soporta a través de uno de los personajes que pertenecía a la secta esenia. Lo cierto, es que el desengaño revolucionario que de algún modo cuenta esta novela no culminó con el abrazo de su fe ancestral ni tampoco de la fe cristiana, como de algún modo subrepticio parece insinuarse, su salto se quedó en una abrazo esperanzado a la ciencia que, no pudo satisfacer, en última instancia, su enorme inquietud y sed de respuestas. Al respecto, termino con las palabras de Vintila Horia sobre Koestler con motivo de su muerte: “Koestler pudo haber sido uno de los espíritus más abiertos y constructivos de nuestro siglo. Del mismo modo en que Pascal, en un momento revelador y crucial de su vida, escogió la religión y abandonó la ciencia, Koestler abandonó la religión (su religión marxista) y se convirtió a la ciencia. Sus libros, en este sentido, son tan buenos como sus novelas y reportajes escritos durante su época marxista y que culminan con su El cero y el infinito, novela en cuyas páginas asistimos a su cambio interior y a su adhesión a una posición anticomunista. Esto, sin embargo, no fue suficiente. Su mente preclara logró empaparse de muchos conocimientos científicos actuales y comprendió el papel revolucionario que la ciencia interpretó en este umbral de los nuevos tiempos. Pero no llegó jamás a sacudirse de encima la última partícula de polvo materialista y tampoco el pesimismo que acompaña al agnóstico. (El que vive dentro del mal y lo practica sufre mucho más que sus víctimas, afirmaba el poeta Boecio en su De consolatione philosophiae, afirmando implícitamente que el remordimiento y el dolor acompañan permanentemente al hombre que triunfa dentro del mal). Olvidar el hecho fundamental de que, durante muchos años, uno haya sido el cómplice de los campos de concentración estalinistas y de las torturas anímicas y somáticas del universo leninista, no es nada fácil. Sólo la oración y la penitencia nos pueden salvar en casos así, como al piloto que arrojó su bomba sobre Hiroshima. Koestler llegó hasta las cercanías de la cumbre, pero no descubrió en el vasto horizonte que la ciencia abría ante sus ojos, más que destrucción y miseria.”
César U-M
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