21 de enero de 2009
Dios vive en América
Mientras en el viejo –y casi podrido- continente nos debatimos entre si Dios existe o no y si nos debemos preocupar o no por Su existencia; se fomenta el laicismo y se reniega de las raíces cristianas de Europa, se promueve la eliminación de los crucifijos de lugares públicos y se expulsan los belenes de la fiscalía general del Estado, y se proclama sin rubor que el concepto de nación es discutido y discutible, los Estados Unidos de América dieron al mundo una lección de patriotismo y falta de complejos absolutamente colosal.
¿Se imagina alguien a un Presidente del Gobierno español acudiendo ostentosamente a misa antes de la investidura, rezando un padrenuestro minutos antes, haciendo ocho referencias a Dios en su discurso y terminando el mismo con un Dios bendiga a España?. Los medios tardarían segundos en crucificarle arrinconándole en el fanatismo y la carcoma religiosa.
No sé que nos deparará la era Obama. Muy probablemente las desmesuradas expectativas que se han puesto en él hagan que esté llamado a decepcionar; aunque no olvidemos que parte de una situación tan mala, que mejorar no resulta difícil. Pero de lo que no hay duda es que ni Obama ni cualquiera que le suceda pondrá en solfa jamás el concepto de nación ni apartará a Dios de su discurso, porque esa clase de complejos aún no hemos sido capaces de exportarlas los europeos.
Ayer sentí una envidia sana de esa gran nación y una pirandeliana angustia por la suerte de nuestra decadente civilización. Y a pesar de todo, el infame que padecemos -que no sabe cómo esconder la terrible estampa de su falta de respeto hacia la bandera de los Estados Unidos- sigue pensando que Obama es de los suyos…. ¡O tempora o mores!
LFU
No hay comentarios:
Publicar un comentario