Ya tienes, Baltasar, tu momento de gloria. Tu auto de ayer -bien lo sabes- es una auténtica basura. Provoca el sonrojo del peor jurista y la vergüenza en cualquier aficionado a la Historia. Y lo que más me duele es que esto lo has hecho también con mi dinero.
Renuncio a entrar en detalles porque no me gusta revolver entre la basura. Prefiero limitarme a recordar a José Antonio en aquél vibrante y emocionante artículo que -paradojas de la vida- hoy vuelve a estar de rabiante actualidad:
Ahora es la hora de los enanos. ¡Cómo se vengan del silencio a que los redujo! ¡Cómo se agitan, cómo babean, cómo se revuelcan impúdicamente en su venenoso regocijo! ¡Hay que tirarlo todo! Que no quede ni rastro de lo que él hizo! Y los más ridículos de todos los enanos –los pedantes– sonríen irónicamente.
El también sonríe. Pero su risa es clara, como su espíritu sencillo y fuerte. Nosotros padecemos –como él antes– todas las torturas de la injusticia. Pero el ya goza el premio allá en lo alto, en los ámbitos de la perpetua serenidad. Nada puede inquietarle, porque desde allí se disciernen la grandeza y la pequeñez. Pasarán los años, torrente de cuyas espumas sólo surgen las cumbres cimeras. Toda esta mezquina gentecilla –abogadetes, politiquillos, escritorzuelos, mequetrefes– se perderá arrastrada por las aguas. ¿Quién se acordará de los tales dentro de cien años? Mientras que la figura de él –sencilla y fuerte como su espíritu– se alzará sobre las centurias, grande, serena, luminosa de gloria y de martirio.
Renuncio a entrar en detalles porque no me gusta revolver entre la basura. Prefiero limitarme a recordar a José Antonio en aquél vibrante y emocionante artículo que -paradojas de la vida- hoy vuelve a estar de rabiante actualidad:
Ahora es la hora de los enanos. ¡Cómo se vengan del silencio a que los redujo! ¡Cómo se agitan, cómo babean, cómo se revuelcan impúdicamente en su venenoso regocijo! ¡Hay que tirarlo todo! Que no quede ni rastro de lo que él hizo! Y los más ridículos de todos los enanos –los pedantes– sonríen irónicamente.
El también sonríe. Pero su risa es clara, como su espíritu sencillo y fuerte. Nosotros padecemos –como él antes– todas las torturas de la injusticia. Pero el ya goza el premio allá en lo alto, en los ámbitos de la perpetua serenidad. Nada puede inquietarle, porque desde allí se disciernen la grandeza y la pequeñez. Pasarán los años, torrente de cuyas espumas sólo surgen las cumbres cimeras. Toda esta mezquina gentecilla –abogadetes, politiquillos, escritorzuelos, mequetrefes– se perderá arrastrada por las aguas. ¿Quién se acordará de los tales dentro de cien años? Mientras que la figura de él –sencilla y fuerte como su espíritu– se alzará sobre las centurias, grande, serena, luminosa de gloria y de martirio.
LFU
¡Extraordinario, Luis Felipe! No puede ser más acertado tu comentario. Basura, miserable y repugnante basura. El auto del tal baltasar es digno de un demente en pleno delirio. Si no fuera porque este demente tiene entre manos causas muy serias de terrorismo y drogas, casi sería hasta cómico. Pero es repugnante, vomitivo, asqueroso. Lo digo con el alma, espero que Satanás se acuerde pronto del tal Baltasar y lo lleve junto a él, que es el único lugar que merece tal tipo. Por el bien de todos, que ese día llegue rápido. ¡Vete a la real mierda, baboso juez!
ResponderEliminarAntonio Vallejo
es usted un fascista de tomo y lomo. Siga dando lecciones de español amargado, acomplejado y torpe.
ResponderEliminarAnonimo, Por tu comentario, veo que te falta algo de educacion,y mucho de tolerancia, lo que denota tus ideas izquierdistas. No soy fascista, aunque no considero esa calificacion como un insulto. Como supongo que en tu vida habras leido a Marinetti,ni a Gimenez Caballero, renuncio a explicarte el significado de esa palabra. Pero si te dire que si nos fijamos En la historia, mucho peor es ser comunista y llevar encima los crimenes de Stalin, Mao y Pol Pot... Sobre tu conciencia. De amargado nada; de torpe no soy quien para juzgarlo y carezco de complejos. Por eso escribo lo que me da la gana y dejo ademas que escribas en mi blog, que espero te ayude a respetar las ideas de los demas.
