Hay leyes y actos de gobierno que identifican a sus autores. José Luis Rodríguez Zapatero no quiso, desde el principio, ser el Presidente de todos los españoles y, en perfecta coherencia con tal propósito, ha venido haciendo gala de un colosal sectarismo en las dos legislaturas que la mayoría de los españoles le ha concedido.
De ese espíritu sectario y revanchista han nacido leyes como la Ley «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (siempre que no pertenecieran al bando nacional, claro)» (ley de Memoria Histórica), la «Ley de Salud sexual y reproductiva» (ley del aborto libre hasta los 5 meses y medio), la Ley Orgánica de Educación (la del adoctrinamiento de menores) y aún nos queda la que posiblemente le ponga la guinda al pastel cainita del infame: la Ley de Libertad Religiosa que posiblemente se denominará «ley por la que se reconocen y amplían derechos (esto siempre va) y se establecen medidas para la neutralización de la tradición cultural cristiana de nuestro país en consonancia con el espíritu laicista de nuestro entorno y la Alianza de Civilizaciones». Y es que hemos de reconocer que a eufemismos no hay quien le gane la partida a la izquierda.
Las últimas encuestas nos indican que la crisis está haciendo estragos en los votantes otrora confiados en el estúpido optimismo de este soplagaitas insolvente que ha gobernado España para oprobio de su historia. Sí, he dicho la crisis, que no la oposición, que quede muy clarito.
Y muchos españoles, entre los que me encuentro, se preguntan con gran escepticismo qué va a hacer el partido Popular con estas leyes si llega al gobierno. ¿Mirará para otro lado como hiciera en el año 1996 con otros tantos zarpazos de la izquierda a nuestro modelo de sociedad, a nuestra tradición y a nuestra libertad?. ¿Sufriremos de nuevo la impotencia del miedo reverencial a cualquier clase de contrarreforma?
Los españoles que abominan de la política sectaria del infame se merecen una respuesta clara y nítida por parte de Mariano Rajoy a estos interrogantes, para saber a qué atenerse y evitar los golpes de pecho a destiempo.
LFU
De ese espíritu sectario y revanchista han nacido leyes como la Ley «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (siempre que no pertenecieran al bando nacional, claro)» (ley de Memoria Histórica), la «Ley de Salud sexual y reproductiva» (ley del aborto libre hasta los 5 meses y medio), la Ley Orgánica de Educación (la del adoctrinamiento de menores) y aún nos queda la que posiblemente le ponga la guinda al pastel cainita del infame: la Ley de Libertad Religiosa que posiblemente se denominará «ley por la que se reconocen y amplían derechos (esto siempre va) y se establecen medidas para la neutralización de la tradición cultural cristiana de nuestro país en consonancia con el espíritu laicista de nuestro entorno y la Alianza de Civilizaciones». Y es que hemos de reconocer que a eufemismos no hay quien le gane la partida a la izquierda.
Las últimas encuestas nos indican que la crisis está haciendo estragos en los votantes otrora confiados en el estúpido optimismo de este soplagaitas insolvente que ha gobernado España para oprobio de su historia. Sí, he dicho la crisis, que no la oposición, que quede muy clarito.
Y muchos españoles, entre los que me encuentro, se preguntan con gran escepticismo qué va a hacer el partido Popular con estas leyes si llega al gobierno. ¿Mirará para otro lado como hiciera en el año 1996 con otros tantos zarpazos de la izquierda a nuestro modelo de sociedad, a nuestra tradición y a nuestra libertad?. ¿Sufriremos de nuevo la impotencia del miedo reverencial a cualquier clase de contrarreforma?
Los españoles que abominan de la política sectaria del infame se merecen una respuesta clara y nítida por parte de Mariano Rajoy a estos interrogantes, para saber a qué atenerse y evitar los golpes de pecho a destiempo.
LFU
Estimado amigo: no tengo ninguna duda de que para el caso de que el Partido Popular gane las próximas elecciones generales con mayoría suficiente para formar gobierno, o mejor dicho, que las pierda el PSOE (que no es lo mismo), mantendrá en vigor la diarrea (en sentido literal) legislativa de los últimos años. Ya lo hizo en el año 1.996, y lo repetirá, sin ninguna duda.
ResponderEliminarPienso que el PP es un partido dirigido en todos sus niveles por personas acomplejadas y que consideran que los carnets de demócratas los expide el PSOE a quien hay que suplicárselos.
¡¡Al PSOE, precisamente!!, el partido político con el mayor comportamiento antidemocrático de la Historia de España.
En fín, es lo que tenemos.
Saludos.
Por desgracia, estoy de acuerdo contigo. No tengo confianza alguna en este partido en el que, por otro lado hay mucha gente buena y válida cuyo esfuerzo muchas veces es en vano.
ResponderEliminarFelíz Navidad,LFU.
ResponderEliminarQue pases una maravillosa Nochebuena en compañía de tu familia y seres queridos.
Un beso.
Muchas gracias. Yo también os deseo lo mismo a tí y a todos los que leen este modesto blog. Feliz Navidad
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