El centro político no existe. Es una entelequia en la que algunos políticos quieren situar a quienes hacen de la política un ejercicio de moderación, prudencia y respeto al adversario, pero en modo alguno es un espacio equidistante entre la derecha y la izquierda.
Y es que tanto la moderación, como la prudencia, como la ausencia de sectarismo, no son patrimonio de ningún espacio político, y pueden practicarse tanto en la derecha como en la izquierda, aunque, en honor a la verdad han sido verdaderamente excepcionales en la Histoia de España los personajes de la izquierda que han hecho gala de dichas virtudes.
Para que se me entienda: hay falangistas “de centro” y “radicales” del partido popular. ¿O acaso se nos intenta convencer de que cualquier partido que se llame "de centro" está libre de la estupidez del sectarismo?
En definitiva, lo que llaman el “centro” –que se ha convertido en una especie de “maná democrático”- no es un espacio político, sino una virtud que debería acompañar siempre a quien está en política, en uno u otro lugar, sin menoscabo alguno de la defensa apasionada de sus principios y de su ideología.
LFU
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