ResponderEliminarEstupenda y magnífica entrada, Luis Felipe. Comparto plenamente el sentimiento de injusticia que se deriva de una resolución jurídica que es un aunténtico disparate en la forma y en el fondo. El tergiversar la Historia sólo engaña al que quiere ser engañado como los que destilan un odio irracional y sectario a quien no actúa como ellos. La verdad sólo tiene una cara y el que quiera conocerla sólo tiene que acercarse a ella sin rencor y con amplitud de miras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Conrado
Querido amigo LFU. Totalmente de acuerdo con lo que has escrito.
ResponderEliminarA este último ser sin rostro, le diría que "fascistas", empleando el significado nuevo de esta palabra, pueden ser sólo aquellos que escondidos tras un anonimato insultan. Sólo aquellos que acusan de acomplejado a quien simplemente expresa su opinión de forma libre y brillante. Sólo aquellos que acusan de amargado a quienes se rebelan contran quienes sólo miran al pasado, sólo miran con un ojo (el izquierdo) y se recrean en la muerte. En definitiva, fascistas son sólo aquellos que hacen patente su torpeza sin aportar un sólo argumento ni usar mínimamente la razón. Por eso, ser sin rostro, te digo que el fascista eres tu. O incluso, algo peor. eres un rojo aborregado, incapaz de razonar por tí mismo y de mirar hacia delante.
Tu testiminio quedará en este blog para que todos sepan lo que (no)piensa la izquierda en España. Gracias por darnos la razón.
Enhorabuena hermano por tu magnífica entrada, y un apunte para el cobarde que no se identifica. El verdadero amargado es el que insulta, pues alguien que que defiende una aberración como la que quiere llevar a cabo el sujeto B.G., tiene un depósito de odio en su interior que sin duda a él si que le tiene que llenar de aflicción. Lo siento por usted, pero ni mi hermano ni los que pensamos como él somos amargados, porque estamos plenamente orgullosos de nuestras creencias.
ResponderEliminarReyes
Al anónimo, sólo decirle que sus palabras destilan el odio y la intolerancia que caracterizan a la mayor parte de la izquierda española, hacia quien osa desafiar el pensamiento único imperante.
ResponderEliminarRespecto a la calificación de "fascista", siento desilusionarle. No lo soy, fundamentalmente por mi formación cristiana, aunque no lo considero insulto. El fascismo, que sólo se aplicó políticamente en Italia desde el año 1920 hasta el año 1945 cometió muchos y graves errores (sobre todo en su final), pero también tuvo muchos aciertos, sobre todo en política social. En cualquier caso, si se utiliza el vocablo como insulto, podías haber utilizado el de "comunista", pues sin duda alguna la ideología que más terror y muerte ha sembrado en la historia del mundo ha sido precisamente esa. Y si no, pensemos en el padrecito Stalin, en el gran Mao y en Pol Pot.
En cuanto a lo de torpe, no soy yo quién para contestarte. Escribo lo mejor que puedo con el tiempo limitado que me deja mi trabajo.
De amargado, nada. Nadie que tenga fe -y yo la tengo- puede serlo. Además tengo una familia maravillosa, numerosos y buenos amigos y un trabajo que me llena.
Y por último, carezco de complejos. Por eso mismo escribo lo que me da la gana y no me importa publicar el comentario de alguien que escondiéndose en el anonimato se dedica a insultar a quien no piensa somo él. En todo caso, me alegro que hayas entrado aquí. Es posible que te sirva para aprender que fuera del gulag de la izquierda, también hay vida.
LFU
Enhorabuena hermano por referncia a la basura. También me gustaría dirigirme a la persona que te pretende ofender desde el anonimato, para decirle que el verdaderamente amargado es el que insulta, porque alguien que defienda una aberración como la que quiere llevar a cabo el innombrable B.G, tiene ya un depósito de odio en su interior que le debe llenar de aflicción. No es este el caso mi hermano, sino todo lo contrario , quienes como él, estamos plenamente convencidos de nuestras creencias, no dejamos cobijo a la amargura, al contrario siempre confiamos en la Esperanza.
ResponderEliminarReyes
Enhorabuena hermano por referncia a la basura. También me gustaría dirigirme a la persona que te pretende ofender desde el anonimato, para decirle que el verdaderamente amargado es el que insulta, porque alguien que defienda una aberración como la que quiere llevar a cabo el innombrable B.G, tiene ya un depósito de odio en su interior que le debe llenar de aflicción. No es este el caso mi hermano, sino todo lo contrario , quienes como él, estamos plenamente convencidos de nuestras creencias, no dejamos cobijo a la amargura, al contrario siempre confiamos en la Esperanza.
ResponderEliminarYa está la izquierda aplicando una vez más su más vetusto truco: el de llamar fascista a todo el que se le opone.
ResponderEliminarMi apoyo total a LFU.
Ánimo Félipe y a seguir por esta línea.
ResponderEliminarAlberto Pertejo-Barrena