27 de noviembre de 2009

Los proabortistas atacan a Red Madre



Aido, Trini y demás amiguitas están muy contentas por haber superado el primer escollo parlamentario a la nueva Ley del Aborto. Me sorprende tanta sonrisa y celebración cuando no hacen más que repetir que el aborto -perdón, la «interrupción voluntaria del embarazo»- es una verdadera tragedia. Ya, pero sobre todo para el feto indefenso que acaba en la trituradora.

No han tardado mucho las hordas abortistas en celebrar el primer triunfo de su caudilla Aido. Para ello, nada mejor que atacar un centro de la Red Madre fudación que se dedica a dar ayuda y apoyo desinteresado a las mujeres embarazadas que no quieren abortar. Renuncio a transcribir el texto de las pintadas, pero es sumamente revelador de la benéfica intención de los defensores del aborto.

Desde hace unos días, tras recibir la petición de ayuda a través de un buen amigo, ya tenía decidido dar mi apoyo y colaboración a Red Madre, pero ahora todavía más, y me pemito la licencia de pedir también la vuestra. Merece mucho la pena ayudar a los que salvan vidas y encima arriesgan la suya frente a las alimañas.

LFU

1 comentario:

  1. No importa que estén tan contentos los del gobierno, aunque saliera la ley, y yo confío que Dios no lo permita, eso no paralizará a la cantidad de voluntarios que pensamos dar todo nuestro potencial para defender la vida. No se trata de políticos ni de políticas, vanidad de vanidades y todo vanidad, se trata del amor que se tiene que tener a la raza humana, creada de una manera poco inferior a la naturaleza de los ángeles, donde solo el amor tiene cabida. Hay que acudir a los institutos y mostrar a los jóvenes la realidad de su pobre sociedad. De todo lo que van a perder si se dejan llevar por los políticos con respecto a la vida. Lo que van a dejar de ganar como es el amor, la libertad y la capacidad de pensar por ellos mismos: el amor de los demás (como el de un hijo),la libertad para decir sí a la vida y no a los miedos y falsas soledades, y la capacidad de pensar para darse cuenta de qué es lo que más le conviene a uno mismo y a los demás y decirlo a los cuatro vientos sabiendo que pueden pensar de ti auténticas barbaridades y no amedrentarse por ello. Por eso ánimo, este acto de violencia, lo vamos a ganar con el amor y desde el amor.

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