Al hilo de la original campaña de marketing con la que, a fuerza de provocar a los creyentes, alguien o muchos se acabarán forrando, quisiera hacer algunas consideraciones:
“Probablemente Dios no existe”. La frase nos indica que, en contra de lo que se afirma, no estamos ante una campaña atea. El ateo niega la existencia de Dios, mientras que esta campaña únicamente la cuestiona en base una probabilidad indeterminada. ¿Y si existe?, se preguntarán los escépticos que la lean. Desde este punto de vista, el mensaje no es negacionista, sino que, por el contrario, contempla la probabilidad de Su existencia.
“Deja de preocuparte”. Personalmente, lo que me preocuparía –y mucho- es que no existiese. A los que creemos que Dios es Amor, no sólo no nos preocupa Su existencia, sino que gozamos de ella, pues en la fe encontramos el consuelo y la felicidad que la oscuridad e intrascendencia de la nada nunca puede ofrecer. Pero para los que albergan muchas dudas sobre Su existencia, la campaña es de lo más intranquilizadora: ya que estamos hablando de una mera probabilidad, ¿Debo preocuparme si existe?
“Disfruta de la vida”. El concepto de disfrute que subyace al anuncio es el de hacer lo que a cada uno le venga en gana en cada momento sin pensar en la existencia de límites, cortapisas o castigos divinos. Es el concepto egocéntrico y hedonista de la felicidad. ¿Se pretende decir que la existencia de Dios impide disfrutar de la vida? ¿Pero alguien piensa seriamente que la madre Teresa de Calcuta era infeliz? ¿Puede alguien disfrutar más de la vida que quien se entrega a los demás?. Una vez más, el mensaje es falso: no es más feliz quien más tiene, sino quien más da. Por otro lado, si consideramos que la muerte forma parte de la vida ¿Acaso no resulta angustiosa para los agnósticos y ateos la sensación de que después de la vida no hay nada, sólo el vacío?.
En cualquier caso, agradecería vuestros comentarios que seguro enriquecen esta entrada a vuelapluma.
LFU
15 comentarios:
Efectivamente, del mensaje se extrae la conclusión contraria. ¿Dios no existe? Entonces, es para preocuparse, pues todo lo que podamos "disfrutar" de esta vida se va a quedar muy pronto en la más absurda de las nadas. Un soplo. Y para nada.
Por mi parte, bienvenida esta publicidad, pues reabre el debate.
LFU: me ha parecido magistral tu exposición, de verdad que vas para escritor.
Mi modesto comentario, el siguiente: Si están tan seguros de que Dios no existe ¿por qué no se dedican a pasárselo a lo grande y no pierden el tiempo en montar estas campañas de publicidad?
En el fondo son ellos los primeros que no están convencidos de que Dios no exista.
Lo repito: genial tu exposición de hoy, gracias y un abrazo.
Gracias por vuestros comentarios. En efecto, creo que la campaña podría haber partido de un sesudo publicista del Vaticano. El caso es que, en medio de tanto belenicida y laicista progre, Dios ha vuelto a la primera plana de los medios de comunicación. Que hablen de Mí aunque sea mal.....que diría
Enhorabuena por tu editorial. Desde luego que no existe el dios que la polémica campaña pretenda darnos a entender, Dios existe y por ello acabamos de celebrar una Navidad más, y estoy contigo en que no hay mayor Verdad que la auténtica felicidad viene de Él. Aprovecho también tu tribuna para invitar a dar testimonio de la presencia de Dios en los autobuses y metro con el rezo del rosario, yo he decidido hacerlo sin ocultar las cuentas y la Cruz.
Reyes
A mí la campaña me gusta mucho, porque pone a Dios sobre la mesa. ¡Ojalá la cuestión de su existencia se discutiera a diario en los cafés!
Además, si te fijas, implíctamente reconocen que la cuestión de Dios tiene que ver con la vida de uno, que no es neutral.
Finalmente, tan audaces ellos, no hacen más que reinventar a S. Pablo: "Si Dios no ha resucitado, comamos y bebamos, que mañana moriremos".
Y luego está Dostoyevski: "Si Dios no existe, todo está permitido".
