2 de abril de 2009
Nostalgia cofrade
Me dicen que en Sevilla ya huele a azahar y me envuelve la nostalgia de una lejana adolescencia que pasó entre bullas, cornetas y tambores, impregnada de cera y de incienso y con la alegre emoción de cumplir sin desmayo el programa diario arrancado de las páginas del ABC. Eran semanas agotadoras que nacían en los asfixiantes traslados del viernes de dolores, culminaban con madrugadas de vigilia y de emoción, y que, invariablemente, morían con la feliz visión del Resucitado, siempre empañada de la amargura de la despedida. ¡Dichosos años en los que el cuerpo todo lo aguantaba!
Volveré pronto, si Dios quiere, de la mano de mis hijas. Tan pronto como su envergadura les permita salir airosas de las inevitables bullas y apretujones, insensibles a cualquier espacio vital. Mientras tanto, procuro matar el gusanillo desgastando la película de Gutiérrez Aragón y disfrutando de imágenes como ésta, que no me resisto a compartir con quien quiera dedicarle 5 minutos, implorando indulgencia plenaria a mis amigos de Málaga, cuya Semana Santa no quisiera desmerecer.
Que paséis una feliz semana.
LFU
Preciosa entrada, para la "entrada" de esta Semana Santa. Un abrazo. César.
ResponderEliminarGracias, hermano.
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