El problema es que el nihilismo comporta aniquilación, y Dios salvación. Pero esto es ya una toma de partido. Lo bueno es que haya debate.
Dios estará encantado.
Tienes razón DAL. No había caido en la cita de San Pablo, que viene al pelo. ¡Que lujo de comentarios!
Lo del rosario en el transporte público no me parece mal, pero no podré secundarlo dada mi escasa afición al mismo que se reduce a cortos trayectos en metro en la temporada taurina.
Pascal decia que prefería equivocarse creyendo que Dios existía, a equivocarse afirmando que Dios no existía.
Daba una razon muy simple : si vivo pensando que Dios no existe, y , una vez he muerto, resulta que existe, tengo un grave problema sin solucion.
Sin embargo, si me equivoqué creyendo que Dios existe y , al morir, no hay nada, no pasa nada.
¿Por qué a un “librepensador” le molesta que pensemos diferente a él? ¿No soy libre de creer?
El ateismo, desarrollando sus argumentos, termina negando tajantemente, la existencia o la duda de si existe Dios o no existe. Termina por declarar indiferente la existencia de un hipotético ser superior. Luego, no puede usar el argumento de que tal vez no exista para llamar a la despreocupación.
Aquí siento la necesidad de citar a don Miguel de Unamuno, cuando decía que "Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo"… Sin embargo probablemente Unamuno no haya existido, así que los ateos pueden dejar de preocuparse y disfrutar de la vida.
Yo agregaría "PROBLAMENTE LA CRISIS NO EXISTA. DEJA DE PREOCUPARTE Y DISFRUTA DE LA VIDA".
Definitivamente Dios existe, y eso hace que nada me preocupe y por eso disfruto de su creación.
Gracias y bendiciones.
Al hilo de este debate, propongo un libro que me encantó, seguro que os gusta:
"Lo que yo creo" Jean Guitton; Editorial Belacqua.
(P.D. IPE soy tu primo Juan, de Málaga, que veo que a este paso no me descubres nunca)
Gracias Gabirol. Lo comprare. Y no sabes lo que me alegra descubrirte. Eras un enigma para muchos! Gracias de verdad por estar ahi
Para los que creen que las creencias no limitan el poder disfrutar la vida, ponganse a pensar, y veran que si. En el caso de los catolicos, bueno, de la mayoria, casi todos, si son felices, porque el 80% porciento de ellos(es un decir), no escogieron ser catolicos, y los otros pocos que si son catolicos de verdad, viven agusto porque su religion no los limita a tonterias como lo hacen otras religiones como la cristiana: "Que las mujeres no usen pantalon", "Que los chavos y chavas no usen pulseras", "Que no se escuche otra musica mas que la cristiana", entre otras. ¿No crees tu que los chavos con padres cristianos no viven realmente(la mayoria) infelices?, yo conosco un caso muy cercano, demaciado en realidad, y, te aseguro que si son infelices. Y felicitaciones a los que han empezado ya junto con este año una revolucion religiosa. Esperemos que pronto llegue a Mexico, el pais mas atrasado por sus creencias religiosas.
He esuchado en alguna ocasion a los promotores de esta campaña, así que puedo aclarales algunos matices, con lo cual podremos seguir estan en desacuerdo, pero en desacuerdo sobre lo que realmente pensemos cada uno, y no sobre lo que nos gustaria que nuestros adversarios pensaran.
Lo de la probabilidad viene a cuento por subrayar que estas gentes no son ateos dogmaticos, si no que creen que la hipotesis de la existencia de Dios carece de verosimilutud, por que consideran que las pruebas a favor de la no-existencia son más solidas y covincentes, y que las pruebas de su existencia no lo son en absoluto.
Pero que la aportacion de otras pruebas y/o argumentos, que actualmente desconocen, podría variar su creencia.
Lo que significa que sí creen que Dios no existe, pero creen tambien en el metodo cientifico.
Lo de disfrutar de esta vida, significa que, como creen que es lo unico que tenemos los hombres, es valiosa, y no podemos permitirnos hacernos daño a nosotros ni a los demas, por que no habra forma de remediarlo ccon una compensacion post-mortem.
Eso es lo contrario al "todo esta permitido", es lo que les motiva a intentar hacer el bien en la medida de sus posibilidades.
Como, erroneamente o no, consideran que las religiones son perjudiciales para el bienestar moral de la humanidad, dedican esfuerzos y dinero caritativamente en promover el debate, convencidos de que las pruebas y argumentos a favor del ateismo son tan evidentes, que un anlisis sincero haría ver la luz a sus hermanos creyentes.
Una confianza que, en mi opinion, es el pecado de los apologetas.
Porque a la mayoria le interesa muy poco la razonabilidad de los argumentos de los adversarios.
"No disfrutas de la vida" porque "sí te preocuparía" la "existencia de Dios". No llego a entender que les impide ser felices y disfrutar de esta vida si Dios existe. Quiza incumplir la ley divina les preocupa por que creen que pueda influir en su vida definitiva y eterna, y yo me pregunto que es lo que les frustra su felicidad, será el mandato de "no robar" o el de "no matar", sérá "no mentir"......
A mi si que me interesa saber lo que opinan esos individuos que con sus esloganes pretender asociar la religión Cristiana a la renuncia en esta vida de todo lo que nos hace felices. Particularmente, contribuye a mi felicidad y disfrute de esta vida el saber que es un regalo de Dios y que trscenderá a este mundo.
Aconsejo el siguiente articulo de un exconcejal de FA en El Hoyo de Pinares (Avila) simplemente... "se sale"
http://carlosjaviergalan.blogspot.com/2009/01/preocuparse-disfrutar.html
Probablemente... la postura más científica (lo que en sí no significa mejor ni peor) es el agosticismo. Nadie ha podido demostrar que Dios exista. Tampoco lo contrario. Por tanto, la cuestión queda científicamente abierta.
Pero te rectifico (si me permites) que esta campaña no es agnóstica sino atea. El término "probablemente" es en este caso cienfífico. Se refiere a las matemáticas y a la ley de probabilidades. Matemáticamente hablando, la probabilidad de que no exista es mayor que la probabilidad a favor de su existencia.
Aclaro este punto porque comentarios anteriores parece no quedar claro y la inclusión de la palabra "probablemente" hace pensar a algunos que la campaña es simplemente agnóstica.
Salimos de dudas (respecto a la intencionalidad agnóstica o atea) teniendo en cuenta que la campaña española es sólo una copia de la campaña original inglesa, promovida por Richard Dawkins (entre otros). Una lectua de su libro El espejismo de Dios deja clara esta postura (Dawkins establece una escala de creencia de 1 a 7 en la que 1 es el creyente radical, mientras que el 7 es el ateo radical. Por radicales entendamos que ninguno atiende a razones y es creyente/no creyente por narices. Para los curiosos, Dawkins mismo sería un ateo del nivel 6 —tan sólo— que se corresponde perfectamente con el espíritu de a campaña).
Lo que sí me gustaría decir a título personal es que siento algo de vergüenza con las diferentes reacciones que estoy escuchando y leyendo por ahí (tanto de creyentes como de ateos) en los medios. En este sentido, el Arzobispo de Canterbury no se rasgó las vestiduras con la campaña británica. Dijo no compartirla (como es de esperar), pero le pareció legítima y no se sintió atacado por ella, encontrándola suficientemente respetuosa y merecedora de la libertad de opinión).
Por contra, ¡ay!, en España (cómo no) la Conferencia Episcopal ya está clamando al cielo en un delirio de paranoia y pidiendo censura (¡!) por blasfemia (¡¡!!)...
Que yo sepa, la blasmefia no está tipificada como delito en el Código Penal. 'Al César lo que es del César' dijo alguien (¿nos suena?). Los delitos cometidos contra la fé deben, si acaso, castigarse en el ámbito de la fe (excomunión, por ejemplo). Pero no confundamos churras con merinas. ¿Está cayendo la C.E. en el integrismo? Esa actitud, me consta, vacía más las iglesias que cualquier campaña atea.
En mi humilde opinión, la campaña es totalmente respetuosa. Sólo manifiesta una opinión y la saca a la calle con el mismo respecto y derecho que se saca a la calle una procesión o se convoca una manifestación en la calle. No ataca a nadie. Si alguien se siente atacado tiene un grave problema de autoestima religiosa (fortaleza de su fe).
Respecto a los otros dos puntos de tu entrada (que afortunadamente es muy razonable y no se expresa en los términos integristas generales que acabo de explicar), una vez discutido el primero, sólo me queda expresar mi disconformidad con lo que planteas, pero a título meramente particular. Lo hago no con ánimo de convencer a nadie de nada sino por educación ya que, como digo, el tono adecuado y razonado de tu entrada merece el esfuerzo de un comentario e invita a esa agradable intercambio de posturas que tanto me gusta (afortunadamente, disfruto de estas conversaciones igualmente con amigos catequistas).
No me preocupa la existencia de Dios. Tampoco su no existencia. Como ateo que cumple (y coincidentemente comparte) ciertos preceptos morales por voluntad propia, sin imposición divina resulta que, si muero y me encuentro (improbablemente) con uno, estoy plenamente convencido de que mi ateismo no le importará lo más mínimo. Al fin y al cabo si, como decís, Dios es Amor, estará lejos del dios egocéntrico y vanidoso reflejado (por ejemplo) en el Antiguo Testamento. Si de verdad el Bien es el Fin ¿qué más da por el camino que llego? Y, lo que más me importa en este caso ¿qué más le da a los creyentes por qué camino llego al mismo destino?... excepto para aquellos integristas para los que que el Bien sea sólo una excusa y la fe per se sea el fin.
Para los demás, ¿tú eres feliz? ¿yo soy feliz? Pues fantástico, me alegro por ambos. Sinceramente.
Respecto tu disertación sobre disfrutar de la vida, aquí diferimos bastante más. El problema de las verdades reveladas es que sus seguidores (los elegidos) se creen siempre depositarios únicos de los valores. No entiendo por qué la bondad, la moral o la entrega a los demás han de ser patrimonio exclusivo de los cristianos (o de judíos o mulusmanes o...). Tampoco entiendo por qué el hecho de que Teresa de Calcuta fuera feliz me convierte a mi o a otro ateo en infeliz. ¿La felicidad tambien es patrimonio exclusivo?
¿Y dar? ¿Sólo dan los creyentes? Esto es altamente pretencioso. Es más, puedo ponerme igualmente pretencioso y establecer que, dado que los creyentes lo hacen para ganarse el cielo y yo lo hago a cambio de nada, probablemente yo sea más altruista y bondadoso a los ojos del Dios en quien no creo (curiosa paradoja, no muy lejana de la parábola del hijo pródigo).
Tampoco me hace infeliz que no haya nada despues de esta vida. Es más, el universo conocido me parece suficientemente increíble, admirable y bello en sí mismo. Por contra, la idea de un ser omnipotente que lo crea con un chasquido de sus dedos, lejos de engrandecerlo, le quita toda la gracia (siempre en mi opinón particular, quede claro).
Por definición, si despues de esta vida no hay nada... ¡no me voy a enterar! (si no existe vida consciente tras esta, no podré ser consciente de esa no-existencia. No voy a sufrir en absoluto ya que estaré totalmente muerto. Si por contra, me encuentro de bruces con otra vida Bienvenida sea. Ya lidiaremos ese toro cuando salga a la plaza).
Incluso si creyera en Dios, menospreciar el regalo de esta vida pensando sólo en la siguiente, me parecería un absoluto desprecio a quien me la regala.
Un abrazo sincero
P.D.: No tengo que ver nada con la campaña de los autobuses, excepto que tiene mi simpatía (igual que me la merecen las convocatorias que ven en mayo para celebrar los actos marianos o la vigilia de la Inmaculada Conceptición en carteles del Metro). Es una expresión de una idea libremente aceptada. Si todos pensamos exactamente lo mismo ¡menudo aburrimiento!. Se trata de compartir, y cada uno tenemos algo diferente que aportar (¿vamos a cambiarnos el mismo cromo?).
Tambien reconozco que, posiblemente, habría aportado mi donativo a la campaña aunque no he tenido ocasión, pues ya estaba cerrada.
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